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LaBrujulaVerde (Víktor Vasnetsov) Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
Quizá faltaba prestar atención a los varegos, es decir, los vikingos suecos que tomaron la dirección contraria, hacia oriente llegando a las actuales Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
También tuvieron a algún
personaje que brilló con luz propia; es el caso, por ejemplo, de
Rurik, fundador de toda una
dinastía, la de los Rurikovich o Rurikida.
La primera y más importante es la Crónica de Néstor o Crónica Primaria, una recopilación de relatos realizada por el monje homónimo aproximadamente entre los años 850 y 1110 y escrita en eslavo antiguo utilizando otras fuentes hoy perdidas.
Cuenta la historia de la Rus de Kiev, una federación de tribus eslavas que constituyeron el primer estado - embrionario, podríamos decir - de la actual Rusia.
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Al igual que los vikingos daneses y noruegos, eran fundamentalmente comerciantes que abrían rutas mercantiles con sus barcos, completando esa actividad con el saqueo pero que también vendían sus servicios como mercenarios (el emperador bizantino los contrató como guardia de corps) y fundaban asentamientos.
En esa proyección hacia
el este, los primeros colonos escandinavos, procedentes de
Gotlandia, se instalaron en torno
al
lago Ládoga en el siglo VIII y
desde allí continuaron expandiéndose en una ruta meridional que les
permitió dominar la región que llamaban Gardaríki.
La capital la situaron en Holmgard (Novgorod), abriendo relaciones comerciales con Bizancio y el Särkland (el mundo musulmán).
Aquí es donde aparece
Rurik, un jefe que fue elegido señor de dicha ciudad hacia el año
860; apenas había pasado un cuarto de siglo desde que los kol-beki
(reyes del mar, nombre que las tribus de la estepa daban a los
varegos) entraran en la Historia como tales. a mediados del siglo XI, en su máximo esplendor Imagen: Rowanwindwhistler en Wikimedia Commons
Pero en el 862 dichas tribus, incapaces de gobernarse por sí mismas debido a las discordias entre ellas, decidieron elegir a,
Rurik se instaló en Novgorod mientras sus hermanos, Sineo y Trúvo, lo hacían en Beloozero (hoy Belozersk) e Izborsk (o Pskov) respectivamente, aunque ellos fallecieron pronto y él quedó como dueño de todo.
Los rus (palabra de etimología incierta que parece proceder del finés y significaría remeros) fueron vikingos que fundaron el citado estado de Kiev al liberar a los eslavos de ser tributarios de los Jázaros, un pueblo estepario de origen turco.
Gracias a eso la Rus de Kiev crecería y se convertiría en una potencia regional pero las bases para ello las sentó antes Rurik desde Novgorod.
Porque la dinastía que
gobernó la Rus de Kiev fue la que originó él y que hoy se denomina
Rúrika. (Nichlas Roerich)
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Desde allí fue consolidando su poder al imponerse sucesivamente a las tribus eslavas hasta que al morir sus hermanos sus dominios se extendían desde el río Neva hasta el Oka, si bien delegaba el gobierno de cada sitio en gente de confianza.
Al menos ésa es la tradición, muy discutida también porque parece ajustarse demasiado al clásico mito fundacional y, de hecho, hasta el descubrimiento de restos arqueológicos asociados a su persona en Aldeigjuborg (actual Stáraya Ládoga), se ponía en duda su existencia real, especialmente por parte de la historiografía eslava.
(H. W. Koekkoek) Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
Según la Crónica de
Néstor, el pueblo de Rurik era una mezcla de daneses, suecos,
anglos y gotlandeses, aunque otros apuntan a
Jutlandia como su origen.
Pero éste era aún muy joven cuando el mandatario falleció en el año 879 - algunos opinan que ni siquiera era hijo suyo - así que quien sucedió a Rurik fue Oleg, un familiar cuyo parentesco no está claro pero posiblemente se tratara de su cuñado, aunque la Crónica de Néstor sólo dice que se trataba de un príncipe vasallo.
La condición para ello era que debía cuidar del muchacho hasta que se hiciera mayor. profetiza la muerte de Oleg Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
Oleg entró en Kiev en el
882 usando una estratagema y ejecutando a Askold y Dir, no sólo por
traición sino también porque, según algunos historiadores rusos, el
primero se había convertido al cristianismo (con lo que sería el
primer mártir del país).
Éste pudo evitarlo gracias a sus presuntos poderes premonitorios (la crónica le apoda el Profeta) y terminó pactando un acuerdo comercial con Constantinopla.
No obstante, esa capacidad precognitoria no le serviría para evitar la muerte años después, acaecida entre los años 912 y 913 y que está rodeada de un tono mítico ensalzado por Pushkin en un famoso poema:
En realidad ese episodio no era sino una adaptación de una leyenda de la que se conserva una versión escrita en el siglo XIV: Pero es que así de etéreo es casi todo en esta historia, en la que no coinciden hechos ni fechas entre las distintas fuentes.
Lo que sí está claro es que Ingvar tomó el relevo de Oleg entre el 912 y el 945 como Gran Príncipe de la Rus de Kiev, poniendo sitio a Constantinopla dos veces sin éxito.
Su efímero reinado terminó violentamente durante una operación de recaudación de tributos a los drevlianos; le vengó su esposa Olga. Ya había, pues, una dinastía Rúrikida que duró hasta 1612, siendo su último representante Basilio IV.
Eso sí, para entonces
ya no existía la Rus de Kiev, que cayó en poder de los mongoles
en 1240.
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