por Ruben Torres del Sitio Web LaCosechaDeAlmas
Algo se está cocinando, pero poco podemos prever, si acaso especular, sobre el como y el cuando. Estos cambios serán decisivos, pero cómo siempre, los mismos de siempre, tratarán de desvirtuar y confundir, este proceso que está sujeto a un orden natural, para arrimar el ascua a su sardina, y llevarse su tajada.
Para que no caigamos en sus redes, tendremos que estar atentos a todos sus movimientos.
Despacio, poco a poco
vamos averiguando quiénes están de parte de ese sistema, en el que
se dedican a fabricar creencias o nuevos paradigmas - como les gustan
a algunos - para confundir a las masas con sus falsas apariencias de
despiertos, divulgadores, conscientes u holísticos; detrás de todo
ese escaparate, solo hay un adoctrinado, instalando un programa.
Este poder 'oculto' y cobarde que desea zancadillearnos nuevamente de forma indirecta, no tienen un plan A y un plan B, como únicas opciones. Para que los resultados que persiguen se materialicen, en realidad lo que tienen es una gran multitarea, donde una gran cantidad de agendas se solapan e incluso se combaten.
Tenemos que tener en cuenta, que desde sus posiciones se liberan todas las corrientes mayoritarias que existen, para lograr salirse con la suya, ellos ocupan ambos lados de la dualidad.
Son los 'malos' y los 'buenos', pero además son los disidentes de estas posturas.
También controlan la insurgencia, y de ellos nacen esos múltiples planes de liberación y redención. Todo está monopolizado, para que cualquier intención que nazca de nosotros, sea ya patrimonio de ellos y no haya otra opción posible.
Procuran estar de vuelta antes de que logremos dar siquiera
el primer paso.
Así ha sido siempre. Antes era mas sencillo, con la religión y los feudos; solo debían crear un mal necesario, y un bien al que aferrarse. Así mantuvieron la voluntad humana entre rejas durante milenios. Ahora que estamos traspasando esta frontera que nos limitaba, tenemos mas conocimiento y somos mas conscientes, y sus propósitos se complican y sus objetivos se ralentizan.
Son tantas las operativas
que mantienen activas que la gestión de todo esto, provoca que su
mastodóntica agenda vaya muy despacio, pero con paso firme.
Se ha iniciado desde hace relativamente poco, y se ha inyectado en los medios masivos, los popes de la fe, ya lo están lanzando desde hace un tiempo de forma casi cansina y repetitiva, la música y el cine, también están incidiendo en la necesidad de 'perdonar'.
El perdón, y la necesidad de perdonar a nuestros semejantes, se esta empezando a gestionar de forma acelerada, quizás aun no seas consciente de este hecho, pero inconscientemente ya estás programado en la forzosa necesidad de perdonar.
Un perdón unilateral sin
cuestión, ni proceso, algo inmediato y premeditado, sin opción a
juicio.
De momento, solo unos pocos están logrando desentrañar y gestionar una gran cantidad de información áspera y dañina, todo esto al final vera la luz del día y todos han de tener la responsabilidad de gestionar esta gran cantidad de información.
La ansiada verdad
empezará a dejarse ver y sus primeros rayos iluminarán toda la
miseria que estuvo oculta a nuestros ojos.
Nuestro primer impulso va a ser el de resarcir el dolor y el sufrimiento que hemos sufrido durante tanto tiempo, muchos van a querer venganza, la mayoría ni siquiera va a querer un juicio, ya que nunca existió la justicia en este sistema.
Nos tocará un papel
decisivo e individual, ya que cada uno deberá someter a juicio toda
esta información y deberá elegir, porque una vez se vaya sabiendo
toda la verdad, nos tocará aceptar la responsabilidad de dar un paso
hacia la justicia o hacia el 'perdón'.
Ellos ya cuentan con la opción sangrienta, con la opción del odio, la venganza y la sangre.
Esta opción les beneficia, porque supondría que no estamos listos, no somos conscientes y no podemos asumir la responsabilidad y la libertad que exigimos.
Sería perfecto para señalarnos como seres inconscientes e
inmaduros. Sería como pedir a gritos
la necesidad de continuar tutelados y sin
libre albedrío, regidos por la
voluntad de otros y en un nuevo ciclo de cuarentena.
