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  por Lluís Botinas
 
			Mayo 2008 
			del Sitio Web
			
			Immunity
 
				
					
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			MOVIMIENTO SOCIAL DE TODA RUSIAASAMBLEA RUSA DE PADRES
 ENCUENTRO INTERNACIONAL
 EL PROBLEMA DEL VIH/SIDA
 Y EL BIENESTAR FAMILIAR DE LA NACIÓN
 Ekaterinburgo (Rusia), 29-30/5/2008
 
 
						PLURAL-21, Asociación para el cuidado de la vida en un planeta vivoInvestigador independiente
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			Voy a exponer cuatro formas distintas de responder a la pregunta 
			clave “¿Existe el VIH?”.
 
			  
			Estas respuestas son complementarias a 
			la contestación científico-técnica expuestas en una ponencia 
			anterior que ha resumido lo esencial de la ciclópea investigación 
			efectuada durante más de veinte años por el Grupo de Perth.  
			  
			Bajo la dirección de la Dra. 
			Papadopulos, este equipo ha realizado un examen exhaustivo de 
			las supuestas pruebas presentadas por los oficialistas.  
			  
			La conclusión a que ha llegado, y que 
			desea poder contrastar a fondo delante de tribunales científicos, 
			jurídicos y de todo tipo, es que no hay documento científico alguno 
			que avale la hipótesis “el VIH existe”.
 Antes de pasar a mi exposición propiamente dicha, quiero remarcar 
			algunas consecuencias de esta decisiva conclusión alcanzada por el 
			Grupo de Perth.
 
 Si no hay argumento alguno a favor de que “el VIH existe”, entonces:
 
				
					
					
					No tiene sentido alguno 
					plantearse la siguiente 1 hipótesis oficial “el 
					VIH es la causa del SIDA” 2 .
					
					Debería ser inmediatamente 
					prohibida la aplicación de los llamados “tests del SIDA”
					3 .
					
					Carece de todo sentido bio-lógico 
					administrar los fármacos presentados como “anti-VIH” 4 
					.
					
					Tampoco tiene sentido bio-lógico 
					suministrar los medicamentos presentados como “preventivos” 
					ante unas llamadas “enfermedades oportunistas” que se 
					consideran consecuencia de la actuación del supuesto “”VIH”
					5 .
					
					Los “marcadores indirectos” (la 
					llamada “carga viral” y el denominado “recuento de T4”) son 
					usados para presentar como beneficiosos unos llamados 
					“antivirales” que son tendencialmente mortales a medio 
					plazo; en realidad, ambas cantidades carecen de todo 
					significado biológico, diagnóstico o predictivo 6 
					.
					
					No tiene significado patológico 
					propio alguno esto llamado SIDA. Luego el SIDA no es una 
					enfermedad a tratar sino un invento a desmontar. Menos, 
					entonces, ha habido o hay una “epidemia de SIDA”, ni en 
					África ni en ninguna otra parte 7 . 
			Resumiendo: La versión oficial 
			“VIH/SIDA” es una ficción que se esfumará en la medida en que se 
			avance en desmontar el SIDA real.   
			Es importante, por lo tanto, demostrar 
			la falsedad de la clave del SIDA: la existencia del supuesto “VIH”, 
			en torno al que desde 1984 gira todo lo oficialmente relacionado con 
			el SIDA.  
			  
			Para ello voy a explicar brevemente 
			cuatro aproximaciones que espero permitan comprender mejor que “el 
			VIH nunca ha sido aislado”, aportando argumentos probablemente más 
			fáciles de entender que los estrictamente científico-técnicos.
 
			  
			1.- 
			APROXIMACIÓN SENTIDO COMÚN LÓGICO
 
 ¿De qué supuesto “VIH” se habla: del 
			“VIH-modelo-Gallo-Montagnier” o del “VIH-modelo-Ho”?
 
 Desde el proclamado “aislamiento del VIH” en 1984, se han utilizado 
			dos modelos totalmente contradictorios del supuesto virus, 
			incompatibles el uno con el otro.
 
 Hasta 1995, la oficialidad funcionó según el modelo de supuesto 
			“VIH” diseñado por los Drs.
			
			Robert Gallo y 
			
			Luc Montagnier. El 
			“VIH-modelo-Gallo-Montagnier” afirmaba que el supuesto “VIH” era un
			
			lentivirus, que tenía un periodo de 
			latencia muy largo (el Dr. Gallo llegó a hablar de cuarenta años) y 
			que era dificilísimo de encontrar (incluso en “terminales de SIDA” 
			que a los pocos días morían “víctimas del VIH”).
 
 En 1995 se implantó silenciosamente, sin anuncio público y sin 
			protesta alguna, un modelo completamente distinto de supuesto “VIH” 
			diseñado por el Dr. 
			
			David Ho (quien, por cierto, 
			nunca pretendió haberlo aislado).
 
			  
			Según el “VIH-modelo-Ho”, el supuesto 
			“VIH” es un “virus a gran velocidad”, que se multiplica miles de 
			millones de veces desde el primer día, y que encuentran en todas 
			partes de la persona “infectada”. Este segundo modelo es el que 
			sigue vigente... ¿hasta cuándo? 8 .
 
