EL MODELO POP

 

Si no luchamos suficientemente fuerte

por las cosas que defendemos,

llegado cierto punto

tendremos que reconocer

que no las defendemos realmente

-Paul Wellstone


El compromiso es una parte prácticamente inevitable de nuestras vidas.

 

Muchos de nosotros tenemos una idea vaga de los ideales a los que, por lo menos, aspiramos. Por todo tipo de razones - financieras, sociales, legales, emocionales, fisiológicas - a menudo estamos a millones de kilómetros de vivirlos realmente en la medida que nos gustaría, si lo hacemos. Está bien. Todos somos perfectamente imperfectos y nuestra cultura actual y desde luego, sus manifestaciones políticas y económicas no nos lo ponen fácil.

 

Una perspectiva más viable que ir directo desde donde quiera que estemos individualmente en este momento a vivir nuestros ideales más elevados al cien por cien, es hacer una transición en una serie de bien pensadas etapas que tengan sentido para nuestras vidas.

 

La clave es que estos pasos sean los suficientemente realistas a corto plazo como para ser realizables, aunque suficientemente ambiciosos como para ser considerados una respuesta apropiada a las principales cuestiones ecológicas y sociales de nuestro tiempo.

 

Este libro trata de crear sociedades que se muevan más allá de la necesidad de dinero por la simple razón de que, como he explicado en los capítulos 1 y 2, si no lo hacemos no podremos vivir a largo plazo dentro de las capacidades del planeta que nos acoge. Sin embargo, el mundo que hemos creado ha deificado al dinero hasta el punto de que es el líder de la religión más grande del mundo, una fe que no tolera otras creencias espirituales. Esto hace que vivir completamente libre de dinero sea desesperanzador.

 

Y pese a que una parte de este libro trata de apoyar un modo de vida libre de dinero como una visión, una semilla a proteger hasta que llegue el tiempo en que los factores externos dejen un suelo suficientemente fértil como para permitirla germinar y florecer, también tiene como objetivo ocuparse de la realidad. Tu realidad, cualquiera que sea.

 

Mi propio ideal de economía, como he dicho, es una economía del don totalmente localizada. Sin embargo para la mayoría es imposible ahora; llegar a final de mes sin acumular más deuda es probablemente un reto más pertinente. Por lo tanto, a lo largo de este libro quiero ofrecerte un abanico de modos de reducir la dependencia del dinero y de aumentar la conexión con la comunidad local y con el entorno.

 

Las ideas serán libres de dinero (y si no son puramente libres de dinero, explicaré porqué he decidido incluirlas), pero depende de ti cuántas puedes o quieres integrar en tu vida.

 

La mayoría son cosas que puedes hacer ya independientemente de tus circunstancias, otras serán cosas por las que quizá tengas que hacer un esfuerzo.

 

No importa cuánto incorpores en tu vida, hagas lo que hagas te ayudará a diversificar el modo de cubrir tus necesidades, a reducir tu dependencia del dinero, a darte más resiliencia, menor impacto ecológico y a tener una buena relación con tus vecinos. Cuanto más lejos vayas mejor, tanto por tu bienestar como por el del planeta.

 

En mi propio camino viviendo libre de dinero, sentí que necesitaba una infraestructura, un mapa de ruta, no sólo para permitirme ir desde A (mis circunstancias en 2008) a B (lo que consideraba realista en un año), sino para entender de primera mano cómo eran realmente A, B y Z. ¿Cómo estoy viviendo ahora? ¿De qué modo quiero vivir en el futuro?

 

En una larga conversación con uno de mis colegas más cercanos en este experimento evolutivo de la vida libre de dinero, Shaun Chamberlin (46) (autor de The Transition Timeline [Cronología de la Transición] (47)), surgió un modelo que permitiría a cualquiera - independientemente de las convicciones políticas, religiosas o filosóficas - considerar cómo es cada etapa y qué cosa por su naturaleza te anima a hacer el camino, quizá de un modo similar a cómo podrías tratar de subir la pirámide de Maslow (48) a lo largo de tu vida.

 

Es un modo simple de ocuparse tanto de las cuestiones prácticas como filosóficas que surgen a medida que tratamos de alinear nuestras vidas con nuestros valores.

 

Lo llamamos el modelo de Progresión de Principios (POP) y es un modelo que puede ser útil para cualquiera que quiera vivir más cerca de sus ideales, independientemente de si quiere vivir libre de dinero, como parte de una comunidad religiosa o espiritual, o en el movimiento de Transición; son simplemente algunos ejemplos.

 

Puesto que este libro está centrado en la diversificación de tu economía personal y en necesitar el menor dinero posible, aplicaré la infraestructura del modelo POP en este contexto sólo, pero espero que los lectores se sientan capaces de utilizarlo para ayudar en su propio progreso hacia cualquier modo de vida que esté en sintonía con sus creencias. La belleza del modelo POP es que está hecho por ti a tu medida.

 

 

 

CÓMO FUNCIONA

 

Para ilustrar cómo funciona el modelo POP tomemos un par de ejemplos que serán tan sólo míos. Naturalmente tiende a tener entre tres y ocho niveles, dependiendo de las complejidades y permutaciones, pero puede ser tan corto o largo como quieras.

 

Primero echemos un vistazo a mi modelo POP para 'sistemas económicos'.

  • Nivel 1: (100% economía del don local): Cosuficiencia completa basada en una economía del don.

  • Nivel 2: Cosuficiencia basada en una moneda local/trueque dentro de una economía totalmente localizada.

  • Nivel 3: Economías del don con mínima dependencia del modelo económico dominante.

  • Nivel 4: LETS, bancos de tiempo y monedas locales con mínima dependencia del modelo económico dominante.

  • Nivel 5: Economía monetaria globalizada más verde.

  • Nivel 6: (100% economía monetaria global): Economía monetaria globalizada.

La mayoría de este modelo POP particular, teniendo en cuenta mis comentarios previos, será auto explicativo.

 

Para el nivel 1, puedes preguntarte porqué 'cosuficiencia' y no autosuficiencia. La respuesta: porque autosuficiencia es una ilusión. Como mínimo somos interdependientes de las abejas, de las bacterias y de las lombrices y de todas las personas de nuestra comunidad local sea tu calle, tu pueblo o tu comunidad intencional.

 

Así que cuando digo comunidad, quiero decir toda la comunidad de la vida y no sólo los humanos. A pesar de que la cultura actual nos ha timado haciéndonos creer que la dependencia de otros es un signo de debilidad o de fracaso, yo sostengo lo contrario. La dependencia es crucial para el tejido de la auténtica comunidad y al final para nuestro sentido de lugar, relación y de bienestar. La realidad ahora es que no somos tan independientes como nos gustaría creer. Hablamos de 'independencia financiera', pero es otra delusión.

 

Hemos reemplazado la dependencia de las personas que nos rodean, a las que conocemos y amamos, por la dependencia sin rostro, de extraños lejanos que nunca conoceremos o agradeceremos por lo que producen para nosotros. ¿Por qué hemos elegido lo impersonal por encima de lo personal? ¿Es realmente tan indeseable vivir en una comunidad de almas conscientemente interdependientes que nos esforzamos por ganar dinero para evitarlo?

 

Habrás notado por la estructura de este modelo POP que doy más importancia personal a la vida 100% localizada que al espíritu con el que se toman las acciones. En parte es debido a los imperativos ecológicos de nuestro tiempo, pero también porque creo que puesto que las relaciones personales se forman a través del intercambio de moneda local u otras formas de intercambio de crédito, el don incondicional vendrá a sustituir el elemento trueque/intercambio de cualquier modo.

 

Pero de nuevo, dependiendo de tu propia filosofía personal, su modelo POP puede ser diferente del mío.

 

Otro ejemplo, veamos la categoría que llamamos 'transporte'.

  • Nivel 1 (100% economía del don local): Ir descalzo conectando con la tierra bajo los pies.

  • Nivel 2: Llevar zapatos hechos por ti (o donados incondicionalmente) con materiales locales.

  • Nivel 3: Llevar zapatos que he trocado y que están hechos con materiales locales.

  • Nivel 4: Llevar zapatillas de deporte hechas en una fábrica china.

  • Nivel 5: Ir en una bicicleta producida industrialmente.

  • Nivel 6 (100% economía monetaria global): Conducir un coche híbrido.

Explicaré este ejemplo para ayudar a comprender la técnica y para revelar un poco más sobre mi versión personal de vida libre de dinero.

 

La mayoría de la gente verá el nivel máximo, en este escenario, como bastante extremo y no deseable. Y por algunas buenas razones: nuestra tierra se ha cubierto de ciudades y su asfalto, gravilla y hormigón; nuestros pies se han suavizado tras generaciones llevando un calzado cada vez más cómodo y caliente; y ¿por qué ponerte en una situación dura cuando ya hay toneladas de zapatos de segunda mano?

 

Está bien considerar que es demasiado extremo, éste es mi modelo POP para el transporte, no el tuyo, y esa es parcialmente la cuestión. Pero creo que hasta que no sintamos de nuevo la tierra bajo nuestros pies nunca aprenderemos a caminar con cuidado sobre Ella. No lograremos tener un nivel de consciencia en nuestras vidas que, desafortunadamente, parece sólo surgir cuando es necesario e inevitable.

 

Cuando caminas descalzo sientes la flora de la región (o la cantidad de basura) aunque sólo sea por no clavarte una espina (o un trozo de vidrio) en el pie. Me he dado cuenta de que cuando camino descalzo busco más comida porque soy más consciente de lo que me rodea.

