por Shiva Shakti Omnamah

29 Diciembre 2015
del Sitio Web SobreviviendoASociopatasYNarcisistas

 

 

 

 

 

 


Si estás en una relación en la que estás siempre mal, y el caos emocional es la norma, lo más probable es que estés con un sociópata sin conciencia, cuya personalidad carece de empatía aunque socialmente lo disimule.

 

Es por esto que los sociópatas se aprovechan de las personas con altos niveles de empatía con el fin de salirse con la suya.

 

Carecen de cualquier preocupación por los sentimientos de los otros, no muestran remordimiento por sus acciones, y no les importa si hacen daño, intimidan o lastiman a los demás.

 

Basándose en casos de la vida real y en los últimos estudios internacionales "La Trampa de la Empatía - The Empathy Trap: Understanding Antisocial Personalities" nos advierte sobre las artimañas y mentiras de sociópatas y nos informa cómo podemos protegernos contra estos expertos en manipulación y en la erosión del sentido de la realidad.

 

En esta guía sabia y comprensiva, Jane McGregor y Tim McGregor nos dicen que la recuperación es posible. Y lo que nos pareció muy interesante de este libro es que advierte sobre un tercer actor en este drama de abuso al que llaman "apático".

 

Aquí algunos de los conceptos principales:

  • Los empáticos son las personas sensibles que los sociópatas eligen para satisfacer sus necesidades.

     

    El sociópata pone a prueba la empatía de otras personas, por lo que hace preguntas orientadas a descubrir si eres esa persona empática que necesita o no. Aquellos con niveles más bajos de empatía suelen ser pasados por alto, o utilizados por sociópatas solo como parte de su red de co abusadores.


    Como todos los sociópatas causan estragos de una manera oculta y poseen un encanto superficial que desvía la atención de los aspectos inquietantes de su naturaleza, los autores dan pistas sobre su comportamiento y abusos encubiertos.


     

  • Gaslighting: La técnica por la cual las personas pueden ser manipuladas de forma sistemática hasta que sientan que apenas pueden confiar en su propio sentido de la realidad cambiando datos, desdiciéndose de lo que afirmaron, cambiando cosas de lugar, provocando reacciones, etc.

     

  • Las etapas del abuso o fases por las que el psicópata lleva la relación:

    1. La etapa de idealización donde el sociópata muestra a sí misma en la mejor luz posible estudiando a la victima y devolviéndole una imagen especular junto con mucho sexo para producir la adicción química.
       

    2. La etapa de la devaluación que comienza poco a poco por lo que el objetivo no está atento a la transformación del sociópata, pero comenzará a sentirse devaluado a cada paso e intentará ser mejor para que el psicópata le vuelva a brindar la atención de la etapa de bombardeo amoroso.
       

    3. La etapa de descarte en la que la pareja o familiar se convierte en un objeto al cual el sociópata manipula. Como la víctima ya no le produce la excitación del primer momento puede descartarla sin miramientos o conservarla como forma de mantener una fachada de normalidad (hijo/esposa)

       

  • Para que se de el abuso perverso consideran que los apáticos son de gran ayuda para el narcisista o psicópata.

     

    Los apáticos son una parte integral del arsenal del sociópata y contribuyen al abuso sociópata. Son personas con empatía pero cobardes y parásitas que creen que pueden manejar al psicópata si se ganan su amistad.

     

    En otras ocasiones, el apático podría no ver la maldad en el abusador también manipulado con su falso encanto.

     

  • Obviamente la persona elegida por el psicópata es un empático.

     

    Las personas se sienten atraídos por empáticos debido a su naturaleza compasiva. Saben que obtendrán de ellas beneficios emocionales y económicos, como así también aprenderán de ellos como fingir empatía.

     

    Asimismo, los empáticos representan la mayor amenaza para el sociópata porque son los primeros en detectar la máscara del abusador.

     

  • La situación por lo general termina mal para el empático y para el apático.

     

    En distintas medidas, ambos deberán recuperarse del daño perpetrado por el psicópata o narcisista. El abuso del sociópata suele quedar impune y éste se encuentra libre para parasitar emocionalmente a otros.

Esta obra también habla de los hijos de sociópatas quienes cargan con heridas difíciles de infancia que no logran identificar como abuso sociopático o narcisista.

 

Están traumatizados crónicamente y exhiben un comportamiento hiper-vigilante, ansioso y agitado, y tienen síntomas físicos tales como dolores de cabeza , trastornos gastrointestinales y hormonales, dolor abdominal, dolor de espalda, temblores y náuseas.

 

A ellos dedica todo tipo de recursos para su sanación.

El libro ofrece muchas ideas para la curación, terapias cognitivas, EMDR, técnicas para mantener el contacto cero y centros de ayuda en países de habla inglesa. También ofrece explicaciones científicas sobre las diferencias cerebrales de estas personas con el resto de la población.

 

Afirma también, como todos lo que se ha escrito hasta el momento sobre el tema, que no tienen cura pero mencionan ciertos estudios que logran mejorar las conductas de sociópatas y narcisistas si se los detecta de niños.