14 Octubre 2016

del Sitio Web ElRobotPescador

Versión equivalente en ingles





 

 


Una orden ejecutiva presidencial publicada en la Web de la Casa Blanca este 13 de Octubre, explica cómo el Gobierno norteamericano debe responder a eventos como las erupciones solares, que pueden afectar a la salud y la seguridad "de continentes enteros".

Mediante esta orden ejecutiva, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha ordenado una serie de medidas para preparar a la nación para los fenómenos meteorológicos espaciales.

La orden ejecutiva explica cómo las distintas autoridades de EE.UU. deben coordinar sus esfuerzos para prepararse y responder a "eventos climáticos espaciales" (tales como las erupciones solares) que ocurren con regularidad y algunos de los cuales tienen "importantes efectos en los sistemas críticos de infraestructura y tecnologías".
 


Fuente
 


La orden advierte de que,

"eventos extremos del clima espacial" pueden desactivar una gran parte de la red de energía eléctrica, lo que resultaría "en una cascada de fallos que afectarían a los servicios esenciales como el suministro de agua, la salud y el transporte", así como "la seguridad de continentes enteros",

...por lo que el Gobierno federal tiene que ser capaz de predecir y detectar este tipo de eventos, así como responder a ellos y recuperarse de sus efectos.
 



 


Según sostiene el punto 3 de la Orden Ejecutiva:

"El Director de la Oficina de Ciencia y Tecnología Política (OSTP), en consulta con el Asistente del Presidente para la Seguridad Nacional y Contraterrorismo y el Director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), coordinarán el desarrollo e implementación de las actividades del Gobierno Federal para preparar a la nación para los eventos de clima espacial."

En otro punto, se afirma que:

"El Secretario de Defensa garantizará la prestación oportuna de observaciones operativas sobre el clima espacial, análisis, previsiones y otros productos para apoyar la misión del Departamento de Defensa, incluyendo la provisión de alertas y avisos de fenómenos meteorológicos espaciales que puedan afectar a los sistemas de armas, operaciones militares, o la defensa de los Estados Unidos."
 


 

 

 


UN PLAZO DE 120 DÍAS

Sin embargo, lo que más nos ha llamado la atención de esta noticia, es el plazo en el cual deben aplicarse muchos de estos preparativos:

120 días, es decir, 4 meses.

Entre otras medidas, se da un plazo de "120 días" para que todos los reactores nucleares del país cuenten con protocolos de apagado de emergencia, ante un posible evento climático espacial, así como la elaboración de un plan por parte del Secretario de Energía, en colaboración con el Secretario de Seguridad Nacional, de un plan para poner a prueba posibles dispositivos que mitiguen los efectos de las perturbaciones geomagnéticas sobre la red eléctrica.

"En los 120 días siguientes a la fecha de esta orden, los jefes de los organismos sectoriales que supervisan las funciones de infraestructuras críticas, que incluyen las comunicaciones, transporte, suministro de energía y agua y sistemas de aguas residuales, así como los reactores nucleares, materiales y sector de los residuos, deberán estar preparados para dirigir, suspender o controlar las operaciones críticas de dichas infraestructuras y sus funciones, antes, durante y después del evento de clima espacial."

 



 


Por otro lado, el Departamento del Interior tiene que estudiar,

"las variaciones del campo magnético de la Tierra asociadas a las interacciones entre el Sol y la Tierra", mientras que el Departamento de Energía tiene que proteger y restaurar la red de energía eléctrica "durante una emergencia de seguridad de la red declarada por el presidente y asociada a una perturbación geomagnética".

"Dentro de los 120 días siguientes a la fecha de esta orden, el Secretario de Seguridad Nacional, a través del Administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y en coordinación con los organismos pertinentes, dará lugar al desarrollo de un protocolo federal coordinado para afrontar posibles eventos inminentes relacionados con el clima espacial.

