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del Sitio Web KingsleyDennis
Este cambio desde los viejos patrones y estructuras que durante un tiempo nos resultaron útiles hasta un periodo en el cual algunas cosas ya no nos sirvan, puede ser inquietante y perturbador. No perdamos el tiempo con los viejos patrones energéticos que ya no funcionan.
Puede que nos sintamos frustrados por no saber qué
hacer - pero éste no es sino el principio. En términos de una escala
temporal más larga aún nos queda mucho camino por recorrer, pues
realizar este cambio nos llevará mucho tiempo.
Es probable que muchos de nosotros ya lo hayamos experimentado - una sensación de rapidez e incertidumbre distinta de la del pasado reciente. No es obligado que esta sensación de 'terreno movedizo' cause ansiedad.
El cambio no significa algo negativo - la gente solo se asusta de lo que no conoce.
La parte fácil de todo esto es aceptar la necesidad de una 'nueva normalidad'; la más difícil, participar activamente en el cambio de una manera equilibrada, estable y que no resulte ajena. Formar parte de la 'nueva normalidad' también significa reajustarse: ya no necesitamos mantenernos distantes; es decir usar la 'diferencia' como parte de nuestra personalidad e identidad.
Uno no puede expresar todo su potencial cuando está desequilibrado. La 'nueva normalidad' no está aquí para alienarnos a nosotros mismos ni a los demás - no alienta las energías divisivas.
No obstante, no
partimos de cero - llegar hasta donde nos encontramos también forma
parte del cambio.
Cuando existe un desequilibrio en el cuerpo, el mismo trata de encontrar el equilibrio:
Lo reconocemos de forma instintiva, y sabemos cómo practicarlo.
Re-adaptándonos al cambio y al flujo nos propulsamos hacia delante - es una fuerza de impulso dentro de nuestras vidas.
El nuevo re-equilibrio no consiste en volver atrás, a
lo viejo - se trata de encontrar nuevas posiciones y definiciones.
Tenemos que re-definir lo que es para nosotros la nueva normalidad.
Por ejemplo, la
creencia religiosa y la fe
incuestionable son herramientas viejas; en la
actualidad necesitamos averiguar cuáles son las nuevas de las que
disponemos, y cómo usarlas. Y durante este periodo de nuevo
aprendizaje puede que también precisemos realizar alguna 'limpieza'
personal - para poner en orden nuestra propia casa.
¿Es difícil de aceptar y comprender?
Al parecer mucha gente joven puede funcionar con esto; no les resulta difícil entender la esencialidad del cambio: para muchos jóvenes resulta obvio que es una parte sustancial, y necesaria, de la vida.
Sólo nosotros, atrincherados en nuestros años
de estabilidad condicionada, tememos ese flujo y esa corriente.
No hay mejor momento que éste para volver a
comprometerse - para reflexionar sobre la pregunta '¿qué es la
"vida" para mí?', y ¿cómo puedo participar?'
¡Intentar acostumbrarse a algo que siempre está en movimiento puede resultar inquietante al principio!
Es como una emisora de radio que cambiase constantemente de frecuencia de transmisión - y a diario tuviésemos que re-sintonizar nuestro receptor para encontrar la nueva.
Pero este cambio constante es también una manera de encontrar sentido y significado en nuestras vidas.
Puede que descubramos que muchos de los cambios que escojamos activar/hacer tendrán una influencia directa sobre nuestra necesidad de encontrar un sentido renovado en la vida.
Otra forma de considerar estos cambios es verlos como
formando parte del desplazamiento desde el modo supervivencia al
modo creativo - generando una nueva manera de existir más ajustada a
cómo deseamos vivir la vida de formas más creativas y
significativas.
Cada papel tiene idéntica importancia - y al mismo tiempo es diferente en la manera de relacionarse y comprometerse en la vida con el resto.
La nueva normalidad va a tener una gran influencia sobre los valores de,
Nuestras redes sociales, locales y globales serán más importantes que nunca para nosotros.
Ya sea que manifestemos cosas en la vida, las facilitemos para otros, o las nutramos - cada caso implica una participación consciente.
Esta es la esencia de la nueva normalidad
- la participación consciente, equilibrada y estable en el
descubrimiento del sentido para nosotros mismos y para los demás; y
el ser creativos y activos en la búsqueda de un futuro positivo para
todos.
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