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en colaboración con Henryk Suchar y
Ryszard
Kaminski del Sitio Web MitosYFraudes
Grandes cantidades de material radioactivo fueron lanzados a la atmósfera. El mundo entró en pánico - empeorado por la falta de información confiable bloqueada por la censura del gobierno de la Unión Soviética.
Los titulares de prensa en occidente gritaban:
Respetable diarios y revistas anunciaban:
La atmósfera de miedo que comenzó a desarrollarse
paraliza a la opinión pública todavía en nuestros días.
Esas son las conclusiones del reciente informe del UNSCEAR (United Nations Scientific Committee on the Effects of Atomic Radiation, o Comisión Científica de las Naciones Unidas sobre Efectos de las Radiaciones Atómicas), que fue preparado por los 142 más prominentes expertos de 21 países. Pero después de 15 años desde el accidente, está claro que este evento fue bien usado por las organizaciones ecologistas y antinucleares.
“Gracias” al “desastre de Chernobyl” el desarrollo del programa de energía nuclear ha sido demorado por varias décadas.
La planta nuclear de Chernobyl
está rodeada por una
zona cerrada de 30 kilómetros
Muerte por miedo
...o cómo mucha gente fue realmente herida por la
explosión de Chernobyl
Veintiocho de ellos murieron a causa de la radiación y dos a causa
de quemaduras generales. Esas fueron las únicas muertes registradas.
Del examen de esa gente ocupada en los trabajos posteriores al
accidente se obtuvo la conclusión de que son actualmente más
saludables que el común de la gente no expuesta a la radiación - según dice el profesor
Zbigniew Jaworowski, del Laboratorio Central
de Protección Radiológica y uno de los coautores del informe, que
desde 1973 representa a Polonia en el UNSCEAR.
Por otro lado, se ha observado un significativo aumento de la incidencia de desórdenes psicosomáticos relativos a los sitemas respiratorio, digestivo y nervioso. Pero estos desórdenes no han sido causados por la radiación sino por el miedo.
La gente tiene miedo de haber sido expuesta a radiación, o que viven en territorio contaminado y ue algún día desarrollarán cáncer.
Según el Profesor Ilyin:
Por ejemplo, muy recientemente una publicación quincenal de Rusia “El Eco del Planeta” afirmó que Chernobyl había sido el peor desastre de la segunda pare del Siglo 20.
En el artículo publicado allí se descubren estimaciones totalmente inventadas sobre las consecuencias de este accidente, porque ¿cómo tendríamos que juzgar a la información de que 300.000 personas resultaron muertas?
De hecho, las consecuencias más peligrosas son las de índole psicológica, que han sido causadas por el miedo y la reubicación de las poblaciones de áreas que fueron consideradas (muy apresuradamente) como riesgosas.
Casi 400.000 personas
participaron en la eliminación de las consecuencias del accidente
En marzo 1996 la revista semanal The Economist había publicado un artículo bajo el significativo título “Chernobyl, cáncer y paranoia galopante”, indicando que el impacto de la radiación sobre la salud fue bien pequeño. Mucho peor son las consecuencias del miedo y la ignorancia - la gente no supo, y aún no lo sabe, cuál era el peligro real.
Y este es el más grande de los problemas relacionados con la
salud causado por el desastre de Chenobyl - escribe The Economist.
¿Por qué? Las mujeres tenían miedo de dar a luz a mutantes.
Mientras tanto, después del desastre, el número de niños nacidos con serios defectos en Ucrania no ha aumentado - asegura el Dr. Herwig Paretzke, del Instituto de Protección Radiológica en Munich.
Por otro lado, el aumento en la cantidad de niños nacidos con defectos genéticos ha sido simplemente imposible - afirman los expertos del UNSCEAR.
Aún después de las más altas dosis de radiación incurridas por gente a causa de las explosiones atómicas
de Hiroshima y Nagasaki (cientos de veces más altas que las dosis de
Chernobyl y absorbidas en una fracción de segundo), no se han
observado desórdenes genéticos de ninguna clase en los descendientes
de los sobrevivientes de los ataques nucleares en Japón.
