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  por Eduardo Martínez de la Fe
 13 Julio 
			2021
 del Sitio Web
			
			Tendencias21
 
			  
			  
			  
			  
			
			 
			
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			El cerebro humano no solo dispone de neuronas especializadas en la 
			orientación espacial, sino también de un mecanismo de codificación 
			universal que potencia la navegación, el aprendizaje y el 
			procesamiento de imágenes, sonidos y olores.
 
 El sistema de navegación del cerebro humano es mucho más 
			sofisticado que el tecnológico:
 
				
				además de neuronas 
				que dibujan coordenadas, dispondría de un mecanismo de 
				codificación universal que potencia el procesamiento de 
				información y el aprendizaje, según una nueva investigación de 
				la Universidad de Columbia dirigida por el neurocientífico Josh 
				Jacobs. 
			La realidad es que 
			sabemos mucho mejor cómo funciona la navegación en un dispositivo 
			tecnológico que en un cerebro.
 Cuando viajamos asistidos por un navegador guiado por satélite, 
			conocemos instantáneamente dónde estamos en cada momento y hacia 
			donde nos dirigimos.
 
 El sistema es simple:
 
				
				nuestro navegador 
				utiliza la información de una constelación de satélites para 
				calcular su posición geográfica. 
			Pero muchas veces no nos 
			damos cuenta de que algo parecido ocurre en nuestro cerebro cuando 
			vamos por la calle:  
				
				siempre sabemos dónde 
				estamos (si es un lugar conocido) porque nuestro cerebro recibe 
				la señal de los sentidos (calle, casas, árboles) y nos informa 
				de nuestra posición. 
			Imposible perderse con
			
			un sistema de navegación natural 
			tan sofisticado que apenas hemos desentrañado.
 Analizando en directo el cerebro de ratas de laboratorio mientras se 
			desplazan por un espacio controlado, hemos averiguado que hay 
			neuronas llamadas "de lugar" que están especializadas en procesar la 
			información espacial.
 
 Este descubrimiento derivó en el Premio Nobel de Fisiología y 
			Medicina en 2014.
   
			También sabemos que el 
			cerebro dispone de neuronas de red que son las que elaboran el mapa 
			de coordenadas.
 
 
			  
			Ojo a la 
			precesión de fase
 
 Las neuronas espaciales están situadas en el 
			
			
			hipocampo, 
			la parte del cerebro responsable de la memoria espacial y la 
			navegación: se activan cuando el ratón entra en un espacio conocido.
 
			  
			De esta forma se orienta.
 También hemos averiguado algo más sorprendente:
 
				
				esas neuronas se 
				activan más pronto que las demás células nerviosas cuando el 
				animal se aproxima a un espacio conocido. 
			Esa anticipación espabila 
			a las neuronas aledañas, que se activan una detrás de otra, como las 
			fichas en fila de un dominó, fortaleciendo las sinapsis 
			(conexiones neuronales) y señalando así el trayecto a recorrer a 
			través del espacio.
 Toda esta proeza neuronal es posible gracias a un proceso implícito 
			que intriga a los neurocientíficos, conocido como 
			
			precesión de fase:
 
				
				ocurre cuando unas 
				neuronas se anticipan a las demás al reconocer un lugar. 
			La precesión establece 
			una relación entre la señalización eléctrica que se produce 
			constantemente en el cerebro, y el momento en que se produce la 
			activación anticipada de las neuronas espaciales ante la proximidad 
			de un lugar.
 Es decir, tan importante es la activación neuronal que nos prepara 
			para la navegación espacial, como el tiempo concreto en el que se 
			produce.
 
 La frecuencia de los pulsos neuronales es importante, pero la 
			sincronización es la clave de la precesión de fase:
 
				
				es un código de 
				tiempo, que se añade al código de la velocidad de los impulsos 
				nerviosos. 
			Aunque la precesión de 
			fase está reconocida desde hace tiempo en roedores, se desconoce 
			si está generalizada en mamíferos, aunque
			
			se ha comprobado que se da también 
			en murciélagos (dotados de una memoria espacial privilegiada). 
			  
			  
			
			 Esquema de la precesión de fase
 
			en el 
			cerebro humano.  
			Salman 
			E. Qasim et al. Cell.
 
			  
			  
			También el 
			cerebro humano
 
 Ahora, la nueva investigación ha comprobado que esta precesión de 
			fase está también presente en el cerebro humano, lo que sugiere 
			que está más extendida en la naturaleza de lo que se pensaba.
 
 La precesión de fase en el cerebro humano no se detectó 
			directamente, sino a través de un análisis estadístico de 
			grabaciones cerebrales de 13 pacientes epilépticos que tenían 
			implantados electrodos para hacer un seguimiento de sus 
			convulsiones.
 
 Ese análisis reveló la actividad neuronal que se producía mientras 
			los pacientes recorrían espacios virtuales a través de un ordenador: 
			los investigadores identificaron así la precesión de fase en 
			las neuronas analizadas.
 
 El descubrimiento es importante porque desvela un poco más el 
			misterio de cómo el cerebro orienta nuestra navegación espacial (sin 
			necesidad de satélite alguno) y, también, porque podemos haber dado 
			con una de las claves del aprendizaje.
 
 Los investigadores se sorprendieron también cuando observaron que la
			precesión de fase se producía para otras actividades 
			neuronales no relacionadas con la navegación, como el procesamiento 
			de sonidos y olores.
 
 Otra investigación paralela 
			estableció incluso el año pasado que la precesión de fase 
			está implicada en el procesamiento de imágenes en el cerebro humano.
 
 
			  
			  
			Mejor 
			aprendizaje
 
 Todo ello ha llevado a los investigadores a pensar que la 
			precesión de fase podría estar relacionada con el aprendizaje y 
			otros procesos cognitivos.
 
 Estos estudios sugieren que la precesión de fase permite al 
			cerebro vincular secuencias de tiempos, imágenes y eventos de la 
			misma manera que lo hace con las posiciones espaciales, destaca al 
			respecto
			
			la revista 
			Quanta.
 
				
				"Haber hallado esa 
				primera prueba realmente le abre la puerta (la precesión de 
				fase) a que se trate de alguna especie de mecanismo codificador 
				universal del cerebro, posiblemente en las distintas especies de 
				mamíferos", dice uno de los investigadores, Salman Qasim, 
				a la citada revista. 
			No obstante, los 
			investigadores reconocen en su artículo (Phase 
			Precession in the Human Hippocampus and Entorhinal Cortex), 
			que se necesitan más estudios para confirmar el papel determinante 
			de la precesión de fase en el cerebro, y si es que contribuye 
			realmente al aprendizaje.
 Asimismo, destacan que comprender este sistema es importante no solo 
			para explicar cómo navegan los seres humanos, sino también porque 
			aclara cómo el cerebro respalda varios tipos de procesos de memoria.
   
			Esto sugiere posibles 
			tratamientos para trastornos como la enfermedad de Alzheimer.
 Josh Jacobs añade en
			
			un comunicado:
 
				
				"Esperamos explorar 
				más a fondo si la precesión de fase es un código 
				universal en todo el cerebro humano y para diferentes tipos de 
				comportamientos.    
				Luego, podemos 
				comenzar a comprender mejor cómo se puede usar este mecanismo de 
				codificación neuronal para interfaces cerebro-máquina, y para la 
				estimulación cerebral terapéutica". 
			  
			  
			Referencia
 
				
			 
			  
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