según teóricos como Serge Latouche, Teresa Forcades, Arcadi Oliveres, Paul Ariès y Carlos Taibo?
¿Por qué puede ser una trampa asumir que el crecimiento económico siempre es 'positivo'...?
Esto sugiere una economía cada vez más grande para tener algo que repartir a una población creciente.
¿Pero hasta dónde esto es posible en un mundo que no tiene más que los recursos que tiene? Para Albert Einstein, la idiotez es seguir martillando sobre un clavo cuando lo único que queda es un muro.
¿La única opción lógica es acostumbrarnos a la
escasez?
Fundamentadas en la intervención estatal en la vida económica para elevar y proteger el empleo y, con ello, la demanda, hasta la década de los setenta u ochenta, las teorías de John Maynard Keynes fueron la pauta de una reconstrucción de Europa durante el Plan Marshall y del New Deal - Great Society estadounidense.
Este "Welfare State" o Estado de bienestar significó mayor acceso de las poblaciones a servicios con recursos públicos, sobre todo sanitarios y educativos.
El crecimiento del producto interno bruto por persona (de un cuatro por ciento anual) y la diversificación económica se convirtieron en fenómenos análogos en distintos países emergentes a ambos lados del telón de acero, desde México hasta Corea del Sur.
Esto dio credibilidad a gobierno diversos con
signos nacionalistas, de izquierda moderada o de extrema izquierda.
Aunque quizá lo menos histórico y más fundamental sea apoyar un sentido de bienvivir en la especulación sobre lo que se deberá producir y tener, una especulación sin límites dentro de un mundo de energías psicológicas y elementos naturales limitados.
El hecho es que somos seres inter y eco dependientes, y es imposible mantener ciertos niveles de vida sin consecuencias humanas y ecológicas.
Dicho esto,
Para los teóricos del "decrecimiento" salir de este este esquema de dependencias especulativas no tiene sentido si se sacrifica al ciudadano de a pie, censurando nuestros derechos básicos y a la recreación, subiendo los precios de bienes de primera necesidad o manteniendo al sector público deficitario.
Es imposible seguir empujando el consumismo salvaje de más personas y liberalizando el desarrollo bajo la consigna de que la producción pública y privada puede seguir creciendo de manera infinita en un planeta finito.
Pero el hecho es que la mayoría de los sudaneses no ha vivido por encima de sus posibilidades, aunque sí la mayoría de los alemanes.
De acuerdo con el economista Arcadi Oliveres, los canadienses utilizan 550 litros de agua por persona al día en regadíos, piscinas y su agroindustria.
¿Y al Sur del Sahara?
Un trabajo en toda regla que consume tiempo y energía, algo que también podría preocupar al feminismo, porque en general estaría destinado a las niñas.
Las familias africanas posiblemente pueden
costear que un niño estudie, pero una niña podría ser más útil si
trae 8 litros para ella y 8 más para su hermano.
Puede ser necesario mayor crecimiento económico donde haga falta, y distribuir mejor los recursos que ya se tienen donde ya no se puede seguir creciendo.
Pero lo más importante es cambiar nuestras perspectivas de vida.
Para el filósofo André Gorz,
Según quién, dejar de ser pobre puede ser tener un carro, tener una bicicleta o tener un par de zapatos.
Esto sin duda abre un problema sobre el estándar
del bienestar, pero puede ser valiente poner en duda qué sería
aceptar la escasez sin más, y qué, por otra parte, solo abrir la
mente a expectativas distintas.
La conclusiones lógicas sobre hechos sociales podrían no ser traumáticas o exclusivamente honestas, siempre y cuando recurran a un sex appeal distintivo.
El cambio debe atraer y es posible apelar más a sus beneficios.
Tener y gastar menos no solo supone un rescate ecológico y solidarizarse con otros para que tengan un poco más:
Y quizá ese es el mejor eslogan contra el crecimiento desmesurado:
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