VII - FÍSICA NUEVA
El otro tiempo
Pudiéramos quizá creer que esos experimentos “al otro lado de la
trama” son puramente subjetivos y que no tienen ninguna consecuencia
material para el viejo medio que habitamos.
“Si esta muy bien toda
esa “energía formidable” y esa “irrealidad” de las enfermedades y la
muerte, pero aquí, en esta vieja pecera, uno sigue enfermo realmente
y continua muriéndose realmente.”
Es un hecho “concreto”. Ahora
bien, la constatación absolutamente fabulosa de Madre –esa verdadera
revolución en la historia de la especie humana- es que estamos
metidos efectivamente en una pecera de irrealidad física.
Las leyes
físicas no son lo que pensamos de ellas; las enfermedades y la
muerte físicas no son lo que pensamos o sentimos de ellas. Toda
muerte sensación y nuestra percepción del mundo físico son falsas. Y
podemos salirnos de ellas físicamente, pues si salimos de esa falsa
percepción no es para irnos al nirvana, ni al paraíso, ni a la
muerte, sino para penetrar en el ser físico verdadero, en la
verdadera materia…, tal y como es.
Se trata de otra vida en la
materia. Porque el experimento de Madre no consiste en ser capaz de
trasladarse a otro estado, como el anfibio al aire libre, con un
adiós al viejo océano de mentira y de irrealidad; se trata mas bien
de dos estados o dos mundos, el uno en el otro y si se pasa al nuevo
estado se modifican también las leyes físicas del viejo estado.
Pasamos de la falsa materia a la verdadera materia y de las falsas
leyes a la verdadera ley del mundo.
Este fue el primer grito de Madre en 1758 cuando se produjo un
desgarrón en la trama –y Madre no era ya una niña, tenía ochenta
años en 1958, y la curva iba a prolongarse todavía durante quince
años más.
58.105 – Desde el minuto en el que se esta en la otra consciencia,
todas esas cosas que parecen tan reales, tan concretas, ¡cambian AL
INSTANTE! Hay un cierto número de condiciones materiales de mi
cuerpo – materiales – que cambiaron instantáneamente. No llego a
durar lo suficiente como para que todo cambie, pero hay cosas que
cambiaron y que no han vuelto mas. Es decir, que si esa consciencia
fuera conservada constantemente, seria el milagro perpetuo (lo que
NOSOTROS llamamos milagro). ¡Un milagro fantástico y perpetuo! Pero
desde el punto de vista supra mental no seria en absoluto un
milagro, seria la cosa más normal.
En efecto, no hay nada de “milagroso” en todo esto; no es más
milagroso que la manzana de Newton, que cae a una determinada
velocidad. Y decimos bien, a una determinada velocidad y en relación
a un determinado sistema de referencia.
Y es ahí donde los
experimentos corporales de Madre coinciden con la física de Einstein.
Una de las primeras observaciones de Madre en 1962 tras aquella
“gran salida” de la trama y aquel grito de “La muerte es una
ilusión, la enfermedad es una ilusión, la ignorancia…, solo el amor
y el amor y el amor, inmenso, formidable, prodigioso, llevando
todo”, es la pequeña reflexión que contiene todo el germen del
“milagro” de la verdadera materia:
62.66 – El sentido del tiempo desaparece por completo en una…; es
una inmovilidad interior. ¡Pero una inmovilidad en movimiento!
Y Madre añadía con su humor habitual:
“¡Si continua me van a
encerrar en un manicomio!”
Pero somos nosotros los que estamos e una
especie de manicomio, pues no hay duda de que esas “ondas de una
velocidad fulminante” – que son quizá las ondas electromagnéticas o
las del “Campo unificado” – están animadas de una velocidad tan
grande que parecen como inmóviles. Es decir que si la velocidad
cambia, el tiempo cambia necesariamente. Ya nos los enseño Einstein.
Pero dejemos a Madre desarrollar su experimento en todas las
direcciones, partiendo de sus primeros pasos:
62.315 – De pronto, sin razón perceptible aparente (no he podido
encontrar aun el porque ni el como), uno…, como si uno CAYERA en la
otra habitación (así designaba ella, a veces, al viejo estado
humano), como si dieras un paso en falso y luego te doliera aquí,
allá, no es nada cómodo. Y luego, de pronto, es como si uno cambiara
de una habitación a otra y atravesara la pared casi sin darse cuenta
, automáticamente y entonces me encuentro en un posición en la que
todo fluye y fluye como un río de paz tranquila (es verdaderamente
maravilloso); toda la creación, toda la vida, todos los movimientos,
todas las cosas, y todo eso como una sola masa, y este cuerpo en
medio de todo ello formando una parte muy homogénea, y todo fluye
como un río de paz infinitamente sonriente. Y luego, de pronto.
¡Clac! Uno tropieza otra vez (Madre hace un gesto de volcar), y
entonces se encuentra de nuevo SITUADO, en alguna parte, en algún
MOMENTO, y aparece un dolor aquí, otro dolor allá, otro dolor…...
Se entra en el Tiempo, que es el tiempo del dolor y de la muerte.
62.1210 – Llega a ser algo muy concreto; se hace así (gesto de
inclinación a la izquierda), y todo se vuelve artificial, duro,
seco, falso, mentiroso – artificial- . Se hace así (inclinación a la
derecha), y se vuelve vasto, tranquilo, luminoso, inmenso, alegre. Y
con solo así o así (Madre inclina su mano a un lado y a otro).
¿Cómo? ¿Dónde? Es algo que no puede describirse, pero es solo un
movimiento de consciencia verdadera y la consciencia falsa se vuelve
cada vez mas precisa y, al mismo tiempo, cada vez mas TENUE; no hay
que hacer “grandes” cosas para salir de ahí. Es como un tenue velo,
muy duro, muy duro pero maleable, y muy, muy seco, pero tenue.