			¿Cómo un mismo virus realmente existente puede a la vez:
 
				
					
					
					ser un lentivirus, y ser un 
					virus “a gran velocidad”
					
					tener un periodo de latencia 
					muy largo, y multiplicarse miles de millones de veces desde 
					el primer día
					
					ser dificilísimo de 
					encontrar, y hallarlo en todas partes? 
			Una entidad biológica real no puede ser 
			tan contradictoria, y, por el contrario, algo tan incompatible no 
			puede darse verdaderamente en la Naturaleza.  
			  
			Ahora bien, un virus fantasma que sólo 
			“existe” en los laboratorios y en la mente de los especialistas 
			oficiales del SIDA y en quienes aún les creen, tendrá las 
			propiedades que los retrovirólogos que dominen la situación decidan 
			que tenga.  
			  
			En 1995 la “VIHlogía” pasó de las manos 
			de los Drs. Gallo y Montagnier a las del Dr. Ho.  
			  
			Y el nuevo “modelo de VIH” es un 
			artefacto tecnológico, ya que fue el resultado de que el Dr. Ho 
			aplicase al SIDA la técnica multiplicativa de información genética 
			llamada PCR (incorrectamente utilizada, en particular, para calcular 
			lo que erróneamente se denomina “carga viral”).
 
			  
			2.- 
			APROXIMACIÓN DOCUMENTAL
 
 ¿Falsificó el Dr. Gallo sus artículos en Science del año 1984?
 
 Los muchos miles de “artículos científicos sobre el VIH” se basan en 
			los cuatro textos del Dr. Gallo y su equipo que publicó la
			
			revista Science de 4 de mayo de 
			1984. Éstos son los únicos 9 documentos presentados a 
			veces como artículos científicos de referencia para demostrar que 
			“el VIH existe y es la causa del SIDA”. Vale, pues, la pena ver cómo 
			se gestaron dichos artículos.
 
			  
			Especialmente si se tiene presente que 
			también sirvieron de base para patentar unos falsos “tests del SIDA” 
			utilizados para etiquetar cada día a miles de personas como 
			“infectadas por el VIH”.
 Resulta que los experimentos hechos por el Dr. Gallo y su equipo en 
			las instalaciones de su LTCB (Laboratory for Tumor Cell Biology, 
			parte del National Cancer Institute,
			
			NCI, integrante de los
			
			NIH) en que se basan dichos 
			artículos, fueron - a raíz de la publicación del Informe Crewdson
			10 - sucesivamente objeto nada menos que de cuatro 
			informes elaborados por instituciones oficiales 11 .
 
				
					
					
					El primero fue redactado por la 
					ORI (Office of Research Integrity), dependiente del
					Department of Health 12, que abrió una 
					investigación sobre si el Dr. Gallo tenía que ser procesado 
					por mentir en su aplicación para obtener la patente del 
					“test del SIDA”.
					
					El segundo informe fue 
					confeccionado por el Secret Service, el organismo encargado 
					de la seguridad del Presidente de los USA, a petición del 
					Congressional Investigation. Consideraron que había 
					evidencia suficiente de fraude criminal, y remitieron la 
					investigación al Fiscal General. Pero había pasado demasiado 
					tiempo desde la realización del (presunto, pues se libró de 
					que hubiese sentencia) acto criminal, y el Dr. Gallo se 
					escapó por los pelos de un procedimiento penal.
					
					El tercero lo sacó el Inspector 
					General y afirmaba que había poca evidencia de la existencia 
					del “VIH” de Gallo, y que era dudoso de que ni siquiera se 
					hubiesen realizado los experimentos que se mencionaban. 
					Condenó la investigación sobre la que se basan los “tests 
					del SIDA”.    
					A raíz de este informe se 
					ofreció al gobierno francés un acuerdo por el que los NIH 
					reconocían que “el Instituto Pasteur había encontrado el 
					VIH” primero, y se pagó una compensación económica por los 
					royalties de los “tests del SIDA”. A consecuencia de ello, 
					el Dr. Gallo se vio obligado a abandonar los NIH.
					
					El cuarto informe lo confeccionó 
					el Congressional Inquiry a fines de 1994 resumiendo 
					lo descubierto en las anteriores investigaciones. 
					 
			Entre sus conclusiones se incluye: 
				
					
					
					“El encubrimiento… avanzó a una 
					fase más activa a mediados de marzo de 1984 cuando el Dr. 
					Gallo reescribió sistemáticamente el manuscrito de lo que 
					luego fue el renombrado artículo del LTCB (Popovic et al. en 
					Science)”.
					
					“La evidencia es aplastante de 
					que las tan a menudo repetidas afirmaciones de aislamiento 
					del VIH desde 1982/inicios de 1983 no eran ciertas, y que se 
					sabía que eran falsas cuando las proclamas fueron hechas”.
					
					“El experimento de febrero de 
					1984 (que se dice que prueba que el VIH causa el SIDA) fue 
					tan defectuoso y es tan cuestionable en tantos aspectos, que 
					poca o nula confianza se puede depositar en ninguno de los 
					hallazgos proclamados”.
					