Mientras tanto, el aumento de los casos se había notado ya después de sólo un año desde el accidente. No se ha encontrado ninguna correlación entre la exposición de niños a diversas dosis de radiación y la incidencia de cánceres de tiroides.
Los expertos del UNSCEAR piensan que este aumento en la incidencia del cáncer puede haber sido causada por otra cosa y no la radiación - por ejemplo, por los llamados “cánceres mudos”.
Tales cánceres no
presentan síntomas clínicos a lo largo de la vida del paciente.
Hasta la explosión de Chernobyl no se habían realizado exámenes de
este tipo en Ucrania, Bielorusia y Rusia, de tal modo los equipos
médicos de todas partes del mundo descubrieron sólo algo que existía
de manera independiente al desastre.
En 11 días se reubicaron 116.000 habitantes de la vecindad de la planta nuclear.
o cuánta tierra había
sido realmente degradada por la explosión de Chernobyl
Tal es la conclusión de los mapas incluidos en el informe del UNSCEAR. Por otro lado, la mayor parte del territorio que rodea a la planta no impone ningún riesgo para la salud humana.
El reasentamiento fue implementado velozmente y a una gran escala.
En los primeros 11 días (desde el 27 de abril hasta el 7 de mayo de 1986) 116.000 personas fueron obligadas a cambiar su lugar de residencia.
La ciudad de Prypiat y una gran parte de la zona cerrada de 30 Km. alrededor de la central son de hecho habitables! Las mediciones radiológicas llevadas a cabo por equipos internacionales muestran claramente que el nivel de radiación en esta región no es dañina para los humanos.
La dosis promedio para las áreas contaminadas es de sólo 8 mSv por año, y en las partes más contaminadas con material radioactivo - de 30 a 80 mSv. Cuarenta por ciento de esta dosis proviene del radón, un gas noble liberado por el radio contenido en la corteza terrestre y en los materiales de construcción.
Todos los isótopos radioactivos
artificiales producidos por los ensayos de las armas nucleares, por
la energía nuclear, y por el accidente de Chernobyl, etc.,
contribuyen a la exposición de los habitantes de Polonia en 0,036
mSv anuales.
En despachos de agencias noticiosas de Polonia, uno podía leer lo siguiente:
Los informes de la TV mostraron otra vez la desierta ciudad de Prypiat, ubicada a una docena de kilómetros de la central nuclear, y a los niños que habían sido horriblemente deformados
Recontando las trágicas historias de los que fueron reubicados de la "zona de muerte de 30 Km.", citaron a aquellos que se hallaron a ellos mismos entre,
Desde un principio, los medios estaban promocionando una visión trágica y exagerada del desastre.
En mayo de 1986, la prensa de los EE.UU. informaba que la explosión del reactor había matado a 80 personas de inmediato, que otros 2000 más habían muerto camino de los hospitales, y que sus cuerpos no eran enterrados en los cementerios sino en un lugar llamado Pirogovo, donde existe un repositorio de residuos nucleares.
El gigantesco titular del New York Post anunciaba:
Lo interesante del asunto es que historias igualmente absurdas aparecieron en la prensa no sólo en tiempos en que las autoridades soviéticas impedían la obtención de información confiable sobre el accidente, sino también muchos años después.
En 1990, el principal diario de Noruega, Aftenposten publicó un largo artículo titulado "Chernobyl - Una Pesadilla Constante."
Este artículo fue ilustrado son las fotos tomadas por un fotógrafo Polaco llamado Wojciech Laski, mostrando a dos niños con serios defectos congénitos (uno de ellos, con un solo brazo), supuestamente causado por la radiación.
Cinco años después, el 13 de octubre de 1995, Reuters informó que 800 mil niños habían sido afectados por las consecuencias del accidente de Chernobyl, que era "tan terrible como un ataque nuclear".
