INTRODUCCIÓN del traductor

Todo aquel que haya traducido un trabajo sabe que, en el proceso, se llega a percibir muchos rasgos de la personalidad del autor del texto. En mi caso, como luego he podido confirmar por las relaciones mantenidas con el autor del ensayo a través de correo electrónico, he llegado a percibir la honestidad y el rigor de dicho autor.

Como no puede ser de otra forma, este traductor se ha supeditado, lo más estrictamente que le ha sido posible a dicho rigor, circunstancia que puede ser comprobada consultando el original, del cual se facilita la URL en la cabecera.

La honestidad del autor se refleja en las alusiones que hace a sus propias limitaciones de conocimiento de algunos contextos y conceptos, reconociendo que su trabajo "...... debe contener equivocaciones que derivan de mi propio (más o menos) frágil control de la materia en cuestión."

 

Por otro lado indica que "....... El lector debe asumir que este ensayo es casi totalmente derivado; contiene escasamente alguna idea original propia". Sin embargo la integración de los diferentes conceptos en su ensayo, manifiesta un discernimiento que se evidencia en sus conclusiones, que sí son propias.

Me decidí a realizar esta traducción porque desde el primer momento me pareció una estructuración muy interesante de conceptos, más o menos conocidos según el nivel de implicación del interesado en estos temas, pero en todo caso presentados con gran sencillez y claridad.

No obstante he de resaltar que la difícil y compleja problemática del Mal me parece tratada desde un punto de vista que considero puede ser ampliada y clarificada. Me explicaré.

Tal y como el autor indica, los conceptos con los que ha trabajado sobre el Mal, fundamentalmente están basados en lo que ha podido comprender de autores como Tradowsky o Prokofieff (actualmente está trabajando sobre el polémico autor ruso Gennadij Bondarev, el cual dedica el capítulo XX de su libro "Crisis de la Civilización" al "Bien y el Mal"). Estos autores tienen una concepción de las entidades ahrimánicas y asúricas muy entremezclada y poco diferenciada en sus características propias.

Aunque Mason llega a incluir esquemáticamente (ver sus gráficos) la acción de los cuatro poderes implicados en el desarrollo humano, Cristo, Lucifer, Ahriman y Sorat de una forma muy interesante, se puede percibir en sus desarrollos que los dos últimos quedan poco diferenciados entre sí, tal y como, así mismo, se puede percibir en las obras de los dos autores anteriormente aludidos a los que hace referencia y en los que se basa, atribuyendo características netamente asúricas a entidades ahrimánicas.

Las limitaciones que tuvo Steiner sobre el asunto del Mal, por un lado las propias de la época (todo aquel que se dedica a profundizar en estos temas sabe que no siempre se pueden hacer públicas algunas verdades que los Iniciados conocen), y por otro lado las de los propios receptores de sus conocimientos, reacios a que les hablara con profundidad de la problemática del Mal, hacen que no dispongamos de referencias suficientes que clarifiquen las características discriminatorias entre dichas entidades. Por ello, en la propia obra de Steiner aparecen aludidas de manera que puede llevar a confusión.

Aquel que quiera encontrar referencias sobre la diferenciación entre los poderes de Ahriman y Sorat y el despliegue de sus fuerzas a través de las entidades ahrimánicas y asúricas por ellos gobernadas, podrá encontrarlas en los amplios trabajos (amplitud que incluso se refleja en los títulos de sus obras) de Pedro A. Quiñones.

A través de los muchos años que Pedro viene dedicando a esta problemática (prácticamente toda su vida como él mismo indica y con mucha antelación a los autores que ahora salen por todas partes indicándonos sus conocimientos al respecto), y con base en su propia investigación, no se cansa de indicarnos que Ahriman no es un Anti-Cristo sino un Pseudo-Cristo. Este factor es fundamental para comprender la actuación de dicho ser que, por las limitaciones a las que, como Lucifer, se ve sometido debido al mayor rango en jerarquía y poder de Sorat, explica muchas de sus, a veces, contradictorias manifestaciones en "el Juego de la Realidad", concepto acuñado por el propio Pedro.

Una de las características fundamentales que han de tener los conceptos que aporte un investigador es la de operar como una ficha de "puzzle". La encuentras y de repente la lógica integra todo un conjunto que anteriormente aparecía oscuro e inconexo. Este valor añadido que encontramos reiteradamente en la extensa obra de Steiner sobre el desarrollo humano, es encontrado en los trabajos de Pedro que hacen referencia al Mal y en los cuales nos ofrece los frutos de su investigación.

Quien desee encontrar las claves ocultas de los acontecimientos con los que hoy día pretenden abrumarnos, podrá encontrarlas en los trabajos del Centro de Estudios Rudolf Steiner de Barcelona (CERS), a través de cuyo portavoz literario, Athenea, se difunde el importante trabajo de dicho grupo y cuyas obras son en muchos casos firmadas por Pedro A. Quiñones, ocupándose él mismo de aclarar que su esfuerzo no sería posible sin el trabajo del resto de personas que forman el CERS.