A pesar de que el trueque es con frecuencia un ejercido de economía local (aunque esto ha cambiado con el advenimiento de la World Wide Web), todavía es un ejemplo de la fascinación de nuestra cultura actual por el intercambio. A menudo me pregunto por qué no podemos simplemente compartir nuestros dones y talentos sin otra razón que ayudar a alguien.

 

De ahí que los zapatos trocados están en el último tercio mientras que los donados incondicionalmente están en el nivel 2. La bicicleta, ese gran símbolo de la vida sostenible, está en el nivel 5.

 

No quiero ser demasiado duro con el uso de bicicletas producidas industrialmente porque tiene muchos beneficios y estoy de acuerdo con que es más sostenible. Simplemente no creo que sea absolutamente sostenible, dado que requiere materiales importados de todo el mundo usando una infraestructura globalizada que es inherentemente destructiva y explotadora del resto de la Naturaleza. No es sostenible en términos absolutos, ¿por qué pensamos que podemos continuar con ello indefinidamente?

 

El ciclismo bajo cualquier forma nos desconecta de la tierra más que caminar y acelera la vida (lo que normalmente resulta en consumir más cosas con el tiempo libre que nos proporciona), por eso está situada más abajo que 'llevar zapatillas deportivas hechas en una fábrica china' en mi modelo POP para el transporte. Dicho esto, sigue permitiéndote moverte sin necesidad de dinero (especialmente si puedes encontrar tirados o abandonados repuestos para su mantenimiento), que puede ser lo que quieres - si es el caso, el ciclismo podría estar en la parte más alta de tu modelo POP.

 

No te preocupes si todavía estás en la planta baja de tu modelo. En la actualidad, voy más en una bicicleta fabricada industrialmente que caminando, aunque este modelo me ha ayudado a aclarar mi compromiso con caminar descalzo más frecuentemente en el futuro.

 

Ten también en cuenta que la 'distancia' entre los niveles es bastante arbitraria. En un modelo POP en particular, el espacio entre el nivel 4 y el 5 puede ser mucho mayor o menor que entre los niveles 1 y 2, por ejemplo. Esto también te permite acercar la visión - si tu objetivo para el año era pasar de conducir un coche híbrido a moverte en una bicicleta industrial (Niveles 6 y 5 en mi versión) quizá quieras ponerlos en los niveles 1 y 6 respectivamente y añadir algunas etapas en medio.

 

Cuando describo muchas soluciones disponibles en los siguientes capítulos, haré una referencia breve a este concepto de vez en cuando para ilustrar como el esfuerzo por una vida libre de dinero no tiene porque ser todo o nada, sino un plan por pasos hacia un modelo económico personal más diverso, uno que espero te lleve a crear una economía más resiliente para ti, menos vulnerable frente a un enorme sistema basado en el absurdo concepto de crecimiento infinito en un planeta finito.

 

Sin embargo, el modelo no es un pequeño ejercicio nuevo que nos haga sentir a gustito con nosotros, aunque pueda ser un estupendo extra. La cuestión es ayudarnos a colocarnos en un lugar en el que vivamos en armonía con la Tierra y entre nosotras.

 

Si no se aplica con cierto grado de valor y determinación, nunca lograremos el mundo que cada uno de nosotros sabe que es posible.

 

 

 

Mujeres y hombres libres de dinero

 

Aún existen enclaves libres de dinero en las partes salvajes retiradas del mundo que la civilización todavía no ha invadido.

 

Incluso en la sociedad civilizada, moderna e industrial hay quienes han voluntariamente dejado de usarlo. Algunos han vivido sin dinero durante una década, otras han viajado miles de kilómetros sin dinero a pie o en vehículos de todo tipo y otros más lo han hecho en áreas urbanas y rurales.

 

Las razones por las que lo hacemos (o lo hemos hecho) varían enormemente y nuestros modelos POP individuales serían muy diferentes. Pero hay una tendencia común - el simple hecho de que hemos observado un mundo yendo horriblemente mal en todos los niveles de la vida y queremos crear nuevas historias para vivir nuestras vidas, nuevos modos de ser que estimulen en vez de esclavizar. Queremos vidas basadas en la confianza y en las relaciones más que en la desconfianza y en la despersonalización.

 

Con el ánimo de compartir el mayor número de perspectivas de vida libre de dinero que pueda y para mostrar que puedes hacerlo en todo tipo de escenario y por todo tipo de motivo, aquí tienes algunos ejemplos inspiradores de gente que ha vivido sin dinero.

  • Peace Pilgrim [Peregrina de la Paz]: hasta su muerte en 1981, Peace Pilgrim pasó 28 años caminando a lo largo y ancho de EEUU siete veces, sin un céntimo. Su única posesión era la ropa y si puedes creerlo, algunas cositas que llevaba en los bolsillos de su túnica. Comenzó a caminar a la tierna edad de 44 y prometió "ser una vagabunda hasta que el ser humano aprenda el paso de la paz, caminando hasta que me den techo y ayunando hasta que me den comida". Escribió un libro, disponible gratuitamente tanto en papel como online llamado Steps towards Inner Peace [Pasos hacia la Paz Interior](49) traducido a 29 idiomas.

     

  • Daniel Suelo: Daniel comenzó a vivir sin dinero en 2000 y es el protagonista de un libro titulado The Man who Quit Money [El Hombre que Dejó el Dinero]. No tiene domicilio fijo, pero pasa la mayor parte del tiempo viviendo en las cuevas de los cañones de Utah donde recoge comida silvestre (y en las basuras), se lava en los ríos y pasa el tiempo haciendo lo que le da la gana. Su blog, Zero Currency (50), es siempre muy estimulante para la reflexión.

  • Satish Kumar: ahora editor de la revista Resurgence (51), Satish vino a GB desde India, caminando durante más de dos años, sin dinero, siguiendo el consejo de uno de sus profesores, Vinoba Bhave (uno de los amigos más cercanos de Mahatma Gandhi). Sus experiencias, tanto internas como externas, están disponibles en uno de sus muchos libros, No Destination [Sin Destino] (52). También es el fundador del Schumacher College y de The Small School en Devon, Inglaterra.

  • Tomi Astikainen: Este finlandés dejó el dinero "para ver la vida como es, sin el velo del condicionamiento social". Para experimentar esto, "se convirtió voluntariamente en vagabundo nómada en junio de 2009 y ha vivido completamente sin dinero desde julio de 2010". Durante este tiempo, sin dinero, ha hecho dedo durante 30.000 kilómetros y ha escrito sobre su experiencia en un libro gratuito online titulado The Sunhitcher [El Autoestopista del Sol] (53).

     

  • Jürgen Wagner: como parte del movimiento Schenkers (Donadores), el hombre conocido como Oeffie ha vivido sin dinero desde 1991. Como alemán libre de dinero, la mayoría de su trabajo está en su lengua materna. Si hablas alemán o tienes acceso a una traducción puedes saber más sobre él y su perspectiva online (54).

  • Heidemaire Schwermer: habiendo fundado un popular círculo de intercambio conocido como Tauschring, esta psicoterapeuta ha vivido libre de dinero (con la excepción de algunos euros que guarda para los abonos de tren) desde 1996. Es la protagonista de un documental titulado Living without Money [Vivir sin Dinero] y ha escrito un libro llamado Das Sterntalerexperiment - Mein Leben Ohne Geld [El Experimento Sterntaler - Mi Vida Sin Dinero]. La filosofía de Heidemarie a menudo se basa en el intercambio, sin embargo pienso que hay mucho que aprender todavía de su experiencia, tanto en cómo le ha afectado como persona como en las cuestiones prácticas.

     

  • Benjamin, Raphael, Nicola, Nieves: esta banda de aventureros libres de dinero parte de un proyecto conocido como Forward the (R)evolution, pasaron 14 meses haciendo dedo en coche y barco para recorrer 30.000 kilómetros desde Holanda hasta EEUU y México sin aceptar o usar dinero, siendo llevados en 480 vehículos a lo largo de su viaje. Cuando pregunté a Benji porqué vivía sin dinero me dijo "simplemente porque es el mejor modo que he encontrado de abrirme al mundo y de aprender cómo dar, compartir y amar como si todo el mundo fuera parte de mi familia, la inmensa familia humana". Han contado sus experiencias y su proceso interior en su página web (55).

  • Sonja Kruse: En un viaje que duró un año y que supuso 16 culturas diferentes, nueve provincias, 114 ciudades y 150 familias diferentes, Sonja   - una surafricana más conocida como The Ubuntu Girl [La Chica Ubuntu] - salió a la búsqueda del auténtico significado de Ubuntu (una palabra Bantú que se centra en las relaciones de unas personas con otras). Sus ideas y perspectivas están disponibles online en su blog (56).

     

  • Adin Van Ryneveld (57): Otro surafricano que vive el mismo espíritu Ubuntu de "yo soy porque tú eres". Adin dejó el dinero en 2009 como un proyecto de cinco años para, alguien podría decir bastante irónicamente, lograr dinero para causas justas. Yo creo que cualquier aparente ironía no mina su deseo de ayudar al mundo en el que ha nacido y siguiendo su camino tiene percepciones únicas de una idea que puede ser valiosa para muchos.

  • Elf Pavlik: Vivir en Europa sin dinero ni carnet de identidad y declarándose sin nacionalidad. Ha sido responsable de juntar a todas las personas que viven libres de dinero en todo el mundo y de algún modo crear un movimiento de cohesión. Su página web (58) contiene información útil sobre la gente y los proyectos libres de dinero que te pueden ayudar a vivir de un modo similar al suyo.