Los científicos Franceses protestaron contra este programa - las cartas al presidente de la red de TV Francesa habían sido firmadas por los presidentes de las sociedades científicas más prestigiosas en biofísica, medicina nuclear y física nuclear. Dos años antes, científicos Polacos enviaron cartas similares de protesta al Consejo Nacional de Radio y Televisión.
Esto fue motivado por la emisión de la documental Inglesa "Igor - un niño de Chernobyl". Los científicos polacos declararon:
Los miedos a las consecuencias del accidente cayeron en terreno receptivo - hasta se puede decir que las malas noticias eran esperadas.
La respuesta es.
Ucrania y Bielorusia heredaron una pesada carga de la Unión Soviética.
Las autoridades Soviéticas concedieron pensiones y privilegios sociales (equivalente más o menos a una docena de dólares americanos) a unas 600.000 personas (consideradas como víctimas de la explosión). Se estima que al día de hoy unas 3 millones de personas califican para recibir algún tipo de privilegio a cuenta de “un permanente detrimento de la salud causado por la radiación de Chernobyl.”
Ningún político se atrevería a retirar esos subsidios y privilegios.
Hasta el año 2015, en una empobrecida Bielorusia, sólo los “pagos de alivio de Chernobyl” suman $86.000
millones de dólares. A esto se deben agregar los costos de los
arreglos de seguridad para el reactor arruinado.
Kiev reclama que, durante los próximos 20 años, afrontar los gastos de las consecuencias del accidente le costará $5 mil millones!
En Ucrania se escucha a menudo que el vehemente reclamo de los políticos para mayor apoyo financiero “para liquidación de las consecuencias del desastre de Chernobyl”, tienen sus raíces en el hecho de que alguna parte de este dinero irá para parchar los agujeros del presupuesto del Estado y otro poco - quizás - a los bolsillos de los burócratas.
El museo en Kiev
corrobora el Mito del accidente en Chernobyl.
Así Chernobyl todavía es presentado en los colores más oscuros posible.
En 1996, durante la sesión de la Agencia Internacional de Energía Atómica, en Viena, el representante del Ministerio de Salud de Ucrania declaró que hasta es día 2500 personas y habían muerto por enfermedades causadas por la explosión de Chernobyl.
De acuerdo a
esta información, las fatalidades fueron causadas por cánceres,
enfermedades del sistema cardíaco y circulatorio, y desórdenes del
sistema nervioso. En 1995, este mismo ministerio informó en sus
partes de prensa que el accidente de Chernobyl había causado 125.000
muertes. Los expertos de la OMS (Organización Mundial de la Salud)
protestaron enérgicamente contra esta declaración.
Por otra parte, Vladislav Ostapienko, cabeza del Instituto para la medicina de Radiación de Bielorusia, le dijo a Reuters que a causa de la explosión de Chernobyl su país enfrenta una catástrofe demográfica: desde hace algunos años se registran más muertes que nacimientos, y además cada años nacen 2500 niños con defectos genéticos.
Sin embargo, Ostapienko no mencionó el hecho que un bajo demográfico se nota en casi todo el territorio de la ex-Unión Soviética, incluyendo su parte Asiática. Además, tomando en cuenta la población en Bielorusia, la cantidad de desórdenes genéticos serios entre los recién nacidos debería ser cinco veces más elevada.
Pero eso nada
tiene que ver con la radiación y en particular con Chernobyl: en
todas las poblaciones esos defectos de nacimiento se muestran en el
6% de la población.
El accidente y sus supuestas horribles consecuencias tendrían que ser una advertencia para todos aquellos que planean la construcción de centrales nucleares.
Esta campaña ha sido exitosa - y mucho!
En Alemania, el parlamento dominado por los Social Demócratas y miembros del Partido Verde decidieron desmantelar todas las estaciones nucleares de generación eléctrica. En Francia, previamente libre de la fobia antinuclear, los ecologistas presentaron una demanda similar.
