por Ryan X
07 Febrero 2011
Los recientes eventos nos proveen un excelente caso de estudio de las fuerzas cósmicas que podrían estar detrás de grandes tormentas como los ciclones, huracanes, tormentas de nieve y mucho más.
Los recientes eventos de los que hablo incluyen la mayor tormenta de nieve que haya caído en el centro oeste y el este de EE.UU. así como también el castigo del Ciclón Yasi sobre el este de Australia a comienzos de esta semana. Ambas tormentas crecieron a enormes tamaños durante un período de tiempo que coincidió con una tormenta solar que azotó a la Tierra después de la Luna Nueva.
Aunque pueda
parecer extraño, esta no es la primera vez que estos alineamientos
celestiales en conjunto con la actividad solar han causado tales
eventos. Si existe una relación entre estos factores, según como
sospechamos, entonces esto da en gran parte una vuelta a lo que
comúnmente se cree sobre el clima terrestre y, como veremos, incluso
de la geología.
Pero, ¿cuál es la importancia de la Luna aquí?, se
preguntarán.
Entonces la imagen que estamos pintando es la siguiente: El sol emite un masivo frente de viento solar en dirección a la Tierra.
Al moverse fuera del camino entre el sol y la Tierra, la Luna Nueva genera un significativo aumento en las partículas cargadas que impactan sobre la Tierra. Con el exceso de partículas cargadas de esta tormenta solar que nos golpea casi simultáneamente, todo este exceso de carga termina en los cinturones de radiación que rodean a la Tierra.
Luego, la Tierra encuentra formas de descargar este
desequilibrio como estas dos grandes tormentas que hemos visto. Una
de ellas adopta la forma de una gigantesca tormenta de nieve que
cubre la mitad de EE.UU. La otra toma la forma de un ciclón, el Yasi,
que golpea a la ya inundada costa este de Australia. También se han
notado un aumento de la actividad volcánica y de terremotos durante
este período.
Esta es la hipótesis presentada por James McCanney cuyas teorías fueron incluidas en el artículo Cambio Magnético...
La gran pregunta es:
La ciencia reconocida nos dice que sucesos como las tormentas eléctricas, tormentas de nieve, huracanes, ciclones, terremotos, volcanes, y muchas otras demostraciones de la furia de la naturaleza solo son causadas por fuerzas internas de la Tierra misma; que estamos aislados en una burbuja atmosférica que existe en un vacío de espacio.
En contraste, McCanney postula que estamos a merced de
poderosas fuerzas eléctricas en el espacio y que estas juegan un
papel en muchos eventos energéticos en la Tierra. ¿Quién está en lo
cierto?
Resulta que todos estos fenómenos podrían ser de un
origen secundario al de la Tierra intentando descargar electricidad
proveniente del espacio; estos eventos podrían ser parte del proceso
natural de descarga de la Tierra.
La principal hipótesis sobre cómo se producen los relámpagos es algo así:
En resumen, esta es la hipótesis de inducción electrostática (EIH) sobre cómo se forma el relámpago.
Existen otras hipótesis similares
que se centran en las nubes como productoras de relámpagos, pero la EIH es la que comúnmente se enseña a los niños en la escuela. Tengan
en mente que esta es solo una hipótesis, y todavía nadie ha
desarrollado un experimento que la demuestre o la descarte. Todavía
se encuentra "bajo investigación" según la mayoría de los medios
científicos.
Este escritor encuentra difícil creer que el
método propuesto por la EIH pueda generar energías de estas
magnitudes. Parece probable que la fuente de energía proviene de
algún otro lugar.
Los Jets parecen dispararse hacia arriba en rojo o azul, generalmente tocando el límite inferior de la ionosfera - esa capa protectora de plasma que utilizamos para rebotar señales de radio AM. Los Sprites son otra forma de relámpago, solo que estas no provienen de por encima de las nubes, sino desde la ionosfera hacia arriba. Estas aparecen como enormes hoyos lumínicos que se extienden por kilómetros (ver imagen debajo).
Alguna vez consideradas como un
extraño fenómeno, ahora se sabe que son una ocurrencia común en todo
el mundo en conjunción con las tormentas eléctricas. Comparación de los relámpagos comunes y la variedad de jets y sprites atmosféricos.