  • Julez Edward (59): A pesar de vivir y viajar sin dinero durante periodos de su vida, Julez cree que "viajar por el mundo es en la actualidad completamente contradictorio con la vida libre de dinero debido a la dependencia del avión/combustible". Basándose en eso ahora está "trabajando para encontrar modos de vivir completamente fuera de la red y usar sólo lo que proporciona la Naturaleza".

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RETOS Y ESTRATEGIAS TRANSICIONALES

 


La localización se sitúa, en el mejor de los casos,

en los límites de las posibilidades prácticas,

pero tiene el argumento decisivo a su favor

de que no habrá alternativa.

-Dr. David Fleming


Las personas interesadas en la idea de vivir completamente libres se enfrentarán sin duda a obstáculos que, por la razón que sea, no pueden evitar a la primera. Los más citados son externos: inaccesibilidad a la tierra, impuestos, permisos para la construcción de bajo impacto (60), vivienda autosuficiente y demás.

 

Tales ejemplos son importantes barreras potenciales, muy enraizadas en la realidad de nuestro mundo de hoy, y son bastante apabullantes, especialmente para personas que tratan de reducir su compromiso con la maquinaria económica, en vez de incrementarlo. Las cuestiones en torno al acceso al suelo - tales como propiedad privada, precios de la tierra, permisos y leyes - yacen muy cerca del corazón del problema.

 

Aunque muchos de estos retos económicos y socio-políticos se originan en obstáculos personales e internos que creamos en nuestro interior y que nos impiden vivir una vida de gloriosa simplicidad, libertad y aventura. Percibir la cuestión de la tierra como el problema principal es perder las historias culturales subyacentes que dan lugar a tales conceptos en la base.

 

Las políticas y legislaciones de los gobiernos todavía están hechas por gente, incluso si a veces es imposible no preguntarse si los que las ejecutan son realmente Homo genus, especialmente cuando estás en el proceso de vértelas con ellas.

Mahatma Gandhi, el mayor ludita ¥ del mundo, dijo en una ocasión,

"tus creencias se convierten en tus pensamientos. Tus pensamientos se convierten en tus palabras. Tus palabras se convierten en tus acciones. Tus acciones se convierten en tus hábitos. Tus hábitos se convierten en tus valores. Tus valores se convierten en tu destino".

Hay una verdad en ello tanto a nivel individual como colectivo. Aunque parece demasiado lineal y no reconoce que la vida y la cultura se mueven en espirales y no en líneas rectas.


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¥ El ludismo (Luddism, en inglés) fue un movimiento obrero que adquirió auge en Inglaterra a partir del odio hacia las máquinas. Sus seguidores se llamaban ludistas o luditas (Luddites en inglés), nombre que tomaron de Ned Ludd - más tarde convertido en un líder ficticio que crearon los obreros para que las fuerzas del orden (ejército) nunca pudieran descabezar la rebelión-. El ludismo representaba las protestas de los obreros contra las industrias por los despidos y los bajos salarios ocasionados por la introducción de las máquinas. Estas revueltas eran desorganizadas y los obreros atentaban contra las máquinas destruyéndolas.

 

 

Si La Gran Alma se hubiera molestado en consultarme antes de hacer comentarios tan apresurados, le hubiera sugerido reformular el final diciendo tus valores se convierten en tu cultura. Tu cultura se convierte en tus creencias. No hay destino, sólo un camino sin descanso a lo largo de una espiral.

 

Las políticas gubernamentales que existen hoy comenzaron con un conjunto de creencias de un tipo u otro que con el tiempo se transformaron en muchas historias que a su vez se unieron unas a otras y crearon nuevas versiones bastardas.

 

Ahora tenemos la historia de que alguien puede poseer un trozo de la Tierra y cobrar a otra persona por estar en él; existe la historia peculiar del dinero; la historia antropocéntrica de que un Gran Hombre en el Cielo ha hecho todo por la Humanidad y entonces esta Última tiene el dominio y puede hacer lo que quiera; historias Cartesianas, historias Newtonianas, historias Darwinianas; historias de Smith y Marx y Friedman.

 

Existe la historia de la reserva fraccionada bancaria donde nuestros amos - los bancos - producen dinero por arte de magia a partir del aire y después nos lo prestan de un modo que supone que no sólo tenemos que devolver el capital que inventan, sino también intereses usando dinero que se ha producido con nuestro sudor. No olvidemos que ahora sólo se permite a los pájaros, los tejones y otros animales salvajes hacer sus casas con materiales locales - la misma historia que insiste en que se debe cobrar, vigilar y regular a los humanos en todo lo que hacen.

 

Esto forma parte de la historia de que la Libertad es para la Naturaleza y que nosotros estamos fuera.

 

Todo esto son mitos, que comenzaron con creencias originadas hace mucho tiempo en un periodo en el que las historias que engendraron pudieron haber sido útiles. A lo largo de los tiempos se unieron con otras historias emergentes creando historias para niños que son ahora absolutamente ridículas y no tienen ningún sentido para los retos reales a los que nos enfrentamos hoy.

 

De cualquier modo, la mayoría de nuestra especie todavía cree en esas historias, dándoles validez y tenemos que encontrar modos de trabajar con ellas, dentro de ellas y a veces entorno a ellas. No es una hazaña pequeña. Pero por eso en este capítulo pretendo mostrar los principales obstáculos internos y externos que pueden impedir tu camino hacia una vida más allá del dinero o que simplemente obstruyen la entrada a la trampa que conduce al dinero - libre transporte, comida, casa, entretenimiento y similares.

 

Cuando sea oportuno proporcionaré vías alternativas a estos obstáculos. Si no tengo solución, lo diré y espero que alguno de vosotros pueda con el tiempo proporcionar soluciones cuando las descubra.

 

Una parte de este proceso es lo que Rob Hopkins, cofundador de la Red de Transición, describe como el desencadenamiento del genio colectivo de la comunidad.

 

 

 

Cultura humana actual

 

Más poderosa que las leyes, más que los ejércitos, es la cultura.

 

Tomemos un ejemplo. A pesar de que compartir es excelente para nosotros a todos los niveles y para la salud de nuestra anfitriona, no es tan bueno para esa criatura que llamamos Economía, una bestia que todos los políticos con ambición de permanecer en el poder necesitan alimentar constantemente con comidas cada vez más copiosas.

 

Para la Economía, compartir es el enemigo, compartir compite con su comida y por tanto compartir es el enemigo para aquellos cuyas abultadas cuentas bancarias dependen del crecimiento de la Economía. Hacer que compartir sea ilegal, sin embargo, sería imposible de controlar por las autoridades y no sería bien visto por el votante. En lugar de ello, nuestros políticos, arquitectos sociales y comerciantes, eligen una vía más sutil cocreando una cultura en la que compartir no es ilegal, sino muy poco deseable. Es una cultura que te pregunta por qué tendrías que preocuparte por compartir lo que has logrado trabajando duramente con alguien que puede que haya trabajado tan duro o no.

 

Una cultura de escasez que hace que te preocupes por si la otra persona rompe lo que le has prestado o que no te lo devuelva dejándote con el sentimiento de engaño. Una cultura que afirma que si tienes que pedir prestado algo es porque no tienes suficiente éxito para tener el tuyo propio. No hacen falta leyes con tal cultura del miedo, de la escasez y del estatus que hace que la gente se amolde voluntariamente sin ellas.

 

La cultura también determina mucho como elegimos vivir nuestras vidas. Puesto que los humanos somos criaturas sociales, la posibilidad de sufrir un ostracismo social y el rechazo y las cuestiones de autoestima que acompañan tiene una gran influencia en nuestros patrones de comportamiento y en las elecciones que hacemos.

 

Es muy controvertido sugerir que las necesidades de aceptación de una persona, un problema que normalmente surge de una falta de seguridad en sí misma, dictan una gran parte de su comportamiento.

 

Algunas de nuestras normas sociales son persuasivas e intensamente opresivas. En las civilizaciones occidentales, el estatus se te confiere por lo que posees, dónde vives, qué carrera tienes, cuánto dinero ganas, lo poderoso que eres o las marcas que ostentas. En cada uno de ellos, cuanto mayor o más caro, mejor. Si decides vivir sin dinero, o incluso una vida de simplicidad, instantáneamente renuncias a la mayoría de los indicadores de éxito culturalmente aceptados.

 

A pesar de que muchos de los que han nadado contracorriente aseguran que haber hecho un paso tan atrevido reforzó su confianza y libertad - hasta el punto en que ya no les importaba lo que pensara la gente - puede parecer inicialmente un camino muy difícil de tomar. También se dan cuenta, como escribió Bob Dylan, de que "un hombre es un éxito si se levanta por la mañana y se acuesta por la noche y en medio hace lo que quiere hacer".

 

Una de las principales preocupaciones que la gente me ha transmitido valorando una vida libre de dinero - o tan sólo una vida más simple - es lo que pensarán sus amigos, su familia y la comunidad. Después de todo, no tener dinero se ha estigmatizado con un sentido de pobreza y de no tener éxito en la vida, incluso si tu vida nunca ha sido más rica en términos reales.

 

La profundidad con la que está embebida en nosotros la aceptación social todavía me sorprende, a pesar de que afirmamos sentir antipatía por la misma sociedad por la que nos sentimos obligados a ser aceptados. Como dijo en una ocasión Jiddu Krishnamurti, "no es una medida de salud estar bien ajustado a una sociedad profundamente enferma", aunque a menudo parece que preferimos hacer ese ajuste antes que arriesgarnos a la exclusión que parece venir con vivir una vida saludable.

