Parte III
Diciembre 2009
“Se trata, sencillamente, de una
concepción del Mundo característica del sector social del
que procedía y en el que se relacionaba...
Una clase social que se caracterizaba por unos valores
profundamente enraizados en la tradición calvinista, (otra
revolución burguesa), según la cual ciertas personas están
predestinadas por Dios a la salvación y otras a la
condenación.
Pero, eso sí, el creyente, aunque desconoce su destino,
puede demostrar que es un “elegido de Dios” con los éxitos
que alcance en su vida privada”
MÁXIMO SANDÍN
- Bioantropólogo y profesor del Departamento de Biología en
la Universidad Autónoma de Madrid, a cargo de la docencia de
Evolución Humana y Ecologia -
Esta curiosa “fe” que, por otra parte,
fue la que alumbró la teoría de Adam Smith, desvela una
envidiable capacidad de amoldar toda una cosmovisión a los intereses
de una clase social concreta, de modo que, mediante unos
convenientes e inevitables designios, un Dios tan
complaciente con los ricos como implacable con los pobres, la mano
invisible del mercado y la poderosa y ciega selección natural
favorecen, curiosamente, a los mismos, otorgándoles, de una tacada y
por los mismos méritos (que se pueden sintetizar en “ir a lo suyo”),
la salvación, la riqueza y el éxito biológico.
Y estos principios no pertenecen al campo de las anécdotas
históricas, porque son los que conforman, en la actualidad, el
llamado “pensamiento único”, la base ideológica de las sociedades
“avanzadas”.
Su intelectualización en forma de “leyes científicas” y su carácter
eminentemente práctico (especialmente para los “más adecuados”) los
ha expandido y consolidado, de forma que de ser, en su origen, una
justificación del statu quo con mayor o menor dosis de hipocresía o
de simpleza, han pasado a convertirse en una firme creencia de cómo
es (y cómo debe ser) la realidad, y muchos de los argumentos no sólo
de Darwin, sino de Smith, Malthus y Spencer permanecen, además de en
las “leyes” de la economía de libre mercado, en los textos en los
que los científicos darwinistas nos explican su visión de la
Naturaleza y de la Sociedad en forma de metáforas y “leyes”
científicas.”
SOBRE UNA
REDUNDANCIA - EL DARWINISMO SOCIAL
La situación social de la Inglaterra de finales del siglo XVIII y
los primeros años del siglo XIX era turbulenta. Fueron los tiempos
de la masacre de Peterloo y de los mártires de Tolpuddle.
En pleno auge de la expansión colonial y de la revolución industrial
se había producido,
“un desplazamiento de riquezas que no actuó de
igual forma sobre los beneficiarios y las víctimas”.
Las leyes de cercamiento de fincas, promulgadas en el siglo XVIII,
permitieron a los propietarios vallar sus tierras para utilizarlas
como pastos para el ganado y al mismo tiempo, desalojar a sus
renteros, condenándoles a ser barata mano de obra industrial en las
ciudades.
La miseria y la superpoblación
inquietaron al clérigo y economista Thomas Malthus, quien convenció
a su primer ministro de que en las “casas de trabajo” destinadas a
los indigentes, los sexos deberían estar separados.
Su “Ensayo sobre
el principio de la población“, publicado en 1798 y ampliado en 1803,
proponía que el aumento geométrico de la población en un mundo en el
que la producción de alimentos aumentaba aritméticamente impondría
siempre la “lucha por la supervivencia”.
Y no eran precisamente principios
filantrópicos los que guiaban a Malthus.
Según R.C. Lewontin el ensayo era un
argumento contra la vieja “Ley Inglesa de los Pobres“, que
encontraba demasiado protectora, y en favor de un control mucho más
estricto de los pobres para que no se reprodujeran y crearan
inquietud social.
- Thomas Malthus -
“El razonamiento de Malthus era
que el progreso era imposible a menos que exista un
abastecimiento ilimitado de alimentos, por lo que las
políticas dirigidas a mejorar la situación de los pobres
eran equivocadas (…)
Los defensores del Laissez faire podrían así ignorar a los
niños hambrientos con la conciencia tranquila”
C. Leon Harris
Los defensores del Laissez faire habían
trasladado a Gran Bretaña una simplificación de la visión
“científica” de la economía de los fisiócratas franceses,
convenientemente adecuada a los intereses de las clases dominantes.
