Nosotros los
Locos
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Si estás aquí leyendo esto es porque eres el loco de tu casa,
somos los locos de la familia, de los amigos, del trabajo…
Pues les digo algo, me encanta ser un loco, el que sueña, el que
expande sus límites, el que libera sus creencias.
Somos los despiertos,
los que buscamos más allá de lo obvio, los que hemos encontrado
en el Universo nuestro hogar, los que abrazamos la vida en lugar
de luchar contra ella.
Los distintos, los de
la conciencia estelar, los que creen y aman a los
extraterrestres, a los seres de luz, a los maestros ascendidos,
los que abrazamos a los ángeles, los que buscamos el apoyo del
"más allá" para poder sobrevivir en el "más acá" con todo y su
densidad.
Somos los que entendemos del amor incondicional, de la vida en
las estrellas, en las plantas, en las piedras, los que abrazamos
con amor a los animales porque son nuestros hermanitos menores y
los únicos que al parecer comprendieron verdaderamente lo que es
amar sin condiciones, los que comprendemos que Gaia está más
viva que nunca porque sentimos el latido de su corazón bajo
nuestros pies…
Somos aquellos locos que escuchan su corazón - aunque no siempre
le hagamos caso - los que canalizamos ¡uy sí esos somos los más
locos! dime tú… Comunicarse con otros seres… hablar con las
estrellas, con el sol, con la luna…
Somos los que expandimos la Luz o por lo menos tratamos, usamos
sellos y símbolos "mágicos" y nos envolvemos en colores de
acuerdo con la necesidad, los que hacemos unas oraciones raras,
los que no nos arrodillamos ante el Padre/Madre porque él jamás
nos ha pedido eso porque es un Ser de amor y no de castigo que
abraza a todas sus criaturas, y hasta nos regala la infinitud
del universo para que aprendamos y tiene paciencia para esperar
que lo hagamos.
Somos esos locos qué caminamos descalzos por la tierra y
abrazamos árboles como lo que somos, locos pues, creemos en la
energía y nos hacemos responsables de nuestras acciones por
aquello de la ley de causa y efecto.
Vemos cómo todos nos
ahogamos en un vaso de agua cuando tenemos todo para ser felices
porque somos semillas estelares.
Creemos en la
multidimensionalidad del alma y sabemos que hay muchos planos de
Conciencia para experimentar, sabemos que es posible estar en
varias vidas a la vez y tenemos nuestro propio vehículo de
ascensión.
Si esto es ser loco pues Sí.
¡Me declaro el loco más incurable de la galaxia!
Mientras tanto yo sigo en mi locura incurable del amor estelar.
Los Guerreros del
Amor
por Luisa Maria
Sierra
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Hay una legión de personas en todo el planeta que
individualmente forman un linaje anónimo de guerreros que vibran
en la frecuencia del amor.
Probablemente te sientas uno de ellos. Todos coinciden en su
interés por crecer y aprender.
Todos ellos están sintiendo en este momento procesos de cambio,
adaptándose a una nueva forma de ver el mundo. No tienen que
reunirse para tomar decisiones, pues todo está previamente
decidido por la energía del amor.
No adoran a ningún Dios determinado y sin embargo son esclavos
de la liberación total. Y son guiados por la voz que les dicta
su corazón.
Se sienten acogidos por algo más elevado, por encima de sus
historias personales, que resuena como un lejano eco en su
mente, recordándoles su verdadero origen.
Este ejército de diapasones de "buenas vibraciones" está ahora
mismo haciendo resonar la atmósfera del planeta con una melodía
de esperanza.
Todos juntos mejoran y equilibran el planeta. Son precisos para
romper el sueño de la agresión y de la separación.
Cada acontecimiento lo reciben con espontaneidad e inocencia. Y
crean un enfoque diferente para afrontar la vida.
Guerreros solitarios en la búsqueda, que pensáis que se pueden
mirar las cosas de otra manera, que sentís que perdonar y fluir
es lo mejor para seguir adelante, que intentáis llenar vuestra
vida de positividad y entusiasmo.
Para vosotros/as, genios anónimos, chamanes de vecindario,
guerreros de la pasión por la vida, que aún sentís compasión por
vuestros semejantes. No estáis solos. Somos multitud.
Vamos a sostener un mundo, perdonando. En el que la muerte, las
noticias y los sufrimientos son solo sueños que se pueden
disolver en su Amor Increíble.
Estamos en la fuente, en el linaje de los guerreros del amor.
Por tanto no hay nada que temer.
Que consigáis todo lo que os pertenece.
El servicio desinteresado hace milagros!…
También
llegaron las Mujeres Sabias
por Florentino
Ulibarri Fernández
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Y aunque no lo digan
las crónicas,
también llegaron mujeres sabias
desde los cuatro puntos cardinales.
El fuego ardía en su seno
mucho antes de ver la estrella en el cielo.
Caminaban en oscuridad fiándose
de que la tierra se iluminara cada noche
con la luz de las lucernas más humanas.
Llegaron mujeres sabias
libremente y por propia autoridad,
sin ocultarse y desafiando las costumbres,
sin pedir permiso a ningún rey,
siguiendo sus intuiciones y sueños
su anhelo y el ritmo de su corazón,
cantando canciones de esperanza
y abriendo camino a la dignidad.
Llegaron en silencio, de puntillas,
sin ruido, sin parafernalia,
sin provocar altercados ni miedos,
sonriendo a todos los peregrinos.
Llegaron de forma contracultural,
no les quedaba otro remedio.
Nadie levantó acta con sus nombres,
pero dejaron huella y recuerdo imborrable.
Llegaron y trajeron regalos útiles:
agua que limpia, fuego que ilumina,
pan de la tierra y leche de sus pechos.
Llegaron con mantas para envolver,
frutos secos para compartir,
aceites para curar y ungir
y nanas tiernas en sus gargantas
para alegrar y dormir al que iba a nacer.
Ayudaron a María a dar a luz,
y cuando gemía con dolores de parto
le susurraban bendiciones de su pueblo.
Se quedaron en Belén muchas lunas,
y encontraron para la familia un lugar digno.
Y enseñaron a otras su arte y oficio,
con paciencia, ternura y tino
hasta que surgió una red de solidaridad.
Llegaron mujeres sabias
y alzaron su voz, sus brazos,
su sabiduría, su cuerpo, su espíritu
contra la matanza de inocentes.
Y se marcharon por otro camino,
igual que lo hacen siempre,
sin prestar atención a los cantos triunfales,
para proteger a los hijos más débiles.
Se marcharon a su tierra.
Pero vuelven una y otra vez en esta época
y en todos los momentos importantes,
cargadas de dones, risas, besos
de vida, canciones y paciencia
Dicen que es su trabajo y oficio;
pero no, son nuestro sacramento
y nuestros sueños mágicos despiertos.
Vestidas sin llamar la atención
están ahí, al borde del camino,
en los cruces y duelos de la vida,
en los oasis y en los desiertos,
en el límite de nuestro tiempo,
en los campos de refugiados,
en el umbral de la conciencia,
ofreciéndonos lo que más necesitamos.
Danos ojos para verlas ahora,
antes de que se marchen por otro camino,
y sólo sean sombra para nosotros.
Déjanos sentir el aroma de su presencia,
la sonrisa de su rostro, la leche de sus senos,
el calor de su espíritu y de su regazo
y toda la ternura de sus corazones vivos.
Déjanos abrazarlas para no olvidarlas.
Siempre llegan mujeres sabias,
oportuna y solícitamente,
a Belén y al reverso de la historia,
y son los mejores reyes magos
de las crónicas evangélicas no escritas.