por Montalk 20 Noviembre 2002 del Sitio Web Montalk
La Matriz es el mecanismo holográfico metafísico a través del cual experimentamos nuestra realidad física, de la misma manera que un aparato de televisión sintoniza en forma selectiva un canal de entre una amplia gama de frecuencias.
Lo que percibimos como realidad es una proyección electromagnética proveniente de una fuente dimensional más alta. Pero a diferencia de la estación de televisión, que solamente transmite una serie limitada de frecuencias hacia el entorno tridimensional, esta fuente dimensional más alta irradia todas las frecuencias hacia todas las dimensiones.
La matriz sirve
para limitar el ancho de banda y el número de dimensiones que
percibimos con la finalidad de crear un “programa” coherente que no
solamente miramos, sino uno con el que podemos interactuar.
Si bien esto puede parecer divertido, escasamente sirve para que ganemos conocimiento o experiencia alguna.
Con la finalidad de acelerar el ritmo de nuestro progreso espiritual, la matriz conecta nuestras realidades en una sola realidad consensual y objetiva. Es la matriz la que suministra un substrato físico a través del cual podemos aprender, tanto de nuestra inercia como de la solidez e individuación de los otros, el verdadero valor de sobreponernos por encima de las tribulaciones.
Sin esta matriz, la
naturaleza física objetiva y la opacidad de las libres voluntades de
los otros seres son inexistentes; no acumulamos experiencias puesto
que no hay nada que experimentar. Podría ser que aquellos que
sienten que este mundo es una prisión estén justificados en su
sentir, ya que somos todos parte de la misma cuadrilla espiritual de
individuos encadenados unos a otros
Una vez que la fuente electromagnética proveniente de una dimensión superior es filtrada a través de la matriz, surge en nuestro universo con la apariencia de un fotón o partícula de luz. De hecho todos los fotones que forman el universo son fragmentos holográficos de la fuente original. Así, no obstante que la fuente es singular y más elevada desde el punto de vista dimensional, a partir de ella se generan las múltiples versiones propias de dimensiones inferiores que llamamos fotones.
Más aun, la materia física está formada por estos fotones. Cuando quiera que los fotones dejan de viajar en forma de vector o rayo para describir en cambio una órbita circular, la energía contenida en ellos queda atrapada en un espacio confinado para formar una partícula sub-atómica de materia estable.
De esta manera nuestro complejo universo en
realidad se deriva de una fuente singular, ilustrando de manera
científica el eslogan metafísico de “el todo es el Uno”.
Como seres conscientes, filtramos nuestras percepciones del mundo físico cuando estamos despiertos y creamos realidades virtuales cuando dormimos, de la misma forma en que la matriz filtra la fuente original y crea nuestra realidad física.
Esto nos sugiere que la matriz es una entidad consciente de nivel básico dentro de cuyo “sueño” nosotros comúnmente residimos. La matriz nos suministra el sueño, programa o juego, que nosotros luego nos damos a la tarea de jugar.
Al conectar
nuestras realidades de esa manera se obtiene como resultado un
método de aprendizaje bastante novedoso, susceptible de ser
implementado en las dimensiones superiores pero no siempre puesto en
práctica allí debido a la particular preferencia de los seres en
dimensiones superiores por crear y jugar su propio juego.
Cuando completamos este programa, al
cabo de muchas vidas, pasamos a otro diferente.
Lo que esto nos indica es que a pesar de que existe una gran matriz que abarca la realidad física, hay también otras matrices menores que se proyectan en diversos planetas y sus locaciones geográficas, originadas ya sea de manera artificial por medio de tecnologías metafísicas, o bien a partir de la consciencia colectiva de las formas de vida residentes allí.
Estructuras megalíticas tales como las de Stonehenge o las pirámides son ejemplos de tecnología metafísica utilizada para mantener o modificar la estructura de la red energética local con la finalidad de facilitar la atenuación, la amplificación, o los cambios en el programa de la matriz que afecta al planeta entero.
Puesto que la
matriz sirve para filtrar la realidad y la percepción que uno tiene
de ella, al ingresar dentro de ciertas áreas que se encuentran bajo
fuerte influencia de una matriz secundaria se opera una alteración
de la consciencia personal.
Debe hacerse notar aquí que la vida consciente conectada a un cuerpo físico, está además conectada a una matriz. Al haber un cambio en la matriz, ocurre también un cambio en la consciencia. Pero más importante aún, al haber un cambio en la consciencia, ocurre también un cambio en la matriz menor.
Este es un
punto crucial al tratar de encontrar una solución para el siguiente
problema.
