Todos en algún momento nos hemos interesado por ese fenómeno y hemos intentado encontrarle alguna explicación lógica, que son y por que están ahí.
Las creencias que están mas extendidas en occidente. Nos dicen que al morir, si fuimos buenos, vamos al cielo y si fuimos malos al infierno, punto....
Toda una vida pasando todo tipo de avatares para que al final te empaqueten, te facturen y te envíen allí donde "alguien" crea conveniente. Pero que pasa con los que se quedan, son acaso esos fantasmas, almas de personas que se quedaron perdidas, que no definieron en su vida una tendencia buena o mala?
Seguro que no...
Las principales causas por las que el alma de una persona fallecida se queda pegada a nuestro mundo y no sigue su curso natural hacia otro plano, es netamente voluntaria.
La persona al fallecer decide voluntariamente no continuar su proceso y quedarse allí donde estuvo su vida, por varias razones. Las razones mas comunes suelen ser por apego, apego a sus bienes, su casa, su coche, su dinero o sus posesiones.
Estas almas crearán su
propia realidad alrededor de esas posesiones y formaran alrededor de
ellas las rutinas que tenían en vida.
En realidad no pueden ayudar, pero tienen la creencia arraigada que sí y la continúan llevando a la práctica de forma activa.
También suelen quedarse conmocionados con el dolor del duelo. Ven en estos allegados un sufrimiento inconsolable y se quedan velando ese dolor, hasta que creen que se ha superado esa perdida. Esto en la practica puede muchas veces alargarse durante años, ya que una vez se supera el periodo de duelo continúan apegados con cualquier otra escusa.
Otra forma de quedarse pegado es por un fallecimiento traumático.
Ellos no son conscientes del fin y continúan viviendo ese drama día tras día. Los accidentes también pueden ser motivo de apego, son muertes súbitas en momentos en los que esa vida tenia mucho por emprender y se niegan a abandonar esa realidad.
Por supuesto hay muchas mas, pues cualquiera puede ser el motivo por el cual el alma de un individuo decide permanecer allí donde siempre estuvo su sitio.
Debemos entender que una vez que llega el momento del fin de la vida carnal, continuar en el entorno que ocupamos carece de sentido y continuar día tras día, año tras año, pegado a esa existencia, nos perjudica notablemente.
Interrumpir el proceso natural de evolución del espíritu trae unas consecuencias bastante graves.
Por lo pronto estás
posponiendo indefinidamente tu capacidad de superación, de
experimentación, de conocimiento y de evolución, estamos
obstaculizando de forma grave, nuestro camino hacia la fuente.
Los sentimientos
posesivos, ya sean materiales o sentimentales, son producto de un
ego mal enfocado, los apegos, las culpas o los victimismos, provocan
que continúen atrapados en sus propios egos, que sigan pensando en
el yo, antes que el nosotros.
Por lo tanto todas esas almas desencarnadas apegadas a sus egos en nuestra realidad, ayudarán de forma activa en la cosecha, por lograr esa masa critica necesaria para que la cosecha sea netamente negativa.
Superar ese 90% de almas
viviendo en el servicio a uno mismo es relativamente sencillo
si estas almas apegadas a la materia computan.
Los sentimientos no deben
ser cuantificados ni valorados, si no que deben ser un regalo del
que debemos dar gracias a diario por su disfrute y una vez se
terminen dejarlos fluir.
Es altamente recomendable
llegar al fin de nuestra etapa carnal, conscientes de que sea cual
sea la situación que dejamos atrás, sean cuales sean los bienes
materiales que hayamos atesorado, debemos abandonarlos, el juego se
terminó y debemos, si lo creemos necesario,
empezar otra partida, en un tiempo
distinto y en un espacio distinto...
|