19 Septiembre
2019
del Sitio Web
BBCNewsMundo
Dos objetos interestelares
visitaron nuestro sistema solar en dos
años.
¿En qué se diferencian?
Getty Images
Nuestro sistema solar tiene un nuevo visitante. Y ya es toda una
celebridad entre los astrónomos.
Se trata del C/2019 Q4, o más conocido como
Borisov en honor a Gennady
Borisov, el astrónomo que lo detectó el pasado 30 de agosto
pasado desde un observatorio en Crimea.
Borisov es el segundo objeto interestelar registrado que ingresa al
sistema solar.
El primero fue
Oumuamua, que fue visto por primera
vez en octubre de 2017.
Y desde que este nuevo viajero fue captado por los telescopios, los
astrónomos están más que entusiasmados con la información que pueda
revelar.
"Será conocido como
uno de los cometas más famosos de la historia astronómica", dijo
el profesor Alan Fitzsimmons, de la Queen's University Belfast
de Irlanda del Norte, al programa Science in Action de la
BBC.
"Tenemos un objeto que arroja material que se formó alrededor de
otra estrella en otra parte de nuestra galaxia", añadió.
Pero mientras los
científicos siguen estudiando el nuevo objeto,
¿qué diferencias ya
se pueden detectar entre Oumuamua y Borisov...?
1. Tamaño
Oumuamua fue el primer visitante interestelar
que fue captado en octubre de 2017.
Oumuamua fue el primer objeto confirmado proveniente de otra
estrella en visitar nuestro sistema solar.
Fue visto por primera vez el 19 de octubre de 2017 por el telescopio
Pan-STARRS1 de la Universidad de
Hawai. Sus descubridores lo apodaron Oumuamua, una palabra hawaiana
que significa "un mensajero de lejos que llegó primero", según
explica la Unión Astronómica Internacional en su sitio Web.
No era un objeto normal.
Medía 400 metros de
largo, su ancho era diez veces menor y su superficie era rojiza.
Rotaba de manera veloz, tenía una trayectoria caótica y su
brillo cambiaba de manera abrupta.
Según la descripción de
la NASA, este objeto había estado vagando por la Vía Láctea sin
estar conectado a ningún sistema estelar durante cientos de millones
de años, antes de su encuentro casual con nuestro sistema
estelar.
Sin embargo, el último
visitante interestelar conocido es mucho más grande que Oumuamua.
Las primeras observaciones de Borisov apuntan a que tiene entre 2 y
16 Km. de diámetro.
Y los primeros resultados de la investigación sugieren que su
composición podría no diferir mucho de los cometas que se encuentran
en nuestro vecindario cósmico.
2. Origen
El visitante interestelar Borisov
muestra su cola de cometa.
Las imágenes rojas y azules corresponden
a estrellas de fondo que aparecen distorsionadas
por el movimiento del cometa.
Pese a que los datos hasta ahora sugieren que
Borisov se asemeja a
objetos encontrados en nuestro sistema solar, los científicos aún
podían descubrir detalles interesantes al seguir analizándolo.
Algunos investigadores tienen la teoría de que los cometas podrían
haber sembrado la Tierra primitiva con moléculas orgánicas,
desempeñando potencialmente un papel clave en los orígenes de la
vida.
Si se confirma que Borisov es un cometa de otro sistema estelar,
podría arrojar pistas sobre vida en planetas por fuera del sistema
solar.
"Significaría que en
otros sitios de nuestra galaxia, los procesos y condiciones son
similares a los de nuestro sistema solar", dijo a la BBC Miquel
Serra Ricart, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC)
en España.
Pero el origen de
Oumuamua sería muy diferente.
Si bien aún hay debates sobre su naturaleza, se cree que el primer
visitante interestelar del sistema solar no era un cometa
sino un asteroide.
"A Oumuamua se le
pudo observar tan poco y lo descubrimos con una señal tan débil
que las imágenes no descartan que pueda haber algo de actividad
cometaria", explicó a BBC Mundo Julia de León, investigadora del
IAC y una de las científicas que realizó el primer espectro de
Borisov.
"El 80% de las imágenes de Oumuamua no muestran una actividad
cometaria pero siempre tienes un margen de error, podría ser tan
leve que no la captamos, pero estamos casi seguros que es un
asteroide", añadió.
3. Composición
Los investigados creen
que Borisov tiene las características
de un cometa.
Existen claras diferencias entre los cometas y los
asteroides.
Los cometas están hechos de hielo y polvo. Son como 'bolas de nieve
sucias' formadas en las regiones más externas de un disco proto-planetario,
que es la masa de gas y polvo que rodea una estrella joven.
Aquí, el agua está congelada porque está muy lejos de la estrella
central.
Borisov tiene una nube, denominada coma, y una cola
similar a la de los cometas, según pudieron observar los
científicos.
Utilizando el Gran Telescopio Canarias de 10,4 metros en España, un
equipo estudió espectros visibles, que son mediciones de la luz
solar reflejada por Borisov.
Al estudiar estos espectros, los científicos pueden sacar
conclusiones sobre su composición química, incluida la forma en que
podría diferir de los cometas que "nacieron" alrededor del Sol.
"El espectro es el
lado rojo del espectro total del cometa, por lo que lo único que
podemos ver en él es la pendiente", dijo Serra Ricart.
"Esta inclinación es similar a la de los cometas del sistema
solar", añadió.
Los científicos estiman
que Borisov tiene las mismas características
que
un cometa del sistema solar.
La astrónoma Julia de León dijo que esto indicaba que la
"composición de Borisov debe ser similar" a la de los cometas de
nuestro vecindario.
Pero al parecer, los materiales de los que está hecho Oumuamua son
diferentes.
Si alguna vez se llega a confirmar que era un asteroide, el objeto
estaría conformado por roca y sería más pequeño que un planeta.
"Oumuamua nunca
mostró ninguna actividad cometaria.
No hubo
desgasificación por lo que pudimos detectar", dijo Simon Porter,
del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio,
Texas, al programa Science in Action de la BBC.
Y en el caso de
Borisov ocurre,
"una desgasificación
como loca y es brillante", añadió.
La desgasificación
ocurre cuando los cometas comienzan a calentarse cerca de una
estrella y liberan gases.
"Obtendremos
espectros maravillosos de este objeto y descubriremos de qué
está hecho, lo que no pudimos hacer con Oumuamua".
4. Tiempo de estudio
Los investigadores
cuentan
con más tiempo
para estudiar a Borisov
que el que tuvieron con Oumuamua.
Con este segundo objeto interestelar, los científicos cuentan con
una ventaja:
más tiempo.
Los investigadores solo
pudieron observar poco tiempo a Oumuamua y fue tan débil la imagen
que captaron que es difícil confirmar o descartar actividad
cometaria en él.
Pero con Borisov será posible estudiarlo durante mucho más
tiempo: cerca de un año.
"Escapa a nosotros lo
que vamos a ver y medir en él", dijo a la BBC el profesor Alan
Fitzsimmons de la Queen's University Belfast.
"Así que esta será nuestra primera oportunidad real de hacer un
análisis detallado de esas moléculas y esos compuestos".
Podremos,
"comparar lo que
vemos en nuestro sistema solar con lo que hay en el espacio
interestelar y, con suerte, comenzar a pensar una imagen general
de cómo los entornos donde los planetas - y potencialmente - la
forma de vida, varían en toda la galaxia", agregó Fitzsimmons.
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