14 Noviembre 2016 del Sitio Web ElCorreoDelSol
otorgan a la Luna un poder sutil sobre las cosas
que ocurren en la Tierra. como el efecto sobre la calidad de la madera o sobre el crecimiento de las plantas,
pueden tener explicación
científica.
Hasta ahora la ciencia no había ido
mucho más allá de comprobar el efecto sobre las mareas, pero nuevos
datos sugieren que algunas creencias populares, como el efecto sobre
la calidad de la madera o sobre el crecimiento de las plantas,
pueden ser ciertas.
El físico Gerhard Dorda, de la
Universidad de la Armada de Munich (Alemania), está convencido de
que el poderío atribuido a la Luna se basa en un efecto quántico que
acompaña su fuerza de gravitación y que actúa como un reloj
astronómico.
Este reloj cósmico puede determinar
desde la química cerebral hasta el crecimiento de las plantas.
Dorda y Holzknecht basan sus hipótesis en los datos recabados acerca de las propiedades de la madera talada en diferentes fases lunares.
Holzknecht investigó los árboles de
aguja (pino, abeto, cedro...) durante su reposo invernal y descubrió
que se producían fluctuaciones diminutas en la tensión eléctrica de
los troncos en función de las fases lunares.
Esta mezcla está anudada por una
estructura de red tridimensional, que es la que resulta influida por
las fuerzas lunares.
Curiosamente la Luna y la plata están asociadas en la mitología.
Artemisa, diosa de la Luna, la caza y la
naturaleza, empuñaba un arco de plata; y Ariana, diosa celta de
la fertilidad cuyo nombre significa "rueda de plata", en referencia,
al parecer, a la Luna.
La razón es que la fase lunar influye
sobre el estado de las membranas celulares y, en consecuencia,
condiciona lo que sucede durante el secado. Parece que incluso el
centro muerto de la madera, que forma la masa principal de un
tronco, resulta influido.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos) investigó en el 2002 el corte tradicional de la palma en Puerto Rico y confirmó que las hojas, que se utilizan para la construcción de tejados, resultan hasta 10 veces más duraderas cuando se cortan durante la luna nueva.
Los análisis demostraron que las cantidades de calcio y carbono en las fibras cambiaron en correlación con las fases lunares.
El biólogo molecular Richard Lathe está convencido de que la Luna es responsable de la aparición del ADN en la Tierra (ver artículo publicado en New Scientist "No Moon, no Life on Earth - Suggests Theory").
En el tiempo en que la vida apareció en
el caldo primordial marino, la Luna estaba más cerca de la Tierra -
se aleja unos 38 mm por año - por lo que el efecto gravitatorio era
mucho mayor y provocaba cambios en la concentración de sales que
favorecieron las reacciones químicas decisivas para la aparición del
ADN.
El astrónomo Jacques Lascar ha estudiado qué pasaría si la Tierra careciera de satélite.
Reproduciendo en un ordenador el sistema Tierra-Luna ha observado que si se eliminara el satélite el eje de nuestro planeta se desestabilizaría gravemente:
Como la Luna se aleja irremisiblemente, para evitar futuros cataclismos algunos científicos ya han propuesto maneras de "secuestrarla" o sustituirla por otro cuerpo celeste.
Se ha encontrado una relación entre los ciclos lunares y el comportamiento de más de 600 seres vivos, como las golondrinas nocturnas, las almejas, los ratones o las anguilas viajeras.
El coral madrepórico, principal constructor de los arrecifes, expulsa sus células reproductoras cada año en el mismo tiempo, en una noche determinada, entre tres y seis días antes de la luna llena.
El mosquito Clunio marinus, durante las mareas bajas se vuelve sexualmente activo.
Algunos moluscos se muestran sensibles
incluso a los cambios de intensidad en la llegada de energía
electromagnética a la Tierra, debidos a que la luna interfiere en
ocasiones los vientos solares.
Según Schad, lo más probable es que la
mayoría de sincronizaciones tengan que ver con los cambios en la
presión interna del agua, es decir, serían consecuencia de una
especie de mareas interiores.
Se sospecha que este caracol posee un
órgano sensorial basado en cristalitos de
magnetita que detectan los
cambios en el campo magnético terrestre.
La Luna llena puede, en un momento dado,
favorecer con su luz la germinación de las judías, según Schad.
Walter Leidmann, dentista de
Munich, ha comprobado que las hemorragias imprevistas de sus
pacientes coinciden frecuentemente con el plenilunio. Según él,
operar en luna nueva reduce riesgos e incluso la necesidad de
tratamientos con antiinflamatorios, antiálgicos y antibióticos.
El periodo femenino y el ciclo lunar
tienen una duración parecida, lo cual justifica que las culturas
tradicionales en los cinco continentes asocien a la mujer con el
cuerpo celeste, pero hasta hoy no existe consenso científico sobre
la existencia real de un vínculo.
Existen estudios según los cuales, en ausencia
de luz artificial, el ciclo menstrual de la mujer se sincroniza con
las fases de la Luna. Así, la ovulación ocurre en Luna llena y la
menstruación comienza con la luna nueva.
En 1973, otros tres investigadores norteamericanos repitieron el trabajo de los Menaker.
Analizaron
500.000 fechas de partos en Nueva York y volvieron a determinar que la
frecuencia de la ovulación sobrepasa el promedio durante la Luna
llena y está por debajo durante la nueva.
Entre los muchos estudios existentes, a menudo contradictorios, destaca el realizado por el Instituto de Climatología Médica y la policía de Filadelfia en Estados Unidos, según el cual, cleptómanos, pirómanos, alcohólicos y suicidas aumentan su actividad en las fases creciente y llena y la disminuyen notablemente cuando empieza a decrecer.
Comprobaciones similares han sido
realizadas con las bases de datos policiales de Ohio y Miami
en Estados Unidos y los resultados han sido los mismos.
Si la Luna lo permite, es posible que en
un futuro cercano nos podamos explicar por qué hacemos todas estas
cosas.
El Poder de la Luna
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