
por Julio Martín Alarcón
08 Marzo 2025
del Sitio Web
ElConfidencial

El historiador Eric
H. Cline, autor de
'Después de 1117 a.
C. - La supervivencia de las civilizaciones'
(Blink media)
El
estadounidense Eric H. Cline
cree que hay
factores que nos acercan
a lo que sucedió
en el año 1177 a.C
y que culminó
con civilizaciones
como la egipcia,
la hitita, la minoica y la micénica,
y uno de ellos
es, el fin del comercio global...
En 1918, en el mismo año en el que terminó
la Gran Guerra, el cataclismo
europeo que devastó el continente y reconfiguró profundamente el
orden mundial anterior, dominado por imperios, el filósofo e
historiador alemán Oswald Spengler (1880-1936) publicó el
primer volumen de
La Decadencia de Occidente, una obra en la
que teorizaba que las civilizaciones, al igual que los organismos
vivos, siguen un ciclo vital orgánico:
nacimiento, juventud, madurez, vejez y muerte
o lo que es lo mismo, que toda cultura pasaba por las etapas de
crecimiento, auge y caída como cualquier organismo vivo...
Así había pasado con la egipcia, la grecolatina o
la china, y así estaba ocurriendo con la occidental, que habría
tenido su auge en el renacimiento y que para Spengler llegaba a su
decadencia en ese mismo siglo XX.
Sin embargo, todavía hubo un cataclismo aún peor,
como fue la
Segunda Guerra Mundial, a la que le siguió la Guerra Fría con la
amenaza de la destrucción nuclear, y aun así, la civilización
occidental superó esos posibles colapsos.
Pero,
¿Estamos ahora ante un final inevitable,
como ocurrió
con el Imperio Romano
o, incluso antes, con la desaparición de los imperios y
el comercio de la
Edad de Bronce, cuando cayeron los egipcios, los hititas y
las culturas minoica y micénica de los antiguos griegos?
¿Estamos ahora ante un final inevitable, como
ocurrió
con Roma o, incluso antes, con la desaparición de los
imperios?
"La realidad es que
hay algunas civilizaciones que se derrumban y otras que
simplemente se transforman", explica vía zoom a El
Confidencial el antropólogo e historiador
Eric H. Cline que acaba de publicar
'After
1177 B.C. - The Survival of Civilizations'
(Después de 1117 a. C. - La Supervivencia de las
Civilizaciones).
"Es cierto que esta cuestión ha sido
un debate recurrente en el ámbito académico, esa idea de
auge y declive, - una idea expuesta por Edward
Gibbon en
su clásico Historia de la decadencia y caída del
Imperio Romano - pero ¿se trata de un colapso
real, de un declive gradual o simplemente de una
transformación?
La verdad es que tal y como expongo en el
libro, en el caso que supuso ese paso traumático de la
Edad de Bronce a la Edad de
Hierro, no todas las sociedades involucradas se
vieron afectadas de la misma forma por ese colapso, que
podemos situar en torno al 1177 a. C., y que sin duda
ocurrió:
algunas como la griega minoica son
barridas y otras como los cananeos no sólo se reponen
rápidamente, sino que
se transforman en la cultura fenicia y tienen
un gran éxito en la siguiente Edad de Hierro".
La cuestión de esa decadencia de la civilización
occidental expuesta por Oswald
Spengler aplicada a la actualidad no es casual.
Eric H. Cline ya había reflexionado sobre
los paralelismos con la realidad contemporánea en el prólogo de
la
edición inglesa, publicada en 2021,
en donde destacaba que se estaban dando una serie de factores que
recordaban a los que condujeron al
colapso del mundo de la Edad de Bronce.
En ese momento,
...ya dominaban la agenda
global.
¿Es este el final del mundo tal como lo
conocemos, como cantaba R.E.M. en el lejano 1987...?
"Sí, la verdad es que cuando escribí ese
prólogo era pesimista
porque había factores como para pensar que había una tormenta
perfecta.
Ahora es sencillamente peor:
todo parece ir cada vez más
rápido y realmente creo que la historia podría estar a
punto de repetirse en cuanto a ese colapso.
En ese aspecto, lo que sucedió hace 3.000
años es probablemente muy relevante para el
análisis de la actualidad y contiene algunas lecciones
importantes si estamos dispuestos a aprender, porque no somos
demasiado grandes para caer:
todo el
mundo ha fracasado en la historia de la humanidad"...
Es lo que explica en su nueva obra el
antropólogo estadounidense, qué sociedades superaron mejor y
cuáles peor el derrumbe acaecido a finales del siglo XII a.C. cuando
una serie de factores como el cambio climático, no provocado por el
hombre.
Las guerras e
invasiones, las migraciones masivas y la supresión de ese
comercio "internacional" en torno al Mediterráneo provocaron un
colapso de la forma de vida:
"El período que abarca desde el siglo XII a.
C. hasta el X a. C. fue testigo de la disminución de la
población, del abandono de las ciudades, de un
aumento de la violencia, de probables migraciones y del
colapso de las rutas comerciales.
Hubo también más enfermedades y muertes
precoces, además de producirse una caída de la producción
económica y unos niveles de vida cada vez más bajos.
Por si fuera poco estuvo acompañado de la
pérdida o reducción de habilidades avanzadas, aunque el
alcance varía dependiendo del lugar de la región que se mire.