En dichos trabajos se podrá discriminar:

  1. Los esfuerzos del Cristo y sus huestes por elevar la semilla espiritual depositada en el ser humano hasta la máxima expresión de su destino, como seres de rango jerárquico expresando en el cosmos de manera individualizada las cualidades del Logos Solar en su proceso creador y cuya máxima expresión es el Amor a través del ejercicio de la Libertad. Se canalizan a través de las corrientes de auténtica Fraternidad Universal, no por los numerosos sucedáneos que existen tipo "New Age", fundamentalmente ahrimánicos, y que son necesarios aprender a discriminar por la gran confusión que generan en cualquier alma ingenua y desprevenida.
     

  2. Las actuaciones en el ámbito astral de Lucifer y sus huestes para conducir al ser humano a su destino ejerciendo una labor opositora, mediante la cual el ser humano ha logrado obtener la iluminación necesaria en su intelecto para iniciar sus propios procesos de auto conciencia y desarrollar los conceptos intelectuales de los Arquetipos espirituales de Verdad, Belleza y Bondad. Se canalizan a través de las corrientes del desarrollo auto consciente intelectual del ser humano, y su máxima expresión la tenemos en los clásicos griegos y su visión de los tres conceptos anteriormente aludidos, plasmados en la cultura de la época.
     

  3. Las de Ahriman y sus huestes a nivel etérico para atrapar en la forma el impulso luciférico, ejerciendo una labor opositora mediante la cual contrapesar las fuerzas centrifugas escapistas luciféricas, y que como Pseudo Cristo quedan manifestadas fundamentalmente en el llamado "Estado del Bienestar Social" de este mundo de materia (elemento éste que corresponde al dominio asúrico). Se canalizan a través de las corrientes que buscan el Cielo en la Tierra y cuya expresión más clara sería la sociedad anglosajona, fundamentalmente la Americana, aunque se encuentre teñida por los permanentes ataques desestabilizadores asúricos.
     

  4. Las de Sorat y sus huestes asúricas, aportando a la forma ahrimánica la pesada materia, producto de la descomposición del espíritu y de las cuales son legítimos responsables y que, como auténtico Anti-Cristo, Demonio Solar o potencia polar a la del Cristo cuya máxima expresión es el Amor, se expresa a través del Odio. Se canalizan a través de las corrientes generadoras de destrucción y sufrimiento en el mundo, alimentándose o recibiendo su tributo, como contraprestación por el trabajo aportado para el desarrollo de la humanidad en la Tierra, en sangre humana y contra más inocente sea ésta mejor (siendo su bocado más deseado el sufrimiento y derramamiento de sangre infantil).

     

    Expresión de lo anterior son los sacrificios humanos de determinadas culturas a través de la historia. En ocasiones se presentan con la mascara de un aparente bien, como es el caso de determinados organismos actuales que poseen una aureola de prestigio mundial pero cuyas decisiones causan elevados niveles de sufrimiento en las sociedades en las que se aplican sus recomendaciones. No obstante, como es patente y manifiesto, sus acciones destructoras sobre el ser humano cada vez aparecen de manera más descarnada y descarada. Y lo que nos queda por ver.

De esta manera se puede llegar a comprender, por ejemplo, que los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 sobre New York y Washington no serían tanto un enfrentamiento entre "el Bien y el Mal" en términos absolutos como pretende el presidente Bush, sino un ataque directo de determinadas fuerzas de destrucción asúricas (las que se encarnan en las corrientes islámicas fundamentalistas, de las cuales las corrientes puramente ahrimánicas occidentales serían mutuas enemigas directas), contra el orden que persiguen establecer en el mundo las mencionadas fuerzas ahrimánicas, pretendiendo, como lo vienen intentando reiteradamente, desbancar en su tiempo a estas.

 

(Lucifer encarnó hacia el año 3.000 A.C. en Oriente, Cristo encarno en el siglo I en Oriente Medio y Ahriman debería encarnarse a finales del siglo XX o comienzos del XXI en Occidente. El tiempo de Sorat pertenece al futuro lejano).

 

Sería muy extenso diferenciar aquí entre las corrientes ahrimánicas empeñadas en el establecimiento de la sociedad del bienestar occidental (y entre las que podríamos incluir las implicadas en la "Llegada de Maitreya"), con las corrientes asúricas imperantes incluso en el mismo sistema occidental, fundamentalmente a través de sus cauces económicos y organismos como son el Banco Mundial y el F.M.I, a través de los cuales se difunden supuestas políticas estabilizadores de las estructuras económicas de terceros países, pero que sin embargo generan infinitos sufrimientos para los seres humanos que integras dichos países a través de sus deudas, como actualmente podemos ver en Argentina.

La comprensión de la integración de todas estas potencias en un proceso creador macrocósmico en cuyos ciclos de manifestación se crea y se destruye es fundamental. Este proceso gira alrededor del ser humano como reflejo microcósmico del anterior, sujeto a un desarrollo progresivo de conciencia, pasando por estadios de egoísmo individual para llegar a adquirir la auto conciencia o conciencia de sí mismo, y en los que su perspectiva queda reducida al máximo, llegando a límites en los que podemos ser víctimas de las fuerzas manifestadas en el propio proceso. Sin embargo, la responsabilidad del proceso se va depositando poco a poco en manos del propio ser humano.

