17 Octubre 2019
del Sitio Web
Tendencias21
Credit: CC0 Public Domain
La
actividad excesiva en el cerebro
acelera el
envejecimiento,
mientras que la
serenidad neuronal
prolonga la
vida.
Ciertos
medicamentos
y tal vez la
meditación
podrían
potenciar la longevidad...
La actividad neuronal del cerebro, implicada durante mucho tiempo en
trastornos que van desde la demencia hasta la epilepsia, también
desempeña un papel en el envejecimiento humano y la esperanza de
vida, según una investigación dirigida por científicos del
Instituto Blavatnik de la Facultad
de Medicina de Harvard.
El estudio (Regulation
of Lifespan by Neural Excitation and REST), publicado en
Nature, se basa en los hallazgos de cerebros humanos, ratones
y gusanos y sugiere que la actividad excesiva en el cerebro está
relacionada con períodos de vida más cortos, mientras que suprimir
dicha hiperactividad prolonga la vida.
Los hallazgos ofrecen la primera evidencia de que la actividad del
sistema nervioso afecta la longevidad humana.
Aunque estudios previos
habían sugerido que partes del sistema nervioso influyen en el
envejecimiento de los animales, el papel de la actividad neuronal en
el envejecimiento, especialmente en humanos, permanecía hasta ahora
impreciso.
"Un aspecto
intrigante de nuestros hallazgos es que algo tan transitorio
como el estado de actividad de los circuitos neuronales podría
tener consecuencias para la fisiología y la duración de la
vida", explica el autor principal del estudio, Bruce Yankner, en
un comunicado.
Excitación
neuronal y longevidad
La excitación neuronal parece actuar a lo largo de una cadena de
eventos moleculares que se sabe influyen en la longevidad:
la vía de
señalización de la insulina y el factor de crecimiento
semejante a la insulina (IGF).
La clave en esta cascada
de señalización parece ser una proteína llamada
REST, que protege los cerebros
envejecidos de la demencia y otras tensiones, según determinó una
investigación anterior de este mismo equipo de científicos.
La actividad neuronal se refiere al parpadeo constante de las
corrientes y transmisiones eléctricas en el cerebro.
Los autores explican que
la actividad excesiva o la excitación podrían manifestarse de muchas
maneras, desde una contracción muscular hasta un cambio de humor o
de pensamiento.
Sin embargo, todavía no está claro en el estudio si,
-
los pensamientos
-
la personalidad
-
el
comportamiento,
...de una persona,
afectan a su longevidad o cómo lo hacen.
"Un área de
investigación futura y emocionante será determinar cómo estos
hallazgos se relacionan con funciones cerebrales humanas de
orden superior", añade Yankner.
El estudio podría ayudar
al diseño de nuevas terapias para afecciones que involucran
hiperactividad neuronal, como la enfermedad de Alzheimer y el
trastorno bipolar, dijeron los investigadores.
El descubrimiento sugiere que,
-
ciertos
medicamentos, como los que se dirigen a REST
-
ciertos
comportamientos, como la meditación,
...pueden extender la
vida humana al modular la actividad neuronal.
La variación humana en la actividad neuronal podría tener causas
genéticas y ambientales, lo que abriría vías futuras para la
intervención terapéutica, señala también Bruce Yankner.
Todos los
caminos conducen a REST
Bruce Yankner y sus colegas comenzaron su investigación
analizando los patrones de expresión génica, la medida en que varios
genes se activan y desactivan, en el tejido cerebral donado de
cientos de personas que murieron a edades comprendidas entre los 60
años y con más de 100 años.
La información se había recopilado a través de tres estudios de
investigación separados de adultos mayores. Los analizados en el
estudio actual estaban cognitivamente intactos, lo que significa que
no tenían demencia.
Inmediatamente, apareció una notable diferencia entre los
participantes del estudio más viejos y más jóvenes, dijo Yankner:
Las personas más
longevas, las mayores de 85 años, tenían una menor expresión de
genes relacionados con la excitación neuronal que las que
murieron entre los 60 y los 80 años.
El equipo realizó un
aluvión de experimentos, incluyendo pruebas genéticas, de biología
celular y molecular en el organismo modelo
Caenorhabditis elegans (un
nematodo), así como análisis de ratones genéticamente alterados, y
análisis adicionales del tejido cerebral de personas que vivieron
más de un siglo.
Estos experimentos revelaron que la alteración de la excitación
neural sí afecta la duración de la vida e iluminó lo que podría
estar sucediendo a nivel molecular.
El interruptor
REST
REST, que se sabe que regula los genes, también suprime la
excitación neural, descubrieron los investigadores.
El bloqueo de REST o su equivalente en los modelos animales condujo
a una mayor actividad neuronal y muertes más tempranas, mientras que
impulsar REST hizo lo contrario.
Y los centenarios humanos
tenían significativamente más descanso en los núcleos de sus células
cerebrales que las personas que murieron en sus 70 u 80 años.
Los investigadores descubrieron que, desde gusanos hasta mamíferos,
REST suprime la expresión de genes que están involucrados
centralmente en la excitación neural, como los canales iónicos, los
receptores de neurotransmisores y los componentes estructurales de
las sinapsis, señalan los investigadores.
Una excitación más baja a su vez activa una familia de proteínas
conocidas como factores de transcripción
Forkhead.
Se ha demostrado que
estas proteínas median una "vía de longevidad" a través de la
señalización de insulina/IGF en muchos animales. Es la misma vía que
los científicos creen que puede activarse por restricción
calórica.
Además de su papel emergente para evitar la neuro-degeneración, el
descubrimiento del papel de REST en la longevidad proporciona una
motivación adicional para desarrollar fármacos que se dirijan a la
proteína.
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