por Universidad de Montreal

16 Abril 2018

del Sitio Web UDEMNouvelles
traducción de Guillermo Caso de los Cobos
17 Abril 2018

del Sitio Web TerraeAntiqvae
Versión original en ingles
 

 

 


 

 

 

El comercio y las redes sociales ayudaron a nuestros ancestros Homo sapiens a sobrevivir a una erupción volcánica que cambió el clima hace 40.000 años, lo que proporciona la esperanza de que podremos superar el calentamiento global si permanecemos interconectados, según sugiere un nuevo estudio.

Al analizar antiguas herramientas y ornamentos de un refugio rocoso prehistórico llamado Riparo Bombrini, en Liguria, en la Riviera italiana, los arqueólogos de la Universidad de Montreal y la Universidad de Génova concluyen que la clave de la supervivencia es la cooperación.

 

 

 

 

Su estudio (Human Adaptations to Climatic Change in Liguria across the Middle-Upper Paleolithic Transition) ha sido publicado a principios de abril en el Journal of Quaternary Science.

"Liguria es donde vivieron algunos de los primeros 'Homo sapiens', más o menos nuestros ancestros directos en Europa", dijo Julien Riel-Salvatore, profesor de Arqueología en la Universidad de Montreal y coautor del estudio con su colega italiano de la Universidad de Génova, Fabio Negrino.

 

"Ellos vinieron después de los neandertales, pero, a diferencia de éstos, cuando se enfrentaron a cambios climáticos repentinos no se extinguieron a escala local ni abandonaron la región, sino que se adaptaron".

Los Homo sapiens llevaban viviendo en la región durante más de 1.000 años cuando una 'super erupción' en los campos Flégreos, en el sur de Italia, al oeste de la actual Nápoles, devastó gran parte de Europa.

"Se ha venido considerando que este fenómeno había aniquilado a la mayoría de los primeros 'Homo sapiens' de Europa, pero hemos podido demostrar que algunos de ellos fueron capaces de manejar la situación muy bien.

 

Sobrevivieron al lidiar con la incertidumbre del cambio climático repentino".

 

 

 

En su trabajo, los arqueólogos recogieron fragmentos de herramientas como cuchillas (pequeñas hojuelas regulares extraídas de núcleos de piedras grandes para usarlas como puntas o cortar componentes de armas para cazar), las cuales muestran el ingenio de nuestros primeros antepasados.

 

Parte del pedernal que utilizaron para estos fines fue traído desde cientos de kilómetros de distancia, lo que indica la existencia de una red social de intercambio muy extensa que les ayudó a sobrevivir durante los próximos 4.000 años.

"Tenían vínculos con personas que vivían lejos, de modo que si las cosas se descontrolaban en el territorio donde habitaban tenían la opción de pedir ayuda a otros 'Homo sapiens' con los que habían establecido relaciones sociales.

 

Cuanto más amplia pudo haber sido esa red, más fácil les fue sobrevivir", dice Riel-Salvatore, cuyas evidencias para mostrar que el Homo sapiens ocupaba el lugar referido también incluyen un diente de niño, así como adornos de concha y ornamentos de piedra.

 

 

 



Al igual que en Indonesia

Su estudio se hace eco de otras revisiones sobre el impacto de una super erupción volcánica prehistórica aún más antigua, la del Monte Toba, en la isla indonesia de Sumatra, hace 74.000 años, de la cual se ha pensado que estuvo a punto de aniquilar a la humanidad por completo.

 

Esta teoría está seriamente cuestionada por recientes evidencias.

 

En ambos casos (de erupción volcánica), la arqueología demuestra que la evolución no siempre es tan dramática como creemos.

"Esto parece formar parte de un patrón en el que se constata que los humanos son muy adaptables y resistentes frente a eventos enormemente perturbadores", afirma Riel-Salvatore.

 

"Tales eventos pueden ser realmente terribles, pero de forma limitada, local, no a través de los continentes ni a nivel mundial".

 

"Quizá sea un poco exagerado decir que lo que sucedió hace decenas de miles de años puede ayudarnos a predecir cómo los humanos de hoy en día se enfrentarán al cambio climático, pero aprender del pasado nos puede ayudar a ubicarnos sobre cómo luchar contra el cambio climático en curso", añadió.

"Hay que subrayar la importancia de la arqueología por su capacidad de informar sobre los problemas más inmediatos a los que nos enfrentamos.

 

La cooperación y las redes sociales resilientes fueron claves para los Homo sapiens, pues les ayudaron a superar los repentinos y dramáticos cambios climáticos del pasado.

 

Y teniendo en cuenta algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día, así como algunas posiciones arraigadas con las que tenemos que pelear, tal vez esta noción de que la cooperación es fundamental, y sea algo que podamos considerar como una lección para llevar a casa".

Parte de los datos reunidos por los investigadores para su estudio fue obtenido en excavaciones realizadas entre 2002 y 2005 en Riparo Bombrini, y otra parte en el complejo arqueológico de cuevas paleolíticas de Balzi Rossi, las cuales se sondearon por primera vez en 1938 y cuyas excavaciones comenzaron en 1976.


Durante los próximos tres años, Riel-Salvatore y Fabio Negrino continuarán excavando en el lugar para ahondar en la razón por la cual la población neandertal desapareció y fue reemplazada por los Homo sapiens, mejor equipados y mejor relacionados...