 

Con frecuencia la gente me pregunta qué pueden hacer al respecto, cómo pueden superarlo y vivir las vidas que quieren.

 

Tras pensar mucho e intensamente sobre el asunto, sólo ha surgido una palabra:

Valor.

Si queremos cambiar las historias de nuestra cultura y permitir a la gente sentirse libre de ser lo que quiera ser, tenemos que mostrar valor.

 

Billy Graham subrayó que "el valor es contagioso. Cuando un hombre valiente se alza, las espaldas de los otros se estiran". Nada ha cambiado nunca para mejor con gente que simplemente acepta las normas.

 

El cambio comienza contigo y haciéndolo, como mínimo, afectará a las vidas de los que tocas cada día. Esto vale la pena vivirlo por sí mismo.

 

Todo lo que necesitas hacer para encontrar el valor es preguntarte a ti mismo cuál es el objetivo más importante de tu vida: ¿es hacer simplemente lo que otras personas esperan que hagas o es vivir tu verdad tan nítidamente como puedas?

 

Si eliges lo último, todo lo que requiere es que comiences a ponerlo en práctica.

 

 

 

Adicción a la industrialización

 

La adicción es algo potente.

 

Sólo tienes que observar a un alcohólico o a un adicto a la heroína para comprender lo controlador y debilitador que es. Un alcohólico que reconoce que tiene un problema sabe que su vida sería mucho mejor sin empinar el codo. Muchos comprenden que están arruinando todas sus relaciones, algunos incluso saben si no lo dejan a la larga les matará. A pesar de que no les hace felices no pueden ayudarse a sí mismos.

 

Ahora sabemos que el crecimiento económico incesante, que como he expuesto sólo puede facilitarse mediante una herramienta como el dinero, está haciendo inhabitable el planeta Tierra para 150-200 especies al día (eso es 73.000 especies al año y sólo las especies que conocemos) (61).

 

Es sólo cuestión de tiempo el que nosotros nos unamos a las estadísticas, aunque nos consideremos más dignos de interés que los otros: el Dodo, el Tigre de Tasmania, la Paloma Migratoria, el Po'ouli, el Rinoceronte Negro Africano - la lista es tan larga que hace llorar. A pesar de esto, también sabemos que el crecimiento económico incesante no nos hace felices - la persona cuya sed es insaciable nunca puede ser satisfecha.

 

Pero somos adictos. Adictos al crecimiento, a más, más grande, más deprisa, al estatus, a la ilusión de certitud, a la conveniencia, a la mediocridad, a un nivel de comodidad malsano y desequilibrado, a la comida procesada, a la conformidad, a no detener la maquinaria que no para nunca.

 

Somos adictos a consumir el planeta y con él todos los elementos de construcción básicos que conforman nuestra carne y nuestros huesos. Estamos matando tanto nuestro yo egocéntrico como nuestro yo holístico y parece que no podemos ayudar ni a uno ni a otro.

 

Tal adicción no es la barrera más común que la gente me expone para la simplicidad voluntaria y para vivir libre de dinero. Sorprendentemente pocos la citen. Aunque con frecuencia me encuentro con gente que dice que realmente querrían cambiar, pero me dicen que no pueden. Parecen tan enganchados a sus antiguas costumbres que no las pueden dejar. ¿Es esto adicción y si lo es cómo podemos superarla?

 

Para saber más, entrevisté a Dr. Chris Johnstone, que ha trabajado durante casi 20 años como especialista en adicciones en el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña.

 

Su libro 'Find Your Power' [Encuentra tu Poder] (62) y 'Active Hope' [Esperanza Activa] (63) (escrito junto con Joanna Macy) aplica descubrimientos del tratamiento de las adicciones al abordaje de cuestiones globales.


MB: ¿Qué es adicción?

 

CJ: Adicción es cuando se está tan apegado a usar una sustancia o a un comportamiento que se experimenta un deseo irresistible por ello, lo repetimos aunque se sabe que es pernicioso y se tienen dificultades para controlar su uso. Está bien descrito con el alcohol y con las drogas, pero también se ve con el juego y con la comida. Con la adicción, el hábito tiene un enganche tan fuerte que incluso cuando queremos cambiar es sorprendentemente difícil. Cuando lo conseguimos durante un tiempo, puede ser duro mantenerse.


MB: ¿Podemos hacernos adictos al consumismo y a gastar dinero?

 

CJ: Aunque diría sí, el término 'adicción' no tiene una definición universalmente aceptada. Cuando se refiere a la adicción a sustancias, la OMS utiliza el término "síndrome de dependencia" y lo define por la presencia de al menos tres de los siguientes rasgos.

 

Podemos usar esto como una lista de comprobación cuando estamos estudiando nuestra relación con el dinero.

  1. Un fuerte deseo o sentido de compulsión a usar la sustancia.

  2. Dificultades para controlar el uso de la sustancia.

  3. Un estado fisiológico de retirada cuando se ha dejado de consumir la sustancia o se ha reducido, o el uso de la sustancia para aliviar o eliminar los síntomas de la abstinencia.

  4. Evidencia de tolerancia, tal como la necesidad de dosis superiores para obtener los mismos efectos.

  5. Dejadez progresiva de placeres alternativos o intereses a causa del uso de la sustancia, mayor cantidad de tiempo necesaria para obtener o tomar la sustancia o para recuperarse de sus efectos.

  6. Uso persistente a pesar de una clara evidencia de sus consecuencias perniciosas.

Cuando un alcohólico o alcohólica tiene fuertes ansias de alcohol, el deseo es tan irresistible que no puede evitarlo. No es infrecuente que la gente sienta algo similar con las compras. Una encuesta en EEUU sugiere que hasta el 16% de la población tiene "trastorno de compra compulsiva" (64), cuando sienten ansias de comprar cosas que no necesitan y tiene dificultades para controlar el hábito de comprar.

 

Tolerancia, cuando alguien necesita más de una sustancia (o comportamiento) para tener el mismo efecto, es claramente visible con el consumismo. El nivel de consumo considerado como 'normal' en el mundo industrializado ha ido aumentando constantemente durante más de 50 años. Ahora hemos llegado al punto en el que nuestro apetito colectivo de recursos está generando una catástrofe ecológica.

 

Mientras que la adicción al alcohol, la nicotina y otras drogas son claramente una amenaza para la salud, es poco probable que destruyan nuestra civilización. El hambre colectiva de más y más bienes es otra cuestión. Por eso merece la pena pensar en el papel de la adicción aquí.


MB: ¿Por qué nos enganchamos cada vez a más cosas?

 

CJ: Si no te gusta cómo te sientes y tomas o haces algo que cambia tu estado de ánimo hacia algo que te gusta más, tienes más probabilidades de

hacerlo de nuevo. La gente se engancha a cosas que parecen funcionar - al menos a corto plazo.

 

Cuanto más alguien sigue la secuencia de,

  1. No me gusta cómo me siento

  2. Tomo esto o hago esta cosa y entonces

  3. Me siento mejor,

...más profundamente se ancla ese camino. Después de un tiempo se da sin que ni siquiera pienses en ello.

 

La paradoja es que la gente tiende a hacerse dependiente a sustancias o comportamientos porque los ven como soluciones más que como problemas. Lo que ayuda a recuperarse es reconocer la diferencia entre los efectos a corto plazo y a largo plazo. Un fumador o fumadora puede usar los cigarrillos para calmarse, pero la dependencia de la nicotina te hace más nervioso.

 

Algunas personas pueden consumir alcohol para animarse, sin embargo beber mucho tiene un efecto depresivo. Los comportamientos adictivos aparecen a menudo como una solución a los problemas que empeoran. Esto crea un círculo vicioso en el que cuanto más una persona depende de algo más termina pensando que lo necesita. Esto también es cierto con el consumismo. Cuanto más dependamos de comprar cosas como medio para cubrir nuestras necesidades, menos desarrollaremos otros caminos para una vida satisfactoria.

 

La adicción no es sólo individual. Ocurre en organizaciones y en la sociedad también. Nuestro sistema económico dominante refuerza nuestro patrón cultural de ver el gasto como un medio de cubrir nuestras necesidades. Abordar esto no es sólo un cambio individual aunque es muy importante.

 

Necesitamos también un cambio en nuestro sistema económico y en la cultura.

 

 

MB: ¿Cómo se superan las adicciones? ¿Hay una serie de pasos a dar?

 

CJ: Si alguna vez has sentido que tu uso de los recursos era excesivo, inapropiado o incontrolado, el primer paso es simplemente darte cuenta de las veces que eso ocurre. Ser consciente cuando estás haciendo algo que no corresponde con tus valores, cuando sientes que no está bien. Esta discrepancia, aunque incómoda, es motivadora. La veo como el comienzo del camino del cambio.

 

El siguiente paso es tomar una decisión sobre lo que quieres hacer. ¿Es una cuestión que querrías abordar? ¿Quieres vivir de forma diferente? Las decisiones tiene mucho poder y las podemos reforzar recordándonos porqué las hemos tomado.

 

Una vez que has tomado una decisión merece la pena prepararte, seleccionar un área que te gustaría abordar e identificar un primer paso a dar. Me gusta la frase "objetivo por progreso más que por perfección"; enfoca tu atención en los pasos inmediatos que puedes dar desde donde estás ahora. Después das otro paso y otro.

 

Los grupos de apoyo a las adicciones tienen un dicho "no puedo, podemos". Enfatiza que no podemos hacerlo solos, necesitamos el apoyo y el compañerismo de otros que también están abordando el asunto.

