23 Octubre 2017 del Sitio Web ScienceMagazine
traducción de
Guillermo Caso de los Cobos del Sitio Web TerraeAntiqvae
llevan algunos genes africanos antiguos, pero los obtuvieron
de los
neandertales extintos.
También devolvieron miles de antiguas variantes de genes africanos que los Homo sapiens euroasiáticos habían perdido cuando sus antepasados se extendieron fuera de África en pequeñas bandas hace entre 60.000 y 80.000 años.
Restaurada en su linaje, esta diversidad genética puede haber sido un regalo para los Homo sapiens eurasiáticos mientras se diseminaron por el mundo.
Sin embargo, algunas de estas variantes africanas son una carga hoy en día:
En conferencias llevadas a cabo la semana pasada, en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Genética Humana, un equipo de investigadores anunció que algunas variantes genéticas neandertales heredadas por los humanos modernos fuera de África no son propiamente genes neandertales, sino que provienen de la condición humana ancestral.
El trabajo resalta la cantidad de diversidad genética que se perdió cuando los humanos modernos pasaron por un cuello de botella genético al salir de África.
Su equipo encontró las antiguas variantes africanas cuando examinaron los genomas de más de 20.000 individuos del Proyecto 1000 Genomas y en el registro del banco de datos electrónicos de salud Vanderbilt's BioVU.
Pronto notaron un patrón extraño:
Los investigadores encontraron 47.261 de estos alelos reintroducidos en los genomas de los europeos y 56.497 en los asiáticos (pues tienen más ascendencia neandertal que los europeos).
cuando los humanos modernos (cráneo humano en el fondo) emigraron de África, pero fue "encontrado" nuevamente cuando hibridaron con los neandertales (cráneo en primer plano).
En los euroasiáticos estos alelos solo se encuentran junto a los genes neandertales, lo que sugiere que todo este ADN se heredó al mismo tiempo, cuando los antepasados de los eurasiáticos se aparearon con los neandertales hace aproximadamente 50.000 años.
Cuando los seres humanos modernos emigraron fuera de África, su pequeño número poblacional resultó un cuello de botella genético en el que perdieron muchos alelos que permanecían en poblaciones más grandes del continente africano.
Más tarde, los neandertales reintrodujeron estos alelos, junto con distintos genes neandertales, en los ancestros de los eurasiáticos, aduce Tony Capra.
Algunos de estos alelos antiguos fueron beneficiosos, tal como uno que impulsó la respuesta inmune. Pero los humanos de hoy en día podrían preferir haberse desprendido de algunos de ellos.
Hasta ahora, el equipo de Capra ha encontrado tres variantes funcionales, las cuales están asociadas con la adicción a la nicotina, la obesidad y la pigmentación de la piel.
Otros genetistas en la reunión se centraron en los "desiertos" del ADN, donde los humanos modernos no heredaron ADN de los neandertales o de otros humanos arcaicos.
Una de estas regiones incluye el gen del lenguaje, FOXP2.
Utilizando software
estadístico que evalúa la expresión génica basada en el tipo de gen,
la estudiante de posgrado de Vanderbilt, Laura Colbran,
descubrió que las versiones neandertales de este gen habrían
bombeado una cantidad mucho menor de proteína FOXP2 que la expresada
en cerebros modernos.
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