por Rubén Torres
16
Septiembre 2018
del
Sitio Web
LaCosechaDeAlmas
Existe un principio universal en el que la norma que se cumple, es
que toda frecuencia debe estar dentro de un equilibrio.
Todo tiende a estar
mediado, para que sea viable y pueda ser experimentada (vivida) y
evitar así un posible colapso por cualquier variación brusca de
frecuencias.
Por la misma razón, que
la vida muy extremada tiende a colapsarse, es por ello que existe la
polaridad:
Dos posiciones
contrarias las cuales cada uno vuelca su polo hacia su extremo,
y un centro que compensa estas fuerzas.
El pensamiento dual en el
que todo, o es malo o es bueno, tiende a llevarnos al extremo; peor
aun cuando el egoísmo imperante y el relativismo moral, empuja a
toda persona hacia lo más extremo de su personalidad.
Finalmente todo queda en una nebulosa ambigua en el que cada uno
hace lo que le conviene, como y cuando le conviene, sin pensar nunca
en las consecuencias, ni en el daño que produce a otros.
Lo que nadie toma en cuenta es el sentimiento de justicia
que vive innato en un Ser.
Todos los Seres albergan
en su interior, los valores que dicta su conciencia, de los cuales
no pueden escapar, ni eludir.
El sentido de
verdad y de justicia está muy marcado en alguien
concienciado, y tiene muy claro lo que es justo o no, sin
necesidad que lo describa una ley hecha por el hombre, y lo
aplique un juez.
Cada conciencia es su
propio juez, y este es implacable.
No tolera la injusticia y
la mentira, y aplica su sentencia a través de nosotros mismos,
haciéndonos sentir culpables cuando realmente lo somos y nos empuja
a resarcir el daño, cuando realmente somos responsables de ello.
El modo de vida puramente egoísta en el que solo importa satisfacer
nuestros bajos instintos, ganar, tener la razón y salirnos con la
nuestra a toda costa, sin importar el precio o la consecuencia, es
completamente cegador y nos aleja por completo de la conciencia.
Es bien sabido que cuanto más nos adentramos en este oscuro sendero
de la autosatisfacción, más conciencia perdemos y más posibilidades
albergamos de alejarnos demasiado, hasta incluso quedar
completamente desconectados de la fuente.
Este es un precio
demasiado alto por una nimias "satisfacciones" físicas...
No existen jueces que juzguen el daño moral, el perjuicio emocional,
o las cicatrices que dejan los traumas, tampoco hay policía que lo
persiga y lo sancione.
Por eso la gente hace
daño deliberado, porque creen que huirán sin juicio, se
escabullirán sin sentencia, y eludirán la pena. Pero no es así...
La conciencia y el entorno en el que vivimos tienden a promediarlo
todo; es por eso que si alguien recibe un daño moral, aquel que
infringe el daño recibirá su contraparte. No hay un edicto o
notificación que nos indique que el daño recibido ha sido
compensado, y resarcido, pero esto irremediablemente se lleva a
efecto.
El sentido de justicia que nos han inculcado las leyes de los
hombres, basado en un sistema penal carcelario, y una vida basada en
la premura y lo inmediato, hace que nos cueste entender como todo
finalmente queda promediado y a cada uno le llega lo que se
merece.
No hay peor cárcel que la que no tiene barrotes, de la cual no sabes
cómo escapar, de eso sabemos todos lo suficiente. La mente y el
cuerpo pueden ser la peor cárcel para un humano egoísta que no tiene
escrúpulos y embauca, miente, manipula y obliga a los demás.
Nadie se va con nada de nadie y todos reciben lo que es justo.
Todo tiende a ser compensado, y proporcionado según la
medida del daño infringido.
Que no lo veamos, que
no sea publicado en sentencia, o no tengamos noción directa de
ello, no quiere decir que no se haya aplicado y cada cual reciba
lo que merece, sin escapatoria posible.
La venganza solo
trae más castigo para nosotros mismos; es la conciencia de cada
quien la que debe ejecutar lo que es justo.
La justicia y la verdad
están del lado de los justos, de los que se responsabilizan de sus
actos y asumen sus consecuencias, todo lo que se aleje de estos
valores es
mera psicopatía.
Que no creas en ningún principio o ley universal, o que simplemente
lo tomes como una tontería, no significa que estés exime de
cumplirlo.
Quizás se pueda pensar por cómo está construido el sistema, que
las elites por ejemplo no las toman
en cuenta o no parecen que les "pase nada" al tener sometida a toda
la población.
En realidad estas
"personas" no solo conocen todo esto, sino que lo toman muy en
cuenta al actuar del modo en el que toman sus decisiones, y sus
acciones, en el que las consecuencias finalmente recaen en la
población y los testaferros que usan (políticos, jueces, etc.) como
canal.
Cambian al testaferro
títere cada pocos años descargando así su implicación; por ello se
cuidan de que no les pongamos nombre y rostro, para escapar a
nuestra conciencia.
Nos dan a elegir a través de sus
medios de información y noticias,
películas, series y música.
En ellos imprimen su
agenda, en ellos edulcoran sus retorcidas intenciones, y así es como
posteriormente es aplicado de forma tibia y sin hacer ruido.
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¿…O como explicas
la guerra de género, la guerra contra la familia, la guerra
contra todo lo natural?
-
¿Cómo explicas el
control mental imperante, en el que las personas eligen
aquellos que los oprimen?
La población durmiente y
sumisa ha ido aceptando todo a través de diversas ingenierías
sociales, retorciendo la tolerancia y lo 'políticamente correcto', y
llevando al extremo la mediocridad como forma de éxito social.
Ellos no saben que tienen, ni creen en su libre albedrío, sin
embargo es a través de su
libre albedrío como ha sido
instalado este sistema que invierte lo natural y corrompe al Ser.
Todo esto se resume en una máxima popular que dice:
"El que la hace la
paga y el que no la hace no la teme..."
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No pienses que tu
aflicción cae en saco roto.
-
No creas que tú
trauma y tu dolor no lo sientes nada más que tú.
-
No pienses que
estas solo.
-
Todo será
equilibrado y lo que hoy es dolor mañana será un recuerdo.
-
Todo se supera y
todo debe enseñarnos algo.
De lo contrario estaremos
condenados a repetir o a elegir sufrir por puro placer...
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