Enero 2017
del Sitio Web
PreparemonosParaElCambio
Nada mejor que comenzar leyendo la cita de este celebre escritor.
Como podéis observar expresa con brillantes palabras que para contrarrestar el miedo es necesario el amor. Los que ya me conocéis sabréis que me gusta utilizar el término vibración.
Por eso creo fundamental
comenzar recordando de qué pasta estamos hecho, tanto física como
energéticamente hablando. Luego abordaremos esto último.
Pero, ¿de que está
formada la materia?
Y es que la naturaleza del cuerpo físico, por sus características degenerativas como por las regenerativas, es tan compleja como extraordinaria.
No alcanzamos a
observarlo, pero para ambas causas tanto negativas como positivas,
entran una serie de factores mucho más sutiles que la mayoría de las
veces podríamos controlar, incluso yo diría que manipular.
Éstas partículas interactúan entre sí con las cuatro fuerzas fundamentales con cargas positivas y negativas:
Esto es una explicación muy por encima de lo que es la materia, pero he aquí donde comienza a ponerse interesante todo esto, porque si viajáramos aún a un nivel inferior encontraríamos que la cosa no se queda ahí.
Resulta que todas estas Fuerzas (+) (-) están compuestas por un cúmulo de cuerdas o filamentos que vibran en el espacio-tiempo dentro de una sopa de multitud de dimensiones, y no sólo en las cuatro que conocíamos hasta el momento.
Comprenderéis que todo esto es lo bastante complejo como para mantener a los científicos entretenidos por un buen tiempo.
Pero volviendo de nuevo a lo nuestro, hay que decir que estas cuerdas o filamentos se desenvuelven en estados vibracionales; y es justo en este punto cuando llegamos de nuevo a mi término favorito:
Como podéis observar, al final todo se traduce en un Estado Vibracional.
Partiendo de esta base, ¿qué somos entonces todos los seres vivos? Y digo TODOS.
Os contestaré con gusto a esta pregunta:
Llegados a tan importante determinación podemos decir sin equivocarnos lo más mínimo que no sólo la naturaleza cuántica de la materia es vibración, sino que también lo es todo lo demás.
Es decir, todos los
sentimientos que puedan surgir desde nuestro corazón e incluso la
actividad mental que se origina en nuestro cerebro.
Igualmente ocurre con nuestro estado psicológico. Nuestros estados de ánimo son vitales en esta cuestión.
Si por alguna razón no
nos encontramos en nuestro mejor momento mental, la vibración que
producimos en todo nuestro organismo es degenerativa, ya que
nuestras células necesitan de una indispensable armonía.
Y esto sólo se consigue manteniéndonos en una frecuencia alta de vibración. No existe una vibración más alta que la que pueda aportar el Amor, en el más amplio concepto de la palabra, incluido el artístico y filosófico.
El Miedo, por el contrario, se uniría a unas de las frecuencias más bajas.
Aquí es donde llegamos a la unidad de tiempo llamada frecuencia, que es la magnitud que mide el número de repeticiones de un suceso, en nuestro caso, la vibración.
La longitud de onda es el
concepto que mide la frecuencia de vibración. Para no aburrir
demasiado con argumentos científicos os sugiero que le echéis un
vistazo a la imagen descriptiva de la figura 1.
De hecho es el causante de la mayoría de los trastornos tanto psicológicos como biológicos del organismo. Éste es el culpable mayoritario de que nuestro ser se encuentre desarmonizado, causándonos verdaderos estragos si el estado se prolonga en el tiempo, ya que las células comienzan a degenerase por sí solas, produciendo graves enfermedades, algunas incluso irreversibles.
Cuando una determinada célula, pongamos por caso, comienza a sufrir un desajuste de su estado natural debido a una baja frecuencia de su naturaleza cuántica, ésta reacciona en cadena llegando a deteriorar el órgano en cuestión.
Una expresión significativa que todos conocemos y que podemos utilizar en esta ocasión sería la siguiente:
Y es que nuestra mente está condicionada, y en ocasiones manipulada intencionadamente, para que el propio miedo se alimente de sí mismo.
Es decir, un determinado miedo puede provocar otro miedo diferente, y así sucesivamente en un recorrido infinito (∞) hasta llegar incluso a un episodio de ansiedad que antes desconocíamos.
Los facultativos lo llaman la pescadilla que se muerde la cola...
Estado que si no logramos
controlarlo podrá llegar a transformarse en futuras crisis de
ansiedad más prolongadas, que conducirán, con total probabilidad, en
auténticas depresiones, con todo lo que ello acarrea para nuestra
salud.
En definitiva, existen
una infinidad de causas que pueden causarnos miedo y con ello un
declive en la frecuencia de vibración de todo nuestro sistema
cuántico.
Igualmente, la información negativa que continuamente bombardea muchos de los medios de comunicación, a veces sin ser conscientes, también el odio que suscita algunas noticias - por cierto, otro sentimiento de muy baja vibración - contribuye en gran medida a bajar dicha frecuencia entre los usuarios.
Creo que a buen entendedor pocas palabras bastan, aunque para ello, en este caso, yo haya utilizado un recurso amplio de ellas para tratar de exponer, superficialmente, este asunto sobre el miedo y todo estado mental que incite en la separación de la longitud de onda en que vibra cuánticamente nuestro Ser:
Ahora queda la gran pregunta:
Es relativamente fácil. Aunque a veces es necesario de mucha práctica, siempre se consigue...
Sólo existe una pastilla totalmente gratuita y que, lo mejor de todo, tú mism@ puedes fabricar, recetar y administrarte desde tu propio hogar, se llama:
Bien, tómate una todos los días, después cita a tus miedos en un lugar cómodo, apacible y apartado del caos de la ciudad, a ser posible aprovecha la paz que te ofrece la naturaleza.
Allí mira fijamente y con determinación a los ojos de tu miedo - quien quiera que sea éste - dile con cariño y respeto que ya lo conoces y que también sabes cual es su naturaleza, y que si bien comprendes que él forma parte de ti, de ahora en adelante todo será diferente.
Tú serás quien lleves la
manija de la vida, y por supuesto quien la domine; desde ya y para
el resto de los días.
Es cierto que en ocasiones muestra cierta rebeldía, sobre todo cuando pensabas que ya lo tenías controlado.
Bien, para esto,
simplemente acércate a él y con amor le acaricias el lomo, ante eso
vuelves a tenerlo totalmente entregado a ti.
Cosa que tendréis que experimentar por vuestra cuenta...
Fuente
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