Hoy vamos a
discutir un tema muy serio de la brujería dijo don Juan de
manera abrupta, y vamos a comenzar por hablar del cuerpo
energético.
Me había
descrito el cuerpo energético incontables veces, diciéndome que
era un conglomerado de campos de energía que conforman el cuerpo
físico cuando es visto como energía que fluye en el universo.
Había dicho que
era más pequeño, más compacto, y de apariencia más pesada que la
esfera luminosa del cuerpo físico.
Don Juan me
había explicado que el cuerpo y el cuerpo energético eran dos
conglomerados de campos energéticos comprimidos y unidos por una
extraña fuerza aglutinante.
Había
enfatizado una y otra vez que la fuerza que une esos dos grupos
de campos energéticos era, según los Chamanes del México
antiguo, la fuerza más misteriosa en el universo...
Descubrieron
que tenemos un compañero de por vida dijo de la manera más clara
que pudo.
Tenemos un
predador que vino desde las profundidades del cosmos y tomó
control sobre nuestras vidas.
Los seres humanos son sus
prisioneros.
El predador es nuestro amo y señor.
Nos ha vuelto
dóciles, indefensos.
Si queremos protestar, suprime nuestras
protestas.
Si queremos
actuar independientemente, nos ordena que no lo hagamos...
Has llegado, a
través de tu propio esfuerzo, a lo que los Chamanes del México
antiguo llamaban el tema de temas dijo don Juan.
Me anduve con
rodeos todo este tiempo, insinuándote que algo nos tiene
prisioneros.
¡Desde
luego que algo nos tiene prisioneros!
Esto era un
hecho energético para los Chamanes del México antiguo.
¿Pero, por qué
este predador ha tomado posesión de la manera que usted
describe, don Juan? pregunté. Debe haber una explicación lógica.
Hay una
explicación replicó don Juan, y es la explicación más simple del
mundo.
Tomaron
posesión porque para ellos somos comida, y nos exprimen sin
compasión porque somos su sustento. Así como nosotros criamos
gallinas en gallineros, así también ellos nos crían en humaneros.
Por lo tanto,
siempre tienen comida a su alcance...
Quiero apelar a
tu mente analítica dijo don Juan. Piensa por un momento, y dime
cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia del
hombre ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o
la estupidez de su comportamiento contradictorio.
Los Chamanes
creen que los predadores nos han dado nuestro sistemas de
creencias, nuestras ideas acerca del bien y el mal, nuestras
costumbres sociales.
Ellos son los
que establecieron nuestras esperanzas y expectativas, nuestros
sueños de triunfo y fracaso.
Nos otorgaron
la codicia, la mezquindad y la cobardía.
Es el
predador el que nos hace complacientes, rutinarios y
egomaniáticos.
¿Pero de qué
manera pueden hacer esto, don Juan? pregunté, de cierto modo más
enojado aún por sus afirmaciones.
¿Susurran todo esto en
nuestros oídos mientras dormimos?
No, no lo hacen
de esa manera, ¡eso es una idiotez! dijo don Juan, sonriendo.
Son
infinitamente más eficaces y organizados que eso.
Para
mantenernos obedientes y dóciles y débiles, los predadores se
involucraron en una maniobra estupenda (estupenda, por supuesto,
desde el punto de vista de un estratega). Una maniobra horrible
desde el punto de vista de quien la sufre.
¡Nos dieron su mente!
¿Me escuchas...?
Los predadores
nos dieron su mente, que se vuelve
nuestra mente...
La mente del predador es,
barroca, contradictoria,
mórbida, llena de miedo a ser descubierta en cualquier momento...
Aunque nunca
has sufrido hambre continuó, sé que tienes unas ansias continuas
de comer, lo cual no es sino las ansias del predador que teme
que en cualquier momento su maniobra será descubierta y la
comida le será negada.
A través de la
mente, que después de todo es su mente, los predadores inyectan
en las vidas de los seres humanos lo que sea conveniente para
ellos.
Y se garantizan
a ellos mismos, de esta manera, un grado de seguridad que actúa
como amortiguador de su miedo.
No es que no
pueda aceptar esto como válido, don Juan dije. Podría, pero hay
algo tan odioso al respecto que realmente me causa rechazo. Me
fuerza a tomar una posición contradictoria.
Si es cierto que nos
comen, ¿cómo lo hacen?
Don Juan tenía
una sonrisa de oreja a oreja. Rebosaba de placer.
Me explicó que
los Chamanes ven a los niños humanos como extrañas bolas
luminosas de energía, cubiertas de arriba a abajo con una capa
brillante, algo así como una cobertura plástica que se ajusta de
forma ceñida sobre su capullo de energía.
Dijo que esa
capa brillante de conciencia era lo que los predadores
consumían, y que cuando un ser humano llegaba a ser adulto, todo
lo que quedaba de esa capa brillante de conciencia era una
angosta franja que se elevaba desde el suelo hasta por encima de
los dedos de los pies.
Esa franja
permitía al ser humano continuar vivo, pero sólo apenas.
Como si hubiera
estado en un sueño, oí a don Juan Matus explicando que, hasta
donde él sabía, la humanidad era la única especie que tenía la
capa brillante de conciencia por fuera del capullo luminoso.
Por lo tanto,
se volvió presa fácil para una conciencia de distinto orden, tal
como la pesada conciencia del predador.
Luego hizo el
comentario más injuriante que había pronunciado hasta el
momento. Dijo que esta angosta franja de conciencia era el
epicentro donde el ser humano estaba atrapado sin remedio.