Comienza a ser urgente la toma de conciencia por parte del máximo número posible de individuos de las fuerzas que operan a través nuestro ya que, en la medida que lo seamos y estén bajo nuestro control consciente, actuaran dentro de su ámbito de competencia favoreciendo el proceso. En caso contrario, como lamentablemente se comprueba cada vez con mayor frecuencia, las fuerzas de destrucción que operan en la interioridad del ser humano, trascenderán descontroladas a la sociedad ocasionando en el mundo manifestaciones de odio y destrucción generadoras de caos.

Cada individuo ha de tomar conciencia de su responsabilidad para la conducción del proceso desde estadios de conciencia egoísta, centrada en sí mismo, hasta el encuentro con la semilla del Creador, común en todos nosotros.

A través de la WEB que se indica, tanto en el encabezado como en la firma de esta introducción, esperamos poder dar suficientes referencias del trabajo que desarrolla el CERS, el cual considero fundamental para comprender algunas de las claves más importantes sobre el panorama que nos dibuja Robert S. Mason en su ensayo y que, sorprendentemente, tiene muchas coincidencias con los planteamientos del propio CERS.

 

Quiero manifestar mi deseo e intención de trabajar por conseguir que dichos escritos tengan una adecuada difusión internacional como la que proporciona Internet. Es evidente que este cauce abre la puerta a numerosos peligros de los cuales no estamos inadvertidos, pero la inmensa potencialidad del mismo abre, también, la posibilidad a iniciativas como la que yo he tenido con el trabajo de Mason, traduciendo al castellano un buen trabajo (para mi consideración) esclarecedor de la problemática mundial actual.

 

La difusión del importante y diferenciador esfuerzo del CERS a través de Internet, abrirá la posibilidad a que lectores bilingües hispano/anglo parlantes, traduzcan dicha obra al idioma con el que una de las mayores parcelas de la humanidad utilizan como único medio de expresión. Creo que el esfuerzo merece la pena.

Micael,

29 de Septiembre de 2001

 

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1. Prólogo del autor

Deseo traer ante el público, a través de la World Wide Web, alguna información sobre los tremendos eventos que se aproximan. Soy consciente que mucho de lo tratado aquí ya está en la Web, y que hay una sensación generalizada "en el aire" de que algo grande está a punto de pasar en los próximos años: el cambio del Milenio. Yo creo que esta sensación de "algo en el aire" es una percepción correcta, aunque a veces sumamente tergiversada.

 

La mayoría de la información en este ensayo no es nueva; ha estado por lo menos abierta al público desde el final de la Primera Guerra Mundial. Todavía no se ha extendido al amplio público que necesita oírla. Espero que el advenimiento de la Web y los motores de búsqueda pondrán disponible esta importante información a muchas personas alrededor del mundo que no lo han encontrado todavía y sabrán darle el uso adecuado Yo no exijo conocimientos especiales acerca de estas materias; He utilizado informaciones ya publicadas exclusivamente.

 

Espero que nadie tome mis palabras en vano. Les pido a los lectores leer y reflexionar mediante esta información, seguir las guías que doy, y hacer sus propias investigaciones. Investigaciones concienzudas bien podrían causar algunos alzamientos intelectuales, y cambiar el curso de algunas vidas; y esto es exactamente lo que se necesita, muchas veces sobre y alrededor de todo el mundo.


Rudolf Steiner
1861-1925
Este ensayo está basado, directa o indirectamente, en la "ciencia espiritual", o "Antroposofía", promulgada por Rudolf Steiner en el primer cuarto del siglo XX. Digo "basado" porque esta exposición sólo puede súper simplificarse groseramente, y debe contener equivocaciones que derivan de mi propio (más o menos) frágil control de la materia en cuestión.

 

El lector debe asumir que este ensayo es casi totalmente derivado; contiene escasamente alguna idea original propia. En interés de la legibilidad (y para dar un descanso a mis fatigados recursos), no lleno el texto proporcionando citas. Si lo hiciera, casi cada frase estaría anotada a pie de página.

 

Proporciono algunos comentarios bibliográficos que espero serán de utilidad al lector concienzudo. Es probable que cientos, o miles, de personas en este mundo estén mejor calificados que yo para escribir este informe.

 

Lo he escrito porque:

1. No soy consciente que nadie más lo esté escribiendo, y
2. Necesita ser escrito y publicado, ahora.

Los eventos de los que hablo se basan en la aproximación de la encarnación de un poderoso ser espiritual sobre-humano, siguiéndole los eventos políticos, sociales, económicos, y culturales concomitantes. Las preparaciones para esta encarnación se han estado elaborando durante los últimos cuatro siglos o más, y el clímax está próximo a llegar. Este ser se llama "Ahriman" (del nombre de la antigua Persia "Angra Mainyu", dado por el prehistórico Zarathrustra.)

Plaque Depicting the Birth of Ahura-Mazda and Ahriman,

from Luristan, Western Iran, 799-600 BC

 

Podríamos considerar que Ahriman es el mismo al que normalmente se llama "Satanás", sólo que el concepto "Satanás" está muy confundido y mal entendido. Por consiguiente, en este ensayo utilizaré el nombre "Ahriman", e intentaré dar una comprensión más clara de su naturaleza y los objetivos que generalmente logra.