Recientemente, sin embargo, esta situación ha cambiado:
Trataremos de identificar a los usurpadores definiendo primeramente las cuatro clases diferentes de seres individualmente conscientes:
La fuente originaria puede ser clasificada como ser de orden cero.
Cuando la fuente proyecta un fragmento holográfico de sí misma se produce lo que se llama un ser de primer orden. De la misma forma, cuando un ser de primer orden proyecta una copia menor de sí mismo, esta se llama ser de segundo orden, y cuando este a su vez proyecta una parte de sí mismo, crea un ser de tercer orden.
Como es sabido,
cuando se hacen copias de un original, la resolución disminuye con
cada generación. De igual manera, los seres de primer orden son
menos poderosos que la fuente, y los seres de segundo orden son
menos poderosos que los de primer orden.
Puesto que la matriz existe fundamentalmente para el progreso espiritual de los seres de segundo orden, los seres humanos están dotados de ciertas habilidades creadoras que en alguna época eran utilizadas de manera rutinaria.
Somos los jugadores dentro del juego de la matriz y podemos escoger modificar sus reglas o bien dejar el juego por completo, siempre y cuando estemos conscientes de nuestras habilidades y no tengamos restricciones impuestas a la hora de utilizarlas.
Al igual que dios, también tenemos la capacidad de
crear otros seres que son menores que nosotros mismos en cuanto a
poder y función.
Así como nosotros derivamos
nuestras energías espirituales principalmente del creador, las
formas de pensamiento dependen de nosotros para su sustento.
Durante tales procesos, la energía emocional dentro de nosotros es
irradiada hacia el plano etéreo que interpenetra todo nuestro
universo, para ser luego moldeada por medio de nuestra habilidad de
visualización.
Campo morfogénico es el campo emitido por seres vivientes que actúan a través de mecanismos cuánticos para inclinar hacia un resultado particular, acorde con las preferencias del ser consciente que lo genera, lo que de otra manera sería un sistema aleatorio.
A menudo, tales formas de
pensamiento menores tienen muy poco propósito y consciencia
autónoma, por lo que rápidamente se disipan a medida que nos
olvidamos de ellas.
Un ejemplo de esto es el fenómeno de embrujamiento de lugares que fueran escenario de incidentes violentos.
Los pensamientos obsesivos que acosan a individuos e incluso a naciones enteras, son otro ejemplo.
A diferencia de las formas de pensamiento menores, las mayores parecieran tener una mente independiente. Tales entes todavía seguirán dependiendo de su creador como fuente de energía emocional y sustento, pero a diferencia de las formas de pensamiento menores, poseen un mecanismo de supervivencia, que sugiere en alguna medida una capacidad de raciocinio, que les impele a buscar esa energía.
Otra diferencia entre las formas de pensamiento
menores y mayores es
que las primeras son básicamente etéreas, mientras que las segundas
incluyen componentes astrales como resultado de su incrementada
complejidad.
Todavía hoy
en día, el empleo de formas de pensamiento para hacer las veces de
autómatas etéreos es una práctica común en muchos círculos ocultos.
Pero el sufrimiento tenía un propósito definido dentro de la antigua matriz planetaria:
Desafortunadamente, la combinación entre la generación intencional y no intencional de seres de tercer orden ha desembocado en una agregación masiva de tales entidades en una jerarquía definida, situada en los planos etéreo y astral.
Puesto que las entidades de tercer orden son no solamente inferiores a las de segundo orden, sino que además muchas de ellas nacen de las emociones negativas de estas últimas, los rasgos dominantes de su mentalidad son el deseo de dominación, la envidia, la negatividad, y la necesidad de absorber energías emocionales oscuras.
Buena parte de aquello que conocemos como la jerarquía demoníaca inferior tiene su origen en nuestra propia generación de entes de tercer orden. Los demonios existen, y esta afirmación no se fundamenta en dogmas bíblicos, sino en ciencia metafísica.
La jerarquía demoníaca consiste básicamente en dos tipos diferentes de seres:
La validez del mal es inequívoca:
El libre albedrío implica la posibilidad de escoger el camino del mal.
El libre albedrío es la condición fundamental de nuestra realidad, misma que ha sido generada por el creador como un mecanismo para la cristalización de este potencial. Sin la condición de libre albedrío, dios ya estaría autorealizado y completo y no habría ninguna razón para que existiera la presente realidad.
En razón de que la realidad se
manifiesta aquí y ahora, y por cuanto sabemos por observación que
aún estamos evolucionando espiritual y físicamente, indicando que la
experiencia y la creación son el propósito de la vida y que dios aun
no está completamente autorealizado, es evidente que poseemos libre
albedrío, y que como consecuencia de esto, el mal existe.
