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   11 Marzo 2015
 
			del Sitio Web
			
			ElRobotPescador 
			
			
			Versión relacionada en ingles 
			
 
 
 
 
  
			  
			  
			Muchos marineros de la Armada de Estados Unidos, que se vieron 
			expuestos a la radiación de la
			
			catástrofe nuclear de Fukushima han 
			caído enfermos, pero el Departamento de Defensa insiste en que no 
			fueron expuestos a niveles peligrosos de radiación.
 
 Muchos de estos marineros se han unido en una demanda colectiva 
			contra los operadores y constructores de,
 
				
			 
			  
			
  
 
			Sin embargo, los marineros no pueden demandar a la Marina de EE.UU. 
			debido a 
			
			la Doctrina Feres, un fallo de la Corte Suprema de la 
			década de 1950 que deniega a los soldados de EE.UU. la posibilidad 
			de demandar al gobierno por lesiones resultantes directamente de su 
			servicio militar.
 
 El 11 de marzo de 2011, cuando se produjo el desastre en Fukushima, 
			el portaaviones USS Ronald Reagan fue redirigido a la costa de Japón 
			para participar en labores de socorro.
 
 
			  
			
			
			 USS Ronald Reagan
 
 
			Poco tiempo más tarde, los marineros de la nave comenzaron a caer 
			enfermos, pero un informe del Pentágono concluyó que los marineros 
			no habían sido expuestos a suficiente radiación o agua contaminada 
			para causar efectos en la salud.
 
 Desde entonces, al menos 500 marineros han caído enfermos y 247 de 
			ellos se han unido en la demanda colectiva.
 
 Sus síntomas son muy diversos:
 
				
				mecánicos de aviones que sufren pérdida de masa 
				muscular sin explicación; una mujer cuyo bebé nació enfermo; 
				cánceres, hemorragias internas, abscesos, disfunción de la 
				glándula tiroides y defectos de nacimiento en sus hijos.
 Uno de ellos, el teniente Steve Simmons, anterior atleta 
				de triatlón, sufrió pérdidas de cabello, de masa muscular, 
				migrañas, secreción sanguinolenta e incontinencia. Sus dedos se 
				volvieron amarillos o incluso marrones y sus pies han adquirido 
				un color rojo oscuro.
 
				
				Sufre de espasmos en todo el cuerpo y tiene que 
				usar una silla de ruedas. 
			
  
 
			A pesar de ello, no ha recibido un diagnóstico concluyente por sus 
			dolencias por parte de los médicos militares y según sus propias 
			declaraciones, a veces se pregunta si los médicos del Departamento 
			de Defensa están reteniendo deliberadamente el diagnóstico para que 
			el Departamento no sea responsabilizado por ello.
 
 Incluso un médico llegó a decirle que era mejor para él no saber las 
			causas de su enfermedad.
 
 
			
  
			Navy Lt. Steve Simmons
 
			De hecho, Simmons afirma que estuvo ingresado en un hospital militar 
			en Washington DC junto con otros tres hombres que padecían síntomas 
			similares y que habían servido en submarinos de propulsión nuclear.
 
			  
			Según Simmons, los hombres desaparecieron de un día 
			para otro, y cuando preguntó por ellos, todo el mundo actuó como si 
			nunca hubieran estado allí.
 Simmons cree que la Marina de EE.UU. hizo bien acudiendo en ayuda de 
			Japón y no culpa de lo sucedido al comandante del USS Ronald Reagan, 
			el capitán Thom Burke.
 
 Sin embargo, Simmons cree que el capitán no va a mover ni un dedo 
			por revelar la verdad, pues eso le perjudicaría en su carrera 
			militar, ya que Burke aspira a convertirse en almirante.
 
			
 
			
			
			 Thom Burke (derecha)
 
 
			Según Simmons:
 
				
				"Hay intereses personales, diplomáticos y 
				económicos en juego. Nos han abandonado.    
				Hay soldados enfermos por todas partes, muchos en 
				el hospital de San Diego, o en el centro médico en Hawai. La 
				mayoría de ellos no saben qué hacer, porque los que levantan la 
				voz son denunciados en Internet por ser antipatriotas." 
			Así paga EE.UU. (y casi todos los países) los 
			servicios y sacrificios ofrecidos por sus soldados.
 Estimados soldados de todo el mundo,
 
				
				¿Vale la pena ir a matar a inocentes y a 
				desconocidos para que os acaben tratando como si fuerais 
				basura? 
			  
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