Se cree que esta forma de relámpago se forma en la parte superior de las nubes (es decir, el lado de las nubes con carga positiva). Los relámpagos positivos aparecen como amenazantes "rayos azules", y son extremadamente peligrosos. Estos rayos contienen entre 6 y 10 veces la energía de un rayo promedio y tienen una duración 10 veces mayor. Habitualmente caen una vez que las tormentas han pasado, cuando la gente supone que el peligro ha pasado, haciéndolos particularmente problemáticos.
También parecen
ocurrir más frecuentemente durante las tormentas invernales en las
que los relámpagos son escasos.
Relámpago positivo Interesantemente, parece haber una correlación entre el relámpago positivo y los sprites mencionadas arriba que caen desde la ionosfera.
Los investigadores pronto,
Estos rayos de relámpagos positivos son literalmente "rayos desde el espacio".
La combinación de sprites y relámpagos positivos forman una masiva interrupción dieléctrica en la atmósfera, con el paso de energía eléctrica desde la ionosfera hasta la tierra. Con esta comprensión, la "hipótesis de inducción electrostática" es simplemente absurda.
La fuente principal de la energía de las
tormentas eléctricas, y probablemente otros sistemas de tormentas,
parecen provenir desde fuera de la Tierra.
Con tormentas de ciclones me refiero a huracanes, ciclones, tifones, tornados, o cualquier otro que cause una nube en espiral sobre tierra o agua. Según McCanney y otros como Walter Thornhill, estos ciclones podrían ser intentos de movilizar cargas rápidamente desde la atmósfera interior hacia la tierra.
Según explica Thornhill sobre los tornados:
Esto significa que en lugar de contra-rotar las corrientes de aire que mantienen formado al tornado, el viento es en realidad un efecto de la rotación de la carga eléctrica.
Los científicos que estudian tornados podrían tener todo al revés. Observar a los tornados como eléctricos por naturaleza, deberíamos esperar ver anomalías eléctricas dentro y alrededor de los mismos tornados.
En un ensayo de A.N. Dmitriev titulado Concepto electrogravidinámico de los tornados, enumera una gran cantidad de extrañas anomalías asociadas a los tornados:
Mientras que uno se vería fuertemente presionado a explicar todos estos extraños eventos en términos de una nueva teoría eléctrica de los tornados (a menos que la teoría incluya nuevas facetas del electromagnetismo mismo), ciertamente hay un elemento de actividad eléctrica en algunas de estas anomalías.
Efectos de luces, bolas de
luz, zumbidos y siseos, son todas propiedades de la electricidad en
cierta forma.
De hecho, en referencia a los ciclones, ¡existen incluso diferentes teorías sobre su formación dependiendo del lugar de la Tierra en el que se formen! No voy a entrar en los detalles de estas teorías porque son conocidas y pueden encontrarse en otros lugares. Sin embargo, ¿no parece extraño que esos sistemas de tormentas similares presentes en la naturaleza puedan tener causas completamente diferentes?
Desde el punto de vista fenomenológico tanto los ciclones como los tornados forman nubes con forma de embudo, pero la diferencia principal entre tornados y ciclones es la duración que tienen y, por supuesto, dónde se forman (sobre tierra o agua). Los huracanes o ciclones también tienden a perder fuerza luego de tocar tierra.
Según McCanney:
El ciclón Yasi acercándose a Australia. Entonces la razón hipotética por la que los ciclones pueden volverse tan grandes y veloces y durar tanto tiempo es porque el océano actúa como un aislante eléctrico, evitando que la carga llegue a la terra firma más conductiva en el lecho marino.
Esto explica porqué los
tornados no duran tanto: ya están sobre tierra donde pueden
descargarse más rápido. En otras palabras, el fenómeno de los
ciclones y tornados son realmente del mismo origen electromagnético,
pero las condiciones de la superficie donde se forman les otorga
propiedades únicas.
En su sitio Web, McCanney enumera una cantidad de correlaciones en las que la actividad solar y los alineamientos cósmicos se precipitaron como grandes tormentas sobre la Tierra. Una de ellas ocurrió en septiembre del 2004 cuando dos huracanes se formaron en el Océano Atlántico y varios otros en el Pacífico (ver imagen inferior).
Según McCanney esta explosión de tormentas ciclónicas fue precedida por tormentas solares y sucedieron un día después de una Luna Nueva.
¿Les suena familiar? Tomada al día siguiente de la Luna Nueva del 15 de septiembre del 2004. Muestra cinco tormentas tropicales en varios estadíos. El huracán Ivan es capturado momentos antes de tocar tierra en el Golfo de México.