Su figura más influyente fue Adam Smith, que tradujo ese término
mediante la metáfora de “la mano invisible del mercado” y al que
también preocupaba que los trabajadores y “otras clases inferiores
de personas” engendraban demasiados hijos, los cuales harían
disminuir los salarios a un nivel de subsistencia.
Había nacido el Liberalismo económico,
que convirtió a los ciudadanos y a los países en competidores, y con
el murió la idea del precio justo, ya que desde entonces los precios
estarían regulados por la “ley” de la oferta y la demanda (El poeta
Oscar Wilde describió perfectamente, una vez más, las consecuencias:
“Es posible saber el precio de todo y no conocer el valor de nada“).
En 1851, el filósofo y economista Herbert Spencer, en su libro “La
Estática Social” acuñó el término de “supervivencia del más apto”
para definir el motor de las relaciones sociales.
En su opinión el
intento de ayudar a los pobres era un entorpecimiento de las Leyes
naturales que se regían por la competición.
La ciencia apoyaba totalmente estos
argumentos.
“Las civilizaciones, sociedades
e instituciones compiten entre sí para sobrevivir, y sólo
resultan vencedores aquellos que son biológicamente más
eficaces”
Herbert Spencer
- Herbert Spencer -
Estas eran las ideas que a mediados de
siglo “flotaban en el aire” entre la burguesía inglesa (parece
evidente que no serían compartidas por los trabajadores y “otras
clases inferiores de personas”).
También parece obvio que el éxito de
ventas del libro de Darwin tuvo lugar dentro de esta clase social,
sobre todo si tenemos en cuenta que su título completo, del que en
los tratados darwinistas se suele omitir habitualmente, posiblemente
por descuido, párrafos en cantidades variables (a veces hacen
referencia a “El Origen”) es “Del Origen de las Especies por medio
de la Selección Natural, o la Conservación de las Razas Favorecidas
en la Lucha por la Vida”.
A Malthus y Spencer, Darwin reconoce el
mérito de los conceptos “lucha por la vida” y “supervivencia del más
apto” .
“Alrededor de todo el darwinismo
inglés ronda algo así como un aire pestilente de exceso de
población inglesa, un olor a pequeñas gentes marcadas por la
necesidad y la estrechez.
Pero como naturalista, debería de salir de su rincón humano:
en la Naturaleza no reina la necesidad, sino la abundancia,
el derroche hasta lo insensato”
1882, Friedrich
Nietzsche
Lo que identificaba, lo que definía a
los darwinistas era la adopción de la “explicación científica” de la
situación del mundo y de su sociedad ( y no la preocupación por las
vicisitudes de los pinzones en las Islas Galápagos).
- Sir Francis Galton
“padre de la eugenesia” -
De hecho,el primo de Darwin, Sir Francis Galton, llamado “padre de la eugenesia”, escribía en 1869 en su
famoso libro “El Genio Hereditario” que,
“las altas clases inglesas
poseen la máxima capacidad hereditaria, y, por lo tanto, el
privilegio biológico de ser caudillos y dirigentes”.
Galton propuso que se prohibieran los cruzamientos entre razas,
puesto que acarrearían la disolución de aquellas dotadas con mayor
intelecto. También se sorprendía de encontrar en algunas personas,
“cierto pesar, en su mayor parte inexplicable, por la extinción
gradual de las razas inferiores”.
Estas ideas repugnantes forman parte de
lo que se conoce como Darwinismo social, tendencia que según el
tópico “horrorizaba a Darwin”, una afirmación que es rigurosamente
inexacta.
“…Me gustaría mucho tener la ocasión
de discutir con usted un punto relacionado, si se consolida en
el continente, en concreto la idea en la que insisten todos
nuestros sindicatos, de que todos los trabajadores, los buenos y
los malos, los fuertes y los débiles, deben trabajar el mismo
número de horas y recibir las mismas pagas.
Los sindicatos también se oponen al
trabajo a destajo (en suma, a toda competición). Me temo que las
sociedades cooperativas, que muchos ven como la principal
esperanza para el futuro, igualmente excluyen la competición.
