por Valeria Sabater
18 Febrero
2020
del Sitio Web
LaMenteEsMaravillosa
La
'apreciatividad'
es una
competencia psicológica
de gran
utilidad.
Nos ayuda a
reconocer
valías y
fortalezas en nosotros mismos.
También a
conectar con las oportunidades
que nos rodean
y con la luz que
aunque tibia,
también brilla
en los días grises...
La inteligencia apreciativa define una competencia muy similar a la
que nos enseñó Viktor Frankl en su libro
El hombre en
busca de sentido.
Es la habilidad para
identificar la oportunidad en medio de la adversidad.
Es ser capaz
de ver lo valioso de uno mismo y del ser humano para activarlo y
hacer de esa luz, el faro que nos oriente en medio de las
dificultades, los desafíos y las complejidades.
Este concepto surgió en el 2006, a raíz de la publicación de un
trabajo titulado
Appreciative Intelligence seeing the mighty oak
in the acorn, del profesor Tojo Thatchenkery, de la
Universidad de Arlington, Estados Unidos.
El enfoque, como tal, se
orienta sobre todo al mundo del trabajo, a alzarse como una
herramienta más con la que favorecer la innovación y una actitud más
resiliente con la que alcanzar el éxito o simplemente, la
realización profesional.
En los últimos años, los llamados "cisnes negros" no han hecho más
que aumentar su presencia en cada uno de nuestros contextos.
Esos elementos definidos
por el filósofo Nassim Taleb como,
"imprevistos que
amenazan nuestra estabilidad",
...son cada vez más
comunes, alimentan la incertidumbre y nos ponen a prueba.
Todo lo que damos por seguro puede cambiar de un momento a otro y,
como bien sabemos, no siempre estamos preparados para ello.
El primer paso para
afrontar cualquier desafío no es buscar estrategias al azar, ni
huir de lo que creemos que no podemos controlar.
El primer escalón
para afrontar los problemas y sacar incluso partido de ellos, es
atender nuestra actitud.
Ella es quien hace germinar lo mejor de cada uno.
Algo así se logra
precisamente mediante la apreciación, mediante esa mirada que
ahonda
en lo mejor de nuestro ser y que es capaz de conectar con lo más
valioso de cada uno.
Conozcamos más datos al respecto.
Los tres
componentes de la inteligencia apreciativa
La Inteligencia apreciativa se define como una habilidad que en
teoría todos tenemos o somos capaces de aplicar en un momento dado.
Este tipo de
constructo fue acuñado como hemos indicado por el profesor Tojo
Thatchenkery a principios de los años 2000.
Lo hizo tras una
exhaustiva investigación con la cual, intentar comprender qué tenían
en común esas personas y esas empresas que habían alcanzado el éxito
en el mercado.
Los componentes que edifican este tipo de inteligencia o de
competencia psicológica, son según este experto en procesos de
cambio y de desarrollo, tres:
-
Focalizarse en el
presente
Es básico y esencial tener una intuición bien
afinada para sondear oportunidades, para ver en medio de
toda la complejidad actual, qué dimensiones deberíamos
atender, aprovechar y potenciar.
No importa lo que haya
ocurrido en el pasado, las auténticas oportunidades están
aquí y ahora y deben saber apreciarse.
-
Apreciar lo
positivo de cada situación
La inteligencia apreciativa no
se nutre de un positivismo ilusionista o simplista. En
realidad, esta visión no descarta ni gira la mirada a las
dificultades o la adversidad; las tiene en cuenta, las
acepta y las comprende.
Sin embargo, sabe que para sacar lo
mejor de uno mismo es necesario reconocer cuál es su mejor
virtud, su mejor valía y hacer de ella, su arma secreta, su
trampolín.
-
Visualizar el
futuro siendo realistas (pero concretando metas
esperanzadoras)
Si queremos avanzar, bien como personas o
bien como empresa, es necesario concretar objetivos.
Esos
propósitos deben ser el motor del día a día, ellos en los
que colocar toda nuestra motivación, empeño y esperanza para
que todo lo que tenga que venir, nos ayude a progresar.
La "apreatividad"
como valor personal
Desde que se acuñó el concepto de
inteligencia apreciativa a inicios
del nuevo milenio, no han dejado de surgir nuevas teorías que se han
sabido aprovechar desde el área del coaching empresarial.
Así, libros como
Apreciatividad - El arte de percibir lo valioso o
la
intervención apreciativa, buscan por encima de todo, capacitar a las
organizaciones para renovarse, innovar y posicionarse con fuerza en
el mercado.
De este modo, y más allá incluso del ámbito empresarial y de las
organizaciones, todos deberíamos hacer nuestra esta interesante
teoría, esta dimensión tan terapéutica a la vez que interesante.
Hacer uso de ella como valor personal nos será de gran ayuda.
Reflexionemos en sus claves más sencillas...
Como
desarrollar la inteligencia apreciativa
La inteligencia apreciativa es un acto deliberado.
Lo que busca es que
conectemos emocionalmente con nosotros mismos y nuestros entornos
para despertar cualidades dormidas, para fortalecer la autoestima y
la seguridad en uno mismo.
Es dejar a un lado la indiferencia o el miedo para reconocer el
valor de cada cosa, de cada persona, de cada experiencia vivida y
situación que nos rodea.
Hay que aceptar lo negativo, lo adverso e incluso lo trágico, pero
sin rendirse ante todo ello. Uno debe elegir (apreciar) las
oportunidades que se le presentan y lo positivo que aún puede darnos
la vida.
Dentro de lo cotidiano, de nuestra rutina, se inscriben múltiples
cambios que podemos hacer para invertir en felicidad y bienestar.
Solo la mirada que atiende, entiende y aprecia, puede lograrlo.
Para concluir, como bien decía Alejandro Dumas,
la vida es tan
incierta que uno debe aprovechar cualquier instante de felicidad
que se le presente por pequeño que sea...
Saber apreciar esos
destellos de emoción, de potencial y oportunidad que hay en nuestra
realidad, pueden marcar en un momento dado la diferencia.
Apliquemos por tanto este interesante enfoque y hagámoslo nuestro.
Los cambios pueden ser
asombrosos...
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