Comprendo que muchos no están inclinados a tomar la posibilidad de semejante evento en serio, o en creer que las tales materias son conocidas, o puede conocerse. No obstante, de nuevo yo le pido al lector que lea este ensayo con una mente abierta, por lo menos lo bastante para recibir los pensamientos y conceptos. Daré algunas consideraciones epistemológicas que apoyen la noción de que tales materias se pueden conocer.

 

Daré algunas referencias que ayudarán a que los lectores lleven su propia investigación epistemológica, y así puedan hacer una valoración adecuada de este informe. Ésta es una cuestión de alguna importancia; es esencial para el futuro de la humanidad y de la tierra que tantas personas como sea posible lleguen a estar despiertas y no sean cogidas durmiendo por los eventos inminentes.

Una explicación completa de la naturaleza de Ahriman y su encarnación está más allá del alcance de este ensayo (así como más allá de la comprensión de este autor). Si mi explicación sólo es suficiente para que los lectores se hagan suficientemente conscientes para ver la necesidad, y tener los medios, de hacerse más consciente sobre estas materias, entonces habré cumplido mi propósito.

 

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2. Alma y Espíritu

En este ensayo que habla de asuntos "espirituales", me gustaría dar el enfoque del concepto de "espíritu", junto con los conceptos de "alma" y "cuerpo" (utilizando las expresiones de Steiner en su Teosofía.) El "cuerpo", por supuesto, es la forma física, perceptible por los sentidos exteriores, en el mundo que normalmente se percibe por los sentidos exteriores de las personas.

 

Por "alma" quiero decir el mundo interno de los sentimientos subjetivos y sensaciones de un ser humano (o animal). La sensación de una percepción sensible exterior (como el verde del césped), así como los sentimientos (de placer o dolor), están en el alma. Asimismo, los actos del ser interno pasan a través del alma por la voluntad, aunque la voluntad no es normalmente consciente.

 

Podríamos decir que los actos del mundo físicos pasan al alma a través de las sensaciones; el alma vive en sus propios sentimientos, y actúa en el mundo a través de la voluntad. Nosotros (generalmente) experimentamos sensaciones en vigilia, sentimientos como en sueño, y voluntad como en sueño profundo, inconscientemente.

Además de vivir en el mundo interno del alma, el ser humano puede vivir en el mundo de los pensamientos. A través del pensar, tomamos contacto con el ser de las cosas del mundo. Por "espíritu" quiero decir el ser del pensamiento. Contrariamente al concepto erróneo común, el pensamiento no es subjetivo, sino objetivo, ya que pertenece a todo el mundo, es accesible a todos.

 

Muchas personas pueden asir el mismo pensamiento y a través de ese contacto del pensamiento la misma realidad objetiva, aunque ellos no experimenten (normalmente) las mismas sensaciones y sentimientos. Como el mundo físico actúa recíprocamente con el alma, así también lo hace el espíritu; Podemos invocar pensamientos por nuestros actos de voluntad, y los pensamientos nos dan sentimientos.

 

Mucha de la confusión sobre la supuesta subjetividad del pensamiento surge de la subjetividad de los sentimientos y sensaciones conectadas con el pensar, así como del hecho que mucho de lo que normalmente pasa por pensar apenas es pensamiento en absoluto, sino un tipo de pseudo-pensamiento semi-consciente, automático.

 

(En la actualidad, las personas experimentan el pensamiento como si viniera, normalmente automáticamente, desde el exterior, sin embargo, paradójicamente, el pensamiento, en esencia, es objetivo y universal [como podemos ver bien en las matemáticas]. Diré más sobre todo esto posteriormente.)

 

Así, a través de nuestra experiencia de pensamiento, podemos ligar una experiencia en sentido "empírico" al concepto de "espíritu". (Todos esto, por supuesto, debe ser tomado sólo como una mera introducción a un inmenso y profundo asunto. Por ahora, sólo intento responder a la opinión extendida de que "alma" y "espíritu" son nebulosos términos sin sentido.)

 

Y mientras, normalmente, es verdad que apenas experimentamos nuestro pensamiento, podemos intensificarlo para hacerlo consciente, y este desarrollo de conciencia puede llevar a la percepción de mundos y seres de alma y espíritu -y así poner la base de la "ciencia espiritual."

 

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3. Seres Espirituales y Evolución Terrenal

Siguiendo las comunicaciones de esta ciencia del espíritu, hablaré de esos seres espirituales, conocidos como "ángeles", que viven invisibles (a nuestros sentidos, normalmente) y se comprometen en nuestros asuntos terrenales. (Esta idea ha ido ganando aceptación en la cultura general en los años recientes, como una ola de interés en los ángeles.)

 

También hablaré de la existencia de otros seres espirituales, superiores y más adelantados que los ángeles, llamados "arcángeles" en teología o angelología. Investigaciones espirituales más recientes (de Steiner), así como la tradición antigua (de Dionisio el Areopagita, alumno de San Pablo) hablan de, por lo menos, nueve órdenes de ángeles y seres supra-angélicos - que, todos juntos, son llamados las "Jerarquías", a veces "coros de ángeles", o a veces los "Dioses". (Otros Seres todavía superiores no se tratarán aquí.)