					“Contrariamente a las 
					afirmaciones de Gallo y Popovic, incluidas las afirmaciones 
					en su aplicación de patente (para el “test del VIH” en 
					sangre), varias de las muestras del conjunto no contenían 
					VIH alguno, mientras que otras ni siquiera provenían de 
					pacientes con SIDA o con pre-SIDA”. 
			Y el informe concluye:  
				
				“El resultado fue una costosa y 
				prolongada defensa de lo indefendible, en el transcurso de la 
				cual la “ciencia” del LTCB se convirtió en un elemento integral 
				de los esfuerzos jurídicos y de las relaciones públicas del 
				gobierno de los USA.    
				Las consecuencias para la 
				investigación del VIH fueron gravemente dañinas, llevando, en 
				parte, a un corpus de artículos científicos corrompidos por 
				exageraciones sistemáticas y falsedades totales de proporciones 
				sin precedente”. 
			Además, cuando por fin un Tribunal 
			juzgue al Dr. Gallo, deberá incluir entre las pruebas acusatorias, 
			dos documentos que me parecen claves:  
				
					
					
					las en el cuarto informe 
					mencionadas correcciones fraudulentas cualitativas que de su 
					puño y letra hizo el Dr. Gallo del borrador redactado por el 
					Dr. Popovic para enviar a Science, cambiando totalmente su 
					sentido
					
					la carta del Dr. Matthew A. 
					Gonda, jefe del Laboratorio de Microscopía Electrónica 
			Veamos cada documento con algo más 
			detalle: 
				
					
					
					He aquí los dos puntos más 
					importantes entre los que he podido descriptar por ahora: El 
					título propuesto, “Obtención y producción continua de 
					retrovirus linfotrópico de células T humanas (VLTH-III)…”es 
					convertido en“,   
					Y el Dr. Popovic escribe en su 
					borrador que,    
					Esta frase fue sencilla y 
					totalmente tachada por el Dr. Gallo.
					
					El Dr. Gallo hizo enviar al 
					Laboratorio de Microscopía Electrónica muestras de sus 
					cultivos celulares con supuesto HTLV-III para que se hiciese 
					las microfotografías correspondientes a fin de ilustrar los 
					cuatro artículos para Science.    
					El Dr. Gonda, Director de dicho 
					Laboratorio, le contesta el 23 de marzo de 1984:  
						
						
						“… el Dr. Gallo deseaba 
						estos micrógrafos para publicar porque contenía 
						partículas HTLV. (…) me gustaría puntualizar que las 
						“partículas” (…) son desechos de una célula degenerada. 
						Ningunas otras “partículas semejantes-a-virus” 
						extracelulares fueron observadas libres entre células en 
						parte alguna in the pellet.    
						Las pequeñas vesículas 
						extracelulares (…) son por lo menos un 50% más pequeñas 
						que las partículas maduras de HTLV vistas de tipo I, II 
						o III. De nuevo, estas partículas pueden ser encontradas 
						en cualquier cell pellet. No creo que ninguna de 
						las partículas fotografiadas sea HTLV I, II o III”.   
					Clara la misiva del Dr. Gonda, 
					¿no?    
					Pues bien, el Dr. Gallo 
					prescinde totalmente de esta respuesta y persiste en enviar 
					tres días más tarde sus artículos falsos ilustrados con 
					fotos viejas para que, según lo acordado, sean servil y 
					rápidamente publicados 13 por Science el 4 de 
					mayo de 1984... 
			Luego el Dr. Gallo actuó de forma 
			conscientemente fraudulenta, presentando como “prueba científica de 
			haber aislado en VIH, causante del SIDA” una documentación 
			manipulada intencionadamente y que sabía perfectamente que carecía 
			de todo rigor científico y de cualquier base biológica real.
 
			  
			3.- 
			APROXIMACIÓN COMPORTAMENTAL
 
 ¿Actúan los Drs. Gallo y Montagnier como si realmente hubiesen 
			“aislado el VIH”?
 
 Teniendo en cuenta que el artículo de Montagnier en 1983 y los 
			cuatro de Gallo en 1984 son los cinco artículos publicados en 
			revistas científicas que más se han esmerado en demostrar que 
			realmente se “aisló un nuevo virus”, resulta reveladora la conducta 
			de ambos autores cuando se les pide las pruebas científicas de que 
			“aislaron el VIH”. He aquí algunos ejemplos de los que tengo 
			constancia.
 
 
			¿Es de buenos líderes abandonar a sus seguidores?
 
 Antes de ver algunos comportamientos por separado, he aquí uno 
			similar y simultáneo de ambos. La versión on line del British 
			Medical Journal permitió, a lo largo de 26 meses, un debate 
			entre oficialistas y rigurosos que abordó prácticamente todos los 
			aspectos del tema SIDA 14 .
 