Mientras tanto, los ecologistas que llevan adelante tal feroz batalla contra las usinas nucleares son acusados por el lobby nuclear de estar pagados por la industria del gas y del petróleo, interesadas en cerrar las actuales centrales nucleares y demorar la construcción de futuras plantas.
Las organizaciones ecologistas, mientras que son muy ruidosas para hacer públicos desastres en Ucrania, son reticentes para mencionar un accidente similar que tuvo lugar en marzo de 1979 en Three Mile Island, Pennsylvania, USA, y donde - como en Chernobyl - el núcleo del reactor se derritió.
Pero gracias a condiciones adecuadas de seguridad, no se liberó a la atmósfera ninguna radioactividad peligrosa, nadie en las proximidades sufrió consecuencias, y las dosis de radiación obtenidas por una docena de operarios de la planta no fueron perjudiciales para su salud.
Así parece que el problema no está en el combustible nuclear, sino en los sistemas de seguridad apropiados.
Entonces, ¿imponen las centrales nucleares una amenaza real y mortal para el ambiente y los seres humanos?
Tales recelos y dudas no son apoyadas por la información citada por los científicos. Quemar un millón de toneladas de carbón (sin dispositivos de filtrado) libera al atmósfera 20 toneladas de polvo, 25 toneladas de dióxido de azufre, 6 toneladas de óxidos de nitrógeno, y 20 mil toneladas de dióxido de carbono. El efecto perjudicial de esas sustancias para la salud humana es fácil de imaginar.
En Polonia se queman anualmente 30 millones de toneladas de carbón en las estufas y cocinas hogareñas, donde no existen filtros.
En comparación, una planta nuclear de 1000 MW (todas las plantas convencionales de generación eléctrica en Polonia suman 30.000 MW) genera solamente 30 toneladas anuales de residuos nucleares radioactivos.
En su opinión, el problema de los residuos radioactivos no es más que otro mito, que es impulsado para convencer a la gente de que las centrales nucleares son perjudiciales.
Tales residuos pueden ser perfectamente manejados de la manera adecuada.
The Biggest Bluff of The 20th Century
in collaboration with Henryk Suchar and
Ryszard Kamiñski
from
WONUC Website
The explosion in nuclear reactor in Chernobyl does not belong to the
worst tragedies of 20th century. The explosion did not kill
thousands of people, nor did it heavily contaminate for hundreds of
years enormous areas of land.
The headlines in the Western press shouted:
Respectable newspapers and weeklies announced:
The atmosphere
of fear, which then started to develop, paralyses the public opinion
to this very day.
Those are the conclusions from the recent UNSCEAR (United Nations Scientific Committee on the Effects of Atomic Radiation) report, which has been prepared by 142 most prominent experts from 21 countries. But after 15 years since the accident, it is clear that this event has been put to a very good use mainly by environmental and antinuclear organizations.
"Thanks to" the "Chernobyl disaster" the nuclear power program development has been delayed by several decades.
Chernobyl nuclear power plant is surrounded by a 30km closed zone
Death from fear
or how many people really were injured by the
Chernobyl explosion
The examinations of people engaged
in elimination of accident consequences indicate that those people
are even healthier than the non-exposed individuals says Professor
Zbigniew Jaworowski from Central Laboratory for Radiological
Protection, one of the report coauthors, who since 1973 is
representing Poland in UNSCEAR.
On the other hand, a significant increase in the incidence of psychosomatic disorders concerning the respiratory, digestive and nervous systems has been observed.
But these disorders are caused not by radiation but by fear. People
are afraid that they have been exposed to radiation or that they
live on contaminated land and that any day they will develop cancer.
According to Professor Ilyin:
In March 1996 weekly magazine The Economist has published an article under a meaningful title "Chernobyl, cancer and creeping paranoia" indicating that the direct health impact of the radiation was quite small.
Immediately after the disaster, thousands of Ukrainian and Belarusian pregnant women decided, or were persuaded by the physicians, to undergo abortion.
The number of abortions in those two Soviet republics during 19861987 was equal to one third of the number of children born in Eastern Europe as a whole. In some regions the number of natural miscarriages jumped up by 25%.