Es la pared de la pecera. Y Madre añade esto que es muy revelador:
64.118 – Es una especie de fina película. Es como una película de
dificultades, de complicaciones, que añade la consciencia humana (es
mucho mas fuerte en el hombre que en el animal; el animal no tiene
eso, es algo propio del hombre y de la formación mental, y es algo
muy tenue, tan tenue como el velo de una cebolla, y seco como su
cáscara, y sin embargo, lo estropea todo. Es ese velo de cebolla de
la mentalidad humana ¿Sabes? El velo de una cebolla es terriblemente
tenue, pero no pasa nada a través de él.
61.210 - ¡Es la consciencia la que es mentirosa! Cuando estáis
abiertos y en contacto con “eso”, la vibración es de fuerza,
energía, y si estáis suficientemente tranquilos se llena de una gran
alegría, y todo eso en las células del cuerpo. Pero caéis de nuevo
en la consciencia ordinaria, y la misma cosa, sin que nada haya
cambiado. LA MISMA VIBRACIÓN PROVENIENTE DE LA MISMA FUENTE se
transforma inmediatamente en un malestar y una especie de
sentimiento de inestabilidad y de decrepitud…
He repetido este experimento tres o cuatro veces para estar segura,
y era algo absolutamente automático, como una operación química; en
las mismas condiciones, los mismos resultados. Me ha parecido muy
interesante.
La misma vibración, ¡claro que si! No hay mil clases de vibraciones
en el universo, solo hay una; la que lleva todos los universos, y a
nosotros mismos. Y esa misma vibración, al atravesar las paredes de
la pecera, se refracta, se deforma, se falsifica – es la muerte.
Aunque se una dolor de muelas, ¡es lo mismo que la muerte!,
pertenece la misma familia, porque todo dolor conduce ahí, a la
muerte, es su meta final. Hay toda una familia de vibraciones
mortales y mentirosas.
Y luego el experimento se fue precisando:
65.35 – Ese Movimiento… ahora empiezo a sentirlo en las células del
cuerpo; es un movimiento que es una especie de vibración eterna, que
no tiene ni principio ni fin, existe desde toda la eternidad y para
toda la eternidad (como una onda sinusoidal); y sin división del
tiempo, solo cuando es proyectado sobre una pantalla comienza a
tomar la división del tiempo…
Esa pantalla es exactamente nuestro “velo de cebolla” humano; la
pecera mental.
- Y es un Movimiento tan total – total y constante, constante – que
su percepción produce un sentimiento de inmovilidad.
“Toma la división del tiempo”, y toma también, en las mismas mallas,
el dolor y la muerte.
71.2512 – Cada vez mas, estoy convencida de que tenemos una forma de
recibir las cosas y de reaccionar que es lo que CREA las
dificultades. Si uno llega a estar todo el tiempo en esa consciencia
(del otro estado), no hay dificultades, y las cosas son las MISMAS.
El mundo es el mismo, pero visto y sentido de una forma
absolutamente opuesta.
Es como la muerte, es un fenómeno de
transición, y nos parece que dura desde siempre (para nosotros es
desde siempre porque nuestra consciencia lo trocea todo), pero
cuando se tiene esa consciencia divina, ¡oh!..., las COSAS SE
VUELVEN CASI INSTANTÁNEAS. ¿Comprendes? No puedo explicarlo. Es
difícil de decir… Es como una imagen y su proyección.
Todas las
cosas son. Mas para nosotros es como si las viéramos proyectadas
sobre una pantalla; vienen una tras otra. Es algo así. Tengo la
impresión de estar en camino de descubrir… cual es la ilusión que
hay que destruir para que la vida física pueda ser interrumpida, y
que la muerte viene de una deformación de la consciencia. Así es.
Ese es todo el paso de la fragmentación vibratoria de nuestra
consciencia humana dotada de tiempo y de muerte, a una vibración
inmensa, de una rapidez fulminante como inmóvil, dotada de otro
tiempo.
Einstein nos dice, en sus ecuaciones de la teoría de la relatividad,
que cantidades tan “inmutables” como la masa de un cuerpo, la
frecuencia de una vibración o el tiempo que separa dos
acontecimientos, están ligados a la velocidad del sistema de
referencia en el que se desarrolla el experimento; en el caso que
nos ocupa, el sistema “tierra” o el sistema de nuestra “pecera”
humana.
Es por lo que un reloj a bordo de un satélite en rotación
constante alrededor de la tierra contara 60 segundos entre dos
señales electrónicas, mientras que un reloj idéntico que allá
permanecido en la tierra marcara 61 segundos entre esas dos mismas
señales; el tiempo se “contrae” con la velocidad. Cuanto mas aumenta
la velocidad, mayor es la “contracción”.
Es la historia del viajero
del espacio que regresa a la tierra menos viejo que sus congéneres.
Y si el sistema de referencia se acerca a la velocidad de la luz el
tiempo se vuelve nulo y todas las leyes de la vieja física
newtoniana se hunden.
Si, ”las cosas se vuelven casi instantáneas “,
decía Madre.
Se pasa a otro “sistema de referencia”, como el cuerpo
de Madre en aquellas ondas de una rapidez fulminante.
66.3112- Es otra cosa… Es muy particular; es un innumerable
presente.