			  
			Uno de los temas tratados (a instancias 
			de los críticos, claro está) fue el no-”aislamiento del VIH”. 
			Numerosas veces se reclamó la participación de los “padres del VIH”. 
			Su respuesta fue, una vez más, el silencio. Algunos seguidores suyos 
			defendieron como pudieron las posiciones abandonadas por los tan 
			(improcedentemente) homenajeados Drs. Gallo y Montagnier…
 
			Algunas actuaciones del Número Dos mundial del “VIH”, el Dr. 
			Montagnier
 
 El Dr. Montagnier procura nadar y guardar la ropa. Evita hacer algo 
			que implique perder el reconocimiento mundial que aún se le profesa 
			por haber sido oficialmente designado “co-descubridor del VIH”, y 
			los homenajes, honores y prebendas que ello le significan, incluido 
			el interés por él de los medios de comunicación de todo el mundo. Al 
			mismo tiempo, varias veces ha dado pasos hacia una aproximación más 
			flexible y correcta al fenómeno SIDA y su tratamiento 15 
			.
 
 He aquí tres ejemplos, respecto del tema “aislamiento del VIH”, de 
			su conducta comparativamente - respecto a la impresentable del Dr. 
			Gallo- honesta:
 
 
			¿Se puede aislar sin purificar?
 
 El Dr. Luc Montagnier, en una entrevista concedida a Djamel Tahí
			16 , afirma, refiriéndose a los experimentos hechos por 
			su equipo con cultivos celulares que llevaron al supuesto 
			“aislamiento del VIH”: “¡Repito: no purificamos!”. Pero, si no 
			purificaron, ¿cómo pudieron aislar, puesto que purificar es un paso 
			previo a aislar?
 
 
			“¿Cómo que nunca se ha microfotografiado el VIH en sangre de 
			enfermos de SIDA? Pues hay que hacerlo en mi laboratorio en cuanto 
			regresemos a París. ¡Llámeme!”
 
 Ésta fue la reacción del Dr. Montagnier, en la primera reunión del 
			Panel del Presidente Mbeki 17 celebrada en mayo del 2000 
			en Pretoria, cuando el profesor emérito Dr. Etienne de Harven, 
			pionero de la fotografía con microscopio electrónico, le explicó que 
			nunca se había hecho estas fotografías en sangre de “pacientes de 
			SIDA”.
 
			  
			Esta primera respuesta honra al Dr. 
			Montagnier… todo lo contrario de lo que ocurrió tras el regreso a 
			París: ni se puso ni devolvió un par de decenas de llamadas 
			telefónicas del Dr. de Harven para realizar efectivamente las 
			prometidas microfotografías.
 
			¿“Tiene el VIH las espaldas muy anchas”?
 
 En esta misma sesión del Panel, el Dr. Montagnier comentó al Dr. de 
			Harven: “Le VIH, il a un grand dos”, es decir, “El VIH tiene las 
			espaldas muy anchas”, significando con ello que puede soportar todo 
			lo que los oficialistas le atribuyan.
 
			  
			Y, aunque en conversación privada, 
			implica un claro reconocimiento del uso que el establishment 
			del SIDA hace de las extraordinarias capacidades y características 
			atribuidas al supuesto “VIH”, entre las que luego mencionaré su 
			supuesta capacidad de mutación....
 Dos reveladoras actuaciones del Número Uno mundial del “VIH”, el Dr. 
			Gallo
 
 El Dr. Gallo está atrapado por su (presunto) delito, del que algunas 
			pistas he dado en la segunda aproximación. Tiene que ser el máximo 
			defensor de sus engaños, consciente de que si se debilitan, puede 
			pagarlo muy caro.
 
 Sólo voy a explicar brevemente las dos veces que personalmente le he 
			pedido al Dr. Gallo las pruebas científicas de que “aisló el VIH”
			18 .
 
 
			¿”Cree el ladrón (en este caso, el Dr. Gallo) que todos son de su 
			condición” 19 ?
 
 La primera, el 16 de abril de 1997 en el marco de una propuesta que 
			entregué a
			
			La Caixa con motivo de haber 
			contratado al Dr. Gallo para impartir una conferencia precisamente 
			titulada El descubrimiento de los retrovirus y del VIH.
 
			  
			Pedía a La Caixa que fuese el árbitro y 
			el impulsor de un Debate-SIDA y, entre otras cosas, confiaba en que,
			 
				
				“el debate será un éxito si La Caixa 
				se coloca como árbitro sinceramente neutral y dedica a 
				realizarlo una parte de los 3.000 millones de pesetas que ahora 
				está despilfarrando cada año en una vía que consideramos 
				totalmente errónea”.  
			La respuesta del Dr. Gallo, aprovechando 
			su mesa de conferenciante, fue soltar que “Algunos, para hacerse 
			famosos, se colgarían de una avioneta fosforescente volando a gran 
			altura”.  
			  
			Ignoraba yo entonces que el Dr. Gallo, 
			para hacerse (aún más) famoso, entre otras cosas había tergiversado 
			totalmente el borrador redactado por el Dr. Popovic, y había 
			marginado la concluyente carta del Dr. Gonda…
 
			¿Es “¡Cierra el pico!” una prueba científica?
 