Aprovechándose
del único punto de conciencia que nos queda, los predadores
crean llamaradas de conciencia que proceden a consumir de manera
despiadada y predatorial.
Nos otorgan
problemas banales que fuerzan a esas llamaradas de conciencia a
crecer, y de esa manera nos mantienen vivos para alimentarse con
la llamarada energética de nuestras seudo preocupaciones...
¿Qué me está
diciendo, don Juan? pregunté débilmente. Mi garganta estaba
constreñida. Apenas podía respirar.
Lo que estoy diciendo es que no nos enfrentamos a un simple
predador.
Es muy ingenioso, y es organizado.
Sigue un sistema
metódico para volvernos inútiles.
El hombre, el
ser mágico que es nuestro destino alcanzar, ya no es mágico.
Es
un pedazo de carne.
No hay más sueños para el hombre sino los
sueños de un animal que está siendo criado para volverse un
pedazo de carne:
trillado, convencional, imbécil...
Este predador dijo don Juan, que por supuesto es un ser
inorgánico, no nos es del todo invisible, como lo son otros
seres inorgánicos.
Creo que de niños sí los vemos, y decidimos
que son tan terroríficos que no queremos pensar en ellos.
Los niños
podrían, por supuesto, decidir enfocarse en esa visión, pero
todo el mundo a su alrededor lo disuade de hacerlo.
El escudo de armas de la familia Visconti,
de la nobleza negra,
refleja el Culto caníbal de origen egipcio-cananita
que
aún sigue controlando la Tierra.
Estatua del Comedor de Niños, en Berna, Suiza.
Suiza está llena de simbología egipcia y templaria.
Según investigaciones científicas, la mayoría de los suizos
heredaron
los genes de faraones del Antiguo Egipto.
Expertos en criptopolítica afirman que en Suiza
viven actualmente los linajes descendientes de
los sacerdotes y faraones egipcios
que todavía controlan el mundo y que tienen
una debilidad particular por el sacrificio ritual
y la ingesta de menores
que dedican a deidades paganas.
La única
alternativa que le queda a la humanidad continuó es la
disciplina.
La
disciplina es el único repelente...
Pero con
disciplina no me refiero a arduas rutinas. No me refiero a
levantarse cada mañana a las cinco y media y a darte baños de
agua helada hasta ponerte azul.
Los Chamanes
entienden por disciplina,
la capacidad de enfrentar con serenidad
circunstancias que no están incluidas en nuestras expectativas...
Para ellos, la
disciplina es un arte:
el arte de enfrentarse al infinito sin
vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están
llenos de asombro.
¿De qué manera sería la disciplina de un brujo un repelente?
pregunté.
Los Chamanes
dicen que la disciplina hace que la capa brillante de conciencia
se vuelva desabrida al volador dijo don Juan, escudriñando mi
cara como queriendo encontrar algún signo de incredulidad.
El resultado es
que los predadores se desconciertan.
Una capa
brillante de conciencia que sea incomible no es parte de su
cognición, supongo. Una vez desconcertados, no les queda otra
opción que descontinuar su nefasta tarea.
Si los
predadores no nos comen nuestra capa brillante de conciencia
durante un tiempo continuó, ésta seguirá creciendo.
Simplificando este asunto en extremo, te puedo decir que los
Chamanes, por medio de su disciplina, empujan a los predadores
lo suficientemente lejos para permitir que su capa brillante de
conciencia crezca más allá del nivel de los dedos de los pies.
Una vez que
pasa este nivel, crece hasta su tamaño natural.
Los Chamanes del
México antiguo decían que la capa brillante de conciencia es
como un árbol. Si no se lo poda, crece hasta su tamaño y volumen
naturales.
A medida que la
conciencia alcanza niveles más altos que los dedos de los pies,
tremendas maniobras de percepción se vuelven cosa corriente.
El gran truco
de esos Chamanes de tiempos antiguos continuó don Juan era
sobrecargar la mente del volador con disciplina.
Descubrieron
que si agotaban la mente del volador con silencio interno, la
instalación foránea saldría corriendo, dando al practicante
envuelto en tal maniobra la total certeza del origen foráneo de
la mente.
La instalación
foránea vuelve, te aseguro, pero no con la misma fuerza, y
comienza un proceso en que la huida de la mente del volador se
vuelve rutina, hasta que un día desaparece de forma permanente.
¡Un día de lo
más triste...!
Ése es el día
en que tienes que contar con tus propios recursos, que son
prácticamente nulos.
No hay nadie que te diga qué hacer.
No hay
una mente de origen foráneo que te dicte las imbecilidades a las
que estás habituado.
Mi maestro, el
nagual Julián, les advertía a todos sus discípulos - continuó
don Juan - que éste era el día más duro en la vida de un Chamán,
pues la verdadera mente que nos pertenece, la suma total de
todas nuestras experiencias, después de toda una vida de
dominación se ha vuelto tímida, insegura y evasiva.
Personalmente,
puedo decirte que la verdadera batalla de un Chamán comienza en
ese momento. El resto es mera preparación...
Te voy a
revelar uno de los secretos más extraordinarios de la brujería.
Te voy a describir un hallazgo que les tomó a los Chamanes miles
de años para verificar y consolidar.
Me miró y sonrió de manera maliciosa.
La mente del volador huye para siempre cuando un
Chamán logra
asirse a la fuerza vibradora que nos mantiene unidos como
conglomerado de fibras energéticas.
Si un
Chamán
mantiene esa presión durante suficiente tiempo, la mente del
volador huye derrotada.
Y eso es
exactamente lo que vas a hacer:
agarrarte a
la energía que te mantiene unido...