Sería una forma de drenar toda la mala energía que se fue acumulando (ojo nada de 'karma') todo ese sufrimiento, dolor e ira, que generamos durante siglos y que se fue enquistando en nuestra conciencia colectiva.
Pero es algo, que debería ser tomado como una opción, en el que se tomará conciencia, de quien, como y cuando se generó todo ese sufrimiento, las consecuencias que acarreó y como nos afectó directa o indirectamente.
Y cada uno en libertad y responsabilidad, decidir si perdonar o reclamar justicia, o incluso ambas opciones, pero si desde el sistema se pretende adelantar posiciones y programar las mentes para que perdonemos porque sí, sin ahondar en la causa, sin trascender el dolor y la ira, sin aportar la información que permita que la verdad llegue a nosotros sin filtros.
Esto es, que no tienen
intención de confiarnos el poder de decidir en libertad y
responsabilidad, no nos quieren libres, maduros espiritualmente y
conscientes a la verdadera realidad.
Siempre se debe dar la opción del arrepentimiento.
La compasión no esta
reñida con la justicia y tampoco impide llevar a cabo el perdón,
pero debe quedar expuesta su voluntad de enmendar todo el mal y
realizar dicha acción ante los ojos de todos, para poder apelar a la
compasión humana. No hay perdón,
sin haber justicia para todos
De momento es muy poca la verdad truculenta que esta saliendo a flote y la mayoría prefiere obviarla, a fin y al cabo, aun no son conscientes de lo mucho que aman a este sistema.
Los próximos movimientos agendados son la creación de,
La primera opción siempre será el mantenernos bajos, en estados de perpetua indignación, odio, rabia e ira, crear miedo y sufrimiento, y con ello eludir y tapar cualquier fuga de información.
Hay cosas que no pueden controlar - la ley natural acaba por cumplirse, el río vuelve a su cauce - y ellos solo son meros observadores.
Al final sea en unos meses o en unos años, esto acabará por tomar forma, y no podrán hacer absolutamente nada, porque ni tienen el poder, ni tienen la capacidad para evitarlo.
Solo pueden usar estos
vericuetos para que el palo no rompa sus costillas, programarnos
para facilitar su huida, nada más, pero al final depende de nosotros
que los dejemos o no, hacer.
El sistema ha lanzado
este programa, para esquivar la que se le viene encima, nos van a
exigir el perdón antes de que lleguemos a descubrir a fondo toda la
verdad, antes de ser plenamente conscientes de todas sus obras,
antes incluso de que podamos hacernos una idea del alcance que va a
tomar todo.
Por eso, ya están en
marcha las agendas para generar caos, para recolectar creyentes y
súbditos al sistema, para programarnos para el perdón, y para
regalarnos paradigmas de todas las formas y colores, para que nos
quedemos perdidos y enganchados a esos estúpidos argumentos, sin
fondo, ni forma.
Esa es la primera decisión que deberá tomar:
No va a ser un juego de estados, no habrá bandos, simplemente cada uno ejercerá su derecho desde su propia memoria, de ejercer libre y responsablemente Ser, y juzgar en consecuencia.
Ese será el verdadero juicio final, en el que una especie tome su libertad y juzgue libremente desde el odio o desde el amor. Si escoge la segunda opción, se permitirá elegir entre arrepentimiento o condena a todos aquellos que generaron y vivieron para el odio.
Si por contra nos permitimos el lujo de seguir guiados, el sistema nos tragará y nos defecará sin miramiento.
Podemos ser carne de cañón o Ser verdaderamente lo que interiormente intuimos que somos. No podemos sentarnos en una esterilla poner la mente en blanco y esperar que todo cambie sin tener que mover un músculo.
Se acabó el tiempo para la inmadurez y la ingenuidad:
Tu decides, siempre eres tú el que elige.
Llevas toda una vida siendo un conformista, tus mejillas están curtidas de tanto presentarla al sistema y dejar que te siga abofeteando candorosa y sibilinamente.
Justicia, esta debe ser
la palabra que se instale en nuestra mente y una vez tengamos
justicia, será el momento de apelar a nuestra clemencia y posterior
perdón, dado de forma responsable y meditada a quien lo merezca...
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