69.234- No se lo que esta pasando, algo esta pasando en las células
y resulta que… es un estado de vibración intensa en el que se tiene
al mismo tiempo un sentido de omnipotencia, incluso aquí dentro
(Madre señala a su propio cuerpo), en esta vieja maquina una
omnipotencia luminosa y estática, es decir, que existe en las
células el sentimiento de una enfermedad. Algo totalmente en el
cuerpo y que parece ser absolutamente inmóvil… No se como es, no es
inmovilidad, no es eternidad, no se; es un “algo” parecido a eso que
es poder, luz y verdadero amor, hasta el punto de que, desde el
momento de que uno sale de ese estado, ¡se pregunta si seguirá
teniendo la misma forma!
71.189- Es una experiencia curiosa. El cuerpo siente que ya no
pertenece a la vieja manera de ser pero sabe también que no esta aun
en la nueva y que es…., ya no es mortal, pero tampoco es inmortal.
Es de lo más curioso. Y a veces se pasa de la enfermedad mas
terrible a la maravilla. A veces no hay ya ni una sola palabra en mi
cabeza, nada; y otras veces veo y se lo que esta pasando en todas
partes.
Es verdaderamente curioso.
Entonces el experimento se volvió muy preciso…., con unas
consecuencias fabulosas; pues si el tiempo llega a desaparecer en la
consciencia material, corporal, el desgaste y sus consecuencia
desaparecen con todo su encadenamiento de enfermedades, de
accidentes y de muerte; cada “segundo” (por hablar de alguna manera)
es nuevo, cada “momento” del universo es nuevo como si acabara de
nacer “instante” del hombre es libre y virgen de todo “pasado” y de
todo “futuro“.
El “futuro” esta totalmente presente en cada
“segundo”. ¿Y donde quedan las consecuencias del “ayer” y de esos
ochenta y siete años que ya no volverán a ser ochenta y siete años +
un día….? Pues tal día no existe ya, se trata de un “día” diferente
en la tierra.
61.254- El estado de consciencia habitual es hacer las cosas para
algo. Por ejemplo, todos aquellos rishis védicos tenían una meta;
para ellos la meta era encontrar la inmortalidad. Pero da igual a
que nivel, siempre hay una meta. Nosotros hablamos de “realización
supra-mental”. Pero últimamente no se lo que ha pasado , es algo que
ha tomado como posesión de mi, no se…., no es un pensamiento, no es
una sensación, es mas bien algo así como una condición; la
irrealidad de toda meta, no la irrealidad, la inutilidad…. Ni
siquiera la inutilidad; la inexistencia de toda meta.
Es….. el
ahora; es una especie de absoluto en cada segundo, cada movimiento,
desde el movimiento mas útil, mas espiritual, hasta el mas material;
es el encadenamiento lo que ha desaparecido. El encadenamiento ha
desaparecido; una cosa no es ya la “causa” de otra, y esto no se
hace “para” aquello, uno no va ya “hacia allí”, todo eso parece… es
bastante curioso. Un absoluto innumerable y perpetuo. Simultaneo, El
sentido de conexión se ha ido, el sentido de causa a efecto también
se ha ido; TODO eso pertenece al mundo del espacio y del tiempo.
Cada… ¿Cada que?.... No se puede decir “movimiento” no se puede
decir “estado de coincidencia”, no se puede decir ”vibración” (todo
eso pertenece a nuestro modo de percepción), por eso digo “cosas” –
cosa no significa nada - . Cada “cosa” lleva en si misma su ley
absoluta. Es la ausencia total de causa y efecto, de meta, de
intención. Ese genero de conexión así (Madre hace un gesto
horizontal) ya no existe; ahora es así (gesto vertical) algo que no
tiene ni causa, ni efecto, ni prolongación, ni intención; ¡intención
de que! Es así (mismo gesto vertical).
Un tiempo vertical, nuevo cada “segundo”.
62.206- en la verdadera posición no existe el roce ni el desgaste.
58.105- cada segundo tiene su propia eternidad y su propia ley.
Como si el cuerpo de Madre tuviera la velocidad de la luz.
Y entonces empezó a dibujarse el milagro de la Tierra.
La substitución de vibración
No, la meta no es la inmortalidad en este viejo cuerpo; no valdría
la pena, en absoluto.
“¿A quien le gustaría permanecer en este
estrecho alojamiento durante siglos?”, decía Sri Aurobindo.
Es
necesario , evidentemente, que esa nueva conciencia valla cambiando
poco a poco las modalidades del cuerpo, y que toda esa rigidez
corporal adquiera otra afinidad, se libere de su dependencia de la
materia vulgar para alimentarse, descubra otras fuentes de energía,
etc. Pero harían falta siglos.
Mientras tanto, habría que perdurar,
y ese nuevo estado, que Madre llamaba el “estado sin muerte” (hay un
matiz), nos permitiría perdurar lo necesario para operar las
transformaciones requeridas en este viejo cuerpo de transición. Pero
el problema no, esta hay verdaderamente; esa es la mecánica
evolutiva ordinaria que seguiría su curso normal mas o menos
acelerado.
Lo que a nosotros realmente nos interesa precisamente la
aceleración; ella es el verdadero resorte del cambio.
1930- el verdadero cambio de conciencia será el que cambie las
condiciones físicas del mundo y haga de el una creación totalmente
nueva.
Madre decía eso en 1930. Es esa física nueva que nos interesa. Quizá
se podría hablar de una física supra-mental. ¿y como funciona?
En primer lugar, ese nuevo estado es poderosamente contagioso.
Es su primera cualidad. Es muy probable que las primeras vibraciones
mentales en el antropoide fueron también muy contagiosos, y todos
conocemos el poder de una corriente de pensamiento a través del
mundo. Pero aquí extrañamente (o no), se trata de un poder de
contagio material como si el hecho de vivir el verdadero estado, la
verdadera materia, podríamos decir, tuviera el poder de cambiar la
leyes de la falsa materia ilusoria en que vivimos; todo su curso de
encadenamiento “lógico” de causa efecto, que no es mas que la causa
y el efecto de una ilusión.
