por Ruben Torres
30 Mayo 2014
del
Sitio Web
LaCosechaDeAlmas
Estamos programados.
Esta sentencia puede
parecerte confusa, y seguramente lo niegues.
Estar programado, suena a
lavado de cerebro y tú nunca has sido sometido a esas practica, o
eso crees, pero todos lo estamos de algún modo.
Cuando nacemos, venimos
al mundo, completamente vírgenes. Nuestra mente es un lienzo en
blanco y en cuanto soltamos el primer llanto comienza nuestra
programación.
Desde los simples, "se
parece a su madre" o "habla como su padre". Estas pequeñas consignas,
van creando los cimientos de un programa en el subconsciente del
niño.
Solemos hablarle de lo que es bueno o malo y no permitimos que
el lo descubra por si mismo, les decimos,
-
a quien amar y a
quien odiar
-
que dios rezar
-
que conceptos
abrazar
-
que es normal y
que no
-
cuales son los
valores esenciales y cuales los morales
-
se les distingue
por clase social, lengua, nacionalidad, color de piel, credo
y edad
Para cuando el niño tiene
aproximadamente diez años, esta completamente programado, por una
educación estricta en casa a través de padres y abuelos, y una
educación paralela, igual de contaminada en el colegio.
Se le exige una
competitividad mal sana y se castiga cualquier atisbo creativo, de
independencia o de pensamiento critico.
El sistema mutila la infancia de los niños y los programa
severamente cada vez mas jóvenes, intenta por todos lo medios acabar
con la infancia, castrando con drogas, cualquier indicio en el niño
de imaginación, fantasía o efusividad.
Diagnostican de forma
gratuita y a la ligera, trastornos inexistentes, con el pretexto de
normalizar esa tendencia "peligrosa" hacia estados demasiados infantiloides, por otro lado normales en un niño, pero es importante
atajar esas explosiones espontáneas de felicidad, emoción e
imaginación.
Crean adultos precoces,
niños que con 7 años deben asumir roles de edades muy superiores a
la suya. Se les carga con multitud de tareas, clases extra
escolares, tareas deportivas, deberes.
Cargan los hombros de un
niño, al que solo debía preocupar sus ratos de juego.
Se le llena de
responsabilidades que no alcanza a comprender, se le habla del
futuro, cuando el niño solo entiende el hoy y mastican la tensión
que acarrean sus progenitores, asumiendo conceptos como,
-
crisis
-
paro
-
necesidad
-
dinero
-
competencia,
...que no le hacen ningún bien.
Estos son algunos de los programas que todos llevamos y debemos
eliminar.
Inculcamos a los niños
(hablo en general) algunos de estos programas o todos quizás,
simplemente por tradición, sin pensar en las consecuencias, ni los
posibles efectos adversos que en la psique de un niño podamos
provocar, derivando en una adolescencia, confusa, frustrada y
agresiva con su entorno.
Consumo
Antes de que empiecen
a hacerse preguntas, ya nos hemos dedicado a programar sus
creencias, manipulamos sus indefensas mentes haciéndoles que
crean en,
Papa Noel, Reyes
Magos, Ratón Pérez,
...y toda una
progenie imaginaria, que llena al niño malsanas intenciones de
consumo, materialismo y ambición monetaria.
Coartamos el
comportamiento natural del niño con estas figuras, para
premiarles con objetos que ellos no necesitan o dinero, que es
peor aun, para que cuando tengan uso de razón descubrir la gran
mentira y desterrarlos al cinismo y el nihilismo mas feroz.
Después aprenden el
valor de la posesión material y el consumo exacerbado, dar valor
a las personas por sus posesiones y no por sus sentimientos.
Juzgar prematuramente a sus iguales y excluir a los diferentes.
Fabricamos así a
consumidores, dependientes de lo último y vaciamos de valores
morales sus mentes.
Religión
Programamos desde
pequeños a los niños llenándoles la cabeza de un dios espía, que
vigila sus movimientos y valoran su conducta, de
Mesías
sangrantes torturados hasta la muerte y madres dolorosas en pena
permanente.
En resumen llenamos
la mente del niño de miedo y culpa, temor a algo que no puede
escrutar y culpa por algo que no hizo, ni logra comprender,
creándoles un trauma de por vida.
Les hacemos
participes desde su nacimiento de rituales de dudosa utilidad y
oscura intencionalidad, les incluimos en un programa
ritualístico oscuro donde se bebe la sangre y se come la carne
de alguien a quien ven clavado en una cruz.
Se les inicia a creer
por tradición y no por convencimiento.
Se le niega la búsqueda
espiritual y se les cortan las alas de la duda.
Clase
Se inicia al niño a
diferenciarse del resto, a distinguir a los de su clase social y
expurgar a aquellos que no entren en los estándares en los que
ha sido programado.
En esto se incluye la
filiación política e ideológica, con la que el infante es
programado. Se les programa en que la diferencia les da ventaja
y se les pone en una competición en la que solo salen perdiendo
ellos.
Raza
Nadie nace odiando,
nadie es racista de nacimiento, es simplemente un programa que
nos es inculcado basado en la total desconocimiento de aquellos
que nos rodean.
Solo debéis ver como
un niño pequeño juega en el parque sin distinguir raza o género.
Si el niño no es programado ira al colegio sin apreciar la
diferencia, solo ámbitos externos inculcan este odio irracional.
Este programa es de
los mas sencillos de inculcar y de los que mas cuesta
deshacerse.
No acarreará en él
cuando sea adulto mas que inseguridades y miedos irracionales a
lo desconocido o al diferente, que serán expresados con
agresividad.
Genero
Es común separar a
los niños programándoles con el clásico "cosas de niño" y "cosas
de niña" cuando él en su entendimiento no distingue, y trata a
todos por igual, independientemente si se entiende con el resto
o no, a la hora de jugar.
Programar desde
pequeños la distinción genérica, provocará en el individuo
adulto el total desconocimiento del otro sexo, jamás llegará a
entenderlo y mucho menos comprenderlo.
Se fomenta también de
forma ambiental e indiscriminada a través de los medios, la
confusión genérica, sobre todo en la adolescencia, creando
modelos de éxito social con marcadas tendencias sexuales y
vendiendo como modelo de imagen chicos y chicas con sexualidad
poco definida o andrógina, sin formas, prácticamente
hermafroditas, provocando en el individuo una diatriba con su
cuerpo y sus atracciones físicas.
Esto sumado al coctel
hormonal que tiene a su edad, que provocará una reacción en el
sujeto de lo mas dispar.
Roles
También se programa a
niño con roles que no le pertenecen, con frases hechas que se
repiten a lo largo de su infancia, en forma de mantras que
quedan en el subconsciente.
Eres como tu padre,
te pareces a tu abuela, igual de tonto que tu tío o igual de
histérica que tu madre, son solo algunas.
Machacar el
subconsciente con estas frases comenzaran a crear en él de forma
inconsciente, una asimilación de roles que para nada le
pertenecen y de los que le costará deshacerse toda una vida.
Debemos evitar educar a nuestros hijos con programas que provoquen
la fragmentación social, el niño nace sin distinguir raza, credo,
sexo o clase social.
He expuesto algunos de
los programas, pero es indudable de que existen muchos mas, desde el
clásico,
"tienes que ser de
tal equipo" o "debes votar a tal partido político".
Si quitamos la capacidad
de elegir libremente y sin coacción a nuestros hijos, les quitamos
la capacidad de equivocarse y por consiguiente les impedimos vivir
en libertad.
Aniquilamos su libre
albedrío y nos provocamos una carga karmica innecesaria.
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