10 Junio 2009
del Sitio Web
TrinityATierra
Nubes “asperatus” en Nueva Zelanda.
En este artículo del
diario británico online Daily Mail se menciona
el delicado tema de las “nubes innombrables”.
Según el artículo, los meteorólogos están actualmente a la carrera
de intentar clasificar estas nubes que aparecen en nuestros cielos,
cada vez con más frecuencia, con formas absolutamente locas, nubes
que parecen anunciar un auténtico Armagedón y que, sin embargo, a
menudo se disipan sin la menor tormenta.
A pesar de la relativamente frecuente aparición de nubes con aspecto
tan llamativo como las de éstas, los expertos no atinan a asignarles
un nombre oficial.
Nosotros aquí hace tiempo ya que vemos en ellas el efecto terrible
de la manipulación climática por medio de sistemas como
HAARP, en
los que se altera la capa alta de la atmósfera, pero claro, los
“expertos” encuentran cada vez mas dificultades a la hora de dar la
cara frente a la opinión pública para explicar estos fenómenos, sin
mencionar siquiera esos proyectos de manipulación climática y
energética “discretos” (porque han dejado de ser “secretos” para
gran parte de la población) que se realizan desde hace años.
Expertos de la Real Sociedad de Meteorología de Gran Bretaña
intentan hacer oficiales este tipo de creaciones nubosas,
verbigracia de denominarlas nubes “asperatus” (de la palabra 'áspero'
en Latín).
Lo bueno de “oficializar” algo es que ya puedes meterlo en los
libros de texto y comenzar a adoctrinar sin control a las nuevas
generaciones.
El profesor Paul Hardaker dice:
“Se necesitará una enorme cantidad
de calor alrededor para producir la energía para generar formaciones
nubosas tan dramáticas”.
Con ello, claro, el profesor y sus voceros nos pretenden convencer
de que lo del ‘calentamiento global’ va en serio y que tanto calor,
mira adonde va a parar, a pesar de que aquí abajo no se sienta en
absoluto.
Pero no, ya sabemos que es esta teoría del calentamiento la que
tiene proporciones “dramáticas”, de falsedad, claro.
En realidad,
quiere el profesor, decir que se requiere una enorme cantidad de
energía, no de 'calor', para formar estas nubes.
“Debe de haber un montón de vapor de agua para condensarse en esas
nubes” dicen los “super-expertos” en climatología.
Seguro que cualquier cajera de mi supermercado podría haber hecho un
análisis mucho más inteligente que ese sobre el fenómeno, o por lo
menos, al mismo nivel, sin embargo, parece que el de este “experto”
merece un lugar en imprenta, algo que ofende a cualquier
inteligencia.
Pero hay que entender al conglomerado formado por los
seudo-científicos-expertos (personas con o sin título universitario
a sueldo del mejor postor) y los medios de comunicación de masas,
digitales o no.
Si nos convencen de que estas nubes de aspecto apocalíptico que
gravitan sobre nuestras cabezas se llaman “asperatus”, son
“normales” y están formadas por mucho vapor de agua y calor,
entonces pasaremos ampliamente de ellas, y seguiremos pendientes de
las campañas de adoctrinamiento o de estupidización.
Nubes “asperatus” en Escocia
Es probable que al final lleguen a convencernos de que ese vapor de
agua, tan feo y ennegrecido, lo exhalamos nosotros al respirar
cuales bacterias contaminantes en un medio cerrado.
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