Why? Women were afraid that they will give birth to mutants.
Meanwhile, after the disaster, the number of children born with serious defects in Ukraine has not risen maintains Dr. Herwig Paretzke from the Institute of Radiation Protection in Munich.
Even
after the highest radiation doses incurred by people because of the
atomic bomb explosions in Hiroshima and Nagasaki (hundreds of times
higher than the Chernobyl doses and absorbed within a fraction of a
second), no genetic disorders have been observed in the offspring of
the Japanese nuclear attacks survivors.
Meanwhile the increased number of cases has been noted already after a year from the accident. No correlation was found between the children’s exposure to various radiation doses and the thyroid cancer incidence. UNSCEAR experts think that this increase in cancer incidence may be caused by something else than radiation e.g. by so called mute cancers. Such cancers give no clinical symptoms through the patient’s lifetime.
Until the explosion in Chernobyl no examinations of this type were
performed in Ukraine, Belarus and Russia, thus medical teams from
all over the world discovered only something that existed
independently of the disaster.
Safe contaminated zone, or how much land really has been degraded
after Chernobyl explosion
On the other hand, most of the territory surrounding the plant poses no risk to human health.
The resettlement has been implemented swiftly and on a large scale.
Within 11 days (from 27 April until 7 May 1986) 116 000 people were forced to change their place of residence.
The town Prypiat and a large part of the closed 30km zone are in fact habitable!
Radiological measurements conducted by international teams clearly show that the radiation level in this area is not harmful for humans. The average dose for the contaminated area is only 8 mSv per year, and in locations most contaminated with radioactive material from 30 to 80 mSv. During 1999 each Pole absorbed a mean radiation dose of 3.3 mSv.
Forty percent of this dose comes from radon, a noble gas released from radium contained in earth crust and in construction materials.
All artificial
radioactive isotopes produced in nuclear weapons tests, from nuclear
power and from Chernobyl accident etc., account for the radiation
exposure of Poles equal to 0.036 mSv annually.
In Polish Press Agency dispatches one could read the following:
TV reports again showed the deserted town of Prypiat located a dozen kilometers from the power plant and the children who have been born hideously deformed, recounted the stories of the tragedy of those resettled from "the 30km death zone", quoted those, who found themselves among,
From the very beginning the media were promoting a tragic and exaggerated picture of the disaster.
In May 1986 the American press reported that the reactor explosion killed 80 people immediately, that further 2 thousand died on the way to hospitals and their bodies are buried not on the cemeteries but in a place called Pirogovo, where a nuclear waste disposal site is located.
The enormous headline in New York Post threatened:
The interesting point is that equally absurd stories appeared in the press not only in the times when Soviet authorities prevented gathering of reliable information on the disaster, but also afterwards.
In 1990 the major Norwegian daily newspaper Aftenposten published a large article entitled "Chernobyl an everlasting nightmare."
This article has been illustrated with the pictures made by a Polish photographer Wojciech Laski, showing two children with serious congenital defects (one of them one-armed), supposedly caused by radiation.
Five years later, 13 October 1995, Reuters dispatch reported that 800 thousand children have been affected by the consequences of Chernobyl accident, which was "as terrible as a nuclear attack."
French scientists protested against this program the letter to the French TV network chairman has been signed by the presidents of the most prestigious scientific societies for biophysics, nuclear medicine and nuclear physics. Two years earlier Polish scientists delivered a similar letter of protest to the National Radio and Television Council.
This action concerned the emission of a British documentary "Igor - A child of Chernobyl."
Polish scientists stated:
The fear of accident consequences fell on a receptive ground it may be said that bad news was even expected.
The answer is:
Ukraine and Belarus inherited a heavy burden from the Soviet Union Soviet authorities granted pensions and social privileges (worth, after conversion, a dozen or so US dollars) to 600 000 people (deemed to be victims of the explosion). It is estimated that at present over 3 million people are entitled to some privileges on the account of "permanent health detriment caused by Chernobyl radiation."