 

Y por último, la recuperación tiene que darse al nivel de nuestra cultura y de nuestra sociedad. No es sólo un camino individual, sino uno que hacemos juntos.

 

Hay algunas notas relacionadas. Cuando hablamos de simplicidad voluntaria, sea en la economía monetaria global sea en la economía del don local, sólo podemos imaginar sacrificio y pérdida.

 

La percepción de la mayoría se centra en tener que dejar algo. Pero una de las ironías más grandes de la vida es que ganas algo mucho más gratificante, significativo y satisfactorio cuando encuentras el valor de confiar en la vida de nuevo y abrirte a una forma más conectada de ser que la pequeña que dejas atrás. Sí, hay una percepción de pérdida, inicialmente, pero rápidamente es sustituida por un sentido de libertad y de conexión que quizá nunca has experimentado antes en tu vida; ésta ha sido sin duda mi experiencia.

 

Cuando decidí dejar el dinero, sólo lo iba hacer durante un año.

 

Pero tras 12 meses nunca había estado tan sano, tan en forma o tan feliz. Sí, tuve que dejar pequeñas cosas como ir al cine, el chocolate y las encantadoras transacciones con los inspectores de hacienda de Su Majestad, pero gané libertad, autonomía para hacer sólo cosas que me dictaba mi corazón, sin mencionar la sensación de un control real sobre mi vida. Encontré partes de mí que ni siquiera sabía que existían y me encanta.

 

Por primera vez en mi vida sentí que vivía con consciencia, con conexión, con la Naturaleza. Continué no porque me sentía desgraciado - continué porque nunca me sentí tan vivo. La cuestión es ¿qué valoras más en tu vida - libertad o cosas?

 

Me encontré con un ejemplo 'extremo¡ recientemente oyendo a Tim DeChristopher que fue a la cárcel por proteger la naturaleza en EEUU frente a una perforación simplemente entrando en una subasta de tierra e interrumpiéndola pujando muy alto (sin tener dinero en realidad para respaldar sus pujas). En una entrevista después de haberlo condenado a la cárcel dijo "hice esto pensando que merecía la pena sacrificar mi libertad por ello. Pero me da la impresión de que he hecho lo contrario.

 

Pensé que estaba sacrificando mi libertad, pero en lugar de eso por primera vez estaba agarrando mi libertad y rechazando dejarla de lado. Finalmente aceptando eso no era una desvalida víctima de la sociedad que no podía hacer nada para dibujar mi propio futuro, que no tenía libertad para guiar el curso de mi vida.

 

Finalmente dije,

"tengo la libertad para cambiar esta situación. Tengo ese poder. Y ha sido un sentimiento maravilloso que mantengo desde entonces".

La vida es el regalo más increíble que se nos ha dado.

 

Es una aventura, algo a explorar por completo. Haremos bien en no desperdiciarla, y en el proceso destruir la vida de todo el resto, porque tenemos miedo de abandonar nuestros patrones de comportamiento habituales. Una de las tragedias de esta cultura es que tenemos tanto miedo a morir que nunca vivimos realmente.

 

Vivimos con relaciones superficiales a las que les falta dependencia o profundidad, vivimos con dinero en vez de con relaciones conectadas con todo en nuestra biosfera y por tanto, vivimos aislados más que en comunidad.

Mientras que seamos adictos, nunca seremos libres. Animémonos unos a otros para enfrentarnos a nuestras adicciones individuales y colectivas y entonces ayudarnos sin juicios. El camino, seguro que no será siempre fácil, pero es un camino verdadero y hay algunos lugares increíblemente hermosos en él.

 

Ponte el abrigo y vámonos.

 

 

Posesión de la tierra

 

Habiendo crecido en la civilización moderna, es fácil creer que la Tierra en la que vivimos siempre ha pertenecido a alguien y que para vivir siempre ha sido necesario el dinero.

 

Ésta es la cultura en la que hemos nacido, así que es lo que conocemos. Pero la propiedad privada es una historia humana y una relativamente moderna. La tierra una vez fue libre para que todos deambuláramos por ella. Más tarde, la tierra se agrupó en bienes comunes por los comuneros. Ahora es de la minoría - un 1% posee el 70% (65).

 

La historia de los bienes comunes y los cercados ha sido trata en detalle por autores como Simon Fairlie (66), pero como una parte de ello es relevante para el tema de vivir libre de dinero lo abordaré sólo en la medida que es importante aquí.

 

Hasta el periodo Tudor, la mayoría de la tierra estaba todavía agrupada en bienes comunes. Los comuneros subsistían en ellos y los mantenían para su propio beneficio y el de todos. La decisión de cercar esta tierra de modo efectivo tuvo como consecuencia el desplazamiento de muchos aldeanos y aldeanas y la conversión de tierras de labor en tierras de pasto. Los humanos se sustituyeron por ovejas.

 

Estos humanos desplazados - nosotros - fueron forzados durante un tiempo a convertirse en ovejas también, teniendo que ir a grandes pueblos y ciudades y dar sus cuerpos y vidas para el progreso de la revolución industrial.

 

Aunque las razones subyacentes al cercado varía dependiendo de las motivaciones ocultas del historiador que se oiga, muchos sostienen que en buena parte el movimiento hacia el cercado fue para forzar a la gente a ir a las ciudades, a las fábricas industriales y por tanto, a la ola de economías monetarias que todos nosotros damos como un hecho hoy en día. Un movimiento inteligente en nombre de la nobleza y de los industriales que sacaban provecho de ello, pero no tan bueno para la mayoría, los campesinos de subsistencia de entonces o el 99% de la población de hoy.

 

En un aparte relacionado, este movimiento ha sido más recientemente agravado por la cautela de los economistas, políticos y periodistas al mezclar palabras relativas a la economía con palabras relativas a las finanzas. La primera procede de la palabra griega οíκονοµία, que significa gestión familiar y es poco más que un sistema logístico para cubrir nuestras necesidades y deseos dentro de los límites de lo que nuestro hogar puede asumir.

 

Este sistema logístico puede o no ser un sistema financiero, una palabra relacionada sólo con la gestión del dinero. Este ejemplo muestra el poder del lenguaje, ya que cuando ahora oímos la palabra "económico" pensamos en cuestiones relacionadas con el dinero (finanzas), en oposición con métodos para cubrir nuestras necesidades.

 

La próxima vez que alguien te diga que proteger un bosque no es económicamente viable, recuérdale que lo que realmente significa es que no es financieramente viable. En términos de 'gestión del hogar' que haya menos árboles por minuto, protegerlos es con toda probabilidad económicamente crucial.

 

Tal uso manipulador del lenguaje ha producido resultados beneficiosos para los que tenían intereses creados: pocos de nosotros podemos ni imaginar una economía no monetaria o no asalariada, pensamos que es un sueño fantasioso y utópico de hippies y personas sin sentido de la realidad, incluso cuando podemos ver esta utopía en su más gloriosa acción cada vez que deambulamos por los bosques donde encontramos testimonio de las especies viviendo de una forma totalmente localizada.

 

La tendencia hacia el cercado, convertir la tierra común en tierra de propiedad privada se expandió rápidamente por todo el mundo. A ello ayudó un biólogo llamado Garrett Hardin que escribió un ensayo muy influyente titulado "The Tragedy of the Commons" [La Tragedia de los Bienes Comunes] que fue publicado en una revista como Science. Hardin afirmaba que cuando las tierras se reunen en bienes comunes, la gente actuando en el lógico propio interés del que hablan Adam Smith y Ayn Rand la agotarían.

 

Su lógica era ésta: por cada unidad agrícola extra (fuera una vaca o un cultivo) que el comunero ponía en la tierra, ganaría una unidad extra completa, aunque sería toda la comunidad la que compartiría la pérdida de fertilidad del suelo, vegetación y todo lo demás que causaba la unidad extra.

 

Como muchos comentaristas han señalado, la perspectiva de Hardin de la situación cuajó rápidamente, principalmente porque reforzaba la posición de los que deseaban rebanar la Tierra en segmentos de propiedad privada para sus propios propósitos. Este ensayo les dio una razón increíble para llevar a cabo lo que querían, el resultado fue forzar al resto de nosotros a una esclavitud monetaria.

 

El ensayo de Hardin estaba lleno de fallos y sólo tienes que echar un vistazo a cómo se llevan los huertos comunitarios y los huertos de frutales para ver porqué. Como señaló George Monbiot, Hardin confunde bien común con libre para todos, citando el ejemplo de los océanos para demostrarlo. Los océanos nadie los vigila colectivamente, así que están desprovistos de peces ya que todo el mundo actúa en ellos en su propio interés.

 

Monbiot (67) argumenta que,

"en un verdadero bien común, todo el mundo observa a todo el mundo, porque saben que cualquiera que sobreexplote un recurso está explotándolos a ellos".

Cuando la gente depende colectivamente de un trozo de Tierra para su supervivencia, la cuida bien y toma decisiones sobre él oportunas para ellos y para la tierra y no para la nobleza o los industriales que no quieren más que sacar dinero de ella.

 

La pequeña escala es crítica - para una buena administración, los que usan los bienes comunes necesitan conocerse entre sí para coordinar justamente el uso.

 

Pero la teoría de Hardin tiene otra flaqueza. Suspendamos la realidad por un momento y hagamos como si los comuneros destruyeran la tierra que han reunido en bienes comunes poniendo su estrecho interés propio por encima del colectivo. Incluso si tal eventualidad fuera verdad, la respuesta necesaria no sería pasarlo a la propiedad privada, que defendía Hardin, sino retar las historias culturales detrás de la idea del ego encapsulado en piel. Si los humanos entendieran totalmente la interconexión de todas las cosas, destruir la tierra no sería de su interés holístico, ni siquiera de su interés egocéntrico a largo plazo.