En realidad, respecto a la predicción de tormentas ciclónicas, específicamente tornados, los científicos ya están utilizando técnicas que miden los "relámpagos en la atmósfera superior" - o relámpagos entre las nubes y la ionosfera - para determinar en qué lugar es más probable que se formen.
Según este sitio Web que describe los métodos de la predicción de tornados:
Esto quiere decir que incluso aquellos que predicen tornados están
utilizando indicadores de actividad eléctrica para efectuar sus
predicciones. Incluso con esta nueva técnica de detección, todavía
no han atado cabos cuando se trata de la naturaleza eléctrica de los
tornados mismos.
Las anomalías que presentan los tornados fueron mencionadas arriba en el estudio de Dmitriev, ¿pero existen anomalías para los huracanes y ciclones? Ya que suceden sobre el agua no compartimos una relación íntima con estas tormentas hasta que tocan tierra, entonces nuestro conjunto de datos es bastante limitado.
Sin embargo, las "cuencas de ciclones tropicales" (áreas donde se habitualmente se forman los ciclones) mantienen una misteriosa relación con las desapariciones de aviones y barcos descritas en la literatura forteana.
Ahora, sé que seguramente están pensando:
Desafortunadamente, no es tan simple.
En realidad se forma una especie de zona romboidal y se extiende mucho más al este de lo que se cree. Es más, existe una cantidad de lugares similares en todo el mundo donde la desaparición de aviones y barcos parece tener una mayor probabilidad que el promedio.
Todas estas áreas se forman cerca de
la marca de los 30-40 grados de latitud que coincide con los flujos
de chorro subtropicales, que según McCanney, son grandes extensiones
de cargas en rotación que forman parte del campo magnético inestable
de la Tierra.
Muchas de estas
desapariciones sucedieron bajo cielos despejados y en aguas calmas.
Los avistamientos de Ovnis también son comunes en estas regiones.
Sanderson enumera cantidad de estos casos en su libro.
Esta grilla de "vórtices infames" (ver abajo) muestra el resultado de extrapolar el patrón de desapariciones para el mundo entero. Sanderson estaba limitado por las desapariciones de aviones y barcos que podía encontrar, que solo incluían un par de cientos de buenos casos. No solo eso, sino la noción que estos "vórtices infames" se alineaban en perfecta simetría en todo el mundo podría ser una suposición incorrecta por su parte.
Por ejemplo, el área
número "20" en el mapa debajo, situada en África del Norte, debería
estar más cerca al este del Mediterráneo según la investigación de
Sanderson sobre las desapariciones reales. De manera interesante,
las tormentas ciclónicas se forman, en raras ocasiones, en esta
región del Mar Mediterráneo.
También observen que la región del "vórtice"
número "49" en la costa este de Sudamérica ha producido
ocasionalmente tormentas ciclónicas, aunque esta no sea considerada
habitualmente una cuenca de ciclones tropicales.
Cuencas de Ciclones Tropicales
basado en las desapariciones de barcos y aviones.
¿Es posible que las fuerzas eléctricas que alimentan a los ciclones también sean la causa de estas extrañas desapariciones en ciertos momentos? Dejaré que el lector decida sobre esto.
¿Quizás algún día
en el futuro tendremos que desarrollar un sistema de alerta
meteorológica transdimensional? Hmm...
Volcán el Chaitén en Chile, mayo del 2008 Si, me temo que si.
Tanto los terremotos como los volcanes exhiben gran actividad eléctrica también. Bien se sabe que los relámpagos son un elemento común en las erupciones volcánicas.
Según describe Walter Thornhill:
Como es de esperar, la hipótesis comúnmente aceptada que explica el porqué se producen relámpagos alrededor de los volcanes tiene que ver con polvo volcánico en colisión y separando su carga.
Esta es una vuelta de rosca de la "hipótesis de la inducción electrostática" mencionada arriba. Teniendo en cuenta lo que ahora sabemos sobre los relámpagos, esta hipótesis parece improbable.
Por ejemplo, ¿por qué parece que en algunas fotografías - como la de la reciente erupción volcánica del monte Kirishima en Japón - que el rayo sale de la cima del volcán en ciertas oportunidades? ¿Quizás las fuerzas electromagnéticas son parte de la causa subyacente detrás de las erupciones volcánicas?
Definitivamente se necesita de más
investigación en esta área. Rayo saliendo de la caldera durante la reciente erupción del Monte Kirishima en Japón.