 Durante la oficial XII Conferencia Internacional de SIDA de Ginebra 
			en 1998, en el transcurso de una rueda internacional de prensa en la 
			que el Dr. Robert Gallo era el principal invitado, cogí el micrófono 
			y le pregunté:
 
				
				“Dr. Gallo, ¿entregará Ud. a los 
				huelguistas de hambre que están a las puertas del Congreso las 
				pruebas científicas que piden de que Ud. aisló el VIH?”. 
				 
			Su respuesta consistió en empujar 
			arrastrando la silla hacia atrás, estirar las piernas hacia delante 
			cruzando los pies, ponerse las dos manos detrás de la nuca, no decir 
			nada en voz alta, y murmurar,  
				
				“Shut up!”, es decir, “¡Cierra el 
				pico!”.  
			Cualquier científico que hubiese hecho 
			una investigación honesta y rigurosa, se hubiese sentido feliz de 
			poder contestar en público:  
				
				“Naturalmente, le agradezco la 
				pregunta y las encontrará en la revista científica tal, número 
				cual, de fecha pascual” e incluso quizás habría añadido el 
				número de las páginas correspondientes.  
			Lástima que lo que debería haber sido 
			una noticia mundial de primera página y el inicio del fin de la 
			“terrible epidemia de SIDA que azota el planeta”, no pareció 
			interesante al centenar largo de los más importantes “periodistas 
			especializados en el ‘VIH/SIDA’” del mundo que se hallaban 
			presentes…
 
			  
			4.- 
			APROXIMACIÓN SENTIDO COMÚN BIO-LÓGICO
 
 ¿Puede tener entidad algo que cambia constantemente y que no 
			tiene ningún componente propio? ¿Y qué es esto de que “el VIH muta 
			constantemente”?
 
 Una característica llamativa del supuesto “VIH” es la capacidad 
			única de mutar casi constantemente que le atribuyen los 
			oficialistas.
 
 Esta “virtud del VIH” proporciona a los oficialistas una coartada 
			perfecta.
 
				
					
					
					¿Que los tratamientos que 
					estaban administrando dejan de dar lo que ellos erróneamente 
					interpretaban como resultados beneficiosos? Es porque “el 
					VIH ha mutado”. 
					
					¿Que no obtienen los resultados 
					que esperan al aplicar por primera vez “cócteles” a una 
					persona etiquetada? Es porque “ya se ha infectado con VIH 
					mutado”.
					
					¿Que no logran una vacuna… 
					afortunadamente? Es, claro está, porque “el VIH muta mucho”.
					
					
					¿Qué una persona lleva muchos 
					años “infectada por el VIH” y se mantiene perfectamente 
					sana? Es porque “se infectó con virus defectivos, que habían 
					mutado perdiendo su virulencia”. 
					
					Que… 
			Con razón puede permitirse el Dr. 
			Montagnier comentar, como he dicho, que “El VIH tiene las espaldas 
			muy anchas”: el supuesto “VIH” aguanta, sin protestar, todo lo que 
			le echan.
 De ahí se derivan cuatro preguntas esclarecedoras:
 
 
			¿Puede un virus realmente existente tener tantas informaciones 
			genéticas distintas casi como ejemplares hay?
 
 El mencionado Dr. Etienne de Harven, explica,
 
				
				“Según los investigadores del 
				Instituto Pasteur, un paciente asintomático (solamente detectado 
				seropositivo) puede albergar por lo menos un millón de variantes 
				genéticamente distintas del “VIH”. En un paciente con SIDA 
				declarado, esta cifra puede alcanzar los cien millones de 
				variantes” 20 
			La supuesta gran capacidad de mutación 
			del VIH” atenta contra lo que enseñaba la Virología hasta fines de 
			los años setenta: la enorme estabilidad de los virus realmente 
			existentes.
 Pero también atenta el sentido bio-lógico de la Biología: Toda 
			mutación implica un cambio de la información genética. Pero todo 
			cambio en la información genética implica una modificación de la o 
			las proteínas que codifica.
 
			  
			Y si cambia la información genética y 
			cambian las proteínas, el virus resultante es otro.  
			  
			  
			¿Por qué seguir llamándole “VIH”, 
			independientemente aquí del “modelo de VIH” que se considere 
			adecuado?
 Y se deriva una decisiva observación acerca de los “tests del SIDA”: 
			¿a cuáles de entre este número ingente de supuestas “mutaciones del 
			VIH” corresponden “las proteínas del VIH” contenidas en los “tests 
			del SIDA” utilizados desde 1985 en casi todos los hospitales del 
			mundo, y con los que diariamente etiquetan como “seropositivas” a 
			millares de personas?
 
 
			¿Puede la información genética de un virus realmente existente 
			variar un 40% de un ejemplar a otro, incluso dentro de la misma 
			persona “infectada”?
 
 Está documentado que las diferencias del genoma de un “ejemplar de 
			VIH” a otro “ejemplar de VIH”, a veces obtenidos de la misma 
			persona, pueden llegar a ser del 40% 21 .
 
 Si se recuerda que las diferencias del genoma humano con el del 
			cerdo o la rata son apenas un cinco por ciento, sorprende que los 
			especialistas oficiales del SIDA hablen de un mismo virus “VIH” - 
			independientemente, de nuevo, de qué modelo usen - cuando su escaso 
			genoma 22 difiere en tan elevado porcentaje.
 