Se trata de criaturas celosas, envidiosas inclusive de nuestro limitado poder para crear y modificar la realidad, e imbuidos de un sentimiento de odio hacia la fuente originaria a la que anhelan subyugar y remplazar. Su meta no es la de eliminarnos, porque somos su fuente de energía, sino más bien esclavizarnos y someternos a un continuo y agonizante sufrimiento emocional.
Esperan convertirse en nuestros
amos espirituales a través del parasitismo espiritual.
Recordemos que el propósito de la matriz original era el dotarnos de la suficiente inercia como para poder llegar a una valoración adecuada de nuestra capacidad de libre albedrío y nuestros poderes. Nos permitiría alcanzar la gloria a través de superar el sufrimiento.
Las matrices
son las responsables por la manera en que vemos la realidad, y por
las reglas físicas y metafísicas por las cuales vivimos nuestras
vidas. Son un poderoso simulador en todo el sentido de la palabra.
Ese parece ser el caso.
Sí, la matriz original diseñada para la acumulación de sabiduría aún existe, pero un nuevo programa ha sido cargado encima de la antigua subestructura para operar con una finalidad diferente. La nueva matriz es un mecanismo altamente eficiente, diseñado para drenar un máximo de energía emocional de los seres atrapados dentro de ella mediante la creación constante de infortunios y melodramas.
Su poder autocorrectivo puede evidenciarse
al observar la serie de desafortunadas sincronicidades que surgen en
su vida cuando intenta sacudirse su influencia permisiva de encima.
La nueva matriz también se vuelve evidente cuando usted se detiene a
observar el comportamiento irracional de la gente en su entorno que
ha sido emocionalmente manipulada para generar más energía negativa.
La matriz no es la única cosa que ha sido secuestrada o alterada. Nuestra estructura genética también ha sido alterada como consecuencia de las acciones de los seres de tercer grado, si bien esto ha sido conseguido de una manera indirecta. Veamos, los seres de tercer grado no tienen el poder de violar nuestro libre albedrío de manera directa, así como los seres de primer orden no tienen el poder de subyugar a dios.
Las formas de pensamiento, no obstante sí pueden interferir en nuestras vidas de manera indirecta. Por ejemplo, ellas pueden enviarnos ráfagas de energía emocional para nublar nuestro discernimiento y hacer que cometamos errores de juicio. Pueden acosarnos, infestarnos como una plaga, tentarnos, pero no pueden matarnos directamente.
Solamente
los seres de segundo orden pueden hacer esto último.
Por ejemplo, sabemos por ciertos reportes de las facciones draconianas (alienígena reptiliano) que si bien estas son responsables de miles de mutilaciones cada año, así como de otros incontables horrores, estos alienígenas en realidad se encuentran poseídos o manipulados por demonios astrales.
Inclusive
los seres humanos, desde los asesinos en serie hasta los maridos
abusadores de sus esposas, son en alguna medida víctimas de las
oscuras manipulaciones de incontables seres demoníacos. Cualquiera
que conozca la historia oculta de Adolfo Hitler puede dar fe de
esto.
Por lógica inferimos que, efectivamente, Lucifer existe. Entre los seres de segundo orden se incluyen no solamente seres humanos, sino también muchas razas alienígenas, incluyendo a la raza draconiana.
De tal manera, estas razas también son susceptibles a la
manipulación demoníaca. Entonces Lucifer y sus subordinados son, en
términos generales, astrales en cuanto a su composición, pero en su
capacidad de poseer y manipular a los seres físicos está el origen
de nuestras experiencias negativas en manos de alienígenas de
orientación negativa, tales como los “grises” y las facciones
draconianas.
Debido a disposiciones genéticas, estamos siempre dispuestos a matar para no ser heridos o muertos, de la misma manera que estamos siempre dispuestos a sacrificar el bien de otros por nuestro propio beneficio.
Así entonces los seres de tercer orden
astutamente explotan estas entre otras debilidades nuestras con la
finalidad de parapetar los muros de nuestra prisión virtual.
La desactivación de segmentos enteros de nuestro ADN por obra de las facciones alienígenas negativas acaecida en épocas inmemoriales, dio al traste con algunas de las capacidades originales de sincronización completa con la red energética global, convirtiéndonos en discapacitados en la arena de lo oculto, espiritualmente sordos, ciegos y mudos.
La mayoría de nosotros ni siquiera pueda ver una salida de nuestro predicamento, y nos sentimos desprovistos de la escalera que nos permitiría salvar el muro con tal de que tuviéramos suficiente fuerza como para levantar nuestra cabeza.
