es la conexión entre materia y espíritu - o conciencia - lo que
permite el óptimo
funcionamiento de un individuo...
De hecho, se afirma que su complejidad permite la supervivencia del cuerpo mismo, así como del funcionamiento adecuado de procesos cognitivos - lenguaje, imaginación, conciencia… - y emocionales.
Sin embargo, desde el
2003 surgió un caso clínico que ha dejado boquiabierto al mundo
médico.
Es decir, un cráneo relleno de líquido y una muy pequeña región de masa cerebral.
De acuerdo con su historia clínica, el personaje sufrió durante sus primeros años de vida de hidrocefalia - acumulación de líquidos dentro del cráneo - y tras años de tratamiento su cerebro fue,
La sociedad médica había supuesto que las afectaciones en la vida general del pequeño serían graves.
Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, fue capaz de llevar una vida completamente normal: trabaja como funcionario, se encuentra felizmente casado y es padre de dos hijos.
En otras palabras, es una persona en plena conciencia de sí mismo y de su realidad.
Según los investigadores,
esto se debe a que la posible ubicación en el cerebro de la
conciencia, se encuentre en una región muy específica sin haber
recibido algún daño aparente por la situación.
Por ahora esta hipótesis se adecua a la señalada años atrás como la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro por adaptarse a los cambios y asumir nuevos roles en caso de alguna lesión.
Gracias a ello, Cleeremans explica que no importa el tamaño del cerebro:
De modo que se podría llegar a considerar que no se trata de la materia - como cantidad - sino de la conexión entre materia y espíritu - o consciencia - lo que permite el óptimo funcionamiento de un individuo.
Del perfecto equilibrio entre estos dos últimos elementos para liberar miedos, superar obstáculos y descubrir los misterios del cuerpo humano.
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