 

Algunos de los nombres dados a las nueve jerarquías, en orden ascendente, son:

  • Ángeles (Angeloi, Hijos del Crepúsculo, Hijos de Vida; todos los seres humanos tienen ángeles individuales como guardianes y portadores de sus Yoes eternos)

  • Arcángeles (Archangeloi, Espíritus de Fuego; el "espíritu de un pueblo" es de este rango)

  • Archai (singular "Archi"; Espíritus de la Personalidad, Principios Originales)

  • Principados (el "espíritu del tiempo" o "Zeitgeist" es de este rango)

  • Exusiai (Espíritus de la Forma, Potestades, Autoridades; los "Elohim" y "Jehová" son de este rango)

  • Dynamis (Espíritus del Movimiento, Poderíos, Virtudes)

  • Kyriotetes (Espíritus de Sabiduría, Dominaciones)

  • Tronos (Espíritus de Voluntad)

  • Querubines (Espíritus de Armonía)

  • Serafines (Espíritus del Amor)

Aunque las doctrinas de Dionisio se consideraron por mucho tiempo heréticas, se menciona la existencia de estos seres Jerárquicos en la Biblia. Los Ángeles, por supuesto, se mencionan en muchos lugares. Algunos otros ejemplos son los siguientes:

  • Arcángeles - Judas v.9; I Thes. 4: 16

  • Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades - Rom. 8: 38; Col. 1: 16, 2: 15; Eph. 1: 21, 3: 10

  • Querubines - Gen. 3: 24; Ex. 25: 18-20,22; Num. 7: 89; Ezk. 9: 3, Ch. 10; Ps. 18: 10

  • Serafines - Isa. 6: 21

Estos espíritus no son todos "angélicos", en el sentido de "buenos y santos". Algunos, a veces, se oponen al orden regular o bueno del mundo. Ahriman ("el Injusto Príncipe de este Mundo") es un Espíritu de la Forma "retrasado", trabajando como un Archai, oponiéndose (en cierto sentido) al orden cósmico correcto. (No obstante, esta oposición no es puramente "mala", como explicaré más adelante.)

 

Puesto que Ahriman es un espíritu de oposición, podríamos empezar a comprender su naturaleza entendiendo a qué es a lo que él se opone: al plan de los Dioses de desarrollo terrenal y humano. Pero la situación no es tan simple como una lucha entre dos bandos; básico para la comprensión adecuada del proceso del mundo es el reconocimiento de por lo menos tres tipos de influencia espiritual en la evolución de la humanidad y el cosmos.

 

(Debemos tener claro que esta "evolución" es algo muy diferente del proceso material por azar, sin sentido, concebido por los Darvinistas y teorías semejantes. Quiero significar a través de "evolución" un proceso de desarrollo completamente determinado, pleno de pensamiento iniciado y guiado por seres espirituales.)

Los Dioses normales (las jerarquías regulares) crean y alimentan el desenvolvimiento del mundo y de la humanidad, para generar la posibilidad de que los seres humanos alcancen el estado de divinidad como "Espíritus de Libertad y Amor" - la décima jerarquía. (En la fase presente de la evolución, los seres humanos progresan a través de periodos alternos de vidas terrenales y vidas puramente espirituales: nacimiento, muerte, y reencarnación).

 

Como el nombre implica, esencial al cumplimiento de la tarea de la humanidad es la realización de la "libertad" y no significa tanto libertad política como libertad espiritual - que los seres humanos lleguen a ser individuos independientes, únicos que actúen conscientemente como los creadores de sus propias obras. La sabiduría oculta, redescubierta y hecha pública de forma independiente por Steiner (y muy simplificada aquí, y de forma somera), explica esta evolución como creándose y siendo guiada a través de siete grandes periodos cósmicos.

 

Nosotros estamos ahora en el cuarto gran periodo, llamado Periodo de la "Tierra". (Todos los nombres de los periodos están aquí dados en orden de sucesión.) Los tres periodos anteriores se llaman "Saturno", "Sol", y "Luna". Asimismo, éstos son los periodos pasados de desarrollo cósmico, y no han de ser confundidos con los cuerpo celestes actuales de los mismos nombres. Las mismas consideraciones para los tres periodos futuros: "Júpiter", "Venus", y "Vulcano".

 

El gran Periodo de la Tierra comprende siete periodos menores de las cuales nosotros estamos en el quinto. Estos cinco se llaman "Polar", "Hiperbóreo", "Lemúrico", "Atlante", y "Post-Atlante". Y el Periodo Post-Atlante comprende siete épocas culturales de las cuales, de nuevo, estamos en la quinta. Las cuatro anteriores se llaman "Indú", "Persa", "Egipcio-Caldea", y "Greco-Romana".

 

La historia registrada sólo empieza con la Época Egipcio-Caldea; lo que es generalmente conocido de la antigua India y la cultura Persa deriva de archivos elaborados en la tercera época. Estos nombres de épocas no implican que nada importante estuviera pasando en otras regiones de la tierra, sino que los impulsos evolutivos arquetípicos de los tiempos estuvieron centrados en las regiones designadas.