Si en la película The Matrix los humanos son colocados dentro de cámaras herméticas antes de ser conectados al programa de realidad virtual, en tiempos remotos nuestra estructura genética fue alterada para poder conseguir el mismo grado de inmovilización. Hemos sido drogados en un estado de sumisión y conectados a una matriz falsificada de realidad virtual, diseñada con el propósito de mantenernos aplacados y sujetos al mecanismo de extracción de nuestra energía emocional por acción de toda suerte de psicodramas virtuales.
Esta energía es extraída por los seres de
tercer orden para su propio consumo.
Pero la nueva matriz manipuladora es capaz por sí misma
de generar tal sincronicidad, la mayoría de los casos para desgracia
nuestra.
Mientras que la antigua matriz inducía sufrimiento con la finalidad de facilitar la asimilación de lecciones y la acumulación de conocimiento, la nueva matriz falsificada solo lleva a la utilización de los seres humanos en calidad de alimento emocional.
Somos
ganado en los corrales de una
inmensa finca corporativa intra-dimensional, confinados al encierro
de nuestras mentes subyugadas, en continua producción del bien que
los dueños corporativos tanto codician.
No pasará mucho tiempo antes de que se percate de que algo está verdaderamente mal.
El poder escapar de esta prisión o tomar las medidas necesarias para asegurarse un mínimo de protección contra ella, eso es un asunto diferente. Usted no puede destruir la matriz, ni debe aspirar nunca a hacerlo, porque se encuentra inextricablemente unida a la matriz que sostiene toda la realidad. No obstante sí puede liberarse de su influencia.
Una vez que un número crítico de seres de segundo orden consigan liberarse, la nueva matriz no podrá sostenerse a sí misma cuando se ha reducido la fuente de energías emocionales que la mantiene funcionando.
Como
consecuencia de esto, será inevitable que colapse y se comience a
desvanecer como cualquier otra forma de pensamiento privada de
energía.
Por lo
tanto, todo el fenómeno de la matriz manipuladora sirve de manera
elegante su propósito como herramienta de aprendizaje y continúa
vigente hasta que la mayoría no tiene necesidad de ella. Hasta que
lleguemos a ese punto, continuará sirviendo fines subversivos,
controlando y saboteando las vidas de todos aquellos que se
encuentren bajo su influencia.
También significa incrementar su propia provisión de energía emocional para poder tener mayor claridad de mente y mayor fuerza de voluntad para resistir.
En el momento
histórico presente, la mayoría de la gente se encuentra muy drenada
y debilitada para pensar siquiera en resistir la autoridad
usurpadora que gobierna al mundo debido a la opresión química y
electromagnética, así que la tarea de resistir a una matriz
ultra-totalitaria resulta sumamente intimidante.
De igual forma, el incrementar su provisión de energía emocional implica disminuir su susceptibilidad a las manipulaciones emocionales y conectarse a la fuente ilimitada de energía de su Yo Superior.
Entre más energía pueda utilizar más fácil le resultará el
poder realizar las funciones prioritarias de alterar las
probabilidades en su favor, activar los llamados poderes
paranormales, y el visualizar más claramente sus metas.
Esté consciente de las intentos sincronizados de inducir emociones negativas en usted, porque es precisamente esa negatividad la que los seres de tercer orden cosechan a través de la matriz. Entre mayor sea la cantidad de su energía que ellos posean, más fácil les será diseñar nuevas desgracias para usted, puesto que la emoción es una forma elevada de energía que genera los procesos de alteración de probabilidades.
Pero al reaccionar de manera
positiva y constructiva al enfrentarse a eventos en apariencia
desafortunados, usted tiene el poder de romper el círculo. Y al
re-direccionar sus activos emocionales hacia la visualización de
probables futuros positivos, usted comienza a atraer estos.
Por lo
tanto, la meditación es uno de los métodos diseñados para liberarle
de la matriz. No solamente incrementa su flujo de energía, sino que
a la larga adquiere nuevas habilidades sensoriales que le permitirán
olfatear mejor los planes siniestros de las fuerzas de la oscuridad.
En otras palabras, si bien el protegerse en contra de la matriz metafísica involucra ejercicios de condicionamiento espiritual y la preservación de la claridad emocional, el protegerse en contra del equivalente físico de la matriz involucra métodos legales, financieros, tecnológicos y paradigmáticos, así como habilidades médicas y de supervivencia.
Esté alerta, puesto que las matrices
física y metafísica trabajan en conjunto para combatir los esfuerzos
de resistencia al contrarrestar una las deficiencias de la otra.
El disolver la nueva matriz requiere de un esfuerzo
de equipo; sin su determinación de alcanzar la libertad por medio
del conocimiento, los grilletes de la opresión permanecerán fuertes.
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