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por Stephen Smith
traducción de
Adela Kaufmann
Ganímides, la tercera luna de Júpiter y el más grande satélite planetario en el sistema solar.
Crédito: NASA/JP
La luna más grande del sistema solar demuestra signos de lo que
pudiera ser una cicatriz eléctrica. ¿Será el descargo de plasma el
responsable de la topografía que vemos?
De todas las lunas, Ganímedes es posiblemente la más exótica, con una mezcla salvaje (abajo, imagen 1) de topografía, fracturas (abajo, imagen 2), cráteres (abajo imagen 3) y riachuelos sinuosos (abajo, imagen 4).
Ganímedes es único entre las lunas, porque
tiene un campo magnético
rodeándolo, algo que ni siquiera Marte posee. En diciembre de 1995,
la sonda Galileo entró a la órbita alrededor de Júpiter.
Así como con Io, el firma del tubo de flujo de Ganímedes, la corriente eléctrica que lo conecta con Júpiter puede ser vista en la aurora en los polos (imagen abajo).
Con un diámetro promedio de 5,262 kilómetros, Ganímedes (imagen arriba) es la luna más grande orbitando cualquier planeta, y es el cuarto objeto rocoso más grande después del planeta Marte.
El campo magnético está supuestamente siendo creado por el núcleo de la luna, una especie de “dínamo” – una vez más, similarmente como el núcleo de la Tierra está supuestamente generando su campo magnético. Hay una ambigüedad, sin embargo.
El núcleo de Ganímedes es demasiado
caliente para sostener un magnetismo permanente. Ganímedes es tan
pequeño que, según la astro-geología convencional, debe de haberse
enfriado hace billones de años, y no debería tener un núcleo líquido,
en primer lugar.
Por supuesto, el aspecto más obvio de la bizarra naturaleza de Ganímedes es su superficie (imagen arriba) y los múltiples ejemplos de aparente evidente descarga eléctrica (electric discharge machining - EDM).
En un anterior
Thunderbolts Picture of the Day presentaron evidencia de la hipótesis, mostrando
cómo las cadenas de cráteres se forman en Ganímedes y otros planetas
y lunas.
Dentro del círculo oscurecido, varios cráteres brillantes se ponen en orden en forma de espiral que gradualmente disminuye en diámetro hacia el centro.
Algunos cráteres tienen rayos (abajo, imagen 5),
extendiéndose hacia fuera por varios kilómetros en todas las
direcciones.
imagen 5
imagen 6
Tales características requieren una cadena de improbables coincidencias, si se han de explicar impactos mecánicos, pero EDM crea tales cicatrices de forma natural.
La NASA planea más misiones a las lunas de Júpiter en los próximos
diez años.
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