 

Las épocas duran aproximadamente 2160 años; y la presente, quinta época poste-Atlante, empezó aproximadamente en 1413 DC. Ninguna de estas épocas han de ser consideradas nítidamente diferenciadas; las transiciones pasan gradualmente, los desarrollos futuros se preparan de antemano, e influencias pasadas quedan después.

Nota: Este cálculo está simplificado al extremo, con el propósito de mantener un armazón conceptual sencillo en el ensayo. Para obtener una idea tímida de lo simplificado que se encuentra, basta considerar que en Antiguo Saturno el "espacio" no existió; el "tiempo", paradójicamente, "comenzó" exclusivamente durante esa era; y el único fenómeno cuasi-sensorio era un tipo de sustancia calórica.

 

Las condiciones en Antiguo Saturno eran tan inmensamente diferentes de las condiciones terrenales que sólo podemos imaginarlas débilmente. De hecho, quizás mejor que intentar imaginarse Antiguo Saturno como una existencia meramente física, sería concebir este "calor" como una apariencia exterior del "afecto anímico" de los Dioses-Creadores. El fundamento de la realidad es el ser-espiritual y sus hechos.

 

El "principio" podría pintarse así: los Tronos ofrecieron en sacrificio parte de su propio ser a los Querubines; el calor de este devoto sacrificio se elevó como humo, y de este humo ardiente nacieron los Archai - Espíritus del Tiempo. Digamos: un acto sacramental, creativo de Seres sagrados, visto "externamente" como "calor" y el "comienzo del tiempo".

 

Podemos aproximarnos a estos Sagrados Misterios adecuadamente (sólo hechos públicos en nuestro tiempo) con actitud interna reverente, invocando imágenes internas imbuidas con devoto sentimiento de respeto, incluso hacia nuestra existencia física, como un regalo de la propia sustancia del ser de los Dioses. –Y, de nuevo, esto es dar sólo la concepción más opaca de estos tremendos hechos, y de su lejanía de nuestro usual y materialista imaginar.

 

Sólo condiciones muy graduales, en eones inconcebibles, aproximó aquello al presente. Por ejemplo, un tipo de "espacio" sólo entró en existencia en el Antiguo Sol, y así sucesivamente. Siempre, la realidad "detrás de" las "apariencias externas", son seres espirituales y sus obras.

El evento central del Periodo de la Tierra ocurrió durante la Época Greco-Romana, en Palestina. Fue la encarnación de un Ser espiritual muy elevado, un Dios de la corriente regular, llamado el "Cristo" - culminando en los eventos que rodean su Crucifixión: el "Misterio del Gólgota". Este Evento fue el punto de cambio de la evolución de la Tierra desde el descenso del espíritu en la materia, hacia la ascensión retornando al espíritu, con los frutos obtenidos de la estancia en la materia.

 

(El propio Steiner no empezó con una visión del mundo Cristiana. Él de manera independiente, e inesperadamente, redescubrió el "hecho místico" de la Cristiandad durante el curso de su experimentación clarividente consciente).

Además de los Dioses normales, una hueste de seres espirituales anormales, llamados "luciféricos", también influye en la evolución terrenal. En cierto sentido éstos se oponen a los planes de los Dioses normales, en favor de la evolución. Los seres luciféricos intentan arrastrar a la humanidad lejos de la evolución terrenal normal, hacia su propio cosmos de luz psíquico-espiritual anormal.

 

En el alma humana ellos inspiran orgullo, egoísmo, desinterés por el prójimo, emociones ardientes, subjetividad, fantasía, y alucinación. En el intelecto humano inspiran generalización, unificación, suposiciones, y la construcción de imaginaciones más allá de la realidad. El lenguaje humano y el pensamiento son de origen luciféricos; y también la auto-conciencia humana y la capacidad de independencia y rebelión contra el orden cósmico de los Dioses normales.

 

También, la susceptibilidad para enfermar es originada por la influencia luciférica. Un elevado ser espiritual, en cierto sentido el líder de las huestes luciféricas, "Lucifer", encarnó en un cuerpo humano, en la región de China, en el Tercer Milenio A.C. Este evento provocó una revolución en la conciencia humana. Hasta entonces, los seres humanos no podían usar los órganos del intelecto y vivían por una especie de instinto.

 

Lucifer fue el primero en alcanzar con el intelecto la sabiduría de los Misterios hasta entonces revelada por los Dioses a la humanidad en otras formas de conciencia. Los efectos de esta encarnación inspiraron la sabiduría de la cultura pagana, a través de la Gnosis de los primeros siglos DC, e incluso de forma tardía a principios del siglo XIX. -Esta sabiduría no debe considerarse falsa en sí misma; es buena o mala dependiendo de quién la posee, y para qué propósitos la usa.