La primera ”ley” de la física nueva es
que cada segundo es nuevo y lleva en si su propia ley , que no
depende de nada “anterior” y no tiene ninguna consecuencia “
posterior”.
Pero ¿Cómo un “ estado de consciencia” puede ser
contagioso?, nos preguntaríamos como buenos materialistas de la
vieja materia la “consciencia” es algo eminentemente subjetivo…
Aunque bien pudiera suceder que fuese la única objetividad del mundo
pero no conocemos nada de ella hasta el presente, pues, en lo que ha
conciencia se refiere, casi no conocemos otra que la que gira en
nuestra cabeza; sin embrago, hay una conciencia en la materia es un
estado de la conciencia en la materia; un estado de conciencia
celular; y no hay nada mas contagioso que la materia, porque es una
sola misma cosa continua de una punta a otra del universo.
Solo
nuestra cabeza esta separada.
Lo mejor es dejar a Madre expresar sus primeros tanteos por esta
física nueva, ya en 1958, cuando se hizo un primer agujero en la
trama:
58.66- Durante todo el tiempo en que la cosa estaba así de activa
(la experiencia nueva), era absolutamente imposible que hubiera el
menor desorden en el cuerpo, y no solo en el cuerpo, sino en TODA LA
MATERIA CIRCULANTE. Era como si todos los objetos obedecieran y sin
tener necesidad de “decidir” que obedecieran: Era automático….
No es la voluntad la que comunica órdenes a la materia: es la
materia misma la que comunica, automáticamente.
… Era una armonía divina en TODO (ocurrió allí arriba en mi cuarto
de baño, seguro para demostrar que sucede en las cosas mas
triviales), en todo, constantemente. Así que si ese estado se
establece de una forma permanente, YA NO PUEDE haber más
enfermedades, es imposible. No puede haber accidentes, no puede haber desordenes, y todas las
cosas (probablemente de una forma progresiva) deberán armonizarse
como aquello se había armonizado: todos los objetos del cuarto de
baño estaban llenos de entusiasmo y de alegría ¡todo obedecía, todo! Tuve verdaderamente la impresión de que se trataba de un primer
experimento, es decir, que era algo nuevo sobre la TIERRA. Es un
estado verdaderamente de omnisciencia y de omnipotencia absolutas,
en el cuerpo. Y modifica todas las vibraciones circundantes… Es
probable que la mayor resistencia se dé en los seres más consientes
a causa de su mente misma que querrá que las cosas continúen al
estilo de su ignorancia.
La materia llamada inerte es mucho más
fácilmente “capaz de responder”: no se resiste. Y estoy convencida
de que en las plantas, por ejemplo, en los animales, la respuesta
será mucho más rápida que en los hombres.
Será más difícil tener que
actuar sobre una mente muy organizada: los seres que viven en una
conciencia mental totalmente cristalizada, organizada, son duros
como la piedra. Se resisten ciertamente, según mi experiencia, lo
que es “inconscientemente” seguirá mas fácilmente, según mi
experiencia, lo que es “inconsciente” seguirá mas fácilmente: era
delicioso ver el agua en grifo, el dentífrico es su frasco, el vaso,
la toalla, ¡todo eso me hacia señas de alegría y de adhesión!
61.113- Ayer, mientras caminaba, caminaba por una especie de
universo que era exclusivamente divino (el otro estado); Se tocaba,
se sentía, estaba dentro, y fuera, por doquier. Durante tres cuartos
de hora sólo “eso”. Pues bien, te aseguro que en ese momento ya no
había ningún problema ¡te lo aseguro! ¡Y que sencillez! Nada que
pensar, nada que querer, nada que “decidir”: ¡solo SER, y ser! Ser,
en una complejidad infinita de una unidad infinita; todo estaba
allí, pero nada estaba separado; todo estaba en movimiento y nada se
desplazaba.
61.3010- Es algo que es mas denso, mas compacto que el ser físico,
esa creación nueva (la “la masa” aumenta con la velocidad, dice
Einstein). Tendemos siempre a pensar que es más etéreo, ¡pero no es
verdad! La impresión que me da esa atmósfera es de algo mas
compacto, y, al mismo tiempo, sin peso ni espesor, ¡Oh!, una
cohesión tal, una MASA tal, y al mismo tiempo… No se es totalmente
distinto a lo que uno esperaba. No puedes ni imaginarte lo que es.
Algo compacto y sin DIVISIÓN.
66.221- ¡Y es una manera de ser admirable!, infinitamente superior a
todo cuanto tenemos aquí. Aquí siempre hay algo que no marcha –
duele aquí o duele allá, o esto o aquello, y además las
circunstancias, que tampoco marchan – todo eso… cambia de color. Y
se vuelve ligero, ligero, ágil. Toda la dureza y la rigidez
desaparecen. ¡Lo cambia todo! ¡todo cambia! Me estaba lavando los
dientes, me estaba lavando los ojos; estaba haciendo las cosas más
materiales, ¡y cambiaban de naturaleza! Y había una vibración
consciente en el ojo que se lavaba, en el cepillo de dientes, en…
¡Todo era diferente! Es evidente que si uno logra hacerse dueño de
ese estado, puede cambiar todas las circunstancias que le rodean.