			  
			Sobre todo si hasta no hace mucho (a 
			precisar), se sabía y aceptaba que un virus mutado sólo se 
			distinguía del original por… una mutación, como es lógico, y que el 
			simple cambio de orden de dos letras genéticas, o que haya una letra 
			genética en lugar de otra, ya constituye una mutación.
 Y surge otra pregunta: ¿A partir de qué porcentaje aún mayor del 40% 
			de variaciones y de mutaciones genéticas considerarían los 
			especialistas del “VIH/SIDA” que el “VIH” dejaría de ser “VIH” para 
			pasar por fin a ser otro “virus”… u otra “cosa”?
 
 
			¿Puede un virus realmente existente mutar toda su información 
			genética?
 
 El propio Dr. Ho fue víctima del “modelo de VIH” que inventó. Puesto 
			que su supuesto “VIH” se multiplica miles de millones de veces cada 
			día, y puesto que, además, y “como todo el mundo sabe, el VIH muta 
			mucho”, cuanto más el supuesto virus se replica, más probabilidades 
			habrá de que mute.
 
			  
			El Dr. Ho, deslumbrado por su propio 
			invento, llegó a decir en el New England Journal of Medicine 
			que en pocos años “ocurrirán todas las mutaciones viables en todas 
			las posiciones del genoma viral” 23 .  
			  
			Entonces, un científico riguroso debería 
			interrogarse sobre cuáles de este número indefinido de mutaciones 
			seguirán siendo o no “ejemplares del VIH”. Los pseudo-científicos 
			del “VIH/SIDA” contestan “sencillamente… todas”.
 
			¿Puede un virus realmente existente no tener ninguna proteína 
			viral? ¿Es casualidad que todas las supuestas “proteínas del VIH” 
			sean todas humanas?
 
 Esta es otra característica crucial del supuesto “VIH”: no tiene 
			ninguna proteína propia, es decir, que sea vírica. El equipo de la 
			Dra. Papadopulos ha demostrado que todas las proteínas atribuidas a 
			lo llamado “VIH”, en realidad son proteínas humanas.
 
 Luego si el supuesto “VIH” no tiene información genética estable 
			alguna 24 , y si todas las proteínas que se le atribuyen 
			son en realidad proteínas humanas, entonces no tiene entidad 
			biológica alguna.
 
			  
			El supuesto “VIH” es una ficción… 
			y todo el “VIH/SIDA”, del que es el pivote, también.
 
			  
			CONCLUSIÓN
 
 Cada uno de los cuatro enfoques aquí utilizados para responder a la 
			pregunta “¿Existe el VIH”? lleva a cuestionar radicalmente la 
			respuesta afirmativa oficial, y más aún si se suman el uno a los 
			otros.
 
 Y acompañando al decisivo enfoque científico técnico, permiten 
			refutar completamente la hipótesis oficial “el VIH existe porque ha 
			sido aislado”.
 
			  
			  
			  
			NOTAS 
				
				1 Y menos sentido tiene aún 
				plantearse la pregunta retrospectiva “¿Cuál es el origen del 
				VIH?”.
 2 En todo caso, la hipótesis “el VIH causa el SIDA” también ha 
				sido demostrada falsa por un amplio conjunto de científicos 
				críticos que aceptan que “el VIH ha sido aislado” y que, a pesar 
				de ello, refutan que haya prueba científica alguna de causalidad 
				“VIH=SIDA”. El más conocido de estos investigadores es el Dr. 
				Peter Duesberg, a quien rindo homenaje por encima de los 
				importantes desacuerdos que tenemos.
 
 3 De todas formas, los “tests del SIDA” carecen de cualquier 
				validez incluso aceptando las dos hipótesis ya descartadas “el 
				VIH existe” y “el VIH es la causa del SDA”. En SIDA, la 
				principal práctica de riesgo es hacerse o dejarse hacer los 
				“tests del SIDA”. Todo seropositivo es un falso positivo, y 
				debería ser indemnizado.
 
 4 Un amplio conjunto de médicos y terapeutas también rechaza los 
				supuestos “antivirales” - que en realidad son quimioterapia- a 
				pesar de que acepten las hipótesis aquí rechazadas “el VIH 
				existe”, “el VIH causa el SIDA” y “los tests del SIDA son 
				fiables”.
 
 5 Estos supuestos “preventivos” también son rechazados por 
				numerosos médicos y terapeutas que, sin embargo, aceptan la 
				versión oficial “VIH/SIDA”.
 
 6 Numerosos artículos publicados en revistas científicas por 
				investigadores que aceptan las hipótesis oficiales aquí 
				rechazadas, cuestionan a pesar de ello “el recuento de T4” desde 
				mediados de los ochenta, y “la carga viral” desde mediados de 
				los noventa.
 
 7 En noviembre de 2007, el propio establishment del SIDA se vio 
				obligado a rebajar en 7,2 millones el número oficial de 
				supuestas “personas viviendo con el ‘VIH/SIDA’”. Mayores 
				reducciones tendrán que hacer oficialmente… incluso antes de que 
				se les imponga la desaparición total.
 
