6 Marzo 2015

del Sitio Web EcoInventos

 






Con este invento de los apicultores Australianos padre e hijo, Stuart y Cedar Anderson, las abejas de todo el mundo pueden dar un suspiro de alivio, o eso pretenden.

 

Su invento permite a los apicultores cosechar la miel de sus colmenas sin molestar a las abejas que hay en el interior.

Este ingenioso invento funciona proporcionando a las abejas una pared parcialmente terminada para que posteriormente la completen ellas mismas con su propia cera.

 

Cuando se llenan con la miel, el apicultor puede abrir el otro extremo, permitiendo que la miel fluya hacia un grifo sin molestar a las abejas.

 

 

El proyecto Flow Hive Honey se ha presentado en la plataforma de crowdfunding INDIEGOGO, recabando micro-donaciones por más de 4,8 millones de dólares, aunque su presupuesto inicial tan solo era de 70.000 dólares. 

 

El éxito de este relámpago de donaciones se debe a la preocupación que tiene la sociedad en torno a las abejas y a la sensibilidad sobre el estrés productivo que sufren durante su reproducción dirigida y la extracción de la miel.

 

 

 

 

Pero encontramos con un artículo de ecocolmena que desmonta este invento, aquí os hago un pequeño resumen.

 

Primero habría que comentar que este diseño no es nuevo, fue inventado y patentado en las oficinas de España y USA (patente nº US2223561A) por Juan Bizcarro en el año 1939.

 

 

Fuente

 

 

La única diferencia entre los dos prototipos es que el de Bizarro basó la estructura de las celdas de los panales en metal, mientras que los australianos emplean plástico.

 

 

 

 

Lo que vemos salir "por un tubo" en el vídeo de promoción es miel poco densa o néctar, cuando los parámetros de humedad a los que estamos acostumbrados apenas dan margen de humedad (tan solo entre un 17% - 23% las más usuales).

 

La miel, por el sólo efecto de la gravedad, no sale con facilidad de una "celdilla opercolada" sin ayuda de una temperatura adecuada o el impulso de la fuerza centrífuga, o eso pensábamos hasta ahora.

 

El aporte de invención del prototipo de 1939 fue eludir las celdas opercoladas con cera, de modo que la salida de la miel se realiza por una abertura interior, en el fondo de la celda que no es controlado por las abejas.

 

Los "Anderson's" aprovechan la misma idea y tan solo simplifican su construcción.

 

El néctar fermenta, pierde aromas y se degrada con rapidez. 

 

El néctar no contiene las propiedades y beneficios nutricionales-terapéuticos de la miel.