por Eduardo Martínez de la Fe
13
Octubre 2021
del Sitio Web
Tendencias21
La corteza temporal media izquierda (la región verde)
recibe e integra información de áreas del cerebro
relacionadas con el flujo individual (región azul)
y la interacción social (región amarilla).
También está involucrada en una mayor sincronía neuronal
entre cerebros durante el flujo del equipo.
Crédito: Copyright (C) Universidad De Tecnología De Toyohashi.
Cuando
trabajamos en equipo
nuestros
cerebros sincronizan
las oscilaciones
neuronales
que generan la
consciencia:
se alcanza un
estado hipercognitivo
que desafía la
idea de que
la consciencia
es solo individual y privada.
También podría
ser grupal...
Los científicos han descubierto que el trabajo en equipo tiene un
correlato cerebral:
cuando varias
personas comparten una tarea y viven momentos intensos de
emoción, se crea un estado hipercognitivo que desafía la idea de
que la consciencia solo emana de cerebros individuales.
Ese estado
hipercognitivo provoca una mayor integración de información
entre cerebros y una intensa sincronía neuronal, según los
resultados de esta investigación, publicados en la revista eNeuro.
Ese intenso momento compartido se conoce como flujo de equipo:
ocurre cuando varias
personas comparten un alto compromiso de tareas para lograr un
objetivo y desarrollan una forma
de inteligencia colectiva.
Ondas
cerebrales
Las orquestas, el deporte, o los equipos que se forman en el
interior de las empresas, constituyen claros ejemplos de flujos
de equipo.
Lo que ha descubierto la nueva investigación, dirigida por
Mohammad Shehata, de la Universidad de Tecnología de
Toyohashi, en Japón, son las ondas cerebrales y las regiones
implicadas cuando surge el flujo del equipo.
Se trata de la primera evidencia científica del correlato neuronal
entre una actividad ancestral de nuestra especie y la reacción
cerebral correspondiente, algo que la neurociencia no había logrado
desentrañar durante décadas.
Momento mágico
Cuando surge ese momento mágico del trabajo en equipo, lo
primero que ocurre es que los cerebros implicados apagan
simultáneamente los registros de estímulos externos, excepto la
información que procede de los demás miembros del equipo.
A continuación, aumenta la actividad de las ondas cerebrales beta
(propias de la vigilia) y gamma (propias de la lucidez) en la
corteza temporal media izquierda de todos los participantes, una
región del cerebro implicada en la atención, la memoria y la
consciencia.
Lo más destacado de este descubrimiento es que esa actividad
neuronal extraordinaria es sincrónica:
todos los cerebros
comparten las mismas oscilaciones neuronales, y se alcanza así
un estado hipercognitivo fruto de una interacción social
relevante para las personas implicadas.
Para llegar a estas
conclusiones, los investigadores midieron la actividad cerebral de
10 equipos usando electroencefalografía (registro de la actividad
bioeléctrica cerebral o EEG) mientras jugaban juntos un
videojuego musical.
Luego compararon los
resultados, tal como se explica en
un comunicado.
Resultados de los análisis de EEG,
que
muestran que la corteza temporal izquierda
se
activa específicamente durante el flujo del equipo.
Crédito: Copyright (C) Universidad De Tecnología De Toyohashi
¿Consciencia
colectiva?
Los autores de esta investigación son conscientes del profundo
significado de este descubrimiento:
"plantea cuestiones
intrigantes y empíricas relacionadas con la sincronía entre
cerebros y la integración de información y el estado alterado de
consciencia", escriben en su artículo.
Si los cerebros pueden
conectarse funcionalmente a través de la sincronía entre cerebros,
¿significa esto que
no es solo nuestro cerebro el que contribuye a nuestra
consciencia?
Es una pregunta curiosa,
pero los autores advierten que es demasiado pronto para decirlo,
destaca ScienceAlert.
Un estudio anterior, publicado el
año pasado, señala que la asociación entre oscilaciones neuronales e
integración funcional es ampliamente reconocida en el estudio de la
cognición humana.
Añade que también se ha propuesto la sincronización a gran escala de
la actividad neuronal como la base neuronal de la consciencia.
La nueva investigación se suma a un número creciente de estudios en
neurociencia cognitiva social, según los cuales la sincronización
neuronal aparece de manera similar en los cerebros durante la
interacción social significativa, en este caso durante los flujos
de equipo.
Nueva
consciencia de la consciencia
Lo importante, destaca esta investigación previa, es que estos
hallazgos desafían la visión estándar de la consciencia humana como
esencialmente formada por la primera persona del singular y privada.
Hasta ahora, la consciencia se ha asumido como resultado de la
actividad neuronal, sin que una red específica de células cerebrales
pueda atribuirse su autoría en exclusiva:
emanaría de
interacciones a gran escala entre diferentes regiones del
cerebro, a través de la actividad oscilatoria neuronal. Persona
a persona...
La nueva investigación
sugiere que la consciencia puede trascender al sujeto individual y
adquirir forma de
conciencia colectiva mediante un
sustrato neuronal compartido entre varios cerebros implicados en una
misma actividad.
Ya se sabía que las personas se sincronizan con frecuencia, bien por
imitación de posturas y gestos cuando compartimos conversaciones,
bien porque sincronizamos frecuencia cardiaca cuando vemos las
mismas películas a la vez, o cuando compartimos cama con nuestra
pareja.
Ahora estamos empezando a descubrir que las interacciones humanas
pueden escalar hasta sincronizar ritmos neuronales:
hemos podido
establecer que las oscilaciones neuronales de diferentes
personas se alinean cuando cooperan.
Eso parece indicar que,
cuando socializamos de una manera específica, la sincronización
entre cerebros nos une neuronalmente con los demás y se amplía la
consciencia hasta límites todavía imprecisos.
Mejorar el
rendimiento colectivo
Los autores de la nueva investigación consideran que un marco basado
en estos modelos neuronales se puede utilizar para desarrollar
estrategias de formación de equipos más efectivas en áreas donde el
rendimiento humano y la satisfacción son importantes:
negocios, deportes,
música, artes escénicas, videojuegos y entretenimiento...
Por este motivo, en
asociación con instituciones gubernamentales e industriales, los
investigadores planean utilizar la firma neuronal del flujo del
equipo para monitorear y mejorar el desempeño del equipo y,
quizás, construir equipos más efectivos.
Mejorar el rendimiento mientras se mantiene la satisfacción
compartida tiene muchas implicaciones para una mejor calidad de
vida, incluida la reducción de las tasas de depresión, ataques de
pánico y ansiedad, concluyen los investigadores.
Referencia
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