por dhwty

04 Diciembre 2015

del Sitio Web AncientOrigins
 

 

 

 

Retratos de Huáscar y Atahualpa

aparecidos en sellos peruanos emitidos en el año 2004.

(Stamps Peru)

 

 


El 26 de julio del año 1533, el último gobernante del imperio inca, Atahualpa, fue ejecutado por los españoles a "garrote" (artilugio utilizado para estrangular a los reos).

 

Su muerte significó el fin del gran imperio inca y el comienzo de la conquista española sobre aquella región de América del Sur. Sólo un año antes, Atahualpa había salido victorioso de la sangrienta guerra civil mantenida para conseguir el Sapa Inca (título que significaba ‘el inca, el único’).

 

Esta guerra es conocida con diversos nombres: guerra civil inca, guerra dinástica inca, guerra de sucesión inca y guerra de los dos hermanos.

 

 

 


La muerte de un Sapa Inca

La guerra entre los dos hermanos empezó con la muerte del Sapa Inca Huayna Cápac y de su heredero, Ninan Cuyuhi en el año 1527.

 

Probablemente murieran ambos a causa de la viruela, enfermedad que se propagó rápidamente entre las comunidades indígenas desde la llegada de los españoles al continente.

Tradicionalmente, el Sapa Inca legaba el trono a su primogénito. En el caso de Huayna Cápac, sin embargo, su hijo mayor, Ninan Cuyochi, había fallecido antes que él.

 

Poco después de la muerte de su hijo, también Huayna Cápac se encontró en su propio lecho de muerte, y fue por esta razón por la que el Sapa Inca rompió la tradición y dividió el imperio entre sus dos hijos menores:

Huáscar y Atahualpa.

 


El 12º Inca, Huayna Cápac.

(CC BY SA 3.0)

 

 

 


La división del imperio inca

De los dos hijos, Huáscar era el mayor, y el segundo hijo de la mujer legítima de Huayna Cápac.

 

Mientras, de Atahualpa se decía que era fruto de su unión con una de sus concubinas. Por tanto, entregó el imperio a Huáscar excepto Quito y sus alrededores, al norte del territorio, que fueron para Atahualpa.

 

Gobernando Cuzco, la capital del imperio inca, Huáscar conseguía la lealtad de la mayor parte del pueblo. Atahualpa en cambio lograba la lealtad del ejército inca, situado al norte para someter a las tribus fronterizas.

 

Además, tres importantes generales,

  • Chalcuchímac

  • Quisquis

  • Rumiñahui,

...juraron lealtad al menor de los hermanos.

 


Rumiñahui (1925), óleo de José Yépez.

Palacio Municipal de Quito, Ecuador.

(Public Domain)

 

 

 


El comienzo de la guerra

Es posible que Huayna Cápac pensara que ambos hermanos gobernarían el imperio juntos, en armonía.

 

Pero no fue así.

 

Huáscar vio el mando de Atahualpa sobre el ejército inca como una amenaza directa a su posición como Sapa Inca, y decidió atacar primero para tratar de conquistar Quito.

Al principio esta maniobra pareció tener éxito, derrotando las tropas de Huáscar a Atahualpa y capturándole cerca de Tomebamba. Sin embargo, Atahualpa logró escapar y regresó a Quito para reagrupar a sus tropas.

 

Aunque Huáscar trató de conquistar la capital norteña, fue derrotado y forzado a replegarse de nuevo hacia el sur.

 

Fue entonces cuando Atahualpa envió un ejército capitaneado por Chalcuchímac y Quisquis contra Huáscar, mientras el general Rumiñahui permanecía en Quito para proteger la plaza.

 

 

 


Historias difamatorias sobre Huáscar

Se ha dicho que Huáscar se fue convirtiendo en un gobernante muy poco querido por su pueblo porque, por ejemplo, se le acusaba de haber asesinado a los señores que habían acompañado el cadáver de su padre, Huayna Cápac.

 

Dichos señores ocupaban una elevada posición social en Cuzco.

 

Por si esto fuera poco, la nobleza le dio la espalda cuando Huáscar supuestamente amenazó con quedarse con las pertenencias de las momias reales para, a continuación, quemar sus sagrados cuerpos.

Incluso se afirmaba que Huáscar mandaba matar a todos los mensajeros enviados por Atahualpa. También se le acusó de haberles cortado la nariz a algunos mensajeros - que portaban presentes de parte de Atahualpa - y mandarlos de vuelta con los ropajes desgarrados.

 

Es muy probable que estas acusaciones acerca de la crueldad de Huáscar provinieran del bando vencedor, es decir, del propio Atahualpa y de sus generales y aliados, mientras que la versión de la historia vivida por Huáscar y los suyos se habría perdido para siempre.

 

Chasqui haciendo sonar un pututu (caracola).

Los chasquis eran los veloces mensajeros del Imperio Inca,

y de ellos se decía que podían correr hasta 240 kilómetros en un día.

Por medio de un eficiente sistema de relevos,

eran capaces de hacer llegar un mensaje importante de Quito a Cuzco

en tan solo una semana.

(Public Domain)

 

 

 


El fin de la guerra entre los dos hermanos y la creación de un nuevo imperio

En 1532, el ejército de Atahualpa derrotó a las fuerzas de Huáscar en una batalla decisiva librada a las afueras de Cuzco, capturándole y haciéndole prisionero.

 

Las noticias de esta victoria llegaron hasta Atahualpa cuando éste se hallaba en la ciudad de Cajamarca porque, justo por aquel entonces, se habían visto en aquella zona a unos extraños hombres de piel blanca con "lana en sus rostros"…

 

Los españoles habían llegado.

 


Huáscar cautivo del ejército de Atahualpa,

dibujo de Felipe Huamán Poma de Ayala.

(Public Domain)
 


Atahualpa no podía suponer entonces lo corto que sería su reinado, ya que aquellos extraños hombres acabarían derrotando a sus ejércitos y ejecutándole, poniendo fin a su Imperio.

 

De hecho, Atahualpa fue apresado muy poco después de su victoria sobre Huáscar.

La guerra entre los dos hermanos no sirvió para conseguir la reunificación del imperio inca bajo un único soberano, sino que provocó, indirectamente, la conquista de los incas por parte de los recién llegados españoles.

 


Grabado de la captura de Atahualpa en Cajamarca.

(Public Domain)
 

 

 


Fuentes