Estamos aquí para aprender a amarnos unos a otros. Yo no se que es
para que están los otros aquí.
(W. H. Auden)
Durante los próximos 10 años, la raza humana está destinada a
finalmente descubrir los hechos acerca de sus verdaderos orígenes y
destino. Como parte de este descubrimiento, tenemos que abordar la
abrumadoramente importante pregunta de cómo el fenómeno del mal vino
al mundo y dentro de la conciencia de los habitantes humanos de la
Tierra. Esta es una pregunta que debería estar en la mente de todo
ser viviente, hombre o mujer.
Ha estado con nosotros por milenios, y estará con los niños del
futuro si no encontramos la respuesta ahora. Hemos dejado la
interrogante del mal en las manos de teólogos y científicos por
demasiado tiempo. Esto seguramente es un error, como lo demuestran y
lo testifican claramente las víctimas, las instituciones de religión
y ciencia han sido los peores proveedores del mal que este planeta
alguna vez ha tenido que tolerar.
Después de siglos de falsificaciones y criminalidad, ya no podemos
permitirnos ver a estos oficios para contestar a este importantísimo
enigma del mal.
Pero si le damos la espalda, en este respecto, a la religión y a la
ciencia, ¿significa esto que somos dejados en un vacío? ¿Hay,
talvez, otra respuesta de cómo
el Fenómeno del Mal vino a ser?
Yo creo que la respuesta está en los antiguos registros de nuestros
ancestros y en los mitos y leyendas de las épocas pre y post
diluvianas que hablan de la visita de los “dioses” o “ángeles”.
Muchos investigadores clave han afirmado que estos seres eran
realmente entidades extraterrestres. Yo abordo quienes eran, porqué
vinieron aquí, y mostraré que después de su llevada, ellos
establecieron su sede principal en lo que ahora llamamos
Atlántida, y
de allí, ellos iniciaron un programa de hibridación que duró por
siglos. Su interferencia genética de las razas de la Tierra resultó
en varias criaturas híbridas, una de las cuales me referiré como
“Homo Atlantis”. Cada uno y todos los humanos “adámicos” vivientes
de los últimos 10 milenios o más es descendiente de este excepcional
ser. Cada uno de nosotros tenemos ADN tanto “humano” como
“alienígena”.
Esto es exactamente lo que nos han dicho en todos los diversos mitos
del mundo, desde las leyendas Celtas y Arturianas hasta el Ramayana
y Mahabharata. También está insinuado por recientes hallazgos
científicos en el registro geológico y en la biología y genética de
los humanos, hallazgos que están siendo secuestrados por aquellos
con intereses adquiridos en mantener el estatus quo presente. Su
mayor prueba, podría uno argumentar, está en el comportamiento
misteriosamente destructivo que hemos adoptado nosotros, los
modernos humanos, hacia nuestro propio planeta hogar, hacia el reino
animal y los pueblos indígenas que han vivido en relativa armonía
con el planeta.
En mi trabajo, intento mostrar que los descendientes de estos
antiguos visitantes están todavía en la custodia del planeta Tierra.
Yo demostraré que sus planes no son compatibles con los mejores
intereses, presentes o futuros, de la humanidad “Adámica”. Debido al
curso en avances tecnológicos, nuestro planeta que alguna vez fue
bello está ahora al borde del ecocidio, mientras sus bajas clases
políticas y económicas son sujetos a un muy real
Nuevo Orden
Mundial.
Se dice que no hay excusa para la ignorancia de la ley. Sin embargo,
es también una verdad que la ignorancia de los hacedores de la ley
tampoco es excusa. El juego final de la raza alienígena visitante y
sus descendientes está siendo jugada en la actual “Edad Silicón”.
Avanza rápida e implacable mientras la mayoría de nosotros,
preocupados con nuestros papeles domésticos y profesionales, tenemos
muy poco tiempo o energía para especular cómo el multifacético
fenómeno de nuestro mundo vino a ser.
La diestra manipulación por parte de aquellos entre los escalones de
poder hacen absolutamente seguro que nuestra atención esté raramente
centrada en los legisladores y aquellos en el control de la
economía, el ejército, los medios de comunicación y la tecnología
del mundo.
En este libro, mi intención es llamar la atención de la gente común
a las razones del porqué viven en el estado existencial de no tener
poder, mientras están confinados a papeles circunscritos, y
socialmente vetados, el y sus compañeros tendrán poca habilidad y
menos recursos para prevenir el mal que está evidenciado por todas
partes, especialmente en los llamados “pasillos de poder”.
Explico porqué es que en la parte posterior de todas las mentes está
la memoria de un tiempo donde la vida era armoniosa y reverente,
cuando no había guerra y muy poco en el camino de querer algo, en la
subyugación o división de clases. Explico también algo del destino
de las mujeres y el porqué es que han sufrido las increíbles
atrocidades a través de las eras post-diluvianas. Demuestro que
ellas continúan siendo colectivamente castigadas por un cierto
“crimen” que cometieron en este planeta aproximadamente hace unos
13,000 años. Hago mención del papel significativo que las mujeres
habrán de jugar en los tiempos por delante, una vez que hayan tomado
de nuevo el poder que era de ellas en los días antiguos.
En el Epílogo, continúo detallando el juego final que está siendo
jugado mientras lee. El
antiguo calendario Maya estipuló la fecha
2012
como el fin del tiempo. Pueda ser, de hecho, el fin del mundo
tal y como lo conocemos. La manera en que las cosas están caminando,
parece haber buena razón para mirarnos en este planeta, el cual será
pasado a la “Décimo primera Hora”.
De hecho, estamos verdaderamente en una situación “Defcon One”
(situación de Alarma Roja), y
subconscientemente todos lo sabemos.
Este libro, el cual primero apareció como un corto ensayo, no fue
escrito en, o por ligereza, y no es un trabajo de ficción. Está
basado en tres décadas de investigación y fue compuesto en extrema
seriedad. Exige cierta atención austera, en donde los prejuicios
personales y condicionamientos partisanos son temporalmente, si es
que no son permanentemente puestos entre paréntesis.
Urgentemente imploro, incluso al escéptico más empedernido, que
suspenda la incredulidad y contemple las sublimes consecuencias para
él mismo, sus compañeros y para la Tierra donde vive, si la pregunta
del mal pudiera una vez por todas ser contestada, y sus peores
efectos rápidamente aliviados sin mayor pérdida de vida o bienestar.
Sin embargo, estando bien conscientes del estado de decaimiento en
esta era de entretenimiento y narcisismo crónico, les dejo a
aquellos que no pueden suspender su acondicionamiento mental y
conductual, la siguiente cita, mientras dedico este libro a aquellos
quienes ahora comprenden, o llegarán a entender en el futuro
cercano, que antes de la ley, país, dinero, placer, amor o aun dios,
nuestro derecho supernal y necesidad siempre ha sido y permanece
siendo – ¡La Libertad!
Michael Tsarion
Seattle
(Marzo 2002)