 

Lo que hicieron los cercados fue forzarnos a todos a las ciudades y a la economía monetaria. Quitas a un humano el acceso legal al suelo y a un lugar para construir su casa con materiales que la tierra le proporciona (del mismo modo que se permite a un pájaro que construya su nido) y haces a un esclavo de facto.

 

Este movimiento hacia los cercados surgió con otras historias que fueron creadas al tiempo, tales como el mito de que la humanidad está separada de la Naturaleza. Tales creencias significan que hoy el campo es para la Naturaleza - vacas, ovejas, pájaros y abejas - y no para los humanos, como si fuéramos menos naturales que una brizna de hierba o una ráfaga de viento.

 

El resultado de todo eso es una civilización inherentemente insostenible.

 

Monbiot añade que:

…estos cambios en la propiedad de la tierra se sitúan en el centro de nuestra crisis medioambiental. Las comunidades rurales tradicionales utilizan sus bienes comunes para cubrir la mayoría de sus necesidades: comida, combustible, tejidos, medicina y alojamiento.

 

Para mantenerse vivos tienen que mantener la diversidad de los hábitats: bosque, pradera, cultivos, estanques, pantanos y maleza. En estos hábitats necesitan proteger un amplio abanico de especies: diferentes tipos de pastizales, una mezcla de cultivos, árboles para fruta, fibras, medicina o construcción.

 

La tierra es todo lo que poseen, así que tienen que cuidarla bien. Pero cuando los bienes comunes se privatizan, pasan a las manos de gente cuya prioridad es hacer dinero. Los medios más eficientes de hacerlo es seleccionando el producto más rentable y concentrarse en su producción.

 

Historia y filosofía juntas, la realidad es que para todos nosotros hoy, hay poco acceso a la tierra, tanto para cultivar comida como para construir un nido.

 

Éste es un obstáculo real e importante para la vida libre de dinero como yo personalmente sé demasiado bien. Como no soy el Primer Ministro y no planeo serlo pronto, mis opciones entorno a esto se limitan a algunas estrategias transicionales que se pueden adoptar desde ya, mientras que simultáneamente esparcimos una nueva composta cultural para crear un suelo fértil en el que las semillas de las sociedades libres de dinero puedan germinar en un futuro no muy lejano.

 

Con suficiente voluntad colectiva y valor para defender nuestros yo holísticos no hay ningún motivo que yo conozca para que no sea posible. Como siempre, comienza con la creación de nuevas historias.

 

Resumiré estas estrategias transicionales hacia la tierra en el capítulo 6, pero si queremos vivir vidas verdaderamente sostenibles a largo plazo, entonces sin duda son necesarias serias reformas.

 

 

 

Licencia urbanística para una vivienda de impacto bajo o cero

 

Si ya tienes una casa y no tienes intención de cambiar para participar en una economía libre de dinero a mayor grado, entonces la mayoría de los párrafos que siguen será irrelevante para tu situación y quizá quieras saltarte esta subsección.

 

Sin embargo, si quieres mudarte a un trozo de tierra que no tiene vivienda para crear una microeconomía libre de dinero, entonces continúa leyendo puesto que el primer obstáculo que te encontrarás es la licencia urbanística. He visto a gente fuerte llorar con sólo mencionar estas palabras, tal es la escala de este escollo en muchos países.

 

Los que han optado por el camino de la autorización y fracasaron (frecuentemente porque tomaron el camino directo, la vía legal) a menudo han perdido la esperanza de subsistir en la tierra, mientras que otros lo encuentran demasiado apabullante para ni siquiera intentarlo.

 

La licencia urbanística es una de esas ideas cuyas intenciones son admirables, pero que su aplicación raya lo terrible. Antes del Town and Country Planning Act 1947, que se introdujo cuando proyectos controvertidos como el pueblo ahora conocido como Peacehaven (cerca de Brighton) ganaron popularidad, se podía construir lo que querías si la tierra te pertenecía legalmente.

 

El periódico The Times, poco después de su introducción, describió esta ley como la "nacionalización" efectiva del derecho a construir tu propia casa con materiales de tu tierra - este derecho pertenece ahora al estado "sometido sólo al juicio político de la autoridades locales" (68).

 

En una economía monetizada globalizada en la que los materiales pueden importarse desde todo el mundo y donde la tierra es vista como una mercancía de la que obtener beneficio, estoy profundamente de acuerdo con el autor y defensor de la tierra Simon Fairlie (69) en que es necesario algún tipo de regulación para proteger de que los que tienen el poder financiero conviertan las inmensas extensiones de campo en proyectos inmobiliarios.

 

El inconveniente es que, como muchas instituciones públicas centralizadas, la Inspección de Urbanismo opera en reacción con el común denominador más bajo, sospechando que todo el mundo trata de timar y de aprovecharse del sistema, lo cual, siendo justo, es normalmente el caso en la economía monetaria.

 

Lo que significa que cualquier que quiera cubrir lo que me parece más cercano a un derecho natural humano que tenemos - la oportunidad de hacer tu propio nido y cultivar para ti y para tu comunidad - se encuentra que es casi imposible de hacer, puesto que el sistema de urbanismo está diseñado para proteger el campo de todos los humanos, incluso de aquellos que sólo quieren enriquecerlo.

 

Si queremos hacer algo más que pagar por hablar de boquilla de 'buenas ideas' tales como sostenibilidad y libertad, entonces es crucial un primer paso para distinguir en el sistema urbanístico los que buscan explotar y los que buscan aportar riqueza. Puesto que esta necesidad se origina fundamentalmente en el hecho de que ahora los materiales se pueden importar desde todo el mundo (facilitado por el dinero), defiendo el que la respuesta está ahí también.

 

Siempre que se miran las casas recientemente construidas en el campo, parecen una mancha en el paisaje; es más, son una mancha en el paisaje. Esto es por la simple razón de que no son, nunca lo fueron, parte del paisaje. Las casas hechas con materiales locales, por sus habitantes con sus propias manos, complementan al campo, le dan un toque humano, del mismo modo que los nidos de los pájaros no quitan nada del árbol y sólo le añaden complejidad natural y belleza.

 

Nadie que haya visto una antigua casita de piedra y techo de paja en medio de un huerto de árboles frutales me ha dicho que era una mancha en el paisaje.

 

Esas casas hechas localmente amenizan el campo, lo hacen un lugar vibrante lleno de vida y abundancia en vez de un destino turístico para los deprimidos habitantes de las ciudades que quieren un necesario descanso de sus estresadas vidas urbanas y del consumismo. Por tanto, cualquiera que quiera construir su propia casa -100% - con materiales de su tierra (o de un corto radio) debería poder hacerlo.

 

Estas casas no sólo complementarían al campo y lo revigorizarían, animarían los minifundios que mejoran el nivel nacional de confianza, impulsan la economía local (idealmente no financiera) en el campo (70). Probablemente también conducirían a la reforestación puesto que la madera producida localmente se volvería un material de construcción buscado por otros que esperan volver a la tierra, pero que no tienen materiales de construcción adecuados.

 

Como los agentes de urbanismo también quieren proteger el campo de tráfico extra, una cuestión en la que les apoyo, se podría pedir a los que

hayan solicitado un permiso para construir una casa en el campo totalmente localizada que firmaran un acuerdo rechazando traer un coche (la falta de transporte fácil también animaría a los que viven en el lugar a volverse completamente autosuficientes).

 

Esta combinación separaría el grano de la paja, ya que estas casas no atraerían a constructores, sino que atraerían sobretodo a los que desean genuinamente vivir en subsistencia y quienes, por su naturaleza y valores, tienden a tener bajos ingresos.

 

En tales circunstancias podrían florecer pequeños pueblos ecológicos - lugares donde la gente pueda cultivar para su consumo y el de la comunidad utilizando las economías de escala y la división de trabajo óptimos acordes con tal escenario. El cambio en la orientación urbanística podría ser la base para el comienzo de un rediseño de la sociedad británica hacia un modelo económico totalmente localizado.

 

Hay que admitir que tales restricciones no dejan al propietario de la casa muchos materiales donde elegir y sería más difícil hacer viajes a los pueblos de los alrededores, pero esa es la cuestión: si realmente quieres vivir en el campo debes estar preparado para vivir en el campo y no en una mezcla de varios materiales importados a ese lugar. Si no puedes hacer una casa con materiales locales y vivir en ella como parte del ecosistema, entonces puedes aducir que ya no tienes el derecho humano básico para vivir ahí. Importar cosas de las cuatro esquinas del mundo y tener un coche, no es un derecho humano básico.

 

Aunque creo que tenemos que apoyar organizaciones como Chapter 7 [Capítulo 7] (71) defendiendo cambios en urbanismo y en los sistemas de regulación de la construcción, la realidad es que las cosas no cambiarán significativamente a corto plazo y lo más probable es que no lo hagan hasta que la situación tanto financiera como ecológica se deterioren tanto que no tengamos otras elección que crear nuevas historias más acordes con nuestro tiempo.

 

Por tanto, si tienes algo de tierra ahora, o tienes previsto conseguir, y quieres construir una vivienda de bajo impacto (o mejor una con impacto positivo), tendrás que superar esta cuestión de un modo u otro. Tienes dos caminos principales ante ti.