No politician will dare to take them away. Up to the year 2015, in impoverished Byelorussia, the "Chernobyl relief payments" alone will equal $86 billion. To this one should add the costs of safety arrangements for ruined reactor.
The super-sarcophagus construction (the present concrete one is in a bad shape) shall cost $300 million. Up to now the United States and Western Europe transferred $800 million for the elimination of accident consequences; EBDR (European Bank for Development and Reconstruction) plans to contribute further 2.3 billion euros. Kiev claims that, during the next 20 years, coping with the accident consequences will cost $5 billion!
In Ukraine it is often heard that the politicians’ eager appeals for financial support "for liquidation of the Chernobyl disaster consequences" have their roots in the fact, that some part of this money will go for patching up the holes in the state budget, and some perhaps will end in the pockets of bureaucrats.
The photographs
show the victims of the disaster.
Thus Chernobyl still is presented in the very blackest colors.
In 1996, during the session of the International Atomic Energy Agency in Vienna, Ukrainian Ministry of Health representative stated that up to that day 2500 people died from illnesses caused by the Chernobyl explosion.
According to this information, the fatalities were caused by cancers, heart and circulatory system diseases and nervous system disorders.
In 1995 this same ministry in its press release informed that the Chernobyl accident in 9 years accounted for 125 000 fatalities. WHO experts strongly protested against this statement.
Valeri Pistchikov, who in Ukrainian Ministry of Health monitors the Chernobyl consequences, recently stated in public that,
On the other hand, Vladislav Ostapienko, the head of Belarusian Institute for Radiation Medicine, said for Reuters that because of Chernobyl explosion his country faces a demographic catastrophe: since some years there are more deaths than births, and moreover each year 2500 children are born with genetic defects.
However Ostapienko did not mention the fact, that a demographic low is noted on nearly whole former Soviet Union territory, including its Asiatic part. Moreover, taking into account the population of Belarus, the number of serious genetic disorders among the newborns should be five times higher.
But those have
nothing to do with any radiation, and in particular that from
Chernobyl: in every population such defects show up in about 6%
births.
The accident and its supposedly horrible consequences were to be a warning to all who plan nuclear power plants construction. This campaign has been successful and very much so!
In Germany, the parliament dominated by Social Democrats and Green Party members decided to dismantle all nuclear power plants. In France, previously free of antinukes phobia, the ecologists push a similar demand.
Meanwhile, the environmentalists who wage such fierce battle against nuclear power plants, are accused by the nuclear lobby of getting funds from oil and gas industry, interested in closing the existing nuclear power plants and delaying the construction of the future ones.
Environmental organizations, while quite vocal in extolling dire disaster in Ukraine, are rather reluctant to mention a similar accident, which took place in March 1979 in Three Mile Island in Pennsylvania, USA, and where as in Chernobyl the reactor core has been melted.
But thanks to adequate safety arrangements, no dangerous radioactivity has been released into the atmosphere, nobody from the neighboring population suffered, and radiation doses obtained by a dozen or so plant’s personnel were not harmful for their life.
Thus it appears that the problem is not in the nuclear fuel, but in appropriate safety systems.
Thus, do the nuclear power plants pose a real, mortal threat to the environment and humans?
Such misgivings are not supported by the data quoted by the scientists. Burning up one million tons of hard coal (with no filtering devices) releases into the atmosphere 20 thousand tons of dust, 25 thousand tons of sulfur dioxide, 6 thousand tons of nitrogen oxides, and 2 million tons of carbon dioxide. The detrimental effect of those substances for human health is easy to imagine.
In Poland each year 30 million tons of hard coal are burned in home stoves and local furnaces, where there are no filters.
For comparison, 1000 MW nuclear power plant (all conventional Polish power plants together account for 30 000 MW) generates only 30 tons of highly radioactive waste annually.
In his opinion, the problem of radioactive waste is nothing more than another myth, which is fostered to convince people that nuclear power plants are harmful.
Such waste can be managed in an appropriate way.
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