Luego, de pronto, el experimento toma una dimensión que le deja a
uno pensativo:
67.127 – De repente, durante dos o tres segundos, es como si uno
tuviera la clave. Y entonces todo lo que se suele llamar “milagros”
parece la cosa mas simple del mundo:” ¡Pero si es sencillísimo, más
que hacer esto!” Y luego… se va. Cuando esta ahí, ¿es tan sencillo,
tan NATURAL! Y absolutamente todopoderoso. Por ejemplo, una cosa
parece que quiere venir: el poder de curar. ¡Pero no como lo
describen! No se trata de nada de eso, es algo que de la impresión
de “curar”, es… poner de nuevo las cosas en orden. Y tampoco es eso.
Es un PEQUEÑO ALGO QUE DESAPARECE, y ese pequeño algo es…, es,
esencialmente, la Mentira…
Es decir, la pecera de irrealidad física en la que vivimos.
Es muy curioso. En el fondo, eso es lo que da a la consciencia
humana ordinaria el sentido de la realidad, ¡y es eso lo que debe
desaparecer! Eso que llamamos “concreto”, una “realidad concreta”;
si eso que os da verdaderamente el sentido de la existencia “real”
es esa sensación la que debe desaparecer y ser reemplazada por… Es
inexpresable.
Es como una pulsación universal. Es a la vez todo-luz,
todo-poder, todo-intensidad de amor, ¡y una plenitud…! Es algo tan
pleno que no puede existir nada más que eso. Y cuando “eso” esta en
el cuerpo, en las células, entonces basta con dirigirlo sobre
alguien o sobre algo para que, inmediatamente, se ponga de nuevo en
orden. Por eso, traducido en palabras ordinarias, decimos que
“cura”; que cura la enfermedad, ¡Pero no!, no la cura, ¡la anula!
Si, la anula, la VUELVE IRREAL…
Y es ahí donde empezamos a abrir los ojos de par en par.
…¿Comprendes? No es la acción de una “fuerza superior” sobre los
demás A TRAVES DE la materia, es una acción directa, de materia a
materia. Lo que la gente llama en general “poder de curar” es un
poder mental o vital muy grande que se impone a través de la
resistencia de la materia. ¡Pero no se trata de eso! Es el contagio
de una vibración. Y por eso es irrevocable.
61.271- Ese estado es una especie de absoluto. Un absoluto que no
solo no tiene que “conquistar” los obstáculos, las resistencias,
sino que ANULA automáticamente toda resistencia.
Y he aquí lo que da la última coordenada del misterio:
67.153- Cuando removemos agua, deja de ser transparente, se agita y
ese movimiento impide que el agua sea transparente, ya no se puede
ver a través de ella. Y sucede lo mismo con el cuerpo; cuando esta
tranquilo y vasto todo se vuelve límpido. Y en esa limpieza se ve
perfectamente, se decide perfectamente, todo se arregla y las cosas
se organizan por si mismas, ni siquiera hay necesidad de intervenir…
(¿Cómo diría yo...?).
Todo, todo el universo avanza a una marcha
fantásticamente rápida en una inmovilidad perfecta (parece una
contradicción, pero es algo que se siente, que se ve, que puede
vivirse). Una inmovilidad luminosa que avanza a una marcha
fantásticamente rápida. Y en esa inmovilidad hay una transparencia
perfecta, y no existe ningún problema; la solución precede al
problema.
La enfermedad, la muerte, el accidente…, no existen, no pueden
existir; la solución precede al problema e impide que se presente el
problema; anula el problema como si solo hubiera existido en nuestra
consciencia mentirosa.
El “mal” es irrealizado, si, o desrealizado
de su existencia ilusoria. Y toda nuestra existencia asediada por
tantos males se vuelve un milagro perpetuo. Una limpieza corporal en
la que todo eso ya no existe, no existe.
“Un pequeño algo que
desaparece.”
66.318 – La verdad…, este cuerpo la ha vivido esta mañana varias
veces seguidas durante algunos segundos… que bien podían ser
eternidades. Y en ese momento no se sabe si dura o no dura todo eso
se acabo. Y no quiere abolir nada, ¡eso es lo maravilloso! Todo
sigue ahí, no quiere abolir nada, quiero decir que no trata de
abolir nada en el mundo, ni si quiera da la impresión de que la
Mentira sea abolida – no existe, no hay - . Es una pequeñísima nada…
que lo cambia todo. Es así como un muerto podría revivir, es así,
por ese cambio.
Y finalmente el cuadro se volvió claro, y no solo claro, sino lleno
de esperanza y accesible a esta humanidad que somos.
Aquel día Madre
tenia la clave de ese “pequeño algo” que separa los dos estados; el
viejo estado humano, que ella llama aquí el estado de imperfección,
y el nuevo estado, al que llama estado de perfección.
Y esos dos
estados no están están a distancias siderales y transcendentales uno
de otro, están aquí, juntos, el uno en el otro, sobre esta Tierra.
64.1211 y 253 – La perfección esta ahí, siempre, coexistiendo con la
imperfección; perfección e imperfección están coexistiendo siempre,
y no solo de forma simultanea, sino EN EL MISMO LUGAR, no se como
decirlo; así (Madre junta sus dos manos una contra otra). Lo cual
quiere decir que en cualquier segundo y en cualquier condición
podéis alcanzar la perfección; no es algo que haga falta adquirir
poco a poco por medio de progresos sucesivos, la perfección es un
estado absoluto que se puede alcanzar en cualquier momento. Así que
la conclusión es muy interesante…
Cuando la verdad se manifiesta (el
otro estado), la vibración mentirosa desaparece, se anula, como si
no hubiera existido jamás, ante la vibración de verdad que la
reemplaza. La verdad esta ahí, la mentira esta ahí, ¿no? (Madre
junta sus dos manos una con otra); la perfección esta ahí, la
imperfección también esta ahí, son totalmente coexistentes, están en
el mismo lugar. Y desde el minuto mismo en el que percibía la
perfección, la imperfección desaparece, la ilusión desaparece.
