Pallasita (Meteorito de Fukang) (CC BY 2.0)
Según algunas fuentes, las secciones de este meteorito, al ser iluminadas por su parte posterior,
Según parece, el senderista se paraba a menudo en esa roca gigante para almorzar.
Por lo visto, la roca siempre despertó su curiosidad porque parecía metálica y llena de cristales.
Por todo ello, en el año
2000 decidió extraer algunos fragmentos de la roca y enviarlos a los
Estados Unidos, desde donde le confirmaron que las muestras
recibidas pertenecían a un meteorito. Secciones del meteorito de Fukang (pallasita) cortadas y pulimentadas. (CC BY 2.0)
Posteriormente, el resto
del meteorito de Fukang (que tiene una masa de 983 kilogramos,
excluyendo los 20 kg extraídos por el anónimo senderista) fue
estudiado por la Universidad de Arizona. Lascas del meteorito de Fukang (pallasita) expuestas en el Centro para el Estudio de los Meteoritos de la Universidad Estatal de Arizona con sede en Tampa, Arizona, Estados Unidos. (Public Domain)
La pallasita se puede distinguir por una matriz de hierro meteórico en la que se incrustan los silicatos, principalmente el olivino (un tipo de cristal que va del amarillo al amarillento-verdoso).
Este tipo de meteorito, por cierto, recibe su nombre de Peter Simon Pallas, doctor alemán y naturalista que fue el primero en describir la pallasita de Krasnoyarsk en Rusia, en 1772.
Sin embargo, se ha especulado que se originaron en la zona de contacto del núcleo de un asteroide, fundido y diferenciado, y su manto circundante de olivino.
Se cree que el meteorito
de Fukang pudo haberse formado durante el nacimiento de nuestro
sistema solar, hace aproximadamente 4.500 millones de
años, cuando los fragmentos de olivino de su manto se mezclaron
con el metal fundido de su núcleo al impactar contra la tierra.
Esto se debe al hecho de que la mayoría de pallasitas no sobreviven a su entrada en la atmósfera terrestre. De hecho, se estima que menos del 1% de todos los meteoritos son pallasitas.
Por esta razón el meteorito de Fukang suele ser descrito como uno de los más importantes meteoritos descubiertos en el siglo XXI.
Cuando la luz brilla
sobre sus láminas, atraviesa los cristales de olivino, produciendo
en el meteorito un resplandor impresionante.
Museo de Historia Natural de Viena. Fragmentos de pallasita del meteorito de Fukang. (CC BY-SA 3.0)
El mayor pedazo, que pesa 419,5 kilogramos, es propiedad actualmente de un coleccionista (o grupo de coleccionistas) anónimo.
En el año 2008 se intentó vender esta porción del meteorito de Fukang en una subasta celebrada en Bonham, Nueva York, con un precio de salida cercano a los 2 millones de dólares estadounidenses.
Sin embargo, no se realizó ninguna puja por el fragmento. Sí que se han logrado vender en subastas otras láminas más pequeñas, que se han distribuido de este modo por todo el mundo.
El
Laboratorio de Meteoritos del Sudoeste,
perteneciente a la Universidad de Arizona, por ejemplo, posee
un total de 31 kilogramos del meteorito de Fukang en depósito.
Referencias
|