 8 El “VIH-modelo-Ho” apareció en 1995. Ya entonces fue 
				criticado, especialmente por importantes matemáticos (Dr. 
				Craddox, Dr. Lang), el modelo matemático usado por el Dr. Ho. 
				Posteriormente ha ido extendiéndose la crítica. El 22 de mayo 
				del 2007 la revista científica PLoS Medicine cuestionó el modelo 
				de “VIH” oficial ahora empleado al publicar un artículo 
				explicando que, con este modelo de “VIH”, el paso de 
				“seropositivo” a “caso de SIDA” sería cuestión de pocos meses, y 
				no de años (diez de promedio, oficialmente), como se dice que 
				ocurre en realidad. Pero por ahora, todas estas 
				descalificaciones de las investigaciones del Dr. Ho no han 
				llevado al establishment del SIDA a cambiar el “VIH-modelo-Ho”, 
				aunque ello se está volviendo urgente. Pero probablemente no 
				resulte fácil. Quizás la inclusión del supuesto “VIH” entre los 
				“exosomas” prepare un nuevo cambio de modelo, aunque, por lo que 
				entiendo hasta ahora, no me parece probable.
 
 9 El artículo publicado por el Dr. Montagnier y su equipo un año 
				antes en la misma revista (Science del 20 de mayo de 1983) no 
				pretendía demostrar que el retrovirus que supuestamente había 
				aislado causaba el SIDA. Por el contrario, el artículo terminaba 
				diciendo que su “papel en la etiología del SIDA queda por ser 
				determinado”. El Dr. Gallo es el único autor que puede ser 
				presentado como de referencia afirmando, entonces y ahora, que 
				“el VIH ha sido aislado y es la causa única del SIDA”. Por el 
				contrario, desde 1990, el Dr. Montagnier defiende la necesidad 
				de co-factores que actúen junto al supuesto “VIH”…
 
 10 Tras un año de investigación, el Informe Crewdson, de 50.000 
				palabras, fue publicado con el título The Great AIDS Quest por 
				el periodista John Crewdson, premio Pulitzer de 1981, en 16 
				páginas enteras del diario Chicago Tribune el día 19 de 
				noviembre de 1989. Crewdson continuó investigando este punto, y 
				catorce años más tarde publicó el libro de setecientas páginas 
				Science Fictions: A Scientific Mystery, a Massive Cover-up and 
				the Dark Legacy of Robert Gallo, Back Bay Books, febrero del 
				2003.
 
 11 Lo que sigue lo he sacado de material que me ha facilitado la 
				periodista Janine Roberts, analizado para escribir su próximo 
				libro Fear of the Invisible: An Investigation of Viruses and 
				Vaccines, HIV and AIDS (IMPACT Investigative Media Prodfuction). 
				http://sparks-of-light.org/galloframeset.htm El Dr. Gallo está 
				usando sus enormes influencias para impedir que este libro vea 
				la luz este mes de mayo, tal como está previsto…
 
 12 El Ministerio de Sanidad estadounidense puso en pie esta ORI 
				cuando descubrió que una comisión de investigación previa, la 
				OSI (Office of Scientific Integrity), constituida por los NIH - 
				los empleadores del Dr. Gallo-, estaba destruyendo pruebas para 
				protegerlo.
 
 13 El 30 de marzo de 1984, el Dr. Gallo envía sus cuatro 
				artículos a Science. El 19 de abril, Science los acepta. El 4 de 
				mayo, los publica. En la parte superior izquierda de la misma 
				página 497 de la revista Science del 4 de marzo de 1984 donde 
				empieza el artículo descaradamente manipulado por el Dr. Gallo, 
				termina la bibliografía del artículo precedente, del que no 
				aparecen otros datos que la fecha de recepción, 27 de octubre de 
				1983, y la de aceptación, 6 de marzo de 1984. Pero esto permite 
				calcular que transcurrieron 131 desde la recepción a su 
				aprobación, y 59 más hasta su publicación; total, 190 días. Los 
				cuatro artículos del Dr. Gallo tomaron respectivamente 20 y 15 
				días; total, 35. ¿Puede ser casual tanta rapidez?
 
 14 El debate en el BMJ.online, único por ahora en una revista 
				científica, empezó el 28 de febrero del 2003 con la contribución 
				“Mbeki”s AIDS Panel still active”, del disidente David Rasnick, 
				en la sección de la revista en Internet Rapid Responses, 
				comentando el artículo de Didier Fasssin y Helen Schneider “The 
				politics of AIDS in South Africa: beyond the controversies” (BMJ 
				2003: 326: 495-497). Se prolongó hasta el 17 de abril del 2005, 
				siendo el ultimo aporte “Reply to Bennett: “HIV” Dogmatists 
				negate “conventional thought””, del también crítico Alexander H. 
				Russell. El debate terminó por la presión de los oficialistas a 
				la dirección del BMJ.
 