 

La primera opción, y bastante tentadora, es ir adelante y construir tu vivienda de bajo impacto, mantener un perfil bajo, idealmente escóndete de la vista (por ejemplo en el bosque) y espera que nadie te vea nunca y /o haga una denuncia. Si tienes una visita de tu agente de urbanismo local, entonces (en Gran Bretaña en el momento de escribir el libro) puedes pedir un permiso retrospectivo.

 

Si contemplas esta vía (o la segunda opción) te recomendaría leer el libro de Simon Fairlie, the DIY Planning Handbook [El Manual de Urbanismo HTM]. ¥


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¥ HUM: Hágalo Usted Mismo (Do It Yourself, en inglés)

 

 

Chapter 7 también hace consultas gratis por teléfono (72) a cualquiera que lo necesites, pero te recomiendan leer primero el libro porque no tienen ni el tiempo ni los recursos para explicar todos los detalles a cada personas que llama con las fantasías eróticas de vivir the Good Life [La Buena Vida] como Tom y Bárbara.¥

 

Muchas comunidades intencionales (como Steward Wood en Devon y Tinkers Bubble en Somerset) han tomado esta vía retrospectiva y han tenido generalmente un éxito relativamente alto aunque a expensas de mucha cantidad de energía, estrés y a menudo dinero.

 

 

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¥ Barbara y Tom Good son los protagonistas de una comedia de la BBC. Tom decide dejar su trabajo y para mantenerse la pareja hace todo para ser autosuficiente, para reducir la necesidad de dinero.

 

 

La segunda opción es pedir el permiso urbanístico antes.

 

Tiene la ventaja de anticiparse a los urbanistas y a la comunidad local (a cuyas necesidades hay que dar mucha consideración), es menos arriesgado (si construyes sin permiso tu casa podría ser derribada) y tiene el potencial de allanar el camino para la jurisprudencia en urbanismo lo que puede facilitar las cosas para los que vengan detrás. Encontrar buenos aliados puede ser un primer paso crucial.

 

Una posibilidad es la Ecological Land Cooperative (73) [Cooperativa de la Tierra Ecológica] una organización novata que trabaja para proporcionar oportunidades para minifundios con mentalidad ecológica y para enfrentar algunas de las absurdidades del sistema urbanístico.

 

Las buenas noticias son que a medida que la gente es más consciente de las cuestiones sostenibles, los agentes urbanísticos se abren más a proyectos que puntúan alto en términos de los objetivos de sostenibilidad de su ayuntamiento y que suponen una pequeña huella de carbono.

 

Lammas (74), un proyecto de vida ecológica en Gales, hace poco ganó en un caso de jurisprudencia que condujo a la Asamblea de Gobierno Galesa a emitir su propia política nacional titulada One Planet Development [Desarrollo de Un Planeta].

 

Esta política es una declaración de la intención de la gente y del gobierno de Gales, y es parte de un compromiso,

"para reducir la huella ecológica de cada ciudadano galés desde 4,41 a 1,88 hectáreas globales/persona… en una generación" (75).

El resultado del trabajo de Lammas y la determinación ha significado que pedir el permiso urbanístico para un desarrollo de bajo impacto en Gales es, en el momento de escribir, más sensato, claro e interesante que en el resto de Gran Bretaña.

 

Otros, como Tlony Wrench y Brithdir Mawr, también han tenido éxito con la Política 52 de Pembrokeshire y haciéndolo han liderado un camino del que otros se benefician.

 

Si no tienes tierra todavía, pero estás decidido a vivir libre de dinero, otra opción es simplemente dejar el país en el que estás (suponiendo que es uno en el que se requiere un permiso urbanístico para el tipo de vivienda que quieres) para ir a otro en el que el permiso no sea un problema, o lo sea menos, que donde resides actualmente.

 

En Grecia, por ejemplo, no se requiere permiso urbanístico para viviendas que se consideran temporales como es el caso de las yurtas, lo que significa que puedes poner en marcha una microeconomía libre de dinero. Dado que el estado de la macroeconomía griega, probablemente no estarías solo. Un grupo de griegos llamado Free and Real [Libre y Real] (76) que ha estado muy involucrado con Freeeconomy Greece [Libreeconomía Grecia] y con quien estuve el verano de 2011 en el norte de Evia, ya están en el proceso de hacer eso, establecer un proyecto que sintoniza con los ideales expuestos en este libro.

 

En el proceso, están investigando y probando soluciones que aportarán beneficios duraderos para la gente de su país en un futuro no muy lejano. Tales proyectos serán inestimables cuando llegue el momento de que la localización sea un imperativo económico y no la alternativa extravagante que se percibe hoy.

 

De un modo u otro, tenemos que dejar de creer en la historia de que los humanos estamos separados de la Naturaleza y devolvernos los mismos derechos que damos a los pájaros y a las abejas mientras que aceptemos la responsabilidad de vivir dentro de los límites naturales que vienen con ello.

 

 

 

Impuesto municipal - El impuesto por vivir

 

El impuesto de la renta sólo recae sobre el dinero que ganas, así que este elemento de los impuestos no es un problema para cualquiera que quiera vivir sin dinero. Para aquellas que no lo pagáis por la razón que sea, incluso las que no piden ningún beneficio social o aval de ningún servicio público, habrá acusaciones de vivir de los impuestos del resto y eso ocurre con el territorio.

 

Aunque simpatizo totalmente con el sentimiento de muchos contribuyentes a este efecto (yo soy uno puesto que pago impuestos por las ventas de mis libros), también creo que un ser humano debe tener, al menos, el derecho básico de no creer en la historia del dinero, de igual modo que un contribuyente adulto conservará el derecho a no creer en la historia de Santa Claus si lo desea. Si otras personas quieren usar dinero, es su elección. Pero no suscribo la visión de que porque algunas lo hagan, todas tienen que hacerlo.

 

Los impuestos fuerzan a la gente a salir de la subsistencia y a entrar en la ola y en la economía de mercado porque sólo se pueden pagar con la moneda de curso legal que la mayoría de la gente sólo puede conseguir negociando con su tiempo a cambio de ella. Las lombrices de tierra, los árboles y las abejas no pagan impuestos, o creen en la historia del dinero, pero no significa que no jueguen un papel totalmente esencial en la vida en la Tierra.

 

Sin embargo, si tu corazón late y tus pies se inclinan a residir en un trozo de la Tierra privadamente poseído definido como Gran Bretaña, es probable que pagues el impuesto municipal (si vives fuera de Gran Bretaña esto puede o no ser un obstáculo).

 

Que tengas que pagar el impuesto municipal o no es una historia completamente diferente. En el momento de escribir, si tienes ingresos bajos o estás desempleado puedes pedir la exención del impuesto, pero, es un poco complicado, tienes que demostrar que eres desempleado mostrando cualquier documento que acredite que recibes un subsidio, lo que a su vez no te hace muy libre de dinero.

 

Una solución es que des tu subsidio a algún indigente que debido a cuestiones burocráticas y personales no pueda pedirlo, pero llegados a ese punto se convierte en un juego estúpido con el sistema lo que está lejos de ser el espíritu que subyace en una vida en la economía del don localizada junto con los pájaros y las abejas.

 

Otra solución potencial a considerar es el concepto Freeman on the Land [Hombre Libre en la Tierra] (77) que es un movimiento de gente que se declara fuera de la Statute Law [Ley de Estatuto], usando la noción de "Rebelión Legal" en el proceso. Sostienen que Ley de Estatuto es contractual y por eso, no aplica a una persona legal por su certificado de nacimiento y tampoco al ser humano real detrás de él al que sólo aplica la Ley Común, a menos que de su consentimiento para lo contrario. Este es un tema enorme en sí y está fuera del alcance de este libro.

 

Te recomiendo que lo investigues y que saques tus propias conclusiones. Algunos Hombres Libres aseguran que no tienes que pagarlo si no has dado el consentimiento a su contrato. He visto alguna evidencia de una carta de un ayuntamiento que apoyaría esta afirmación de alguien que asegura haber ganado un caso en relación con no pagar el impuesto municipal, pero no puedo verificar la autenticidad de la carta o lo que había detrás. Si eliges esta vía, necesitarás realmente comprender lo que haces y estar preparado para aceptar lo que venga, tanto legalmente como en lo que significa para tu vida.

 

Si elijes vivir sin el concepto de débito o crédito (en oposición con simplemente estar sin blanca porque el sistema económico en el que te han forzado a vivir te está fallando), creo que deberías considerar seriamente si es o no consistente con el uso de los beneficios que la economía monetaria proporciona, tal como sanidad industrializada gratis, bibliotecas financiadas con dinero público, bomberos y el resto. De otro modo hay mucho mérito en la crítica.

 

Si piensas que la complejidad termina ahí, estás equivocada. Mucha gente que argumenta en contra de la economía monetaria, por el motivo que sea, cree que podemos seguir teniendo nuestras máquinas de diálisis, camiones de bomberos y libros en un modelo económico no monetario (yo discrepo). Aducen que se les ha forzado a este modelo monetario y aunque no quieren perpetuarlo sienten que todavía tienen derecho a usarlo hasta que la humanidad se despierte a un sistema económico más compasivo y conectado.

 

Ésta es la posición de muchos de los que están en el movimiento Zeitgeist y aunque simpatizo con esa postura, tengo todavía que ver alguna evidencia de cómo podría funcionar a esa macroescala en la realidad.

 

Si se paga o no el impuesto municipal es una cuestión filosófica mayor y las opiniones están completamente divididas. Es tan complejo que incluso yo estoy dividido y soy un ávido defensor de la vida libre de dinero.

