21 Julio 2015
del Sitio Web
DICYT
Los antepasados
de los actuales nativos
americanos
entraron en el continente hace,
como máximo, unos 23.000 años,
conformando una única ola
migratoria
desde Siberia.
UCM/DICYT
La presencia del hombre en el continente
americano se remonta a unos 15.000 años, según diferentes evidencias
arqueológicas.
Sin embargo, existe una fuerte
controversia sobre cuándo y cómo los antepasados de los actuales
nativos americanos penetraron en el 'nuevo mundo' a través de
Siberia.
Un estudio genómico a gran escala (Genomic
Evidence for the Pleistocene and Recent Population History of Native
Americans) liderado por el Center for GeoGenetics
de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y en el que participa la
Universidad Complutense de Madrid - a través del Centro Mixto de
Evolución y Comportamiento Humanos - revela que los antepasados de
estos americanos llegaron al continente hace, como máximo, unos
23.000 años, conformando una única ola migratoria.
Ya dentro de América, el acervo genético de estos pobladores se
diversificó en dos ramas basales hace aproximadamente unos 13.000
años, coincidiendo con el deshielo de los glaciares y la apertura de
rutas en el interior de América del Norte.
Estas dos ramas configuran las diversas
poblaciones nativas que vemos hoy en el continente.
"Nuestro estudio presenta la imagen
más amplia hasta la fecha de la prehistoria genética de América.
Mostramos que todos los nativos
americanos, incluyendo los principales subgrupos de amerindios y
atabascanos, descienden de la misma ola migratoria", declara
Maanasa Raghavan, investigador del Centre for GeoGenetics y uno
de los autores principales del estudio, que se publica en
Science.
Los científicos apuntan a que después de
abandonar el 'viejo mundo' hace 23.000 años, los antepasados de los
actuales nativos permanecieron aislados
en Beringia (el actual estrecho de
Bering) unos 8.000 años, dado que las pruebas arqueológicas más
antiguas de la presencia de humanos en América se remontan a hace
unos 15.000 años.
Orígenes e historia
de la población de los nativos americanos.
Raghavan et al.,
Science (2015)
Distintos
métodos, un mismo resultado
El equipo secuenció información genómica de nativos americanos y
siberianos.
También analizó muestras antiguas de
pobladores del continente, de entre hace 6.000 y 200 años para
trazar una estructura genética temporal.
"Hemos aplicado varios métodos
estadísticos que difieren en el modelado o que utilizan
información diferente.
Los resultados obtenidos con los
diversos métodos son robustos, significativos y reconfortantes",
explica Yung Song, catedrático de la UC Berkeley (Estados
Unidos) y coautor del trabajo.
El estudio muestra la evidencia de un
flujo genético posterior hacia algunos nativos americanos de grupos
relacionados con las poblaciones actuales australo-melanesias y del
este asiático.
"Es un hallazgo sorprendente que
implica que la población del 'nuevo mundo' no estaba
completamente aislada del 'viejo mundo' tras la migración
inicial", destaca Eske Willerslev, director del Center for
GeoGenetics y director de la investigación.
Además, los resultados demuestran la
falta de evidencia para reconocer a ciertos grupos históricos del
centro y sur de América con características craneales distintas al
resto de los amerindios, como remanentes de una migración temprana e
independiente al continente americano.
Análisis de
momias precolombinas
En el amplio análisis genómico, los científicos estudiaron restos
óseos de la población extinta de
los pericúes de Baja California
(México), junto a restos de dos momias precolombinas del norte de
México e individuos pertenecientes a poblaciones de fuego-patagones.
Los pericúes habitaron el extremo sur de la península de Baja
California y se extinguieron hace solo 200 años.
Debido a sus peculiaridades
craneofaciales, más parecidas a las de los primeros paleo-americanos
y a otras poblaciones (como las australo-melanesias), los pericúes
se han considerado (junto a los fuego-patagones) un remanente casi
actual de los primeros colonizadores del continente.
El estudio revela que estos supuestos vestigios paleo-americanos
pertenecen a las mismas poblaciones que los amerindios actuales.
"Las diferencias craneofaciales de
este grupo no son el resultado de una historia migratoria
distinta", explica Cristina Valdiosera, miembro del Centro Mixto
de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM-ISCIII),
investigadora de la Universidad de La Trobe en Melbourne
(Australia) y una de las autoras principales del estudio.
"La obtención del ADN de las momias
mexicanas y de restos óseos antiguos ha sido muy complicada
debido a sus malas condiciones de preservación", afirma Ricardo
Rodríguez Varela, investigador del Centro Mixto de Evolución y
Comportamiento Humanos (UCM-ISCIII) y coautor del estudio.
"Pero el esfuerzo ha merecido la pena; el estudio del ADN de
restos humanos antiguos nos permite viajar en el tiempo y
responder preguntas que creíamos fuera de nuestro alcance hace
tan solo unas décadas", concluye.
Referencia bibliográfica
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