por Tara MacIsaac
29
Noviembre 2015
del
Sitio Web
TheEpochTimes
traducción de
Ancient-Origins
30 Abril
2016
del
Sitio Web
Ancient-Origins
Versión original en ingles
'Hogan', vivienda tradicional de los Navajos,
Monument Valley (Public Domain).
Las leyendas de los Navajos hablan de
una raza de gigantes blancos
a la que llaman 'Starnake'.
Diversas tribus nativas
americanas han transmitido de generación en generación leyendas de
una raza de gigantes blancos que fue exterminada.
Repasaremos a
continuación algunas de estas antiguas leyendas, incluyendo entre
ellas desde las de los Choctaw y los Comanches de los Estados Unidos
hasta las de los Manta de Perú.
Choctaw
Horacio Bardwell Cushman escribe en su libro de 1899
"Historia de los indios Choctaw, Chickasaw y Natchez":
"La tradición de los
Choctaw […] habla de una raza de gigantes que habitaba en el
pasado en lo que hoy es el estado de Tennesse, y a quienes sus
antepasados combatieron cuando llegaron al Mississippi tras
emigrar hacia el oeste. […]
Su tradición sostiene
que el pueblo Nahullo (raza de gigantes) era de una estatura
grandiosa."
Jugador de pelota Choctaw,
pintura
de George Catlin realizada en 1834.
(Public
Domain)
Cushman explica en su libro que "Nahullo" era un término utilizado
habitualmente para referirse al hombre blanco, pero que en su origen
designaba específicamente a una raza de gigantes blancos con los que
los Choctaw entraron en contacto cuando cruzaron el Missisipi por
primera vez.
Cuentan las leyendas que
los Nahullo eran caníbales y que los Choctaw los mataban siempre que
tenían ocasión.
Comanches
Los comanches eran una tribu de las Grandes Llanuras.
Uno de sus jefes,
Trueno-que-retumba, narró en 1857 el siguiente relato sobre una raza
de gigantes blancos:
"Hace innumerables
lunas, una raza de hombres blancos, de diez pies de alto (tres
metros), y mucho más ricos y poderosos que cualquiera de los
hombres blancos que viven en la actualidad, habitaba aquí en un
extenso territorio del país, desde el sol que nace hasta el que
muere.
Sus fortificaciones
coronaban las cumbres de las montañas, protegiendo sus populosas
ciudades construidas en los valles intermedios."
"Sobrepasaban a cualquier otra nación que hubiera existido
jamás, tanto antes como después, en todo tipo de ingeniosas
artesanías.
Eran valientes y
belicosos, y dominaban las tierras que habían arrebatado a sus
antiguos poseedores con orgullo y arrogancia.
Comparados con ellos,
los rostros pálidos de la actualidad son pigmeos, tanto en
destreza como en la guerra. […]"
El jefe explicaba que
cuando esta raza olvidó la justicia y la piedad y se volvió
demasiado orgullosa, el Gran Espíritu los exterminó, y todo lo que
quedó de su civilización, fueron los túmulos visibles al día de hoy
en las mesetas.
Este relato aparece
documentado en el blog de Dr. Donald "Panther" Yates,
investigador y autor de libros sobre la historia de los pueblos
nativos americanos.
Navajos
Yates también escribe acerca del pueblo Starnake de las
leyendas de los Navajos, en las que se les describe ,
"una majestuosa raza
de gigantes blancos que conocía la tecnología de la minería y
dominaba el Oeste, esclavizaba a tribus inferiores y poseía
fortificaciones por toda América.
Esta raza se
extinguió o 'regresó a los cielos'."
Manta
En 1553, Pedro Cieza de León escribía en el capítulo LII de
su "Crónica
del Perú" sobre unos legendarios gigantes que le habían
descrito los indígenas del pueblo Manta:
"Y porque en el Perú
hay fama de los gigantes que vinieron a desembarcar en la costa
en la punta de Santa Elena […]
Cuentan los
naturales, por relación que oyeron de sus padres, la cual ellos
tuvieron y tenían de muy atrás […]"
Vinieron por la
mar en unas balsas de juncos a manera de grandes barcas unos
hombres tan grandes que tenían tanto uno de ellos de la
rodilla abajo como un hombre de los comunes en todo el
cuerpo, aunque fuese de buena estatura, y que sus miembros
conformaban con la grandeza de sus cuerpos, tan disformes,
que era cosa monstruosa ver las cabezas, según eran grandes,
y los cabellos que les llegaban a las espaldas.
Los ojos señalan
que eran tan grandes como pequeños platos.
Cieza de León cuenta
también que las costumbres sexuales de los gigantes repugnaban a los
nativos, y que el cielo les castigó finalmente, exterminándolos a
causa de este comportamiento.
Paiutes
La tradición oral de los Paiutes nos habla de una raza de caníbales
blancos y pelirrojos, de unos tres metros de alto, que vivían cerca
del lugar que hoy conocemos como
Cueva de Lovelock, situada en Nevada (Estados Unidos).
No está claro si esta
"tradición oral" acerca de los llamados gigantes Sitecah es real o
si se trata de una exageración o deformación de las leyendas nativas
creada cuando los Paiutes habían sido ya exterminados o dispersados
en su mayor parte por la expedición del explorador Joseph Walker
realizada en 1833.
Brian Dunning, de 'Skeptoid', investigó las leyendas Paiutes
y no halló prueba alguna de que los Sitecah fuesen gigantes.
Sí parece cierto, sin
embargo, que existió en la zona un pueblo que practicaba el
canibalismo y que habitaba en la cueva de Lovelock. Se han hallado
en esta cueva restos humanos, y en algunos de los huesos
descubiertos el tuétano había sido vaciado, lo que sugiere que se
alimentaban de él.
No obstante, el
canibalismo parece haber sido una práctica muy poco habitual entre
estos pueblos.
Es cierto también que los cabellos de estos restos humanos son
rojos, pero este hecho podría deberse a que su pelo negro
original se volvió rojo con el paso del tiempo.
Cueva de Lovelock
(Bureau of Land Management/Public Domain)
El río Humboldt cercano a la cueva de Lovelock, Nevada,
donde cuenta la leyenda que habitaban los Sitecah,
una raza de gigantes caníbales pelirrojos.
(Famartin/CC BY-SA)
Unos mineros desenterraron estos hallazgos en el año 1912,
depositándolos en un montón antes de ponerse en contacto con los
responsables de la Universidad de California.
El antropólogo
Llewellyn L. Loud fue enviado por la universidad al yacimiento
para investigarlo.
Es una opinión comúnmente
aceptada que las excavaciones no se llevaron a cabo de forma
correcta, y sin duda las actuaciones realizadas habrían sido
consideradas deficientes en la actualidad.
Pero algunos defensores
de la teoría de los gigantes Sitecah insisten en que los
investigadores podrían haber ocultado intencionadamente posibles
restos de gigantes hallados en el lugar.
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