Es
decir, que la capacidad de vivir y de ser esa vibración verdadera
parece tener el poder de SUSTITUIR la vibración de mentira por esa
otra vibración hasta el punto de que… Por ejemplo, el resultado de
la vibración mentirosa debería ser naturalmente un accidente o una
catástrofe, pero si en el seno de esas vibraciones hay una
consciencia que tiene el poder de hacerse consciente de la vibración
de verdad, eso puede, mejor dicho debe, anular la otra, detener la
catástrofe…
Es una impresión que van en aumento; que lo Verdadero es
el único medio de cambiar el mundo, que todos los demás
procedimientos de lenta transformación son siempre tangenciales –
nos acercamos cada vez mas pero nunca llegamos – ya que el ultimo
paso, debe ser ese, la sustitución por vibración verdadera.
Es la sustitución de la vieja física mental, científica y mortal por
la física nueva, supra-mental.
¿Y si sucediera que a través de las mallas de nuestra trama,
bruscamente, un día, y para toda la Tierra, la vibración de verdad
viniera a anular e irrealizar el horror en que vivimos, el dolor en
que vivimos, la muerte en que vivimos, y nos despertamos en una
Tierra Nueva?... en la que no comprendemos ya nada de las viejas
leyes de la muerte, que se desvanecerán como un vano sueño.
No una
lenta transformación, no: un cambio brusco que nos haga abrir los
ojos de para en par hasta el punto de que todo nuestro viejo arsenal
se nos caiga de las manos y nos encontremos a nosotros mismos con
una risa inmensa.
Y la Tierra se contemple así misma como si no se hubiera visto
jamás.
Pero hay que añadir esto: que nadie engañe, no es una experiencia
que solo algunos “fenómenos” humanos privilegiados pueden tener en
condiciones excepcionales, es una experiencia que todos podemos
tener, materialmente, corporalmente, y que muchos tienen incluso sin
darse cuenta.
Pues es algo que parece tan sencillo y tan natural que
nos damos cuenta. Lo difícil del secreto es que lo tenemos ante
nuestros propios ojos.
El secreto transparente
Lo que mas nos cuenta comprender es que vivimos completamente, de la
cabeza a los pies (sobre todo la cabeza), en un mundo de irrealidad
física. Muy a pesar de nuestro, incluso si hemos empezado a
comprender un poco la verdad, nuestra primera reacción espontánea,
automática, corporal, es:
“Pero bueno, si lo veo y lo toco es algo
concreto; vamos a ver, el peso existe, nos caemos; veamos, se trata
de UNA ENFERMEDAD…, así lo ha dicho el medico y todo el mundo lo
dice, ¡intentad lanzaros al vacío!”
No, aclarémoslo cuanto antes, no
se trata de dejar de ser razonables según nuestras viejas leyes
provisionales, es mucho mas serio que todo eso. Es necesario
comprender el mecanismo de la irrealidad.
Hemos hablado ya de esa trama microscópica que envuelve cada gesto,
cada paso, cada reflejo, cada nervio y todo nuestro cuerpo:
“No
puedes, no debes, cuidado con esto, cuidado con aquello, es
peligroso, es mortal, no es posible, no es posible…”
Todo es
“imposible” para ese individuo timorato, catastrófico y derrotista.
Aquí aumentamos al fenómeno con palabras, pero de hecho es una
minúscula trepidación en la materia, algo que podría asemejarse a un
microscopio temor, como un movimiento tetánico en la sustancia del
cuerpo. Es, probablemente, el recuerdo temeroso de una celulita en
medio de aquel enorme magma devorador y hormigueante del que había
de separarse y protegerse.
Y ese movimiento de contracción
constante, infinitesimal, crea una especie de trepidación
ultrarrápida, imperceptible, que forma un verdadero muro alrededor
de nuestro cuerpo, extrañamente semejante a la barrera electrónica
de las partículas elementales en su torbellino incesante.
Es esa
trepidación de la mente física de la que ya hemos hablado, que es
como la memoria catastrófica de la Tierra – toda la materia viva ha
evolucionado de catástrofe en catástrofe - . La diferencia con la
aparición de la especie humana es que el hombre ha “mentalizado”, es
decir, ha cristalizado y codificado la “catástrofe”. Le ha dado un
terrible poder hipnótico. Aunque fuera posible, seria imposible.
Y la verdad del mundo es que todo es posible.
Solo que hemos delegado en la Maquina el poder de superar nuestra
“imposibilidades”, en lugar de buscar en nosotros mismos la clave
del gran Posible.
Pondremos solamente dos ejemplos, sacados uno de la experiencia de
Madre y el otro de nuestra propia experiencia, para ilustrar el
secreto transparente, que es el secreto mismo del gran Posible.
La
primera experiencia se produjo a consecuencia de un motín local
contra el Ashram de Pondicherry:
65.192 y 242 – Y vi aquel bombardeo de piedras y aquellas llamas que
subían hasta el cielo; todo el cielo estaba rojo. Yo estaba
simplemente sentada junto a mi mesa cuando comenzó el ataque; estaba
cenando. Y un poco antes de que aquello empezara tuve esa
experiencia, esa consciencia del otro estado. Yo no era ya este
cuerpo, era la Tierra, la consciencia de la verdad física de la
Tierra, exactamente, ¡con una paz, una inmovilidad! que no conocen
físicamente.
Y todo aquel ataque parecía como una mentira absoluta,
sin ningún elemento de verdad detrás (es decir, la gran ilusión de
la pecera), pero al mismo tiempo simultáneamente…, es indecible,
pero simultáneamente, por doquier en toda la ciudad, y especialmente
aquí, en el Ashram, tenia yo una percepción microscópica, pero
absolutamente precisa y exacta de todos los puntos de mentira que
ESTABLECÍAN CONTACTO; la exacta vibración de mentira que en cada uno
y en cada cosa permitía el contacto.
