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Presentación
Incluso si le
encanta la Teoría HAB, por Allan W. Eckert, estas
páginas pueden seguir siendo lectura difícil. El personaje de
ficción Herbert Alan Boardman (HA) y la teoría en el
libro de Eckert, se basa en Hugh Auchincloss Brown y la
teoría presentada en este libro.
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Hugh Auchincloss Brown tiene el "Jueguete del Fin del Mundo",
que ilustra su teoría del cambio en el eje de la Tierra,
que es precipitado por la interacción de una capa de hielo
polar con la fuerza de la gravedad. |
Allan W.
Eckert me dijo que él escribió La Teoría HAB, para utilizar su
novela como un vehículo para lograr la sensibilización del público a
la posibilidad de una catástrofe inminente según lo previsto por
Brown.
Eckert también ha querido destacar el propio derrotismo
científico de intensa especialización en diversos campos de la
ciencia, un punto también hecho en este libro de Brown.
Tanto Eckert como Brown tienen graves preocupaciones de que
la visión científica de túnel, mientras está bien para la carrera de
uno, también puede ser bastante peligrosa. Si el campo específico de
un científico consume toda su atención, él o ella no puede sopesar
bien en su relación con otros campos de actividad científica.
Les preocupa que
muy pocos científicos parecen comprender los cuadros más amplios.
En un mundo lleno de ideas descabelladas y teorías, es
posible que se sienta tentado a dejar de leer la primera vez que las
declaraciones de Brown entren en conflicto con el conocimiento
actual de la Física, Geología, Paleontología, u otras ciencias
físicas.
Por favor, no se
detenga ahí, tratar de terminar de leerlo, incluso si usted tiene
que hojear. Digamos que no acepta la mitad de las ideas que Brown
presenta, esto que deja un gran lote de preguntas serias que pueden
continuar tentándolo a usted.
Hugh
Auchincloss Brown tuvo una larga y distinguida carrera como
ingeniero, inventor y hombre de negocios. Pasó la mayor parte de su
vida en busca de evidencia científica que probar que esta teoría
estaba equivocada. Todo lo que él encontró la reforzó.
Su estilo de
escritura es de otro tiempo, y probablemente no era tan bueno,
incluso entonces.
Él tiende a
escribir sus opiniones como declaraciones de hechos, en lugar de la
forma más correcta de expresar sus conclusiones como opiniones. Tal
vez usted puede perdonarle esas transgresiones de estilo de
escritura a un anciano, recordando lo que hizo creer que todo lo que
escribió fue hecho.
Hugh Auchincloss Brown tenía 91 años cuando se publicó este
libro.
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