Léase cualquier biografía de alguien cuya vida haya dejado buena
huella y se verá que no, no era "normal".
"Normal" significa "que
pertenece a la norma", o sea, a lo más común.
Me encanta la gente rara:
la que desafía con gracia y con coraje la
poderosa coerción a la "norma".
El sistema todo quiere que la
"norma" piense no de una sola manera, sino DE DOS OPUESTAS, porque
parte de su negocio es que disputen entre ellos, se odien, se
descalifiquen, se maten.
Saben que en la reyerta está el desgaste, y
que "a río revuelto, ganancia de pescadores". En cualquier lugar del
mundo...
Amo dos versos que canta Santaolalla en esa canción que escucho cada
vez que la necesito:
"Cuando los locos se están matando / entre las
balas me voy silbando".
"Raro" de buena estirpe es tener pensamiento
propio.
Es ser no-violento.
Es ejercer la gentileza cuando te
quieren imponer la hostilidad.
Es decir un "NO" certero y firme
cuando te quieren inclinar a decir "SÍ".
Muchos "raros" padecen algo que he investigado y he llamado
'Complejo
de Inadecuación Esencial':
son quienes tienen un nivel de conciencia
más desarrollado que la norma, pero lo sienten un defecto, o se lo
han hecho padecer como una enfermedad.
Se hacen preguntas porque
ellos mismos son preguntas vivientes.
Cultivan valores aunque nadie
los vea ni los aplauda, porque no lo hacen para salir en las redes
sociales, sino para ser leales a sí mismos.
Pero, claro, son
"raros"...
Benditos sean los "raros" porque de ellos es el reino del Altruismo,
de la Creatividad, del Vuelo en la alegre bandada que pueden
encontrar cuando se atreven a abrirse ante otros tan "raros" como
ellos.
Sí: benditos sean...
Lo raro tiene su propia hermosura, y quien no la ve, que siga de
largo.
Que el "raro" siga nadando hacia el Origen:
así allí nadamos
todos los que aún lo recordamos.
Y en algún punto del Gran Mar nos vamos encontrando.
¡Ahora, por
ejemplo...!