por el Consejo de Instalaciones Tecnológicas y Científicas - Reino Unido 20 Julio 2012 del Sitio Web Astronomía
traducción de
Adela Kaufmann
puede ser visto desde la Tierra usando un buen telescopio. El remolino Reiner Gamma está a la izquierda de la imagen cerca del cráter Reiner que le da nombre Crédito: NASA
Científicos del Laboratorio Espacial RAL en Rutherford Appleton en el Reino Unido han resuelto un misterio lunar, y sus resultados podrían abrir el camino para determinar si el mismo mecanismo podría ser manipulado artificialmente para crear refugios seguros para los futuros exploradores espaciales.
Su trabajo se centró en el origen de los enigmáticos "remolinos lunares" - parches giratorios relativamente pálidos del suelo lunar, algunos miden varias decenas de kilómetros de ancho, y han sido un misterio no resuelto hasta ahora.
El
Prospector Lunar primero identificó
anomalías magnéticas que habían creado ‘magnetósferas’ completamente
formadas pero en miniatura similares a lo que hace el amplio campo
magnético planetario de la Tierra en una escala mucho más grande.
Comprendiendo cómo la "mini-magnetosfera" produce una cavidad en el viento solar y excluyen el campo magnético interplanetario podría abrir el camino para determinar si el mismo mecanismo podría ser manipulado artificialmente para crear refugios seguros para futuros exploradores espaciales.
El suelo lunar era originalmente blanco pero se sabe que se ha oscurecido con el tiempo por la exposición a las partículas cargadas de viento solar.
Durante mucho tiempo se ha pensado que los remolinos eran el resultado del blindaje magnético de la superficie lunar desde el viento solar, pero nadie entendía cómo los campos magnéticos relativamente débiles asociados con los remolinos lunares podrían proteger suficientemente la superficie de la Luna durante cientos de millones de años para prevenir el oscurecimiento de la superficie y producir tales patrones finamente detallados.
Según Ruth Bamford,
Durante unos 3,8 billones de años, estas anomalías habrían estado
desviando las partículas de viento solar fluyendo desde el espacio,
creando poco a poco estos sorprendentes patrones, que se pueden ver
claramente en la superficie lunar en la actualidad.
La interacción del viento solar con las anomalías del campo magnético ha demostrado ser lo suficientemente efectiva para crear huecos protegidos sobre la superficie de la Luna, suficiente para evitar la intemperie causada por el bombardeo de partículas solares.
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