 

Filosóficamente hablando, creo que el impuesto municipal es abusivo, efectivamente es un impuesto por respirar cuando se aplica en un país en el que ya no hay tierra común en la que se pueda habitar y es simplemente otra herramienta para empujar a la gente fuera de la subsistencia, de la economía no monetaria y a entrar en la economía monetaria. Sólo por esa razón merece la pena resistirse y apoyo totalmente a cualquiera que lo haga.

 

Sin embargo, hablando con el sombrero realista puesto, el impuesto municipal va hacia las cosas más alineadas con la economía no monetaria: los bomberos, las bibliotecas, la protección policial y demás. Rechazar su pago, cuando estás capacitado físicamente y tienes habilidad para hacerlo, en mi opinión, trae consigo algunas responsabilidades: la responsabilidad de ocuparte de tus necesidades en estos aspectos, posiblemente con otras personas de tu vecindario que ya no quieren creer en la historia del dinero.

 

De nuevo, algunos dirán que es imposible no utilizar la policía, puesto que su existencia permite tu protección, a menos que pongas un cartel en tu casa diciendo "no llamaremos a la policía si entras en ella". Esto, por su lado, podría ser contra-argumentado por el hecho de que en este sistema legal si alguien trata de arrestar a un asesino, ladrón o banquero por sí mismo podría ser demandado.

 

Estas cuestiones a menudo son objeto de un apasionado debate en ambos lados y puedo ver los argumentos de todos. Creando la historia del dinero hace mucho tiempo y lavándonos el cerebro creyendo que el dinero es un tipo de tópico universal, nos hemos puesto en un verdadero lío y sinceramente no puedo aconsejarte qué hacer al respecto. Creo que mientras que surja del amor, del yo holístico y no del egocéntrico y que para empezar estés activamente intentando cambiar los mitos sociales que crean tales dilemas ilusorios, entonces no te equivocarás mucho tomes el camino que tomes.

 

Un compromiso justo, uno que respete las necesidades de todos los involucrados, puede ser que si quieres vivir sin la historia del dinero, pero también quieres beneficiarte de los servicios que tu municipio ofrece (te gusten o no), ofrezcas parte de tu tiempo y conocimiento a la comunidad local de algún modo que sea útil para ella.

 

Espero que todos los que vivan libres de dinero hagan esto y que no sea necesario que haya un acuerdo formal, puesto que una vida sin ocuparte de los que están a tu alrededor no es la vida libre de dinero que defiendo y yo personalmente no quiero saber nada de ella.

 

 

 

Seguro

 

El seguro, en todas sus formas, es uno de los pilares de la economía monetaria.

 

Sin él, el edificio financiero al completo colapsaría del día a la noche. Es vital para que las cosas sean como son. Pero ¿es vital para ti personalmente? Si decides que necesitas algún tipo de seguro, ese simple hecho te empuja a una economía monetaria para obtener el crédito para pagarlo.

 

Está bien si todo lo que buscas es una vida más frugal y simple, pero ¿cómo funcionaría si quisieras una vida completamente libre de dinero?

 

Antes de que las compañías de seguro existieran, el seguro de una familia eran las conexiones que tenía con la comunidad que la rodeaba - que sin contrato e informalmente garantizaba que si la casa (o tipi) de cualquiera se quemaba, toda la comunidad les cuidaría y les ayudaría a reconstruir un techo bajo el que guarecerse.

 

En una economía localizada, esto no era gran cosa ya que las casas eran más simples y la gente todavía sabía cómo utilizar los materiales de la zona y tan importante como eso, cómo ayudarse unos a otros. A mí me gustaría que mi seguro en la vida fuera ese: comunidad, amistad, interdependencia, parte de gente que se cuida mutuamente de forma incondicional. En vez de ello optamos por documentos oficiales que no hacen nada por estrechar los lazos entre nosotros y nuestros congéneres.

 

Para bien o mal, estos no son esos tiempo y es aquí donde el modelo POP surge. Mi mayor consejo es vivir tan simplemente que no tengas nada que importe perder, yo tendría 'simplicidad voluntaria' como nivel más alto. Personalmente, sólo he tenido seguro una vez cuando tenía un casa flotante que vendí para lanzar el movimiento Freeconomy y para comenzar a vivir libre de dinero. Desde entonces no he vuelto a poseer nada de mucho valor financiero. Sin embargo, tu situación puede ser muy diferente de la mía y es posible que tengas algunas posesiones.

 

Si piensas que necesitas un coche, entonces una vida completamente libre de dinero no es una opción puesto que el seguro es un requerimiento legal. Si quieres asegurar cosas que no lo requieren legalmente, es una elección que sólo tú puedes hacer, pero obviamente eso significa que necesitarás ganar moneda en curso para pagarlo.

 

Si quieres un seguro de vida o una pensión, no hay soluciones libres de dinero que yo sepa a parte de cultivar relaciones de cariño e interdependientes, comunidad real. Es posible que un seguro sea adecuado para ti ahora, pero que lo será menos a medida que vayas avanzando en tu propio modelo POP hacia una vida menos dependiente del dinero.

 

El seguro del hogar no es un requerimiento legal a no ser que hayas tenido que pedir dinero para comprar tu casa - si es el caso, es casi seguro que el prestador requerirá legalmente que contrates una póliza. Dicho esto, si estás pagando una hipoteca las primas de seguro son la menor de tus preocupaciones en términos de vivir libre de dinero.

 

Si quieres tirar a la basura la hipoteca, construir tu propia casa de bajo impacto podría ser una solución (ver capítulo 7) porque cuesta menos que una casa convencional (los diseños simples se pueden construir sin dinero). La casa "hobbit" de Simon y Jasmine Dale (78) en Lammas está tan bien diseñada tanto estética como funcionalmente que los medios de todo el mundo hacen regularmente referencia a ella. Sin embargo sólo cuesta 3.500 euros construirla - ¡conozco gente que se ha gastado esa suma en un sofá o en una televisión!

 

Las viviendas de Ardheia en Francia (79) son otro ejemplo de cómo nuestras casas pueden ser estéticamente estimulantes sin tener un coste para la Tierra. Como hemos visto en la última sección, estará la cuestión del permiso de urbanismo a superar, pero con determinación puedes.

 

Si posees completamente tu casa, lo que es normalmente el caso con las casas de bajo coste y bajo impacto, en Gran Bretaña no hay obligaciones legales. Sin embargo, mi consejo es simplemente vivir en el presente. A menudo estigmatizamos a la gente que tiene problemas con el juego, sin embargo contratando seguros, nosotros los no jugadores apostamos cada día.

 

Con el seguro, estás apostando a que algo desafortunado te ocurrirá durante el curso del siguiente periodo de seguro. Si no tienes accidentes durante ese tiempo, pierdes, pero si te ocurre algo 'malo', ¡ganas! No te animaré lo suficiente para que vivas al día y no en el futuro, de otro modo cuando mueras te darás cuente de que nunca has vivido realmente.

 

Jermaine Evans tuvo en una ocasión esta ocurrencia,

"mucha gente pasa de puntillas por la vida con extremo cuidado para llegar sin peligro a la muerte".

Yo diría que es mejor morir totalmente comprometido con la vida.

 

 

 

Ser padre o madre

 

Está muy bien vivir sin dinero, eres un hombre joven que está en forma, ¡trata de hacerlo cuando tienes hijos!

 

He oído esto mucho y valoro la verdad de la última parte. La parte de "un hombre joven que está en forma" nunca lo he entendido realmente porque a) no soy tan joven y b) casi todo el mundo, excepto los que tienen minusvalías mentales o físicas o enfermedades pueden estar en forma si lo desean sólo moviéndose y comiendo correctamente y c) mi nivel de forma se debe principalmente a la vida libre de dinero puesto que es una vida que supone usar tu cuerpo en lugar de combustibles fósiles.

 

Con la parte que estoy totalmente de acuerdo es que vivir sin dinero es definitivamente más simple si no tienes niños que dependen de ti. En mi primer año de vida libre de dinero a menudo pensaba que sería mucho más difícil con una familia.

 

Pero hay numerosos puntos que subrayar aquí. Primero, aunque es más complejo no significa que sea imposible y a lo largo de este libro haré recomendaciones útiles para padres y madres que quieran ascender en la pirámide POP hacia una vida libre de dinero. Hago esto con un poco de aprensión, puesto que como nunca he sido padre no me siento en la mejor posición para dar consejos a una madre o padre de modo que perdonadme si alguno de mis consejos parece arrogante o falto de comprensión.

 

Segundo, educar a un niño sin dinero sólo es difícil debido a los mitos y a las sociedades e instituciones que estos han formado, que hemos creado y perpetuado en el curso de la historia moderna. No estaría vivo hoy si no fuera posible crear humanos sin dinero, puesto que todos los miembros de la primera parte de tu linaje criaron a sus hijos en un mundo en el que el mito del dinero ni siquiera se mencionaba todavía.

 

Pero lo más importante, si estás de acuerdo con los argumentos del capítulo 1, entonces verás la urgencia de comenzar a crear nuevas historias, que sean sostenibles y que tengan sentido en nuestro tiempo, si queremos que tus hijos tengan un futuro que merezca la pena ser vivido. Esto requerirá pioneros como tú, gente que tenga el valor de agrandar las fronteras hacia donde deben estar.

 

Como subrayó Hillel en una ocasión "si no eres tú, entonces ¿quién? Si no es ahora, entonces ¿cuándo?" La próxima generación necesita esto para desarrollar un sentido del ser más expansivo y encontrar el valor de levantarse y cambiar la cultura en la que vive.

 

Haz que una de esas personas seas tú.

 

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