por Rubén Torres
01 Mayo 2018
del Sitio Web LaCosechaDeAlmas



 





El conocimiento y la aventura en su búsqueda, es un camino peligroso y lleno de obstáculos.

 

La iluminación es una meta que se persigue y no se toma en cuenta la perdida esencial a la que nos enfrentamos con ello. La búsqueda de conocimiento se ha convertido en una meta hedonista, donde todo vale con tal de conseguir este propósito.

 

El estado de iluminación, de plenitud consciente y de comprensión del todo, no es más que una ilusión en la inmensa mayoría de los casos, y aquellos que lo vivieron bien pudieron ser víctimas de una intervención.

No niego que ese estado pueda lograrse, sino los métodos y formas en los que se enseña para alcanzarlo, que sacrificios hacer y que perder de ti mismo en ese proceso.

Está muy idealizada la búsqueda del conocimiento, y la iluminación. El estado búdico hoy día nada tiene que ver con la conciencia, y nada tiene que ver con la plenitud del Ser.

El estado amnésico provocado en el que vivimos, es el inicio de esta búsqueda, una desazón existencial perpetua que en algún momento debe aparecer para replantearte todo lo aprendido, y todo lo programado.

 

Pero en esta búsqueda glotona de conocimiento, no encontramos lo que ya sabemos, ni recuperamos lo que perdimos, por lo tanto es óbice de ser una creencia más, o un estado artificial, provocado para hacernos caer en otra trampa más.

Es bien conocido, los mitos que existen de las escuelas de misterio y el hermetismo.

 

Muchos persiguen esto, y caen en grupos que están lejos de mostrarles lo que prometen. La masonería y distintos grupos secretos, venden el conocimiento, el hermetismo y la iluminación como parte de su doctrina; nada más lejos de la realidad.

 

La extragrande mayoría de estos grupos solo venden humo, y detrás de ellos finalmente solo hay una secta ocultista de corte satánico.

Sin redundar en lo que ya sabemos, una estructura jerárquica jamás puede ofrecer algo como la iluminación, puesto que esa meta solo se logra a través de la introspección, y la integración completa de la conciencia en tu ser.

 

Eso sería lo más parecido a la iluminación que se podría lograr, puesto que todo es conciencia, y ella es la única fuente en la que beber para lograr esta meta.

Ciertamente la búsqueda del conocimiento, tal y como está siendo planteada, 'de fuera hacia dentro', es un error garrafal, un error que puede salirnos excesivamente caro, y del que podemos acabar presos en una ilusión.

Todo es conciencia, desde la nada al todo, desde lo creado a lo no creado, desde lo físico a lo no físico.

 

Nuestro origen puede venir desde la nada absoluta, ya que la conciencia no necesita ningún tipo de manifestación, y es el vacío absoluto, el origen primario y el verdadero retorno.

La verdadera existencia de la conciencia es la nada; desde allí nace la posibilidad de experimentación de sí misma, y la división de su propia esencia para recabar en una misma vez, la infinitud de probabilidades.

 

Es por eso que existe este juego sin principio ni fin, que se experimenta en una misma fracción de tiempo y espacio, se fractaliza y se representa a si misma de diferentes formas, siendo realmente, representación idéntica de si, en diferentes planos.

Este origen se conserva intacto, y está latente en nuestro Ser.

 

La verdadera búsqueda nace de tratar de zafarnos de nuestro estado amnésico, y del letargo inducido en el que vivimos inconscientemente. La recuperación de la consciencia es despertar a la conciencia, para recuperar todo el conocimiento encerrado en nosotros.

 

Saltarnos la amnesia, recuperando esa necesidad de recordar lo vivido y experimentado por la conciencia en los distintos estados de manifestación que tuvo antes de ser lo que hoy somos.

Vivimos en un estado artificial de la conciencia:

la cuarentena y el reciclado de vidas, nos ha impuesto en un perpetuo estado de lactancia espiritual, donde como criaturas recién llegadas, necesitamos de un 'tutor' que nos ayude en nuestros primeros pasos.

Esto es un falseo, ya que somos portadores de conciencia y ese fragmento nos hace portadores de todo, en el fractal de su manifestación y experiencia que somos.

 

Somos el Todo, y la Nada original, gracias a la conciencia. La luz es solo una parte, la parte creada, la parte manifestada, para ser experimentada.

Ser consciente de que somos conciencia, es no solo tener todo, ser todo y formar parte de todo, sino también es estar consciente de no ser nada, estar dispuesto a perder y aceptar el vacío absoluto, la no experiencia y la no existencia.

La ausencia total de matemática, de mecánica, de ciclo, la ausencia total de energía, de luz, puede asustar y seguro que tu mente está representando este estado como un infierno, oscuro y frío.

 

Esto es lógico visto desde la mente dual, en la que la ausencia de luz es oscuridad (la oscuridad brillante), pero desde donde la conciencia es, la oscuridad no existe, ya que no hay opuestos, ni existe más posibilidad que la que esté dispuesta a crear la propia conciencia.

El conocimiento y la iluminación, formas de desviarnos de un propósito, recuperar lo que nos pertenece, recuperar el propósito inicial de manifestación y experimentación de la conciencia.

 

Recuperar el origen y la experiencia, todo el conocimiento borrado, ser conscientes y aumentar ese grado de conciencia en nuestro Ser para acercarnos a nuestra memoria y alejarnos de los serpenteantes caminos del error.

Tu ansiedad y tu necesidad de saber, no deben alejarte de la Conciencia; el camino mas corto no siempre es el más rápido, el sacrificio nunca es la forma y la luz solo es una pequeña parte de un todo.

En ti esta todo lo que necesitas saber. El camino es largo, pero es recto, sin trampas, ni promesas.

 

Solo tú y tus elecciones...


PD: Toma esto tan subjetivamente como desees, no creas, todo tiene su espacio y su tiempo, todo se confirmará o se desmentirá, en el grado en el que todo sea lo que debe ser.