Esto me parece un gran peligro para el futuro progreso de la
humanidad. No obstante, bajo cualquier sistema, los trabajadores
moderados y frugales tendrán una ventaja y dejarán más
descendientes que los borrachos y atolondrados.
Con mis mejores agradecimientos por el interés con que he
recibido su ensayo, y con mi respeto, quedo, querido señor.
Suyo sinceramente.
C. Darwin”
Final de una carta de Darwin a Heinrich
Fick, un profesor de leyes de la Universidad de Zurich partidario de
la aplicación de la teoría darwiniana a la legislación.
En dicha carta, fechada el 26 de Julio
de 1872 en Beckenham, Kent, Darwin comenta lo interesante que le
había parecido el ensayo elaborado por el citado jurista, en el que
sugería que el gobierno debería imponer restricciones al matrimonio
de los individuos “no aptos” para el servicio militar.
También utilizaba el darwinismo para
oponerse a los intentos de crear una igualdad socioeconómica,
“porque esto puede beneficiar a los débiles y conducir a la
degeneración “.
Pero antes de hablar del darwinismo social cabe preguntarse si
existe algún darwinismo que no sea social, o más bien qué es el
darwinismo “científico”.
Desde luego, no la idea de la evolución.
En palabras de Bertrand Russell :
“Una extensión al mundo animal y
vegetal de la economía de Laissez faire. Como ha escrito el
filósofo de la ciencia R.M. Young sobre el principio malthusiano:
“Lejos de ser un mecanismo en favor del cambio, era una defensa
del status quo, tanto en la naturaleza como en las sociedades”.
EUGENESIA
“En Estados Unidos durante la
primera mitad del siglo XX, la eugenesia alcanzó un alto
grado de influencia entre científicos y administradores
gubernamentales en el mundo angloparlante. Un moderado
número de leyes y directivas burocráticas tomaron un sesgo
eugenésico, si no una razón explícitamente eugenésica”
Michael R. Rose
profesor de Biología Evolutiva en la Universidad de
California, Irvine
Veamos alguna de este “moderado número
de leyes”.
En 1907 fue aprobada en Indiana la primera ley eugenésica, cuyo
preámbulo decía:
“Considerando que la herencia tiene
una función de la mayor importancia en la transmisión de la
delincuencia, la idiotez y la imbecilidad…”
Cuatro años más tarde, la asamblea
legislativa de Nueva Jersey añadió a la lista “debilidad mental,
epilepsia y otros defectos” y dos años más tarde el parlamento de
Iowa a,
“los lunáticos, borrachos,
drogadictos, perversos sexuales y morales, enfermos morbosos y
personas degeneradas”.
En 1930 las leyes eugenésicas se habían
establecido en treinta y un estados norteamericanos, con la
dramática consecuencia de la esterilización, según cifras oficiales,
de más de sesenta mil personas.
La “cooperación” con la selección
natural por parte de las autoridades científicas y políticas tuvo
distintos frentes.
Uno de ellos fue la aplicación de otra
simplificación con el mismo origen: la evaluación del llamado
“cociente intelectual” mediante test a los inmigrantes que, huyendo
de la miseria o la persecución política, llegaron hacinados en
penosos viajes a la isla de Ellis en Nueva York, según sus
“resultados” científicos, entre el 80% y 90% de los judíos,
húngaros, italianos y rusos eran “débiles mentales“.
L.M. Terman, fundador del “movimiento
americano de valoración psicológica” encontró que un IQ entre 70 y
80 era,
“muy común en familias
hispanoamericanas, indias y mejicanas, y también en las negras.
Parece que la causa de su estupidez es racial o, al menos,
atribuible a condiciones innatas de su familia (…) y, desde el
punto de vista eugenésico, el hecho constituye un grave problema
debido a la elevada proliferación de estas gentes”.
