25 Marzo
2022
del
Sitio Web
PhysOrg
traducción de
SOTT
25 Marzo
2022
del
Sitio Web
SOTT
Versión original en ingles
Ya se habían detectado microplásticos
en los
océanos, el aire y los alimentos;
ahora
los investigadores los han encontrado
en la
sangre humana.
Los científicos
han descubierto
por primera vez
microplásticos
en la sangre humana
y han advertido
de que
las partículas
también
podrían estar
llegando a los órganos...
Los diminutos
trozos de plástico, en su mayoría
invisibles, ya se han encontrado en casi toda la Tierra, desde los
océanos más profundos hasta las montañas más altas, así como en el
aire, el suelo y la cadena alimentaria.
Un estudio holandés (Discovery
and Quantification of Plastic Particle Pollution in Human Blood)
publicado el jueves en la revista Environment International
examinó muestras
de sangre de 22 voluntarios
anónimos y sanos y encontró
microplásticos en casi el 80% de
ellas.
La mitad de las muestras de sangre presentaban restos de plástico
PET, muy utilizado para fabricar botellas de bebidas, mientras
que más de un tercio tenía poliestireno, utilizado para los
envases de alimentos desechables y muchos otros productos.
"Es la primera vez
que podemos detectar y cuantificar" estos microplásticos en la
sangre humana, dijo Dick Vethaak, ecotoxicólogo de la
Vrije Universiteit Amsterdam.
"Esto es una prueba de que tenemos plásticos en nuestro cuerpo,
y no deberíamos", dijo a la AFP, y pidió que se investigara más
a fondo cómo podría estar afectando a la salud.
"¿Adónde va a
parar en tu cuerpo?
¿Se puede
eliminar?
¿Se excreta?
¿O se retiene en
ciertos órganos, acumulándose tal vez, o incluso es capaz de
pasar la barrera hematoencefálica?"
Según el estudio, los
microplásticos podrían haber
entrado en el cuerpo por muchas vías:
a través del aire, el
agua o los alimentos,
...pero también en
productos como,
determinadas pastas
de dientes, brillos de labios y tinta para tatuajes.
"Es
científicamente plausible que las partículas de plástico
puedan ser transportadas a los órganos a través del torrente
sanguíneo", añade el estudio.
Vethaak también dijo que
podría haber otros tipos de microplásticos en la sangre que su
estudio no captó.
Por ejemplo,
no pudo detectar
partículas más grandes que el diámetro de la aguja utilizada
para tomar la muestra.
El estudio fue financiado
por la Organización Holandesa para la Investigación y el
Desarrollo de la Salud, así como por Common Seas, un
grupo con sede en el Reino Unido cuyo objetivo es reducir la
contaminación por plásticos.
Alice Horton, científica de contaminantes antropogénicos del
Centro Nacional de Oceanografía de Gran Bretaña, dijo que el
estudio probaba "inequívocamente" la presencia de microplásticos en
la sangre.
"Este estudio
contribuye a la evidencia de que las partículas de plástico no
sólo se han impregnado en el medio ambiente, sino que también
están impregnando nuestros cuerpos", dijo al Science Media
Center.
Fay Couceiro,
lectora de biogeoquímica y contaminación ambiental en la Universidad
de Portsmouth, dijo que, a pesar del pequeño tamaño de la muestra y
de la falta de datos sobre el nivel de exposición de los
participantes, consideraba que el estudio era "sólido y resistiría
el escrutinio".
También pidió que se siguiera investigando.
"Al fin y al cabo la
sangre une todos los órganos de nuestro cuerpo y si el plástico
está ahí, puede estar en cualquier parte de nosotros".
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