 

Los grandes Iniciados paganos la tomaron para introducirse en la influencia luciférica y cambiarla para el bien de la humanidad. Sólo a través de la influencia luciférica la humanidad se ha elevado por encima del estado de puerilidad. (Aparte de la cultura pagana de sabiduría sobre la Naturaleza fue la cultura Hebraica la que [en cierto sentido] separó al ser humano de la Naturaleza, y la que preparó una corriente hereditaria para proporcionar un cuerpo para la encarnación de Cristo.

 

En la cultura pagana el ser humano se sentía perteneciente al cosmos estrellado, sin lo que nosotros conocemos en la actualidad como impulsos morales. Los impulsos morales en el alma humana fueron preparados por el Pueblo Hebreo y fomentados a través de la Cristiandad. La Cristiandad es también una culminación y realización de la sabiduría pagana.

 

(Aquí "Cristiandad" no significa tanto "religión organizada" como los hechos e influencia continuada del ser Cristo y sus huestes, no necesariamente restringido a las organizaciones religiosas formales).

Una tercera influencia espiritual trabajando en la evolución humana y terrenal es la ahrimánica. La intención de Ahriman, y sus huestes, es congelar la tierra en completa rigidez, para que no pase por los periodos de Júpiter, Venus, y Vulcano, y hacer del hombre un ser totalmente terrenal e individualizado, no libre, y divorciado del cosmos de los Dioses regulares. La tendencia ahrimánica esencial es la materialización; cristalizar; oscurecer, imponer silencio, llevar las fuerzas vivientes, móviles a formas fijas -en otras palabras, matar lo que está vivo.

 

Esta tendencia en sí misma, dentro de los límites apropiados, no es mala; lo muerto, el mundo material es necesario para el plan de desarrollo humano y cósmico de los Dioses regulares. La tendencia ahrimánica sólo es mala cuando excede los límites apropiados, cuando extiende la mano a lo que debe estar vivo - y Ahriman intenta exceder los límites apropiados. Una vez más, la realidad básica del mundo son los seres espirituales junto con sus hechos, pero Ahriman promueve la mentira, la ilusión de que la materia es la realidad básica y la única realidad.

 

De hecho, los espíritus ahrimánicos, no los "átomos" o "partículas elementales", son la realidad detrás del mundo aparentemente material. Ahriman vive en la mentira; él es un espíritu de la falsedad, el "Padre de la Mentira."
 

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4. Ahriman en la Actualidad

En la presente quinta época cultural, la influencia ahrimánica en la cultura humana está alcanzando un punto crítico. La moderna revolución científica, desde el Siglo XV, ha estado en gran parte inspirada por Ahriman. Él es el inspirador del materialismo amoral, ateísta, mecanicista, y el tipo de talento que supone.


La intención de los Dioses regulares para la época presente (también llamada "Época del Alma Consciente") es que la humanidad desarrolle la conciencia incrementada, junto con la individualidad y la libertad espiritual que van con esta conciencia. Ahriman se opone a esto; él quiere que el ser humano viva de instintos inconscientes como un animal no individualizado e impulsivo -inteligente, pero animal no obstante. (Ahriman es el maestro de la mentira de que el ser humano es un animal: del Darwinismo y teorías similares.)

A la mente moderna podría parecerle una contradicción decir que Ahriman se opone al incremento de conciencia porque promueve la inteligencia y la ciencia. Esto es porque la mente moderna está tan encastillada en lo que generalmente se considera que es el "pensamiento científico" que no tiene casi ninguna concepción de la verdadera naturaleza del pensamiento consciente. (Steiner, sobre todo en su libro La Filosofía de la Libertad [1894], ha sido nuestro maestro del pensamiento real, pero la cultura intelectual en general no ha aprendido la lección.)

 

El hecho es que el pensamiento "científico" normal en esta época, no importa cómo de inteligente, es apenas escasamente consciente (posiblemente con algunas excepciones relativamente raras en los momentos de "visión" o descubrimientos matemáticos). En el tipo de conciencia usual en nuestra cultura "científica", sólo nos hacemos conscientes de los resultados arraigados del pensamiento, después de que ha sido consumado; no somos (normalmente) consciente del propio proceso del pensamiento.

 

Y puesto que es inconsciente, no es nuestra acción libre; es automático. Cuando pensamos de la manera habitual en nuestra época, somos autómatas sensientes y actuamos por instinto. (Este pensamiento instintivo en la amplia cultura había estado inspirado por Jehová hasta aproximadamente 1840 DC. Desde entonces ha estado inspirado por Ahriman y ha producido el torrente de materialismo del siglo XIX que, ayudado por la retirada del espíritu del pueblo alemán, ahogó la vivencia positiva del Romanticismo en la cultura).

 

Y esto es lo que Ahriman quiere: borrar cualquier rastro y toda posibilidad de conciencia humana libre, individualizada; quiere que el ser humano no llegue a ser un individuo, sino sólo un miembro de una especie general de pseudo-humanidad -ser un límite inteligente de los animales de la tierra, un "homunculus".

Como indiqué, Ahriman es el inspirador del tipo más extremo de materialismo "científico": de la doctrina según la cual no existe espíritu o alma en el mundo; que la vida misma no está de hecho viva, sino que sólo es un conjunto de procesos mecánicos; que la realidad se basa sólo en lo cuantitativo, que no hay realidad en la cualidad -color, sonido, etc.; incluso que el ser interno del hombre es una confluencia de fuerzas materiales.