				Todo el material se encuentra en 
				http://bmj.bmjjournals.com/cgi/eletters/326/7387/495#79960
 15 El Dr. Montagnier lanzó en 1990 la “hipótesis de los co-factores”, 
				y ha afirmado recientemente que “El VIH sólo es un problema 
				grave si el sistema inmune está deprimido”; anunció en 1996 que 
				en Europa no habría “epidemia de SIDA heterosexual”; lleva años 
				recomendando el uso de antioxidantes; etc.
 
 16 Djamel Tahí es autor, entre otros, del reportaje SIDA: la 
				duda, elaborado para el canal franco-alemán ARTE en 1996, 
				emitido en siete países europeos y comprado por TVE pero luego 
				no pasado por presión de los especialistas oficiales del SIDA en 
				España. La entrevista fue publicada por la revista londinense 
				Continuum, Vol 5, no 2, Winter 1997/8.
 
 17 El Dr. Montagnier aceptó participar en este fórum de debate 
				entre oficialistas y rigurosos… aunque luego ya no asistió a la 
				segunda reunión, celebrada en junio del 2000 en Johannesburgo. 
				El Dr. Gallo, por el contrario, rechazó, de inmediato y de mala 
				manera, la invitación que también le hicieron llegar los 
				organizadores. Esta distinta actitud refleja la diferente 
				naturaleza de la actuación de los dos inventores del “VIH modelo 
				Gallo-Montagnier”.
 
 18 Pero habría muchas más actuaciones reveladoras de la conducta 
				prepotente y carente de todo rigor del Dr. Gallo, además de las 
				ya mencionadas. He aquí un ejemplo, en relación a la confección 
				del Informe Crewdson antes mencionado. Es significativo saber 
				que el Dr. Gallo sólo contestó una vez por teléfono a algunas 
				preguntas de Crewdson pero no aceptó ninguna entrevista 
				personal. Entre otros intentos, y a petición del abogado del Dr. 
				Gallo, el Chicago Tribune le envió el 19 de diciembre de 1988 
				una lista conteniendo 188 preguntas; no hubo respuesta alguna. 
				El 28 de julio de 1989, le remitió una revisión de dicha lista; 
				tampoco hubo respuesta. En octubre de 1989 envió otra carta 
				indicando que la ausencia de respuesta sería considerada como 
				una negativa a conceder entrevista alguna; de nuevo silencio. 
				Además, la actitud del Dr. Gallo incluyó a su entorno, pues 
				también se negaron a conceder entrevistas sus colaboradores los 
				Drs. Essex, Haseltine, Popovic y Wong-Staal, todos ellos de peso 
				dentro del establishment del SIDA.
 
 19 Esta expresión se inspira en el titular “Robert Gallo: El 
				ladrón del sida” aparecido en un suplemento del periódico 
				español El País en octubre de 1993.
 
 20 ,Etienne de Harven, Les 10 plus gros mensonges sur le SIDA, 
				2005, Dangles Éditions, St. Jean de Braye.
 
 21 “Según un estudio publicado en 1996, las diferencias 
				constatadas pueden llegar al 40% del genoma. A fin de demostrar 
				la enormidad de estas diferencias hay que señalar que entre 
				todas las razas humanas en su diversidad, el genoma no varía ni 
				de un uno por mil. La variación genómica entre un hombre y un 
				primate no alcanza el dos por ciento. Entre un hombre y un 
				elefante, esta diferencia está en torno al 30%. ¡Hay que decirlo 
				alto y fuerte: no se han encontrado nunca dos genomas del “VIH” 
				idénticos en el seno de un mismo paciente! De ahí a pensar que 
				los genomas en cuestión no son los de un virus sino que 
				provienen de desechos celulares, diversos y variados, no hay 
				sino un paso… que se guardan muy bien de dar las decenas de 
				millares de científicos que viven del sida-business. El lobby 
				del sida viral ha decidido otra cosa y ha preferido explicar 
				estas colosales diferencias por el hecho de que el virus no 
				pararía de mutar. Sin embargo, los virólogos saben muy bien que 
				cando un virus muta, el mutante difiere del original tan sólo en 
				una ínfima proporción”. (Harven, Les 10 plus gros mensonges sur 
				le SIDA, pág. 48).
 
 22 Oficialmente, el “genoma del VIH” tiene menos de diez mil 
				letras genéticas, cuando un solo cromosoma de los 23 pares que 
				tiene cada una de nuestros cien billones de células tiene unos 
				tres mil millones de pares de letras genéticas. Pero, en 
				cualquier caso, los oficialistas siguen llamando “VIH” a todos 
				los supuestos virus que llegarían a tener entre sí hasta 4.000 
				letras genéticas distintas sobre 10.000. Absurdo… ¿o no?
 
 23 Citado en Steven Epstein: Impure Science: AiDS, activism, and 
				the politics of knowledge, University of California Press, 1996, 
				pág. 322.
 
 24 Una pregunta importante que se deriva: ¿cómo se inventan las 
				moléculas de arranque (primers) de cada tipo de PCR utilizada 
				para calcular lo que llaman “carga viral”?, ¿ante cuál de esta 
				miríada de variantes está diseñado cada primer?
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