del Sitio Web PeopleOfShambhala traducción de Editorial-Streicher 6 Agosto 2015 del Sitio Web Editorial-Streicher
...a través del Kali-yuga
Recuerdo claramente las preocupaciones por la seguridad expresadas por los individuos en mi viaje al sagrado monte [tibetano] Kailash, preocupaciones tenidas por individuos que estaban emprendiendo la ardua excursión conmigo y preocupaciones manifestadas por individuos que simplemente estaban oyendo hablar de mi viaje.
En ese viaje eran inútiles los teléfonos celulares y los recursos eran limitados.
Aquélla era una expedición que algunos habían esperado emprender durante sus vidas enteras, una peregrinación en que algunos morirían antes de finalizarla, un viaje a la morada de Shiva, el dios de la Destrucción.
El viaje estaba definido y coloreado por
el peligro y la incertidumbre, reminiscente del camino interior
hacia el Alma.
No se requiere de un acontecimiento de montañismo difícil y peligroso para despertar este miedo existencial, sino que más bien es la corriente diaria de interminables ideas sobre-simplificadas y sin valor de los medios de comunicación, y los enfáticos y conservadores discursos religiosos y políticos, los que fácilmente actúan como los magos encantadores de la serpiente del temor.
Es bastante común escuchar hablar de
individuos que adoptan la retórica apocalíptica usando el virus del
miedo para penetrar en toda y cada esquina de la mente de quienes
los escuchan.
A menudo invocado como una tarjeta de visita de los "tiempos oscuros", el Kali-yuga ha sido debatido y comentado hasta la náusea.
El cliché del Kali-yuga es el vehículo perfecto para los conservadores traficantes del miedo al Juicio Final que adoptan la postura de guías divinos durante los días fatídicos, la que les permite posar como figuras pseudo-salvadoras que conducen a las masas hacia alguna trascendente y nebulosa "edad de oro" de felicidad.
Sin embargo cuando uno mira más de cerca
ese mensaje, muy a menudo algo o alguien considerado como peligroso
o como forastero es dejado fuera del plan de escape del moderno
salvador. El plan de ellos debe ser "seguro" y "predecible" y a
menudo es etiquetado como "dharma" [principios básicos del cosmos o
del individuo].
Este miedo a lo desconocido es la causa última del hecho de convertir a la Humanidad y a la Naturaleza en artículos de consumo y de su homogeneización, quizá el verdadero peligro final, ya que se disfraza como la verdadera salvación mientras en realidad encarna la oscura semilla de la ignorancia.
No necesitamos una astrología esotérica
o un gurú del Oriente para que nos diga cuándo comienza o termina el
Kali-yuga. La verdadera oscuridad es la oscuridad interior, el culto
al miedo que es perpetuado y alimentado por el miedo conservador a
lo desconocido y lo imprevisible.
Nosotros debemos aceptar y afrontar esta batalla y no procurar adormecer o anestesiar la realidad del riesgo de esta guerra interior que se agita dentro de toda y cada persona. Este coraje es ajeno a los enemigos de lo desconocido y lo peligroso. La mente moderna busca la seguridad a toda costa fomentando un optimismo ciego e ingenuo, que es el claro signo de la cobardía.
La fe ciega y el optimismo ciego en
tiempos oscuros son la ruta más segura a una muerte inútil en las
primeras líneas de la batalla interior del Alma.
Para citar a Oswald Spengler [al final de "El Hombre y la Técnica"]:
Algunos verían esta apasionada declaración como oscura y desesperanzada; sin embargo, tras un estudio más profundo, ¡se ve que es realmente todo lo contrario!
Las tensiones sociales únicas que ocurrieron en los tiempos de Spengler sin duda tiñen su mensaje, pero sin embargo podemos encontrar una visión única del coraje ante la incertidumbre de sus palabras. Siempre lucharemos con peligro e incertidumbre, y ¡aquello es la sístole y diástole de la vida! Nuestro estado interno de conciencia determina dentro de qué "edad" nosotros realmente vivimos.
¿Cuál es el perigeo y el apogeo de nuestra conexión con el verdadero Sol Kósmico, el Alma?
