28 Mayo
2019
del
Sitio Web
PijamaSurf
El mito
de que somos más civilizados
sólo porque
somos capaces
de construir
cohetes y robots...
La civilización moderna occidental, uno diría, es el epítome de la
"civilización" avanzada o compleja, pues estrictamente nunca se han
hecho más ciudades y más grandes.
Vivimos en la era de
la urbanización y eso es lo que "civilización" significa
etimológicamente.
Sin embargo,
"civilización" se ha convertido también en un término
emparentado con "progreso" y "cultura" e incluso con la
evolución y mejoramiento de la sociedad humana.
Es en estos sentidos
donde es altamente debatible que nuestra sociedad sea realmente
civilizada.
Si admitimos este segundo tipo de acepción podemos poner en duda el
mito de la civilización, junto con el mito del progreso.
Después de todo es el
que más uso tiene como definición y el que más nos importa, pues
a fin de cuentas para el ser humano lo importante no es si vive
en una ciudad con mucha tecnología o en el bosque, lo importante
es que viva bien, que sea feliz y que
desarrolle sus capacidades...
Esto es lo que ha hecho
Ananda Coomaraswamy, uno de los
hombres más cultos del siglo XX.
Coomaraswamy nació en
1877, en lo que hoy es Sri Lanka, su padre era un filósofo y
legislador tamil y su madre una mujer inglesa. Se doctoró en
geología pero ejerció sobre todo como historiador del arte,
introduciendo el arte indio a Occidente, formando una enorme
colección y presidiendo la colección de arte indio del Museo de
Bellas Artes de Boston.
Coomaraswamy escribió
numerosos artículos y ensayos sobre arte indio pero también
sobre metafísica oriental y occidental, pues dominaba alrededor
de 12 idiomas, incluidos el griego clásico, el latín, el
sánscrito y el pali.
En un pequeño ensayo
titulado
The Seventieth Birthday Address,
el viejo Coomaraswamy reflexionó sobre la esencia de la
civilización, o lo que una sociedad avanzada debe proveer para sus
ciudadanos:
Observando las obras
de arte que son consideradas dignas de preservarse en los
museos, y que alguna vez fueron objetos comunes en el mercado,
no pude más que notar que una sociedad sólo puede considerarse
civilizada cuando es posible que cada ser humano obtenga su
subsistencia haciendo exactamente el trabajo que quisiera hacer
más que cualquier otra cosa en el mundo - una condición que sólo
ha sido lograda en órdenes sociales integrados en base a la
vocación,
svadharma.
Coomaraswamy, junto a
René Guénon y otros "perennialistas", fue un gran crítico de la
modernidad y su pérdida de tradiciones que alimentaban el alma de la
cultura.
Vio que una sociedad
utilitaria, basada únicamente en la búsqueda de generar más
ganancias económicas, tendía a la decadencia del espíritu.
En la India, el concepto
de svadharma personal y en Occidente la idea de la vocación o
del genio particular, sugieren que cada ser humano tiene un
propósito en la existencia, como si fuera una semilla que sólo
madura bajo ciertas condiciones y éstas tienen que ver con un
desempeño creativo, con una actividad a través de la cual actualiza
su esencia:
-
por una parte,
esto tiene una lectura religiosa o espiritual: cada persona
tiene una especie de misión en la obra divina y debe
"realizarse" para ser feliz y encontrar la libertad
-
por otra parte,
desde una lectura secular en el tenor de Schopenhauer y
Nietzsche: cada ser humano puede considerarse como una
especie de obra de arte viviente, y sólo encontrará
auténtico sentido cuando experimente la vida estéticamente.
Los trabajos
automatizados o aquellos en los que la persona canjea su
vocación por obtener más dinero corrompen el espíritu y
aletargan la mente.
De cierta manera, la
industrialización y actualmente la digitalización de la vida parten
de la asunción de que el ser humano,
no tiene una
vocación, no tiene un sentido o propósito existencial mayor que
contribuir a la economía y acaso recibir ocio y
entretenimiento a cambio...
Es en este sentido que
nos podemos preguntar si realmente somos "civilizados" o si hemos
realmente progresado...
|