Por lo que si esa consciencia
(del otro estado), que estaba allí, hubiera sido colectiva, si
hubiéramos podido recibirla colectivamente, nada nos habría tocado.
Por ejemplo, echaron un morrillo y pego en mi ventana, y en aquel
momento vi con toda exactitud en la consciencia de la gente que
estaba presente la vibración de mentira que había permitido que la
piedra pegara allí. Y eso simultáneamente, al mismo tiempo, en todas
partes, en toda la ciudad…
Por eso, ahora se – lo se de una forma
cierta, absoluta e inolvidable – cual es la vibración de verdad en
el ser físico, que estado debe tener el ser físico para SER la
verdad. Es algo inmutable, que no se mueve FÍSICAMENTE (mentalmente
no cuesta nada, es muy fácil). Es como un imán físico de vibraciones
físicas verdaderas; es algo que no pasa por la mente, ni siquiera
por ser vital; es, físicamente, una especie de imán que atrae la
verdad física…
La “verdad física” es, precisamente, la del otro estado, en el que
todo ese motín no tenia ninguna realidad, ninguna verdad en si
misma, y, por tanto, ningún poder.
Y añade Madre:
…Las vibraciones de mentira son una especie de movimiento que crea
como una trepidación en la materia. Veía, con la misma claridad que
veo los objetos materiales, la vibración que PRODUCÍA EL CONTACTO
con toda aquella mentira, y vibración que hacia que no hubiera
contacto, que aquello NO PUDIERA ni tocarnos… Luego, varias personas
me contaron su experiencia. Por ejemplo, X salió, quería telefonear
a la policía y tenia que atravesar el patio (caía literalmente una
lluvia de morrillos), todo el mundo le grito:” ¡Vuelve!..¡Vuelve!,
esta loco” Pero el lo atravesó – no le toco ni una piedra - . Y
tenía el sentimiento de que era imposible que le tocaran. Era como
una demostración de la diferencia de vibración entre dos estados: la
vibración que responde a la Mentira y aquella en la que no hay
respuesta, es decir, que NO HAY CONTACTO posible – son mundos
diferentes - . El uno es un mundo de verdad y el otro es un mundo de
mentira. Y ese mundo de verdad es FÍSICO, es material, no está en la
altura – es material - .Y ese es el que debe ponerse delante y
ocupar el sitio del otro.
(Pregunta:) ¿el verdadero ser físico del que hablaba Sri Aurobindo?
“El verdadero ser físico, si.”
Un mundo material en el que los accidentes, las enfermedades, la
muerte…, no pueden tener lugar. Y es ese mundo el que debe ocupar el
sitio del nuestro, sin ningún milagro, simplemente con un cambio de
vibración en la materia. La vibración del estado verdadero anula
todas las vibraciones mentirosas e ilusorias de nuestra pecera. Un
motín no es una “ilusión”, es algo tangible, concreto, incluso es
impresionante, y, sin embargo, es una ilusión.
Hay un estado
vibratorio de la materia, un estado verdadero, que hace que todo eso
no pueda tocarnos – no hay contacto, son como dos mundos el uno en
el otro -. Un mundo de verdad física y un mundo de mentira física.
Un mundo de libertad física y un mundo de esclavitud física. Un
mundo de leyes físicas y un mundo fuera de estas leyes ilusorias,
que pueden ser impresionantes o no, mortales o no, gravitacionales o
no…, según estemos aquí o allí. Otra posición en la materia.
Precisamente esa nueva posición de una especie que no se sitúa ya ni
en nuestros espiritualismos ilusorios ni en nuestros materialismos
igual de ilusorios.
La verdad de la materia es otra cosa.
… Y este otro ejemplo tomado simplemente de la infancia de Madre:
63.93 – Tenía yo nueve o diez años y estaba corriendo con unas
amigas por el bosque de Fontainebleau. El bosque es lo
suficientemente espeso como para no poder ver muy lejos delante de
uno. Iba corriendo tan rápida que no vi que estaba llegando justo al
borde de la carretera; desde el lugar en donde estábamos hasta la
carretera había una caída en pico de unos tres metros, y la
carretera estaba empedrada, recién empedrada. Y como el impulso que
llevaba era tan fuerte, no pude pararme: ¡plaff!, Salí despedida por
el aire. Tenía diez años como mucho, y no iba pensando en nada
milagroso ni maravilloso, nada de eso – simplemente fui proyectada
al aire - . Y sentí que algo me sostenía, así, y fui literalmente
depositada en el suelo, sobre las piedras. Me levante (me pareció la
cosa mas natural del mundo); ni un rasguño, ni una mancha de polvo,
nada, absolutamente intacta.
Entonces todo el mundo me precipito
para ver, y les dije: “¡Pero si no es nada, no ha pasado nada!” Y
recuerdo esa impresión: era como algo que me llevaba, ¡y con que
lentitud caí! Aquello era una prueba material, puesto que estaba
intacta, no era una ilusión, la carretera estaba recién empedrada
(ya conoces los sílex de Francia…) El alma estaba muy viva en aquel
momento, se resistía con todas sus fuerzas a la intrusión de la
lógica material del mundo – era algo que me parecía totalmente
natural - . Simplemente, me decía: “¡No!, no puede sucederme ningún
accidente”
Y lo mas curioso es que años después, cuando Madre nos contaba esta
historia, relacionaba aquel movimiento de caída lenta que la
deposito sobre los sílex, con el gran movimiento de alas del que
hemos hablado:
“Grandes alas beatificas, y vastas como el mundo que
se mueven lentamente; pero o son dos, están totalmente alrededor y
se extienden por doquier.”