Esto y sólo esto determina la fecha verdadera del nebuloso "Kali-yuga". Y para conectar esto con el Sol interior, debemos caminar solos; ningún profesor puede hacer eso por nosotros.
Éste es el Camino del Bosque descrito detalladamente por Ernst Junger, el camino lejos de la intimidación institucional, la mecanización de la vida, la propaganda transcendental y las ilusiones de seguridad y comodidad.
Como lo ha declarado Ernst Junger en "El Sendero en el Bosque":
Esta poderosa descripción de Junger expresa elocuentemente el timbre último de la batalla interior.
No hay ninguna verdadera certeza ni seguridad en el mundo, y el único modo en que podemos escaparnos de las manipulaciones y maquinaciones del Leviatán del paradigma conservador o del cliché de la idea del Kali-yuga, es tomando el camino interior, el Sendero del Bosque.
Y sin tener en cuenta lo que pueda decir un moderno pseudo-salvador, esta ruta del sendero no está garantizada ni siempre está soleada.
Una vez que entramos en el terreno del
Alma, todos somos Rebeldes del Bosque. Y aunque es un camino hacia
el sol interior, el Sendero del Bosque no es ninguna garantía de una
dichosa y trascendente salvación.
Por lo tanto debemos cultivar una sobriedad interna que pueda evaluar tranquila y desapasionadamente el estado interior; debemos estar listos a abandonar lo previsible y movernos más allá incluso de nuestras propias percepciones y expectativas.
Ésta es la verdadera mentalidad del guerrero.
Bruce Lee habló de esto a menudo en sus escritos, de cómo el estado de ánimo interior de alguien era fundamental para resistir y sobrevivir a las confrontaciones y ataques de cualquier clase.
Muchas de las ideas de Lee acerca de la mentalidad del guerrero están directamente relacionadas con la idea de zambullirse dentro, tomando el Sendero del Bosque en los inciertos reinos interiores del Alma y uniéndose a la luz verdadera del Sol interior.
Estas palabras e ideas de Lee están llenas de metáforas del Sendero del Bosque y de la batalla interior del Kali-yuga perpetuo que existe dentro del Ego.
No hay ningún gurú o salvador externo que pueda luchar esta batalla por nosotros; debemos entrar en este campo de batalla solos. ¡Pero esto no es causa para la angustia existencial o la depresión!
Las ideas de Spengler, Junger y Lee son ecos de la eterna sinfonía humana del Alma, siempre vibrando sin tener en cuenta nuestra distancia al Sol interior o externo. Todo lo que tenemos que hacer es ajustar nuestro visión y nuestros oídos y aprender a apartarnos de la cacofonía de las seguridades sucedáneas de las certezas a toda costa y de los peligros de la mentalidad desconocida.
Mientras más nos arriesgamos en lo
desconocido, menos atemorizante llega a ser aquél.
Este camino debe ser buscado en una constante batalla diaria, una exploración interior constante del ego y de su control sobre nuestra mente y cuerpo.
No habrá ninguna "Edad de Oro" cuando
esta batalla se detenga, no importa cuánto nos esforcemos por la
seguridad externa y la paz. Pero podemos estar seguros de que esto
es una batalla que es noble y grande y una batalla que da sentido a
nuestras vidas en un mundo que busca desacralizar y deshumanizar.
En vez de ello debemos afrontar sobriamente la realidad de la época en la cual nacemos y caminamos nuestro destino con coraje y espontaneidad más bien que buscar la droga del ciego optimismo New Age.
Cuando nosotros podamos enfrentar valientemente nuestras propias luchas y batallas diarias con una mente tranquila arraigada en una pasión por la experiencia misma y no buscar la recompensa de una lujuriosa y beata "Edad de Oro", entonces podremos verdaderamente llevar una vida digna de ser vivida.
Nosotros debemos, como lo repiten las palabras de Lee, ¡exponernos a diversas condiciones y aprender! Tal vez no podamos experimentar una vida de seguridad y felicidad pero encontraremos algo aún más precioso: la luz guiadora del Alma.
Quizá deberíamos terminar con las palabras del Hagakure:
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