27 Junio
2017
del Sitio Web
ElRobotPescador
Si la idea de que una máquina sepa lo que estamos pensando ya parece
inquietante, el último experimento llevado a cabo por científicos de
la
Universidad Carnegie Mellon, da
mucho miedo.
Han logrado que una computadora lea la mente a partir de datos de
una simple resonancia magnética.
Hasta ahora, los intentos por lograr que una máquina interprete lo
que una persona piensa se habían limitado a conceptos muy básicos.
A comienzos de este año, un equipo japonés logró que una computadora
adivinase el número que una persona conectada a un casco con
electrodos estaba pensando. El sistema solo era capaz de adivinar
cifras de un sólo dígito con una tasa de acierto del 90%.
Pero pocos meses después (lo que indica la altísima velocidad a la
que se desarrollan estas peligrosas tecnologías, aunque no lo
notemos en nuestro día a día), el avance conseguido es mucho más
inquietante.
Lo que los investigadores de la Carnegie Mellon han logrado es que
la computadora sea capaz de interpretar frases complejas con una
efectividad del 87%. Para ello han recurrido a una plataforma de
aprendizaje máquina no muy diferente a las que se usan para
interpretar el contenido de imágenes o para identificar caras.
En primer lugar, han alimentado el software con 239 frases complejas
del tipo "El testigo gritó durante el juicio".
Cada frase iba acompañada de los datos de un escáner de
resonancia magnética (MRI
por sus siglas en inglés) que registra las áreas del cerebro que se
activan cuando una persona piensa en esa cadena de conceptos.
En la prueba 240,
los algoritmos no necesitaron la
frase, la adivinaron simplemente analizando las ondas cerebrales
captadas por una resonancia magnética.
Si suena a telepatía es porque se le acerca mucho.
El logro no es en absoluto sencillo porque aunque lo traducimos en
lenguaje para comunicarnos, el cerebro no redacta frases para
pensar, sino que lo hace mezclando conceptos abstractos, imágenes,
palabras y hasta sonidos u olores.
Marcel Joust, principal autor del estudio, lo describe así:
"Uno de los mayores
avances del cerebro humano es la habilidad para combinar
conceptos abstractos en pensamientos complejos.
Uno no piensa en la palabra 'Plátano' sino en 'Esta tarde me
gustaría salir con mis amigos y comerme un plátano'.
Lo que por fin hemos logrado es lograr captar pensamientos de
esa complejidad mediante una señal MRI. El descubrimiento de esa
correspondencia entre pensamientos y activación de señales en el
cerebro nos permite saber de qué bloques fundamentales están
formados los pensamientos.
Nuestro método permite sortear un problema muy desafortunado de
los escáneres de resonancia magnética, y es que mezclan las
señales provenientes de regiones del cerebro que se activan al
mismo tiempo.
Ese es el avance que
nos ha permitido descifrar pensamientos formados por varios
conceptos."
El siguiente paso de los
investigadores es que los algoritmos sean capaces de adivinar el
tema y contexto de una frase.
Aún es muy pronto para hablar de dispositivos portátiles capaces de
leer la mente, pero la base está ahí.
Si realmente logran desarrollar una plataforma de aprendizaje
máquina capaz de adivinar pensamientos complejos, el siguiente paso
es miniaturizar el dispositivo y hacerlo más fácil y rápido de usar.
Y eso no resultará especialmente difícil, si tenemos en cuenta los
últimos avances en la tecnología de materiales.
Es posible que, en un futuro no muy lejano, hasta lo único que nos
queda privado de verdad, es decir, nuestros pensamientos, deje de
serlo.
Referencias
***
Mientras tanto, y como ya
hemos dicho otras veces, seguimos ensimismados con las noticias
políticas, con los enfrentamientos entre potencias y con asuntos
geoestratégicos, cuando en realidad, es el avance de la ciencia y la
tecnología y el mal uso que le pretenden dar, lo que configurará el
mundo del futuro inmediato.
Es posible que mañana, los que ahora parecen al borde de la
guerra, se pongan de acuerdo y la posible guerra se detenga.
Pero lo que sí es seguro es que nadie va a detener estas tecnologías
que cambiarán no solo la naturaleza de nuestras sociedades, sino la
propia naturaleza humana.
Y mientras seguimos distraídos, nos aproximamos a un mundo donde por
lo visto, la palabra "individuo" quedará borrada para siempre,
mezclada con una mente artificial global que lo dominará todo… y que
será nuestro próximo "dios"…
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