por Alec Forssmann
26 Octubre 2016
del Sitio Web
NationalGeographic
Cova Eirós
Excavaciones arqueológicas en la Cova Eirós durante la campaña de
2016.
Foto: IPHES / USC
La extinción del
neandertal
no se debió tanto a las
condiciones medioambientales
como a la irrupción del humano
anatómicamente moderno,
según se infiere de un estudio
reciente.
La Cova Eirós, en el municipio
lucense de Triacastela, en el este de Galicia,
"está
emergiendo como un sitio de referencia en el noroeste
de la península Ibérica para el estudio del desarrollo de las
últimas poblaciones de neandertales y de las primeras
poblaciones de humanos anatómicamente modernos", expresa un
estudio (Last
Neanderthals and first Anatomically Modern Humans in the NW
Iberian Peninsula) publicado en Quaternary
Science Reviews.
En la cueva Eirós
se han documentado, al menos, 18
pequeños vertebrados:
-
una rana
-
una serpiente
-
cuatro insectívoros
-
cuatro quirópteros
-
ocho roedores
Los restos de los animales han sido
hallados en los últimos niveles del Paleolítico Medio, hace unos
40.000 años, y en el Paleolítico Superior inicial, hace unos 32.000
años.
Estos microvertebrados,
"nos permiten realizar inferencias
paleo-ambientales y paleo-climáticas muy detalladas, puesto que
aportan datos muy interesantes
sobre el ecosistema que los acogió (clima,
vegetación...)", indica el Institut Català de Paleoecologia
Humana i Evolució Social (IPHES) en un comunicado.
Los
neandertales (Homo
neanderthalensis) y los humanos modernos (Homo
sapiens) parece ser que coincidieron en el norte de
la península Ibérica hace unos 40.000 años y durante un período
relativamente corto.
La primera especie vivía su ocaso y la
segunda su amanecer en la península Ibérica, donde ha perdurado
hasta hoy.
"Tal afirmación no se ha podido
demostrar en la Cova Eirós, puesto que hay un nivel con restos
de neandertales, un período de desocupación y un nivel con
restos de Homo sapiens.
Pero sí que hemos podido comprobar
que tanto los neandertales como los humanos anatómicamente
modernos estaban bien adaptados
al territorio que ocupaban, al medio ambiente circundante y a
las condiciones climáticas existentes, más frías y
lluviosas que las actuales, debido al progresivo enfriamiento
que condujo a
la última glaciación", explica
Iván Rey-Rodríguez, el principal autor del estudio, a
National Geographic.
Neandertales y 'Homo sapiens'
estaban bien adaptados
al territorio y al clima
circundante.
Las dataciones más recientes realizadas
en la Cova Eirós sugieren que las últimas poblaciones de
neandertales datan de hace 40.000 años aproximadamente y los
primeros grupos de humanos anatómicamente modernos datan de hace
unos 32.000 años.
No se ha podido demostrar la
coexistencia de ambas especies, pero
sí que parece bastante claro que
las condiciones medioambientales no desencadenaron la extinción de
los neandertales.
"Se ha llegado a la conclusión de
que la especie neandertal se extinguió por una combinación de
factores, entre ellos el estrés
poblacional causado por la llegada a la península Ibérica del
Homo sapiens, con quien entraría en competencia",
sostiene el IPHES en el comunicado.
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