En los 180 días siguientes a la publicación del protocolo, los organismos deberán desarrollar planes operativos y documentar sus procedimientos y responsabilidades para la preparación, protección, y mitigar los efectos de los fenómenos meteorológicos espaciales inminentes".

Es decir, en unos 10 meses, aproximadamente, los EE.UU. deberán estar preparados para un presunto fenómeno espacial catastrófico relacionado principalmente con la actividad solar.

Según afirma USA Today, esta orden ejecutiva de Obama también ha hecho pública por primera vez la existencia de una directiva de política secreta previamente desconocida, que Obama firmó el 15 de julio, en la que una nueva política de continuidad nacional que define las "funciones esenciales nacionales" del gobierno federal.

 

Tales directivas, conocidas como PPD (Presidential Policy Directive), son a menudo una forma secreta de orden ejecutiva, circunscritas en el ámbito de la seguridad nacional.
 



 


En principio, esta Orden Ejecutiva no debe alarmar a nadie.

Este tipo de órdenes ejecutivas son habituales y en principio, entraría dentro de la normalidad que se impulsaran. Al fin y al cabo, los preparativos ante catástrofes, son normales y de hecho habituales en EE.UU.

 

Aparte, mueven a su alrededor toda una industria y permiten que gran cantidad de agencias, repletas de empleados gubernamentales, absorban grandes cantidades de dinero público y lo deriven en contratos con entidades privadas suministradoras de todo tipo de productos.

De hecho, esta Orden Ejecutiva es la culminación de los preparativos de estos últimos 6 años, durante los cuales, EE.UU. ha elaborado la Estrategia Nacional sobre el Clima Espacial 2015, la cual ha acompañado de un plan de acción.

De hecho, podríamos empezar por hacernos alguna pregunta capciosa:

En España, ¿alguien ha preparado algo para un posible evento catastrófico de este tipo? (a lo mejor no es necesario: esperamos que el Ministro Fernández Díaz hable con su ángel de la guarda o le ponga una medallita a la Virgen de turno y todo solucionado)



 


Pero más allá de la anécdota española, lo cierto es que al asunto de la Orden Ejecutiva de Obama, también le podemos buscar tres pies al gato… y es que los preparativos que establece esta orden ejecutiva de "preparación ante un evento meteorológico espacial", son muy parecidos a los que deberían establecerse ante un ataque de Pulso Electromagnético.

 

Esto consistente en detonar una bomba nuclear en la alta atmósfera, cuyo efecto comportaría destruir gran parte de los dispositivos electrónicos de toda la región afectada, haciendo caer con ello toda la red eléctrica del país y sumiendo a dicha nación en la edad media, tecnológicamente hablando, lo que la convertiría en tremendamente vulnerable.

Todo ello nos lleva a hacernos algunas preguntas…

  • ¿Se prepara EE.UU. para un posible ataque de Pulso Electromagnético, disfrazándolo bajo los preparativos para una posible tormenta solar para no despertar alarma entre la población?
     

  • ¿Prevén algún tipo de incidente solar inminente que requiera de estos preparativos y lo ocultan a la población?
     

  • ¿O simplemente, todo esto forma parte de los preparativos normales ante cualquier incidencia?

Nos inclinamos por la última opción y por interpretar literalmente lo que establece la Orden Ejecutiva:

realmente existe el peligro real de que algún día una tormenta solar provoque graves consecuencias en la Tierra y EE.UU. trata de prepararse para ello.



 


De todas formas, la información está ahí y quizás haya alguien que vea algo oculto que nosotros no sabemos ver…

Lo que sí podemos intuir, es que hay mucha gente, que íntimamente, estaría encantada de que el universo nos castigara y friera toda nuestra tecnología, enviándonos a la edad de piedra, sin teléfonos, sin red eléctrica, sin suministro de agua, sin vehículos… de repente nos toparíamos cara a cara con la cruda realidad:

que ya no sabemos hacer nada de nada sin la ayuda de nuestros chismes…

 

 

 

 

 


Fuentes