cómo una visión científica rigurosa indica que la realidad objetiva
no existe.
Esto es debido a que la física quántica estremece completamente la realidad convencional de la física clásica, que sigue dominando en la mente colectiva.
Mayormente la teoría quántica destruye la noción fundamental de la ciencia, que existe una realidad objetiva, independiente de la observación subjetiva.
Lo explico así Werner Heisenberg:
Seguimos viviendo intelectualmente en un mundo de hace más de 100 años, lo cual no es extraño, ya que lo que postula la física quántica es realmente radical y va en contra de una noción profundamente arraigada en nuestra percepción:
Pero, como dice José Ignacio Latorre, catedrático de física quántica en la Universidad de Barcelona:
Es un prejuicio que la mayoría de los científicos parecen todavía defender la objetividad de la realidad, algo hasta cierto punto natural pues, por la dureza de la costumbre, es más fácil moverse en un mundo donde se piensa que todas las cosas son sólidas e independientes.
Asimismo, abandonar la noción de una realidad objetiva pone en crisis a la ciencia en tanto que coloca en entredicho muchos de sus fundamentos y su aparente poder por sobre las demás formas de conocimiento, esencialmente esa idea de que la ciencia tiene la exclusividad de lo "objetivo", un conocimiento superior que hoy sabemos que es ilusorio.
Por otro lado, también es cierto que la física clásica funciona bien en el plano de la realidad ordinaria.
Si olvidáramos que las cosas tienen una naturaleza espectral y metiéramos la física quántica en el clóset, podríamos seguir adelante sin inquietarnos demasiado por la naturaleza fundamental del universo.
Latorre explica:
Lo anterior hace referencia al problema de la observación en la mecánica quántica, algo que llevó a John Wheeler a formular su teoría de un universo participativo, en el cual el cosmos entero existe de manera dependiente de un observador y la información juega un papel primordial.
Andréi Linde, uno de los físicos más reconocidos del mundo, nos recuerda esto mismo:
¿Acaso no es la más grande alucinación, defendida por tantos científicos materialistas, considerar que el mundo está lleno de objetos materiales independientes, de alguna manera auto-existentes, más reales que nuestra propia percepción?
Esta noción es
paradójicamente metafísica, ya que no podemos comprobar de ninguna
manera que existan realmente estos objetos (de los cuales se deriva
la objetividad) porque dependemos de nuestra percepción para
conocerlos, les proyectamos una realidad metafísicamente...
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