Otro estado vibratorio de la materia que anula incluso la
gravitación.
¡No hay leyes!, solo son lo que pensamos de ellas;
aunque no se trata de un pensamiento intelectual, es un microscópico
pensamiento de la materia. No conocemos el verdadero ser físico, la
verdadera materia, la verdadera naturaleza del mundo; solo conocemos
nuestra trepidación en la materia que establece el contacto con
todas las catástrofes y crea las catástrofes, como un capullo de
muerte “científica” que nos envuelve de la cabeza a los pies, y
cuanto mas científico, mas impermeable.
Recibimos científicamente
morrillos en la cabeza y nos rompemos la pierna igual de
científicamente:
“Pero es concreto, es tangible, es real…”
Y exclamaba Madre:
55.1412 - ¡Es el estado sublime el que es natural!, y sois vosotros
los que estáis constantemente en un estado no natural, que no es
normal, que es una falsificación, una deformación.
Finalmente, vamos a poner un ejemplo vivido por nosotros mismos. Era
en los cañones desiertos de Pondichery. Estábamos sentados
tranquilamente cuando, de una hondonada, salieron tres hombres.
Nos
dimos cuenta al instante: “Vienen a matar”
Nos quedamos sentados,
sin movernos. Y, cosa extraña, sin hacer ningún esfuerza, ninguna
concentración, nos encontramos de pronto como vacíos de nosotros
mismos, sin reacción, sin temor, sin nada, como una piedra, pero una
piedra consciente que contemplaba todo aquello como una especie de
espectáculo que no le concernía, como se puede contemplar en sueños
algo que le sucede a otra persona, que, sin embargo, es uno mismo. Y
no era verdaderamente la sensación de una piedra, a no ser por la
neutralidad, sino más bien la de un cuerpo, nuestro cuerpo, como una
especie de cosa completamente transparente y nula, un tanto
flotante.
Nada se movía, ni un temblor, ni un latido; y ocurría
totalmente al margen de nosotros mismos, no había ningún “dominio”
por nuestra parte, ningún esfuerzo. Era como algo que se había
amparado de nosotros en una inmovilidad transparente. Y allí estaban
los tres hombre: dos delante y otro detrás. Ni nos movimos.
Discutieron entre si.
Luego, una especie de voz en nosotros dijo:
“En pie”
Nos levantamos, con la espalda al borde del precipicio. Uno
de ellos nos quito el reloj, sin duda para simular un robo. El que
estaba detrás se planto ante nosotros. Vimos el brazo del asesino
levantarse para empujarnos al barranco. Seguimos el movimiento de
aquel brazo, nuestros ojos se cruzaron con los ojos dorados del
asesino.
Bajo el brazo, se quedo un instante un poco dudoso, como si
no supiera que hacer ni supiera siquiera que hacia allí.
Verdaderamente se diría que contemplaba a su vez toda aquella escena
como sino tuviera sentido o como si se hubiera olvidado de lo que
había ido a hacer allí. Se volvió, los otros dos se volvieron
también, y se fueron. Después súbitamente, echaron a correr como si
les hubiera entrado el pánico. Y luego nuestro corazón se acordó de
pronto que debía haber tenido miedo, que habían querido matarle…, y
se puso a palpitar como un idiota.
Lo único que sabemos es que si hubiera existido el menor esfuerzo
por nuestra parte, la menor tirantez, la menor reacción para
rechazar a aquellos hombres, incluso un rechazo interior, un simple
“no” interior, habríamos sido asesinados al instante; la vibración
de aquellos hombres habría chocado con el muro levantado por ese
“no” y el rebote de la vibración habría desencadenado todo el
mecanismo.
Pero allí no había nada, ni respirábamos; éramos como una
suave brisa que las vibraciones atravesaban, no había nada que
rebotara. Y no se puede matar una brisa, ¿no? Hace falta que haya un
contacto, un agarradero para poder matar, y allí no se podía agarrar
nada, no había nada. ¡Así que, si no había nada, no podía pasar
nada!
Es decir, que durante cinco o siete minutos, por alguna gracia,
nuestra mente física no había funcionado. Y es así como suceden
todos los “milagros”. Solo que el verdadero milagro es el estado
natural.
Es la Tierra de la próxima especie.
Un secreto transparente
60.1510 – Es divertidísimo, ¡para la gente no existe la realidad en
si misma!, es solo su actitud hacia ella lo que les importa, lo que
piensan de ella. ¡Que raros son! Cada cosa lleva en si misma su
verdad – su verdad absoluta, luminosa y clara - , y si se esta en
relación con ESO, todo se organiza maravillosamente. Pero los
hombres NO están en relación directa con “eso”; siempre se
relacionan A TRAVÉS de su mente – lo que piensan, lo que siente o a
veces peor.
Queda ahora por aprender el secreto concreto: como se anula esa
mente física y como se llega al estado natural, a la célula pura,
sin revestimiento mental, catastrófico y científico.
Ahí esta
verdaderamente el extraordinario descubrimiento de Madre y de Sri Aurobindo: la “mente de las células”, la mayor revolución biológica
desde que una primera partícula viva se puso a atacar y a huir en la
frontera entre la materia inanimada y la vida.
Es el segundo paso evolutivo, no ya de la materia a la vida, sino de
la vida a otra cosa que Madre llamaba la “súper-vivencia”, y que
también podría haberse llamado la “súper-mortalidad”, porque no es
ya la vida tal y como la conocemos, ni evidentemente la muerte que
va a la par.
Es lo que Sri Aurobindo llamaba “la vida divina”.
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