 

En el nivel emocional, él trabaja en los instintos humanos subconscientes, inspirando el miedo, el odio, el anhelo de poder y los impulsos destructivos del sexo. En el nivel mental, inspira el pensamiento rígido y automático: (en frase de Steiner) pensamiento casi íntegramente sin pensamientos, ligado al lenguaje, a las palabras literales que fácilmente se vuelven vacías y a su vez fácilmente se vuelven mentiras.

 

Este pensar "abstracto" está desprovisto de cualquier actividad interna consciente y de cualquier conexión real a la experiencia viva, creando una conciencia ensombrecida, sin luz, color, o imágenes.

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5. La Degradación del Lenguaje

Según Steiner, es característico de la cultura presente, de cientifismo ahrimánico e imperialismo económico angloamericano, que el idioma ha perdido su significado espiritual instintivo; es decir, se ha perdido la conexión entre la palabra literal y el impulso espiritual que constituye su significado.

Sin contenido real, espiritual, el idioma consiste sólo en "frases vacías", como por ejemplo "rige por la voluntad de las personas", "el mundo libre", "libertad individual", y así sucesivamente. Estas frases están ampliamente desprovistas de realidad en nuestra estructura socio-política; aquí la profunda realidad es el poder del dinero sobre los seres humanos y la vida.

 

Y donde las frases huecas rigen en el idioma, en lugar del contacto humano vivo en la vida social rigen meros convencionalismos, y en lugar del interés humano vivo en la vida económica rige la simple rutina.

"Hay sólo un corto paso desde la frase vacía a la mentira".

De nuevo, esto es especialmente verdad en política y en economía, por el predominio de las palabras vacías se hace posible la falsificación de realidades -una potente arma en manos de aquellos que tienen intenciones ocultas conscientes, para manipular a las personas hacia fines desviados. En nuestro tiempo, personas en masa actúan como si estuvieran poseídas por fuerzas malignas, porque, en cierto modo, lo están. Los demonios del materialismo hablan a través de las palabras vacías. Un lenguaje en el que los demonios del materialismo han tomado el lugar de los impulsos espirituales humanos sólo puede llevar a la destrucción.

Ciertamente Steiner no fue el único en notar este aspecto de lenguaje actual. George Orwell fue quizás al escritor más prominente en censurar esta tendencia. Ver, por ejemplo, su ensayo clásico "Políticos y el Idioma inglés". Él previó la deshumanización del idioma haciéndolo deliberadamente en la "nueva terminología" de la pesadilla ahrimánica 1984. Sin tener aparente conocimiento de la ciencia espiritual, y trabajando sólo con observación perspicaz y amor a la verdad, vio lo que estaba pasando en el discurso político de Europa Occidental y llevado al extremo en los regímenes totalitarios.

A nivel socio-político, el antídoto para este veneno de las palabras vacías es la liberación de la vida cultural, sobre todo de la educación, del poder político y financiero. (Como se esboza en el concepto de Steiner de la "triformación social": separando el estado político-legal, la esfera espiritual-cultural, y el sector económico - junto con la eliminación de egotismo. [Egotismo: Afán o manía de hablar de sí mismo, de afirmar la propia personalidad. N. del T. (Diccionario de la Lengua Española)]. y la coacción de la economía.)

 

En el nivel individual-personal, el antídoto es infundir el pensamiento activo y creativo en el lenguaje, creando así un idioma en el que las palabras apunten a los pensamientos, evocando pensamientos vivos en los oyentes. Si no ponemos nuestras voluntades en crear nuestros pensamientos originales, entonces palabras trilladas y frases hechas de pseudo-pensamientos, vendrán automáticamente a la mente y nos llevarán junto con ellos, resultando un "pensar casi completamente sin pensamientos".

 

Podemos hacer el esfuerzo por lo menos para resistirnos a estas frases hechas y generalizaciones que fácilmente vienen a la mente, y formar cuadros mentales de personas en particular, cosas, y eventos - y además, hacer originales formaciones verbales que describan estas cosas e imágenes desde diferentes puntos de vista.

 

El punto esencial es no permitir que nuestros discursos y escritos estén determinados por influencias inconscientes, sino que saquemos a través de nuestros propios esfuerzos las nuevas y originales creaciones de pensamientos y los comuniquemos con originales, fluidas y artísticas formaciones de palabras. No siempre tendremos éxito plenamente; no siempre seremos poetas; pero si hacemos este esfuerzo conscientemente, entonces llegaremos lejos en la recuperación de la perdida espiritualidad humana del lenguaje, y por consiguiente, hacia la humanización de la cultura. (Diré más sobre este asunto en otro contexto.)

 

Y, no casualmente, progresaremos así hacia un vivir conscientemente en el pensamiento libre de las palabras literales que son el "lenguaje" del mundo anímico-espiritual en el que viviremos después de la muerte.

"Los hombres deben aprender a ver a través de las palabras; tendrán que adquirir la capacidad de asir el gesto en el lenguaje".

[Del Síntoma a la Realidad en la Historia Moderna, pág. 124].

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