22 Octubre 2017
del Sitio Web
PijamaSurf
¿La salud es un derecho
o una mercancía?
El proyecto del científico
Michael Laufer
nos entrega una posible
respuesta...
En nuestras sociedades, el conocimiento y la autoridad
son nociones con una relación más íntima de la que solemos
atribuirles.
Casi todo lo que implica
la generación y manejo del conocimiento no goza de libertad absoluta
sino, más bien, suele estar administrado por una autoridad:
el maestro, el autor,
el médico, etcétera.
En el terreno de la salud
este monopolio del conocimiento es particularmente sensible porque,
desde una perspectiva humanista, podríamos considerar que la salud
es una condición a la que toda persona debiera tener derecho,
irrestrictamente.
Pero no es así.
En combinación con el
sistema económico en que vivimos, la salud se ha convertido en una
mercancía más, cuyo acceso y calidad están en relación directa con
el poder adquisitivo de una persona.
Quien puede pagar más,
goza de mejores condiciones de salud.
Michael Laufer es doctor en matemáticas, especialista en
física de partículas y, además de esto, dirige el proyecto "Four
Thieves Vinnegar" (algo que podría traducirse como
"Vinagre Cuatro Ladrones"), que tiene como singular propósito
enseñar a la gente a hacer sus propios medicamentos, de manera
sencilla y poco costosa.
"Espero que la gente
retome el control de su propia salud", dijo Laufer hace un
tiempo sobre esta idea que, sin duda, a muchos les puede parecer
polémica e incluso arriesgada.
Sin embargo, la justificación del científico merece ser tomada en
cuenta:
ante medidas cada vez
más restrictivas para la circulación de medicamentos, el aumento
en los precios de éstos y, sobre todo, el poder oligopólico de
la industria farmacéutica, ¿no
es posible implementar otras alternativas de acceso a ciertos
medicamentos y, por ende, de acceso a la salud?
Entre los tutoriales que
Laufer y sus compañeros han desarrollado se encuentra,
-
uno para fabricar
un reactor de laboratorio con el que es posible sintetizar
medicamentos, pequeño y de bajo costo
-
otro para armar
un inyector de epinefrina con cerca de 30 dólares (cuando el
costo comercial de este instrumento ronda los 300 dólares)
-
al respecto de
medicamentos puntuales, en una presentación pública, el
científico utilizó un modelo del reactor mencionado para
sintetizar
pirimetamina, que se usa
para tratar infecciones por protozoarios, como la malaria o
la toxoplasmosis
Como decíamos antes, es
posible que un proyecto parezca no estar exento de peligro.
Se podrá decir que una
persona puede arriesgar su salud al intentar hacer sus
propias medicinas, o que esta información puede usarse con fines
ilícitos.
No obstante, desde otra
perspectiva, quizá ese sea el fundamento del problema que parece
tener la iniciativa:
creer que no somos
suficientemente responsables como para manejar conocimiento de
este tipo, hace que confiemos tan ciegamente en las
autoridades...
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