Los volcanes en el mundo se están despertando. Podríamos tener que atravesar un rocoso viaje lleno de cenizas. Las "luces de terremotos" no son algo habitual antes, durante, e inmediatamente después de los terremotos.
Hasta tiempos recientes, la existencia de estas luces fue negada por reconocidos científicos que los consideraban como una forma de engaño masivo.
Sin embargo, imágenes del terremoto de Matsushiro en Nagano, Japón, desde 1965 hasta 1967, muestra que es un fenómeno genuino de la naturaleza. Quizás estas luces tienen algo que ver con las descargas eléctricas que suceden sobre o alrededor de estas zonas sísmicas.
Al igual que
las tormentas ciclónicas y volcanes, los terremotos parecen tener
una mayor probabilidad de ocurrencia después de producirse actividad
solar y durante o inmediatamente después de alineamientos
planetarios. Luces de terremoto observadas unos 30 minutos antes del terremoto del 12 de mayo del 2008 en Sichuan, China.
Por ejemplo, en julio del 2010 un terremoto de magnitud 6.2 sacudió a Chile pocas horas después que se produjera un eclipse solar en la región.
Otro
terremoto de magnitud 7.2 sacudió a Japón en menos de
24 horas del reciente (y extraño) eclipse lunar, el 22 de diciembre
del año pasado. Luego, coincidiendo con nuestra reciente Luna Nueva
y eyección desde el sol, se registró un terremoto en la frontera de
India y Myanmar.
Eso es verdad, pero uno debe considerar todos los demás factores mencionados arriba que también descargan el planeta:
Una vez que se factorean todos estos eventos de descarga, quizás comenzaremos a ver los patrones completos.
Cualquiera de estos eventos no nos muestran nada de manera aislada, pero cuando se los observan en conjunto parece haber una correlación - según vemos en los sucesos recientes. Cada evento energético masivo que sucede sobre la superficie de este planeta es probablemente el resultado de actividad en nuestro sistema solar junto al intento de la Tierra de corregir cualquier desequilibrio eléctrico.
Según explica Dmitriev:
Y este es en gran parte el problema.
La ciencia considera a los efectos puramente energéticos, luminosos o eléctricos como secundarios de un evento principal que corresponden a algo que vemos, sentimos o experimentamos de cierta forma. Sería como si un hombre de las cavernas viera a una persona de nuestra época apretar un interruptor de la luz y concluir que el movimiento o posición del interruptor de la luz es responsable de la inundación de luz en la habitación. Sin conocimiento de la fuente de energía eléctrica detrás de la luz, la interacción entre la persona, la tecla, y la luz es ampliamente incomprendida.
Quizás todavía somos el hombre de las cavernas con
respecto al entendimiento de estos poderosos eventos eléctricos en
nuestro planeta. Sin conocimiento de las fuerzas eléctricas externas
a la Tierra y que tocan las varias teclas en nuestro planeta
causando tormentas eléctricas, volcanes y terremotos, etc., no vemos
la imagen completa.
También hay una sección donde publicamos toda clase de noticias sobre clima espacial como tormentas solares, avistamientos de cometas, objetos cercanos a la tierra, etc. Mientras que no nos consideramos partícipes del negocio de predecir el clima o desastres naturales, sí mantenemos un seguimiento de las Señales.
Y si McCanney, Thornhill y otros están
en lo cierto, entonces la observación de los eventos del espacio
podrían brindarnos una nueva comprensión del flujo general de las
fuerzas energéticas que nos afectan a todos nosotros. Comprender las
conexiones eléctricas para ser una gran parte de todo esto.
La civilización humana no está exenta de esta energía como podemos atestiguar en las protestas masivas que suceden en el Medio Oriente.
Este exceso de electricidad proveniente del cosmos parece traducirse en poderosas demostraciones emocionales a un nivel humano - tanto individualmente como colectivamente. No existe acción sin una reacción igual y opuesta; esto es verdad tanto para la física como para lo esotérico.
Ya que esta energía nos afecta a todos, lo mejor que podemos hacer es prepararnos mediante la limpieza de nuestro medioambiente, nuestras relaciones, mentes, y cuerpos eliminando diversas toxinas para que PODAMOS traducir esta energía en formas realmente creativas que no nos conduzcan al camino de la destrucción.
Mientras que los cambios parecen estar en camino, todavía tenemos la
decisión sobre cómo utilizar esta energía.
Butterfly Nebula
|