Como consecuencia:
“Si tratamos de conservar nuestra
patria para un pueblo que la merezca, debemos impedir, en la
medida de lo posible, la propagación de la degeneración mental
reduciendo su alarmante aumento”
- Lewis Madison
Terman -
- William Bradford Shockley -
El “modus operandi” lo aportó, en 1972
William Shockley, de la Universidad de Stanford, y premio
Nobel de Física, que fue el que redactó la proposición de ley
pidiendo la esterilización de aquellas personas cuya calificación de
IQ fuera inferior a 100, y propuso comenzar este programa en
personas dependientes de la seguridad social, a cambio de una
compensación económica.
En ese año, un mínimo de dieciséis mil mujeres y ocho mil hombres
fueron esterilizados por el gobierno de Estados Unidos. En 1974,
catorce estados tenían en estudio propuestas legislativas de ese
tipo.
Según M. Rose, los científicos
anglosajones compartían los valores de la clase media de su época
sobre la inmoralidad sexual y la pequeña delincuencia y tanto
Charles Davenport en Estados Unidos como los británicos Pearson y
Fisher (todos ellos padres de la Genética de Poblaciones) eran
eugenistas.
Estas ideas aún se mantienen oficialmente y “leyes promoviendo la
esterilización permanecen con fuerza en un número de estados en los
90″.
- Charles Davenport -
“La mayoría de los biólogos
evolucionistas no quieren ni pensar sobre el grado en el que el
darwinismo contribuyó al desarrollo de ideologías racistas en el
mundo moderno”.
Pero su base científica es irrebatible:
“…La idea de que existen diferentes
razas humanas, cada una con un propio ancestro y destino
compartido, llevó a muchos biólogos y virtualmente a cualquier
otro a la visión de que la evolución humana estuvo ligada a la
competición entre razas”…
”La idea de evolución por
modificación gradual llevó a muchos lideres culturales y
políticos a caracterizar a los grupos despreciados en términos
de su supuesto origen racial”…
”Añadida a esta idea fue la de la
competición, en la que las razas superiores pudieron vencer
-posiblemente eliminar- a las otras razas”.
Hubo alrededor de 30 millones de muertes
en la India, en la década de 1870.
El entonces virrey de la India,
Lord Lytton, era dawinista social:
“los hindúes menos capacitados que
los ingleses, morían a causa de sus propias incapacidades”.
Pero la más dramática aplicación de
estas “ideas” fue la que tuvo lugar durante el nazismo.
Según Rose:
“Aunque la eugenesia logró triunfos
legislativos en los Estados Unidos, fueron los alemanes los que
tomaron la eugenesia con mayor entusiasmo”.
Es más:
“La edición de 1937 del manual del
joven Hitler estaba llena de la teoría darwinista y genética, y
como tal ciencia fue tomada como justificación para el
exterminio de los judíos”.
En efecto, uno de los más tempranos
frutos de las leyes eugenésicas norteamericanas fue la “Ley de la
sanidad genética” alemana. Con su promulgación el 13 de Julio de
1937, se esterilizó a más de doscientas cincuenta mil personas
durante su período de vigencia…
No parece necesario hablar del siguiente
paso.
-
John D. Rockefeller
-
“El crecimiento de un gran
negocio consiste simplemente en la supervivencia del más
apto (…) Es sencillamente el desarrollo de una ley de la
naturaleza”
John D. Rockefeller
LA OPRESIÓN EN
TODO EL MUNDO
“Gracias al darwinismo se
aceptó la mentirosa afirmación de que el conflicto y la
agresividad es parte ineludible de la naturaleza humana.
Como un triste resultado de ello, guerras mundiales,
matanzas y todo tipo de brutalidades fueron disfrazadas como
eventos supuestamente justificables científicamente, por lo
que el siglo XX se convirtió en un período de sufrimiento e
inhumanidad”
UN BALANCE DOLOROSO
“Según el darwinismo social, el
débil, el pobre, el enfermo y el perezoso, deben ser
eliminados sin misericordia.
Una de las razones por la que
en el siglo XX quedaron sin respuesta los pedidos de auxilio
de millones de personas, desde Etiopía a Bosnia, fue esta
ideología que se impuso brutalmente sobre las sociedades”
Videos
El Proyecto Matriz #122
MÁXIMO SANDIN vs DARWIN - DARWINISMO SOCIAL IV
por
elproyect0matriz
Diciembre 4, 2009
del Sitio Web
YouTube
Regresar
al Contenido
|