En cambio, en el período que va desde el
inicio del siglo IX a. C. se invirtieron muchas de estas
tendencias.
Al llegar a
la segunda mitad del siglo VII a. C., vemos nueva vida
y nuevas innovaciones en muchas zonas, y
un mundo completamente
interconectado empieza a tomar forma de nuevo por
primera vez en varios siglos".
El auge y caída
implica también
una cierta
salida,
porque al
colapso le sigue
la
reestructuración, el renacimiento
y la
reconstrucción...
Es quizás la parte obvia del estudio:
si algo
indica la historia es que produce sencillamente
una transformación, a la larga, un progreso.
Una idea que también abarca el experto, el matiz
a la idea de ciclo cerrado de,
nacimiento, desarrollo, decadencia y
muerte.
El auge y caída implica también una cierta
salida, porque al colapso le sigue en ocasiones la reestructuración,
el renacimiento y la reconstrucción.
Es decir,
algunas sociedades resilientes se adaptan al cambio, según
Cline y se transforman exitosamente.
En el caso de
la Edad de Hierro que siguió a la Edad de Bronce, lo hacen los
fenicios y los chipriotas, mientras que los asirios, babilonios y
egipcios solo consiguen sobrevivir precariamente y otras en cambio
perecen, como les ocurre a los
antiguos griegos de Micenas y Creta.
¿Cuál fue la clave de ese éxito?
"Es una gran pregunta, aunque sólo podemos
apuntar algunas teorías, hay, sin embargo, respuestas
inmediatas.
En primer lugar, los fenicios estaban en el
Mediterráneo, por lo que tenían acceso al agua y a rutas y
recursos marítimos.
Otros, como los hititas que están lejos de la
costa, además, no disponen de una fuente importante de agua,
mientras que los neoasirios y los neobabilonios, tienen el
Tígris y el Éufrates y los egipcios, el Nilo.
Es decir, el
agua es extremadamente importante para la resiliencia y
la transformación.
La otra cuestión es que no todas las culturas
se ven afectadas por esa catástrofe de la misma forma:
-
los asirios y los babilonios están
tan en el interior del continente que no se ven
afectados por las invasiones y
migraciones de los pueblos del mar por lo que logran
mantener intacta su sociedad
-
tienen al rey, la administración, la
escritura y sus leyes aunque hayan perdido a sus socios
comerciales y se resientan
Pero lo más importante de todo es
probablemente la innovación".
Es una de las lecciones más importantes del
trabajo del historiador.
Para Cline,
una de las claves, no sólo en el caso
de los fenicios, sino en el de los chipriotas, fue la
capacidad de adaptación y
de innovación.
El colapso de ese mundo de la Edad de Bronce hizo
prácticamente inaccesibles, por ejemplo, las minas de estaño
necesarias para la
fabricación del bronce:
"Una idea que me venía a la cabeza una y otra
vez, era que además de la resiliencia estaba la flexibilidad, la
capacidad de adaptarse a los cambios, de modo que si se corta la
cadena de suministro y ya no se consigue estaño, por lo que no
se puede fabricar bronce, se da la vuelta y se empieza a
fabricar hierro, como hicieron los chipriotas.
¡Eso es la innovación...!
Ahora ocurre algo parecido:
nos
preocupan cuestiones como el litio y las tierras raras, que
se utilizan para fabricar chips informáticos.
Esto es el equivalente al estaño en el mundo
antiguo:
si tenemos problemas en la cadena de
suministro para conseguir chips informáticos que hagan
funcionar todo, desde ordenadores hasta coches, cafeteras y
lo que sea, entonces tal vez sea hora de inventar algo
nuevo.
Si no es así, estaremos expuestos a procesos
traumáticos como en la antigüedad".
"Si tenemos problemas
en la cadena de suministro
para conseguir chips
informáticos,
tal vez sea hora
de inventar algo nuevo"...
Así lo que siguió a ese colapso de la
Edad de Bronce según Cline, en el que algunas sociedades
pudieron superarlo y otras no:
fue un ciclo adaptativo en el que la
clave fue la innovación que se produjo en ese momento...
Pero si algo definió sin duda el derrumbe de esas
sociedades del mundo antiguo, que entonces costó siglos recuperar,
fue el comercio global que existía
en el Mediterráneo y que prácticamente se paralizó:
"Tal vez pueda parecer exagerado decir que,
si nos fijamos en el mundo antiguo, debemos preocuparnos ahora,
pero la realidad es que tenían problemas muy similares a los que
tenemos hoy en día y su mundo se derrumbó.
¿Queremos pasar por todo ese ciclo
adaptativo?
Según mi criterio, lo que más implicaciones
tiene para nosotros ahora respecto a lo que ocurrió entonces es
la red comercial globalizada.
No hay duda de que ya entonces,
hace 3000 años, lo que permitió prosperar a
griegos, hititas, egipcios, cananeos, etc. fue esa red
comercial que es lo que se derrumbó entonces.
¿Se imaginan qué pasaría si nuestra red
globalizada colapsara por completo?
Ya lo hemos visto...
Como cuando aquel barco bloqueó el Canal de
Suez durante seis días y causó problemas a nivel mundial.
Si
nuestra red globalizada se cae, todos estaremos en serios
problemas.
Puedo ver hacia dónde nos dirigimos y no veo
a mucha gente intentando detener esta tendencia".
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